Recuerda que era un d�a especial, ya que hoy cumpl�a quince
a�os y desde que me levante muy temprano para ir a la escuela tuve el
presentimiento que mi vida cambiar�a totalmente a partir del d�a de hoy y as�
fue.

Mi nombre es Marco y le hab�a pedido permiso a mi pap� para
no asistir al colegio el d�a de hoy por ser mi cumplea�os, pero mi pap� siempre
me exig�a mucho y era poco flexible cuando de responsabilidades se hablaba y muy
a mi pesar tuve que asistir a la escuela.

Siendo hijo �nico recib�a toda la atenci�n y la dedicaci�n de
mis padres. Mi pap� se llama Rogelio Sierra y es un hombre de 40 a�os, muy serio
y sobre todo responsable aunque tambi�n su car�cter es muy duro y hasta cierto
punto fr�o con las personas que lo rodean. Susana Lagunas, mi madre, tiene 30
a�os y su car�cter es m�s flexible, llegando hacer sumiso, dedicada cien por
ciento al hogar, atendiendo cada una de las necesidades de mi padre y las m�as.

Cuando ten�a esa edad era un jovencito muy carism�tico y
sobre todo agradable, era de los chicos que a todo mundo le cae bien y que por
mi manera de ser ten�a una que otra enemistad, pero nunca le di importancia.
Cursaba el tercer a�o de secundaria y era uno de los mejores alumnos de mi
generaci�n, destacando siempre en los proyectos que emprend�a, la materia que
m�s me apasionaba eran las matem�ticas y a mi corta edad hab�a recibido ya
varias medallas y diplomas por haber concursado en las "Olimpiadas de
Matem�ticas" y por representar mi colegio.

A pesar de que era un chico muy popular en el colegio, solo
contaba con dos grandes amigos que lo segu�an a todas partes: Gabriela y Carlos,
les ten�a un gran aprecio y continuamente visitaban mi casa o yo la de ellos.

Durante todo el d�a en la escuela recib� muchas
felicitaciones y uno que otro regalo por parte de mis compa�eros y de maestros,
incluso el director me hab�a mandado a llamar para felicitarme y es que con
tantos reconocimientos que le hab�a dado a la escuela ten�a ciertas
preferencias, que obviamente me hab�a ganado y me sab�a ganar.

Al sonar el timbre para finalizar la ultima clase del d�a, me
percate que de inmediato mis dos amigos salieron del aula sin decirme ninguna
palabra, situaci�n que me extra�o pero que no valore demasiado porque supuse que
los ver�a afuera.

Al salir del sal�n, me percate que todos mis compa�eros de
clase estaban dispersos en un situaci�n que me pareci� sospechosa, pero
disimulando comenc� a caminar entre ellos sin percatarme que mis dos mejores
amigos se aproximaban hacia mi de manera muy sospechosa ocultando algo a sus
espaldas, de pronto sent� que alguien se aproxima hacia mi y me arrebato mi
mochila y por atender esa situaci�n no me di cuenta de que Gabriela y Carlos
tra�an entre sus manos una manguera y al grito de "Ahora!!!", dirigieron el
chorro de agua hacia m�.

Entonces comenc� a sentir como el agua fr�a me ca� sobre mi
cuerpo empap�ndome de manera inmediata y cubri�ndome el rostro avance hacia
ellos con la finalidad de quitarles la manguera. Todos mis compa�eros se
encontraban a su alrededor se mor�an de la risa disfrutando de los gestos y
arrebatos que hac�a y es que esa es la tradici�n local, mojar al cumplea�ero,
tradici�n que por supuesto hab�a olvidado por completo.

Cuando llegue con Carlos, con mucho esfuerzo logre
arrebatarle la manguera y comenc� a dirigirla hacia ellos dos, quienes a pesar
de que corrieron logre empaparlos por completo, poco despu�s comenz� a mojar a
todos mis compa�eros del sal�n, en medio de una intensa adrenalina y alegr�a por
parte de todos. El juego duro lo suficiente para lograr mojar a toda la clase y
hasta que uno de los conserjes cerr� la llave del agua y recogi� la manguera.

El juego termino y antes de que todos se marcharan les
record� que los esperaba a comer en casa, ya que muy a mi pesar mis padres
hab�an organizado una fiesta y sin tener mas remedio tuve que invitar a mis
compa�eros del colegio.

Al darme cuenta de mi estado, totalmente mojado comenc� a
sentirme un poco preocupado de llegar a su casa as� a mi casa, ya que si mama me
ve�a as�, recibir�a una fuerte llamada de atenci�n y la raz�n principal de eso
se debe a que mama me sobreproteg�a demasiado y tendr�a que escuchar su discurso
de que en ese estado pod�a adquirir f�cilmente un resfriado o peor aun una
enfermedad respiratorio mas compleja y para evitarme ese serm�n por dem�s
conocido, record� que en mi mochila tra�a su ropa deportiva porque hoy hab�a
tenido una clase de deportes. Sin mucho pre�mbulo me dirig� hacia los vestidores
del colegio despidi�ndome de mis amigos.

