CAP 6
Despu�s de la primera aventura con un profesional, te
quedaste encantada con ello. Hablamos de ello y me dijiste que hab�a disfrutado
doblemente. El morbo te hab�a potenciado todos los sentidos. La forma en como te
tom� la boca ten�a un significado inverso. Miles de hombres pagar�an por ello y,
en cambio, el estaba cobrando por hac�rtelo. Entre esta conciencia que te
excitaba mucho y, me confesaste, el placer de sentir el enorme pene deslizarse
por tu boca hasta lo m�s profundo, la satisfacci�n de tragarlo entero y el sabor
tan intenso de macho, te hab�an puesto en el disparadero. La t�cnica y el estilo
de Gin�s te hab�an potenciado el placer. "Sabe follar", me dijiste, "me hizo
sentir una hembra copulando, montada, cubierta, s�lo me falt� su semen". Me
promet� que te proporcionar�a esta sensaci�n m�s veces, s�lo de o�rte me iba
calentando y acabamos follando.
Y ahora te casas. Con tu "novio para casarte", qu� extra�a
mujer eres. En los meses que simultaneaste tu novio (en Girona) conmigo (en
Barcelona), tuviste m�s sexo que la mayor�a de las mujeres en toda su vida, y
sexo fuerte. Ni s� cuantos hombres llegaron a tenerte para mi. Pero siempre
estabas dispuesta a practicar sexo, a ofrecerte, a que te penetraran y, sobre
todo, a probar nuevas sensaciones.
Sirvo otra copa a tu marido mientras charlamos de tonter�as y
voy recordando alguna otra situaci�n, como la de Oscar, uno de los compa�eros de
Gin�s, cuando le llam� de nuevo para concertar otra sesi�n.
Quedamos y me dijo que t� eras
una mujer especial, que me lo dec�a �l que conoc�a muchas. Me confes� que hab�as
llegado a excitarle casi hasta el punto de eyaculaci�n, y eso que �l, por su
trabajo, no suele hacerlo. "Ser�a una ruina", me dijo. Ten�amos buen rollo,
iniciamos una amistad suave, nos entend�amos. Tambi�n me dijo que no deb�a
rutinizarte, que deb�a proporcionarte sensaciones nuevas cada vez, que una
repetici�n con �l no ser�a lo mismo. Me recomend� a Oscar, un chico negro
compa�ero suyo que hab�a tenido que salir por piernas de Nigeria por un asunto
de cuernos con su jefe. Culto (en su grupo todos lo eran) y de presencia
inmejorable. Y con un buen pene "No creo que le quepa en la boca" � brome� - "A
tu chica le gustar� y tu podr�s disfrutar del contraste de la piel negra en tu
chica". "Le pregunt� por la cuesti�n del semen y me dijo que si mi chica quer�a
semen, la cuota era m�s alta, ya que se perd�an algunos servicios para poder
recuperarse. Decid� pagarlo. Quedamos. "Ya sabes el estilo que le gusta a Irene,
dominante, perverso y educado"" Me permito sugerirte un toque de humillaci�n.
Oscar es un experto en ello y estoy seguro que a tu chica le encantar�", me
dijo. Acept� encantado.
No te di detalles pero la tarde fijada estabas en mi casa,
vestida para la ocasi�n y te vi relajada.
Cuando entr� Oscar, te sorprendiste y me miraste con ojos
entre reprochando y sonriendo. Era muy alto y grande. Hablaba con un acento
franc�s que le hac�a muy seductor. Y negro como un tiz�n. Se sent� a tu lado y
despu�s de unos minutos de conversaci�n con unas bebidas empez� a tomar posesi�n
de ti, un brazo por tus hombros, su boca bes�ndote y la otra mano subiendo tu
falda. Abriste las piernas de inmediato y su mano hizo desaparecer a mi vista
todo tu pubis, evidentemente sin bragas. Vi como te susurraba algo y tu mano fue
a su bragueta.
