Hola a todos, mi nombre es Julio y le contar� mi experiencia
en el campo de la provincia de Chaco, en Argentina. Trabajo para una ONG y tenia
que viajar a un lugar alejado en medio del monte chaque�o a donde no llegan
buses ni ning�n medio de transporte rentado, pero de otra ONG me hab�an ofrecido
llevarme en una camioneta 4x4 porque pasar�an por esa zona, pero no volver�an
por mi hasta el d�a siguiente, as� que tenia que dormir en alguna casita
precaria que en mi pa�s llamamos "ranchos".
Llegamos cerca del mediod�a, me dejaron en el lugar y ah� me
qued� solo sin saber a donde ir y con un sol que parec�a quemaba hasta los
�rboles. Pleno verano y yo con pantalones largos vaqueros, solo quer�a
desnudarme y buscar un r�o o cualquier cosa que se parezca al agua. Adem�s ten�a
mucha hambre y sobre todo sed, as� que busqu� el rancho donde deb�a hacer mi
trabajo, que simplemente era hacer una encuesta sobre animales, y de ah� a hacer
nada hasta el otro d�a que pasar�an a buscarme.
Afortunadamente encuentro el rancho enseguida, me invitan a
comer como suele suceder en el interior que la gente es muy amable, y el due�o
de la casa, un campesino de unos 60 a�os, se fue a dormir la siesta con su
mujer.
Yo me acuesto pero el calor era insoportable, no pod�a
dormir. Tampoco hab�a llevado pantalones cortos y no quer�a quedarme en slips
porque en el cuarto de al lado estaba esta se�ora y las paredes eran tan
precarias que se pod�a ver todo. Decid� ir afuera al pozo de agua para
refrescarme, rogando que estuviera limpio y fresco. Cuando salgo del rancho me
encuentro con los tres hijos del matrimonio.
Todos varones, me hab�a dicho el campesino, pero no me hab�a
dicho que eran tan lindos. Estaban los tres a caballo, con pantalones cortos
ra�dos y sin nada arriba, sus cuerpos desnudos y sudados, llenos de m�sculos,
sus manos grandes y marcadas por el trabajo que realizan, la simpat�a de estos
chicos, uno de 19. otro de 22 y el tercero de 25 a�os, seg�n me hab�a comentado
el padre. Los tres me saludaron con sus amplias sonrisas. Yo no pod�a evitar
verles sus cuerpos, cual de los tres era el mejor, los tres se quedaban con el
titulo de "perfectos". Me parec�a que mi pene estaba a punto de estallar viendo
semejantes monumentos.
Ellos notaron que transpiraba pero no s� si se dieron cuenta
que era de excitaci�n y no por el calor. Uno de ellos me dijo que se iban al
canal a darse un ba�o, que me pod�an llevar, a lo que acced� sin dudarlo, y
adem�s porque no hab�a un cuarto caballo as� que uno de ellos me llevar�a. Estas
invitaciones jam�s hay que rechazar. El de 22 a�os se acerc� con su caballo y me
tendi� su brazo para que me subiera, as� lo hice, me parec�a que estaba actuando
yo para una pel�cula, o quiz�s esto es el para�so. Sub� detr�s de �l y los tres
comenzaron en una carrera alocada hasta el canal, parece que es un juego que
siempre realizan para ver qui�n llega primero. Para evitar caerme me sujet�
fuertemente de mi gu�a. Y para tocarlo, obviamente.
Y as� lo hice, comenzando por su cintura y aprovechando cada
salto para subir y bajar mis manos y tocarle su sexo. Estaba tan erecto como el
m�o. Me pregunt� si era normalmente as�, o por los golpes del galope se le
paraba el pene o si le excitaba tanto mi presencia. Le ped� que frenara un poco
para quitarme mi camisa, con la excusa del calor. As� lo hice y continuamos
sobre el caballo, sus hermanos ya nos hab�an pasado y no hab�a rastros de ellos.
Disimul� que me ca�a del caballo para abrazarlo con todo y sentir mi cuerpo
mojado con el de �l. Se dej� sin quejarse ni apartarse, al contrario, se tir� un
poco hacia atr�s, hacia m�, y yo aprovech� para abrazar su cuerpo caliente.
