Esto me ocurri� hace tres a�os cuando tenia 15, mi prima Lina
tenia apenas 13 pero ya daba asomos de una belleza abrumadora en poco tiempo.
Aquella tarde se reuni� toda la familia en casa de mis
abuelos para almorzar, era s�bado y yo esperaba ver a mi prima, para jugar, para
hablar, yo que se, solo se que sent�a algo especial cada que estaba con ella.
Llegamos con mis padres como a las 12:15 del medio d�a y de
inmediato nos sentamos a la mesa, minutos despu�s lleg� Lina y su familia y
despu�s otro mont�n de gente.
Todos comimos hasta quedar repletos, los mayores se fueron
hacia el patio en donde destaparon botellas y recordando viejos tiempos se
dieron a tomar, mi prima y yo subimos las escaleras en busca del cuarto
principal para ver televisi�n. Mis abuelos dorm�an en camas sencillas separadas
por una peque�a mesa de noche, ella se tumb� en una y yo en la otra.
Charlamos por algunos minutos hasta que empez� alg�n programa
entretenido y nos pusimos a verlo.
Lina se dio media vuelta para acomodarse mejor mostr�ndome su
espalda, llevaba puesta una camisa roja ombliguera y un jean blanco que se
aferraba con fuerzas a su silueta, silueta que por primera vez descubr� tan
bella y atrayente, la posici�n que hab�a tomado formando con las rodillas un
�ngulo de noventa grados con respecto a su tronco, me mostraba bien delineadas
un par de nalgas deliciosas, adem�s llevaba hilo dental y el pantal�n se
introduc�a levemente en su culo.
Por aquellos tiempos de calentura juvenil, yo andaba erecto
el ochenta por ciento del d�a, cada imagen medio er�tica o atractiva me
ocasionaba tremenda parada, y cuando llegaba a casa, calmaba las ansias de
placer con una buena paja.
Esta vez no fue la excepci�n, se me par� como de costumbre,
la diferencia era que mi prima estaba all� junto a mi viendo televisi�n
inocentemente.
Trat� de relajarme y concentrarme en el programa, pero
cualquier intento era in�til, mi mirada se posaba en la espalda descubierta de
Lina y yo sent�a que no iba a poder mas.
En una de esas Lina se movi�, puse mis manos sobre mi
entrepierna para cubrir el paquete en aumento, pero afortunadamente estaba
dormida y ni siquiera volteo su rostro hacia mi.
Me levant� y me acerqu� a su cama para cerciorarme de que
estuviese dormida, el cuadro era hermoso, el cabello casta�o ca�a sobre sus ojos
cerrados y sus labios entreabiertos eran una invitaci�n al beso imposible de
rechazar.
Volv� a mi lugar para ver que mi prima cambiaba de posici�n,
estir� su pierna izquierda y la derecha la dej� tal y como estaba, aquello hizo
que su cuerpo se ladeara un poco, ahora sus nalgas se dibujaban mejor por la
ropa tan ce�ida, adem�s como tenia separadas las piernas, era cosa de acomodarse
y ver entre sus muslos un pat�tico muy agradable.
Aprovechando que estaba boca abajo y de espaldas a mi, me
asom� por la ventana que daba al patio, todos estaban felices hablando y tomando
y no parec�a que se fueran a mover, adem�s en el piso de abajo hab�a ba�o, no
hab�a raz�n para que alguien subiera.
Me sent� en mi cama y me saqu� el pene ya en toda su
expresi�n, me empec� a pajear como loco viendo el menudo cuerpo de Lina all�
tendido a solo cent�metros de mi, me imaginaba sobre su culo, separando sus
nalgas y dej�ndome caer sobre ellas para plantar mi pedazo completo dentro de su
ano, y entre tantas im�genes mentales como recortes de escenas de muchos videos
porno, me corr� debajo de mi camisa, chorros y chorros de semen caliente cayeron
sobre mi estomago y me tuve que contener para no echar un grito de placer.
