Ese ma�ana transcurri� con normalidad cotidiana, ya que N�stor fue a la
universidad, mi marido de viaje qui�n sabe por donde, mi hijo mayor en el
extranjero, y yo en casa haciendo las tareas de ama de casa. Por la tarde,
decid� ordenar el cuarto de N�stor, ya que hab�a un caos bastante respetable.
Mientras realizo esta tarea, descubro unas revistas pornogr�ficas bajo el
colch�n de la cama. Me puse a leerlas y mirarlas. La verdad es que nunca hab�a
visto un material tan expl�cito. Entonces me pareci� que mi hijo ya hace un
tiempo se estar�a cogiendo alguna chica de su edad, por lo que me di� una
envidia b�rbara. Pero por otro lado me puse a pensar que tal vez no era as�,
porque si lo descubr� haciendos� una paja descomunal, era que ser�a virgen a�n.
Termin� de ordenar, guard� todo como estaba, y por la noche despu�s de cenar,
nos pusimos a mirar televisi�n mi hijo y yo. El programa que estaban dando no
era muy entretenido, por lo que N�stor se par� y me dijo que iba un rato con la
computadora, a navegar por Internet. Al rato tambi�n yo me aburr�, y sal� tras
mi hijo inocentemente. Entro sin avisar a su dormitorio y ah� si descubro y
sorprendo a N�stor cascandos� una paja monstruosa, con los pantalones bajos, un
pij�n de veinte cent�metros entre su mano, y con una p�gina web porno en la
computadora.
�Mam�! - grit� mi hijo
�N�stor! - respond� yo
�Perd�n mam�! - agreg� �l, mientras se levantaba torpemente sus pantalones.
Me puse de espaldas, me tap� el rostro, cuando siento la mano de N�stor sobre
mi hombro.
�Perdonam� mam�! �Es que estoy pasando por una etapa d�ficil! �Me apena mucho
que me hayas descubierto en una situaci�n tan deshonrosa!- me dijo
nerviosamente.
Me d� vuelta, tom� a mi hijo de la mano y lo sent� a mi lado al borde de la
cama. Le expliqu� lo normal que era la masturbaci�n e incluso me atrev� (no s�
c�mo) a confesarle mis pajas. Pero la respuesta de mi hijo me sorprendi�, porque
dijo que lo m�o era por necesidad, ya que estando su padre tan lejos de alguna
manera hay que aliviar la tensi�n sexual. Pero el caso de �l era que nunca hab�a
podido acercarse a una chica, tal vez por verg�enza o miedo, lo real era que a�n
a sus dieciocho a�os es virgen. El morbo me invadi� de golpe y sent� la
necesidad de ayudar a mi peque�o, por lo que lo abrac� contra mi pecho. Mientras
lo acariciaba, observ� le monitor de la computadora y la imagen pornogr�fica que
hab�a en la misma explot� en mi l�bido. Lo tom� de la cara entre mis manos y
sorpresivamente le estamp� un beso en sus labios.
�Qu� haces mam�? - me pregunt� N�stor
�Nada mi hijo! �Mam� te va a ayudar!- le respond�
Sin m�s palabras en el medio, me despegu� de �l y comenc� a desvestirme. Me
saqu� la blusa primero, luego las faldas, quedando en ropa interior de encaje
blanco calzando unas sandalias de taco. Mis senos rebosaban, y la aureola de mis
pezones se pod�an ver a trav�s del encaje, al igual que mi vello p�bico, donde
alg�n pendejo se sal�a de mis bombachas. N�stor se par� y me miraba sin entender
nada.
�Qu� vamos a hacer mam�?- pregunt�, �Es una locura lo que estoy viviendo! -
agreg�
�Acaso no te excito mi peque�o var�n? �No te parezco que estoy bien cachonda?
- le pregunt� lascivamente. Mientras le preguntaba esto, jugueteaba con mis
bombachas a las que amagaba a quitarmelas, mostrando alternativamente mi concha
bien peludita, llenita de pendejos.
�Sab�s una cosa mi amor? - le pregunt� a mi hijo
�Qu� cosa mami?- pregunt� �l
�Hoy por la ma�ana te v� como te hac�as una paja de aquellas!- le respond�
�Mam�! �Es que estoy con los huevos llenos de leche.... y me duelen! -
respondi� �l justific�ndose
�Pobrecito mi ni�o! �No se preocupe que mam� le va aliviar ese dolor! - le
dij� obscenamente
Al instante me le acerqu� y le baj� los pantalones y calzones. Su verga
estaba bien parada y era un pij�n como el de un burro, porque mide unos veinte
cent�metros de largo y es gruesa como como un envase de desodorante de aerosol.