El se levant�, de puso delante de ti y se fue desnudando, tu
mirabas extasiada su cuerpo y de vez en cuando, cruzabas la mirada lasciva
conmigo, la falda arremangada tal como la hab�a dejado �l, mostr�ndome tu co�o.
La polla de Oscar era enorme, a�n en estado de reposo. Se acerco a ti, le
miraste a los ojos y la cogiste con las dos manos y la empezaste a masturbar, �l
te coment� "�es de tu agrado, peque�a?"y le dijiste que era perfecta para ti. Yo
observaba embelesado c�mo iba creciendo en tus manos. Oscar tom� el mando, te
acarici� la cabeza y te la acerc� a su polla:
Com�tela peque�a Irene � Vi como te precipitabas, si,
precipitabas, hacia su glande y desaparec�a en tu boca, excit�ndome y
notando mi erecci�n. Toda la imagen era de una absoluta obscenidad. Tu
sentada en el sof�, abierta de piernas, amorrada a aquella polla negra que
contrastaba con tu piel, la mano de Oscar en tu pelo acompa�ando el vaiv�n
de tu cabeza, y la polla que crec�a m�s y m�s, y cuanto m�s crec�a m�s
entusiasmo le pon�as. � Ten�a raz�n Gin�s, peque�a puta, eres una mamadora
excepcional, me matas de gusto. Ahora para un poco. Kijano, �puedes
ayudarme? Necesito que desnudes a tu novia. La quiero disponible para mi,
�no te importar� dej�rmela a punto, no? � Un toque de humillaci�n. No me
importaba nada.
Oscar se sent� con su enorme rabo apuntando al techo mientras
yo te desnudaba, de pie frente a �l, la camiseta, tus pechos al aire (los
acarici� y amas� ligeramente), la falda cay� y tu sin dejar de mirar la polla de
Oscar. Una vez desnuda, te acuclillaste ante el y cogiste su miembro con las dos
manos. El te cogio del pelo.
�Te ha gustado, eh, peque�a puta? � no te dejaba
acercarte m�s � Dime lo que quieres hacer, putita, que te oigamos. �Acaso
quieres tragarte mi polla? � le miraste, el meneaba su miembro delante de tu
cara mientras te sujetaba el pelo. Pasaron unos segundos de incertidumbre.
Hasta que hablaste, primero como un susurro pero fuiste elevando el tono.
Siii, quiero tragarme tu polla, quiero tenerla en mi
boca, quiero que me folles la boca.
Pero mi polla solo es para mis putitas, �eres tu mi
putita? � tiraba suavemente de tu pelo hacia arriba para mantenerte mir�dolo
a la cara � d�noslo, que lo oigamos. Suave toque de humillaci�n, un artista
este Oscar.
Lo soy. Soy tu puta. Si, soy tu puta, hazme de todo. Soy
tu puta.
As� me gusta, puta. A partir de ahora te llamar� puta.
Traga mi polla, puta, com�tela entera. Luego me pedir�s que te folle.
Yo estaba alucinando de excitaci�n y sorpresa al verte tan
excitada seguir el juego. Oscar me mir� y me gui�� el ojo, para evidenciarme
que solo era un juego. Y tu se la mamabas apasionadamente, con fruicci�n,
incluso gimiendo de gusto.
Y yo aqu� ahora, con tu marido, intentando que beba m�s,
para prepararme una noche contigo, tu noche de bodas, intentando arrebatarle
su derecho a desflorarte (es un decir), mientras tu bailas en la pista vestida
de novia, blanco inmaculado. Si el pudiera verte como yo te recuerdo,
acuclillada delante de Oscar, desnuda y tragando polla, encantada de someterte
a el.....
Resuena en mis o�dos, "soy tu puta". Curioso, Oscar se me
llevaba una pasta por hacerte su puta. Pero se la ganaba.
