Yo siempre he sido un poco descarriado, am�n de salidillo, y fu� a enamorarme
de una chica preciosa pero un tanto cortada a la hora de experimentar nuevos
temas sexuales. Sin embargo, con el paso del tiempo (ya casi 9 a�os), ella se ha
ido convirtiendo en una peque�a guarrilla gracias a m� o, como ella misma
confiesa, por mi culpa. Bueno. De todo lo que ahora hacemos sin ning�n tipo de
tapujos (polvos, masturbaciones mutuas, sexo oral, sexo anal...), lo que m�s de
gusta y me excita creo que es la masturbaci�n conjunta pero con fantas�as acerca
de otras personas. Sin duda a ella tambi�n; os cuento...
Todo comenz� un mes de junio que, volviendo en el coche de pasar el d�a por
ah�, comenzamos a hablar (no s� por qu� raz�n) de sexo y acabamos hablando del
intercambio de parejas. Los dos est�bamos de acuerdo en que era algo que nos
repugnaba porque atentaba contra la fidelidad de la pareja y bla, bla... bla,
bla. Sin embargo yo fing�a un poquillo, porque no es que sea un infiel
compulsivo (nunca le he sido infiel de hecho) pero creo que no habr�a una
situaci�n que me excitara m�s que verla a ella follando con otro t�o mientras yo
me beneficio a la novia de �l, mir�ndome ella tambi�n por supuesto. Tampoco me
atrev�a a espetarle esto en plena cara por miedo a su rechazo y posible cabreo
vespertino, as� que yo tambi�n afirmaba estar en contra de esas pr�cticas.
Sin embargo, y seg�n segu�amos hablando del tema, notaba como cada vez me
calentaba yo m�s y, ante mi m�s at�nito asombro, me pareci� notar como ella se
estaba poniendo muy cachonda tambi�n. Acabamos confesando que est�bamos los dos
muy calientes con aquella conversaci�n y que probablemente, un intercambio de
parejas nos excitar�a sobremanera a ambos, aunque al final decidimos hacerlo
s�lo de pensamiento (por ahora, deseo yo...).
Desde ese d�a lo que hacemos muy a menudo es lo siguiente. Los Viernes, o
S�bados, o Domingos, d�as por excelencia de los polvos en el coche de las
parejas que no tenemos otro sitio donde ir, nos acercamos a una zona de estas
que hay en todas las ciudades donde vamos los j�venes, y alguno no tan joven, a
lo que vamos; ya me entend�is.
All� comenzamos a besarnos y a meternos un poco de mano para calentar el
ambientillo. Os la describo para que os hag�is una idea: Rubia con melenita/1,60
de estatura/100, 65, 90/ y para m� bastante guapilla. Digamos que se llama
Andrea. Yo no soy nada del otro mundo: Moreno/1,66/68 Kg. y (para m� tambi�n)
guapillo (qu� voy a decir yo, claro). Digamos que soy Jon. Somos de Vitoria.
Una vez calientes los dos, elegimos cada uno a otra persona que nos ponga
realmente cachondos. Yo suelo elegir a alguna amiga suya que est� muy buena y
ella a alg�n camarero de alg�n bar que frecuentemos o a alg�n amigo m�o guapet�n
y cachas. Siempre he pensado que cuanto m�s se conozca a la otra persona mayor
es la excitaci�n (eso s�, no prob�is con hermanas o hermanos que no funciona,
jeje; la familia parece que es intocable).
Autom�ticamente le sugiero a Andrea que me cuente lo que le gustar�a hacerle
a ese amigo m�o en el que est� pensando. La excitaci�n es total. Os relato, por
ejemplo, una de sus historias. (Mientras me la cuenta ella se est� masturbando
pensando en ese chico y yo me masturbo pensando en la situaci�n) Me cont� un
d�a: "Cuando le veo I�aki contigo me suelo fijar mucho en su paquete, seguro que
tiene metida ah� dentro una polla gigantesca. �Qu� bueno est�! �Tiene un culito!
Me gustar�a llevarle al WC de alg�n bar cuando t� no mires y all� empezar a
sobarle todo el cuerpo. Bajarle la cremallera y sacarle la polla �Qu� grande es!
Me pondr�a de rodillas y me la meter�a entera en la boca. Se la chupar�a hasta
que ya no pueda m�s. Luego me bajar�a yo los pantalones y la tanga y, con mi
co�o bien mojado, me meter�a la polla hasta el fondo. Cuando est� a punto de
correrse me la sacar�a y se la volver�a a comer hasta que me llene la boca de
semen calentito �S�! Despu�s saldr�amos del WC como si nada hubiera pasado."
A todo esto, mientras cuenta la historia le llamo "puta", "zorra", "cerda", y
cuanto m�s se lo llamo m�s caliente se pone. Tras unos minutos me toca contar a
m�, que hago lo propio relatando como le comer�a el co�ito a esa amiga suya
morenaza y c�mo se la meter�a hasta el fondo hasta correrme dentro de ella. Esto
le pone a�n m�s caliente que su propia historia.
Al final, cada uno masturb�ndonos por nuestra cuenta pero muy juntitos, nos
corremos como posesos mientras el coche se balancea m�s que si estuvi�semos
echando el polvo del siglo.
Toda esta depravaci�n sexual que tanto nos pone a 100, ha derivado en otras
pr�cticas como la simple conversaci�n er�tico-pornogr�fica (pero sin tocarnos)
acerca del mismo tema; pensando lo que har�amos con esa pareja de novios amigos
nuestros que tanto nos pone. Otra pr�ctica que solemos realizar es el propio
espionaje a las parejas de los coches circundantes mientras lo hacen.
Dependiendo del sitio y de la forma de aparcar, la visi�n puede ser casi
perfecta. Mi novia se masturba viendo al chico follarse a su novia y yo degusto
las piernas de la novia alrededor de su chico recibiendo esa polla en s�. No se
ve perfectamente, la mayor�a de las veces sombras, pero es m�s suficiente.
Pero sin duda, la pr�ctica voyeur que �ltimamente estamos realizando y que,
de verdad, es excitante donde las haya, es esta. Con el coche vamos a cualquier
sitio, el aparcamiento de un centro comercial, un paseo, una zona de recreo...
pero no ya de noche, sino de d�a. Aparcados en alg�n sitio un poco discreto y
sin llamar mucho la atenci�n (como si estuvi�semos hablando dentro del coche),
miramos a gente pasar, jugar o simplemente estar. Yo me masturbo mirando a las
t�as buenas que por all� andan y ella se masturba mirando a los chicos macizos
que all� est�n. La excitaci�n puede ser total.
Pienso, y ya termino, que no hay nada m�s bonito e interesante para una
relaci�n que innovar en el sexo y no ce�irse siempre a lo mismo. Adem�s, el
poder compartir con tu pareja la excitaci�n sexual que te produce una chica por
la calle, o que ella te pueda contar c�mo le pone de cachonda tal t�o que
conocemos, y poder masturbarnos juntos, es vital, al menos para m� ahora.
Muchas veces compartimos pel�culas y revistas porno o, simplemente, vamos a
ver t�as macizas (yo) y t�os buenos (ella) o a rozarnos con ellos en un tren o
autob�s. Al final siempre acabamos masturb�ndonos juntos o echando un buen polvo
(que por cierto es lo que menos nos gusta hacer) para relajar tensiones.
Un saludo y, por cierto, �alguien cree que mi novia se prestar� alg�n d�a a
un intercambio de parejas real? Yo creo que s� �no?... Dios me oiga...
Jon.-
(comentarios a POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO)