La ma�ana fresca de principios del oto�o, iluminada por los
reflejos dorados en las hojas maduras de una vejez a punto, eran un cuadro
impresionista que desde el ventanal de la quinta escond�a todas las cosas que
sent�a, todo el miedo del cambio, todos los hechos que dejaban huellas , no en
su hermoso cuerpo, ni en su pelo lacio que cubr�a sus senos aparentemente chicos
al estar recostada en esa cama mirando de reojo el jard�n o el techo de r�stica
construcci�n.
Su hijo, ya se hab�a ido a Buenos Aires a estudiar, llevo el
auto, tambi�n llevo esa alma de amante que tanto hab�an querido enterrar, no
quer�a levantarse, por eso record� todo lo que empez� hace casi dos a�os, la
decisi�n de ser amantes, el intento de separarse y ahora esta nueva etapa, de
escondidas a la sociedad y �!vivir!? esto tan terrible pero para ella tan
inevitable como la muerte, esa misma que le quito su tranquilidad, su vida, la
moral que hab�a recorrido, encontrando el deseo sexual, que no pudo contener,
que intento llevar por otros caminos, que hacen de su vivir una tragedia
continua y a la vez repetida, deseada y por sobre todo gozada con pasi�n.
Cerro sus ojos , entrando en la somnolencia de la pereza
buscada, no pudo evitar tocar su vagina con los dedos y sentir los flujos , fue
en esa manera que disfruto pensando en lo sucedido el d�a anterior, m�s ,la
noche anterior.
Era domingo, fueron a almorzar al restaurante del club
social, su figura resaltaba, el igual le dijo lo bella que estaba, le acerco la
silla , al sentarse ve�a sus ojos fijos en el escote sensual que siempre uso,
sentir esa mirada, que mov�a sus instintos, la llevo a decirle que se calmara,
eso hizo , se puso a mirar a una antigua "m�s que amiga", fueron entonces sus
ojos, los que destellaban celos, fue el qui�n tuvo que decirle "c�lmate" poco a
poco se fueron distendiendo y charlando de los estudios de el y la tranquilidad
econ�mica gracias al seguro en d�lares que hab�a cobrado.
A la hora del caf� , decidieron tomarlo en la quinta,
llegaron, cerraron la entrada con llave, previendo situaciones molestas y
largaron los perros, para evitar cualquier comedido que los perturbara, que
pensaran lo que quisieran , pero que no puedan ver nada, ambos hac�an lo que
quer�an, no hab�a dudas, una sonrisa de complicidad marcaba su cara, mientras
ve�a la actitud ansiosa en ese hermoso joven, los perros hicieron fiesta por su
libertad anticipada y saltaban marcando sus marrones figuras en el verde c�sped.
Se recostaron a la siesta, ella en la misma posici�n, que en
este momento, el la beso en la frente, ella tomo su cuello, el la beso en los
labios y cayendo sobre su cuerpo sumiso se dejo desnudar, fueron pocos minutos,
pero suaves, constantes en pasi�n, una penetraci�n, otra m�s que solo
acrecentaban las ganas de repetirla, su leche lleno una vez m�s ese vientre que
una vez lo cobijo, pero la entrega de ambos durmi� sus cuerpos en contacto.
Despert� con el al lado, todav�a dormido, lo beso desde el cuello hasta que
llego a su falo, lo puso en su boca, chup�ndolo y lami�ndolo hasta que lleno su
boca, el despert�, tomo su cabeza y la dejo hacer, ese falo entraba en su boca,
su vagina quedo frente a la boca que no pudo contener lamer los flujos ya ca�an,
el cl�toris hinchado recib�a las caricias, era una postura que los un�a, el
semen broto mientras ella acababa , una vez m�s el cl�max, otro descanso en sus
hombros, otra vez pensando, ambos se miraron , no dijeron palabra, un beso suave
en com�n, sello esa parte del d�a.
Se levantaron, vieron parte del partido de f�tbol en directo,
en el sill�n del living, ella apoyada en su hombro, eran una pareja, madre e
hijo, pero una pareja que se amaban, que hab�an intentado no llegar a sentir
esto, pero que la realidad les daba el escenario de sus vidas, compleja y
condenada socialmente, por m�s que nadie los quemar�a en hogueras, tampoco nadie
los aceptar�a.
Comieron algo liviano, se fueron a ver televisi�n , ambos
sentados en la cama, eran nada m�s que otra pareja algo distinta, ella 14 a�os
mayor, el, joven, pero no era as�, ella le tomo su falo en la mano y la erecci�n
fue instant�nea, ella se lo empez� a masturbar, el tomo sus brazos y la indujo a
sentarse sobre el , poco a poco fue entrando, ella cabalgaba enloquecida, tuvo
que serenarla para evitar alg�n doblez y el dolor en consecuencia, tomo sus
senos, acarici�ndolos y empuj�ndola suavemente hac�a atr�s , se perfeccionaban
en le goce del acto, plena de goce, eran una pareja de amantes perfecta, en lo
f�sico y en la pasi�n que brotaba de ellos, nunca se hab�an sentido as�, al
acabar se fundieron en un beso, un beso deseado, de sello del gozo, perfecto en
el esp�ritu que los un�a.
A la ma�ana, el la beso, porque tenia que llegar a la
facultad, un beso de hasta pronto, dejaba el camino abierto.
Sinti� los perros en su carrera festiva, igual se quedo en la
cama, cuando entro en la habitaci�n, ambas sonrisas eran c�mplices de lindos
momentos que pasar�an esa ma�ana.
Ambos agradecieron que no hab�a Gas Oil, seguro que el
momento feliz, continuara.