Cuando lo consider�, cambi� el juego. Te retir� la cara se
levanto y te hizo incorporarte. Te cogi� en vilo, por las piernas, bien
abierta, tu te agarraste fuerte a su cuello, suspirando y gimiendo, parec�as
muy peque�a a su lado, te manejaba como una mu�eca. Pens� que era imposible
que pudieras con su rabo.
Eres mi puta, Irene. P�demelo, que lo oigamos. �deseas
que te penetre, que te folle, que te empale aqu� mismo?
Siii, pen�trame, f�llame, deseo ser tu puta, si, f�llame,
r�mpeme el co�o, siii.
Te fue empalando en su m�stil y yo ve�a como desaparec�a en
tu co�o, cada vez m�s a dentro, poco a poco. Gritabas. Se paro a medias.
AAAAAAAh, Oscar me rompes, f�llame, no pares.
Peque�a puta, eres una delicia � te baj� hasta que
desapareci� entera su polla en ti, gritaste de dolor. El comenz� a moverte,
tu desmadejada, suelta, desvencijada, parec�as una mu�eca de trapo empalada.
J�deme, soy tu puta, soy tu puta, ....- repet�as en un
susurro de voz. De pronto, me miraste, los ojos velados por la lascivia �
cari�o, me corro � �me dijiste cari�o! Me brindaste tu orgasmo, mejor dicho,
tu cadena de orgasmos, ibas empalmando uno tras otro mientras Oscar te
meneaba como una marioneta y tu dec�as obscenidades "j�deme, soy tu puta"
"aaaaaaaasu puta" "cari�ooooo". Te dej� suavemente sobre el sof�, tumbada.
Ac�bame cari�o, - me dijiste, pero Oscar dijo que a�n no
hab�a acabado contigo, que ten�a su semen para ti. Te abriste y dijiste: -
d�melo, en el co�o, es m�o.
Sufr� al verte desaparecer debajo de Oscar, solo se ve�an
tus piernas y tus brazos abraz�ndolo, vi como te culeaba. De pronto empujo con
violencia y pens� que te hab�a llegado a la garganta, emit�as sonidos
guturales. Estaba que explotaba. Si me hubiera tocado el pene con un cabello,
me hubiera corrido. No lo pens� y dije:
Pr��ala Oscar � lanzaste un sonido ancestral, de dentro,
tu voz ronca.
Pre�a a tu puta, Oscar
T�mala, Irene � Oscar se corr�a en ti �
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
INCREIBLE. La cantidad de semen fue incre�ble, cuando se
retir� te sal�a a borbotones. Oscar dijo: - ahora s�, ac�bala Kijano.
Te mont� suavemente, no s� si notaste demasiado mi polla,
estabas tan dilatada y tan mojada. Me besaste con gran ternura y dulzura:
- Ac�bame cari�o, pr��ame - y te acab� y acab� yo mismo,
con un sentimiento de amor intenso, mir�ndote a los ojos, vidriosos, llenos de
alegr�a.
Le paso otra copa de cava a tu marido. Ya se hace la hora,
creo que est� bien bebido. Le pido a tu pareja de baile que me deje ahora
contigo.
Irene, preciosa � te susurro � ya lo tengo. T� s�lo
d�jate llevar cuando llegu�is al hotel. Yo os estar� esperando y ya ver�s
c�mo no olvidar�s tu noche de bodas.
Kijano, est�s loco, no puedes hablar en serio.
Ya lo ver�s cari�o, tu d�jate llevar. Por �ltima vez. Y
no te quites el traje de novia, cielo.
No puede salir bien, Kijano. Me asustas, eres un demonio.
Lo soy Irene y esta noche ser� una noche digna del mejor
infierno. T� d�jate llevar. Tu Kijano se encarga de todo. Tu solo disfruta
todo lo que puedas.
Te dej� en la pista y enseguida otro te tom� en sus brazos.
Me fui al hotel a prepararlo todo para recibir a los novios.