Don ni�as adolecentes:
Siempre quise hacer amistad con la chica a la que todos(as)
los de la clase deseabamos hacer el amor. Estoy hablando de un colegio de
varones y de un curso de primer a�o de bachillerato. Tenia dieciseis a�os y
practicaba secretamente el trasvestismo desde los trece, usando la ropa que
usaba mi hermana tres a�os mayor que yo y viendome al espejo me acariciaba las
piernas y mi precioso culito que era segun el decir de algunos chicos aun mejor
que el de mi hermana mayor.
Ya habia tenido dos amantes pero no me habia enamorado
ninguna vez. Fue de esta chica a la que deseabamos de quien me enamore por la
primera vez.
Tenia la piel muy blanca, los ojos verde y la cara y formas
de su cuerpo eran claramente las de una chica aunque en medio de las piernas
tenia una palomita
preciosa que posteriormente me dio mucho placer.
Ella casi nunca tenia dinero, de lo poco que yo ten�a lo
compartia y le desmotraba mucha afectuosidad y compresi�n a diferencia de los
chicos que le
hacian sentir siempre que se prensetaba la oportunidad su
afeminamiento y la hacian sufrir con frases humillantes. Yo me compadencia y
y la consolaba demostrandole mi afecto sincero que fue
creciendo hasta transformarse en una pasi�n.
La primera vez que hicimos el amor fue una noche que mis
padres habian salido el fin de semana a la playa y yo me quede en casa por que
ten�a que estudiar para examenes trimestrales.
Le llame como a las cinco de la tarde el sabado aunque ya
estabamos de acuerdo en que ivamos a estudiar aunque sin ninguna untenci�n de
parte mia de hacer el amor, todo fue saliendo espontaneamente.
Estuvimos tratando de estudiar sin conseguirlo por que todo
el tiempo se nos iva en reir y en decirnos bromas.
Ya nuestra amistad se habia consolidado y estabamos
identificadas la una con la otra.
Yo no perdia la oportunidad de decirle que tenia unos ojos y
una cara linda y me correspondia diciendome que nunca habia conocido a nadie que
le manufestara tanta bondad.
A la hora de la cena le prepare uno emparedados y cenamos
entre mucha platica y mucha diversion, pues a esa altura pasabamos horas y horas
hablando sin sentir que el tiempo transcurria,
asi como le ocurre a dos enamoradas.
Casi a media noche dicidimos que nos ivamos a dormir, yo sin
pensar siquiera que iva a ser la noche m�s placentera de mi vida
nos quitamos la ropa y nos acostamos en la misma cama, me
costaba mucho trabajo disimular la lujuria que me producia el mirar su cuerpo de
chica en el que sobresalia m�s su culo precioso. Nos acostamos
apague la luz y despues de conversar un poco decidimos que
ivamos a dormir. Yo me d� la vuelta dandole la espalda y ya casi estaba
durmiendome cuando me desperto un dulce cosquilleo en mi culito
, embriagada de pasi�n tuve que contenerme por que habia
esperado tanto una ocasi�n como esa que no pod�a desperdiciarla, fing� segu�r
durmiendo, y m�s tarde topo timidamente su palomita a mi culo
y comenz� a frotarlo simulando que hac�a el amor, no pude
aguantar m�s y d� un gemido de placer que la asusto y separ� su cuerpo del m�o.
Yo me di vuelta y quedando frente a frente le acaricie con
mucha ternura, le besaba las mejillas que las tenia calientes como sutuviera
fiebre, lo que aumento mi extasis.
Le decia que era mi amor, que la amaba con locura, que era la
chica que yo m�s habia deseado en la vida. Nos tocamos nuestra palomitas que
que estaban r�gidas como piedras y nos topamos pene con pene
y estuvimos restregandolo por mucho tiempo hasta que no soporte y le dije que
por favor me cogiera por el culito por que no aguantaba m�s,
me puse en posisi�n de torito y me metio toda su palomita
chula hasta venirse, luego me la saco y le dije que se pusiera en la misma
posici�n a lo que accedi�
y se la meti con mucha pas�on entre palabras de amor y
admiraci�n.
Continuar