En la punta de su glande estaba llena de l�quido preseminal, ya que instantes
antes se estaba masturbando. Tom� ese poll�n entre mis manos y comenc� a
pajearlo, a la vez que con la puntita de mi lengua le recorr�a el glande. Al
momento, me met� tremendo badajo en mi boca y era imposible que me la comiera
toda, ya que con la mitad nom�s de esa tranca, las arcadas me invad�a. Se ve que
empez� a calentarse y literalmente le empec� a chupar la pija como lo hab�a
visto que lo hacen en las pel�culas er�ticas. N�stor me tomo con sus por la nuca
y de esa forma acompa�aba las embestidas a la vez que me cog�a la boca. Sus
gemidos aparecieron y la verga se le puso a punto de explotar. Aumento la
velocidad, pero lo detuve. Quer�a sentir esa pija en mi concha. Anhelaba que mi
hijo me cogiera, ya que mi l�bido estaba mat�ndome, necesitaba sentir su verga
en mi interior. El interior de donde �l vino. Era como volver a la fuente, al
inicio de su propia existencia. Me quit� toda la ropa, y me acost� en su cama.
Lo invit� a que �l tambi�n lo hiciera. Al rato nos encontr�bamos madre e hijo
revolcandos� como dos amantes. Macho y hembra en un acto de amor. Un amor
prohibido para la sociedad, pero permitido para nosotros dos solamente. Abr� mis
piernas y ofrec� mi concha a N�stor. Su cabeza se puso entre ellas y con su
lengua alcanz� a mamar mi prominente cl�toris.
�As� mi ni�o! �Lame la concha de tu madre! �Disfruta de los deliciosos jugos
maternales! - grit�
Su lengua escarbaba mis labios, y con sus manos masajeaba mi cl�toris. Los
gemidos que arrancaban de mi garganta era un �xtasis total. Sujete su cabeza con
mis manos y ansiaba que se comiera toda la concha, llena de jugos y saliva de mi
ni�o.
�Ahhh, que delicia! �Me acabo, mi amor! �Haz acabar a la puta de tu madre! -
gritaba delirando de placer y morbo. �Uhhmmm, que rico! �C�mo el nene le come la
concha a su mamita!- agregu�
De pronto, no resist� m�s y en un espasmo me hizo acabar como una yegua en
celo.
�AHHHHHHHHMMMMMMM, me acabo, me acaboooooooo!- grit� en un orgasmo triunfal.
Mi hijo levant� su cara de mi vagina mojada y su rostro demostraba la
felicidad, saboreando los jugos de la concha como si fuera alm�bar de durazno.
�Quiero tu pija mi ni�o! �Dale con esa verga a la concha de tu mam� que la
necesita!- le implor�
Se acomod� entre mis piernas, yo de espaldas boca arriba, y torpemente
trataba de penetrarme.
�As� mi hijo! �Yo te ense�o como hacerlo!- le dije
Tom� esa polla gigante y apunte su glande al orificio de entrada de mi
concha. Manualmente me enterr� esa cabeza. Era la m�s grande que me hubiera
cogido. Mi marido no la tiene ni cerca de gruesa, por lo que no supe de qui�n
heredar�a tremenda verga. Tal vez de alg�n pariente lejano.
Despu�s que la hube metido, veinte cent�metros de carne fueron llenando el
canal de mi concha y el bombeo no se hizo esperar. Me empez� a coger como un
endemoniado, y los gritos de placer que d�bamos eran apot�osicos.
�As� mi ni�o! �C�gete a tu madre, que te ense�a como coger a una hembra de
verdad!
Sus bombeos eran fuert�simos y sent�a mi concha arder de dolor y placer. Su
verga incrustada en el fondo de la concha de su propia madre, gozando como macho
y hembra que son.
De pronto, aceler� sus embites y supe que me iba acabar dentro. Pero quer�a
evitar que lo hiciera, porque a�n soy f�rtil y estaba en los d�as en que podr�a
quedar embarazada. Quise avisarle y trat� de convencerlo que no lo hiciera. Pero
N�stor estaba enloquecido de sexo y placer, y por m�s que lo habl� sigui� dentro
m�o.
�D�le la leche en mi boca mi amor! �No te vengas dentro mi ni�o!- le dec�a en
�xtasis org�smico.
�No puedo mam�, me vengo, me vengo, me vengooooooooo! - grit� mi hijo
Al instantes chorros de esperma espesa y caliente llenar� el cuello de mi
�tero, y el orgasmo nos atac� a ambos y cruc� mis piernas en su espalda, de
manera que me hice c�mplice y acept� recibir el semen de mi propio hijo dentro
m�o. Estuvimos as� trenzados unos minutos, hasta que el pene de N�stor se puso
fl�cido, sacandolo chorreante de semen y jugos vaginales. Nos hab�amos dados una
sesi�n de sexo como nunca lo hubiera so�ado. Lo �nico que me preocupaba era que
no hubiese quedado pre�ada de mi propio hijo. Nos levantamos, le d� un beso en
la boca a mi hijo, me agradeci� que lo hubiera desvirgado y me pregunt� si lo
pod�amos volver a hacer. Le dije que lo har�amos todas las veces que �l quiera,
pero que tendr�amos que tomar precauciones para no quedar gr�vida. Sal� al ba�o
a lavarme la concha, sacarme el semen como pod�a y realic� unos enjuages de
vinagre como lo hac�an las abuelas.
Esto pas� hace unos tres meses. Hoy acab� de venir del ginec�logo y me
confirm� que estoy embarazada. Y como mi marido, hace ese tiempo que sali� al
exterior a un negocio importante, no me quedan dudas de que N�stor, mi hijo, es
el padre de la criatura que crece en mi vientre.
Continuar�...
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