Fui al ba�o para limpiarme el reguero de la ropa, con papel
higi�nico y agua pude quitar todo pero me quedo empapada, aun as� me relaj� y
volv� al cuarto, cre� que Lina pronto despertar�a y que nos pondr�amos a hablar
y ya, pero ella no despertaba y el animal en mis pantalones quer�a tomar tama�o
de nuevo.
Record� entonces la charla que hab�amos tenido unos amigos y
yo con un chico que conocimos y que estaba en la universidad, el nos comentaba
acerca de sus experiencias para "ense�arnos", esa semana nos dijo que a las
mujeres le ol�a delicioso la concha, que el aroma de hembra era lo mejor y que
cuando lo fu�ramos a hacer con una mujer, primero se lo oli�ramos para que nos
di�ramos cuenta.
�Deber�a?, me sent�a algo mal de tocar a mi prima o
acerc�rmele en esas intenciones estando ella dormida, pero mas que eso me
preocupaba que fuera a despertar y se me armara un problema grande, en ultimas
no me import� nada.
Me levant� de la cama y di dos pasos que me llevaron a
escasos cent�metros del cuerpo de Lina, obviamente no pod�a quitarle la ropa,
era un riesgo enorme, adem�s seguro se despertaba, me tuve que limitar a oler
sus partes con las prendas puestas.
Me puse de rodillas, mi nariz casi tocaba su nalga izquierda,
me mov� un poco hacia sus muslos e introduje mi cara en el arco que formaban sus
piernas, de repente un olor a sudor y a h�medo me inundo por completo y no hubo
marcha atr�s.
Cuando la punta de mi nariz toco la tela de jean del pantal�n
de mi prima, justo sobre su co�o, aspir� fuerte sin hacer mucho ruido, cada
mil�metro del cuerpo se lleno de un aroma nueva para mi, suave y tierna pero a
la vez penetrante, el calor que brotaba de toda esa �rea me hizo estremecer, era
un fogaje diferente que me encantaba. Aspir� de nuevo, esta vez mas calmado y
capturando en mi mente cada segundo, despu�s una y otra vez mas hasta que casi
estuve hastiado de tanta calidez.
Lejos de querer retirarme quise seguir oliendo a mi prima
hasta donde pudiera, pas� a su culo, pos� mi nariz entre sus nalgas empujando
con ella hacia adentro la ropa que ya delineaba muy bien sus formas, como una
aspiradora repas� varias veces toda la l�nea que divide esas dos carnes tan
estupendas, sub�a hasta su espalda y despu�s bajaba hasta regresar a su concha.
Pero yo quer�a seguir, me puse de pie y me saqu� el palo una
vez mas; mientras me masturbaba suave y pausado, de la misma forma recorr�a con
mi nariz a Lina, con cuidado de no tocarla mucho para que no se despertara,
recorr� de la coronilla de su cabeza, su cabello con olores frescos de shampoo y
acondicionador, luego su espalda, pas� delineando completa la franja arqueada,
sintiendo como cada diminuto bellito acariciaba la punta de mi nariz, luego su
hombros y brazos, despu�s baj� a sus muslos, rodillas y pies.
Toda ella era un mar de aromas delicioso, era como levantarse
una ma�ana en las monta�as y aspirar fuerte el cortante aire fri� pero fresco y
renovador, adem�s ol�a como a fresa, un perfume apropiado para mi expedici�n.
Queriendo sentirla un poco mas, me puse de nuevo entre sus
piernas y estirando cuidadosamente mi lengua, llen� de saliva su co�ito y luego
repas� de nuevo la l�nea de su culo. Me abstuve de lamer el resto de su cuerpo
por temor a que despertara, y cuando estuve a punto de correrme por segunda vez
esa tarde, aspir� fuerte cerca de su vagina y mi camisa sufri� las
consecuencias, borbotones de semen se regaron sobre ella.
Fui al ba�o de nuevo y me limpi�, cuando sal� Lina estaba
despertando asi que me apresur� a acostarme en la cama.
Volte� a verme y la recib� con una sonrisa.
-�dorm� mucho?- pregunt�.
-como hora y media-
-disculpa si te aburriste solo-
-para nada tranquila-
-es que tengo un sue�o muy pesado-
-si, me di cuenta...