Al entrar a los vestidores me percate que los integrantes de
la selecci�n de f�tbol acababan de terminar su entrenamiento, observ� que hab�a
ropa y tenis tirados en el suelo y en las bancas y yo hab�a entrado con la
intenci�n de darme una ducha r�pida, pero ahora estaba dud�ndolo no me gustaba
ba�arme rodeado de gente, en ese sentido era muy reservado con mi intimidad, no
me gustaba que me observaran completamente desnudo.

Me dirig� a sentar en una banca vac�a hasta el final del
pasillo con la intenci�n de ser menos observado y de inmediato proced� a
quitarme la ropa mojada y sin pensarlo m�s decid� meterme a ba�ar en las
regaderas, ya no escuchaba mucho ruido alrededor y pens� que talvez no hab�a
nadie ba��ndose.

Cuando estaba totalmente desnudo, me enrede la toalla a
cintura, misma que saque de mi mochila y de inmediato me dirig� hacia las
regaderas. Cuando entr� en esa �rea me percate que a mitad de las regaderas se
encontraba un joven que de inmediato reconoc� y seg�n caminando hacia la ultima
regadera con la finalidad de que si llegaban m�s personas a ba�arse, no estar�a
a la vista de todos. Cada regadera ten�a una divisi�n que solo llegaba a la
cintura y de inmediato cualquier persona que entrara en esta secci�n pod�a tener
un amplio paranorama del lugar.

Camine un poco temeroso hacia la �ltima regadera sujetando la
toalla con sus manos y cuando pasaba por la �nica regadera ocupada, de manera
totalmente inconsciente observe el cuerpo desnudo de la persona que la ocupaba.

Y esa persona resulto ser el capit�n del equipo de f�tbol,
que se llamaba Alejandro y que pertenec�a a mi misma generaci�n y aunque no
�bamos juntos en la misma clase, lo conoc�a bien porque varias veces hab�amos
coincidido en varias ceremonias donde a ambos nos entregaban diplomas en la
materia donde cada uno era bueno: f�tbol y matem�ticas.

Pero de pronto un deseo desconocido por mi provoco que me
llamar� enormemente la atenci�n el esbelto cuerpo de Alejandro, que a sus quince
a�os recuerdo que quien mejor cuerpo ten�a de toda nuestra generaci�n. Alejandro
era el m�s alto, su espalda comenzaba a tornarse ancha, su torso era ya duro a
consecuencia del excesivo ejercicio que practicaba, de peque�a cintura y su
abdomen a�n no estaba marcado pero ya resultaba muy atractivo. En total silencio
observaba como el agua resbalaba por su cuerpo, desde que bajaba de su cabello,
recorriendo su atractiva espalda para caer en su trasero que resulto ser la
parte menos atractiva de Alejandro, para finalmente deslizarse por sus piernas y
que fue lo que llamo poderosamente su atenci�n eran largas y torneadas.

Solo me detuve unos segundos que me parecieron una eternidad
y es que era la primera vez que me ocurr�a algo as�, comenc� a sentirme inquieto
una nueva sensaci�n extra�a invadi� mi cuerpo y pero sobre todo mi mente, cuando
reaccion� de inmediato continu� caminando cuando de pronto escucho mi nombre:

Y mi reacci�n inmediata fue cubrir mi miembro con sus mis dos
manos y era tanta la cercan�a de nuestros cuerpos mis manos rozaron sin querer
su miembro, quien sin inmutarse se agacho a recoger la toalla y comenz� a secar
su cuerpo de un extremo.

Me di la vuelta y continu� caminando hacia la �ltima regadera
cuando de pronto escuche que Alejandro me dijo:

Me quede mudo de la impresi�n, nunca antes nadie me hab�a
dicho algo as� y si sab�a lo que Alejandro me hab�a dicho, ya que esa era uno de
las razones por las que me daba pena que me vieran desnudo, desde hace un a�o
comenc� a percatarme que mi trasero estaba desarroll�ndose m�s r�pido que
cualquier otra parte de mi cuerpo.

Abr� la llave del agua fr�a y me coloque debajo del agua,
ten�a la mente llena de confusiones, nunca antes me hab�a llamado la atenci�n
observar el cuerpo de algunos de mis compa�eros, a pesar de todas las veces que
me hab�a tocado compartir el ba�o con mi mejor amigo o aqu� mismo en las
regaderas del colegio. Mientras el agua ca� a sobre mi cuerpo, mis pensamientos
me invad�an y me atormentaban, pregunt�ndose una y otra vez: �Por qu� me gusto
lo que vi? �Por qu� no pod�a apartar de mi mente el cuerpo de Alejandro? �Por
qu� ahora me parec�a sumamente atractivo? Apoye mis manos a la pared, separando
mis piernas un poco y por consecuencia mi trasero se paraba m�s de lo que ya
estaba abultado, luciendo muy atractivo.

Preso en mis pensamientos no alcanc� a escuchar que Alejandro
se acercaba y de pronto escuche nuevamente mi nombre, lo me saco de mis
pensamientos:

Continuara