El se re�a y me comentaba algo de sus hermanos y que suelen
hacer esas corridas a caballo, pero yo no lo o�a, solo buscaba acercarme y
tocarlo y olerlo todo lo posible, sentir con todas las partes de mi cuerpo su
cuerpo ardiente. Quer�a romperle su pantal�n y meterme su pene en mi boca y
saborearlo por horas. Not� que su pantal�n estaba mas roto de lo que parec�a,
as� que pod�a ver que entre sus agujeros se asomaba sus bolas. Baj� mis manos
hasta su bragueta y sent� el calor que sal�a de ah�, era un horno prendido a la
mayor temperatura. Acarici� como pude su vientre, met� mis dedos como pude,
llegu� a sentir sus pelos y me sorprend� sentir el fuerte calor que sal�a de
ah�. Desgraciadamente los golpes del galope hacia que sacara mis manos y tenia
que intentar de nuevo. Yo aprovechaba tambien para abrazarlo muy fuerte con la
excusa de que pod�a caerme.
Mi nariz recorri� gran parte de su pelo y cuello y orejas,
hasta me di el placer de pasar mi lengua por su cuello, estaba yo tan caliente
que pasaba mis manos por sus axilas para sentir su transpiraci�n, su fuerte olor
a hombre de campo. Mi pene quer�a saltar, romper mi pantal�n, atravesar mundos
de la calentura que ten�a.
Llegamos al canal pero estaba seco, un hombre de la zona
coment� que hab�an derivado al canal por otra zona por la sequ�a. Me lament�
mucho porque aqu� los hombres cuando est�n entre hombres nom�s, se desnudan
completamente y mi imaginaci�n volaba pensando en esta compa��a que yo ten�a y
tenerlos todos juntos desnudos en el canal.
De todas maneras nos quedamos debajo de un �rbol, charlamos
un buen rato hasta que cayera un poco el sol. La conversaci�n era amena, me
preguntaban de la ciudad, de mi trabajo, etc. y ellos me comentaban de qu� cosas
hacen en el campo.
Uno de ellos se qued� dormido, estaba boca arriba acostado y
me sorprendi� ver su bulto que crec�a. Ellos tambien lo notaron y trataban de no
re�rse fuerte para que su hermano no se despierte. Entonces prepararon una soga
y la ataron al �rbol, luego y en forma veloz lo ataron de las manos y lo
levantaron hasta que qued� de pie con su espalda contra el �rbol. Sus hermanos
se re�an a las carcajadas y �ste otro protestaba pero sin convicci�n,
aparentemente siempre hac�an este tipo de juegos. Entonces ya atado de brazos lo
sujetaron de las piernas y con mucha fuerza porque se quer�a escapar, entonces
me pidi� uno que le quitara su pantal�n, todav�a se notaba la erecci�n que
tenia.
Cuando dijeron eso pareci� que se le hinch� m�s su pene. No
lo dud�, ya nos comport�bamos como amigos �ntimos, as� que le baje el pantal�n y
los tres nos quedamos contemplando la erecci�n que tenia. Su polla parec�a que
iba a explotar de semen en cualquier momento. Yo me quise tirar sobre �l para
besarle cada rinc�n de su cuerpo pero se me adelant� el hermano menor y comenz�
a masturbarlo. Los tres ya se re�an con todo. Mientras lo hacia con una mano,
con la otra sac� tambien su polla erecta y tambien se masturbaba con fuerza, lo
mismo hac�a el tercer hermano.
Me miraban mi cara de asombro y uno me dijo: ahora vas a ver.
No termino de decirlo que los tres acabaron litros de leche caliente que
inmediatamente la tomaban con sus manos como pod�an y la met�an en la cara del
hermano que estaba atado, le refregaban la leche por todo su rostro, el pelo y
trataban de meterle el semen en su boca. Esa era su diversi�n. Yo sin necesidad
de tocarme me di cuenta que estaba a punto de acabar una buena cantidad de leche
por el solo hecho de ver todo esto, as� que pregunte si pod�a tambien jugar, me
dijeron que obvio que s�, me saqu� el pantal�n y el slip y apunt� directamente
con mi polla al rostro del campesino atado.
Nunca tuve tan buena punter�a, la leche salt� a borbotones y
vol� por los aires directamente a la cara de los tres, que como respuesta me
tiraron a la tierra en una lucha de cuerpos enredados en medio del tierral. Fue
una lucha excepcional e inolvidable, los cuatro desnudos, sucios, embarrados,
con semen en nuestros cuerpos, transpiraci�n y olores mezclados. Ellos peleaban
con fuerza, sus manos fuertes lograban dominarme, yo me dejaba. Quer�a llegar a
m�s pero algo me lo imped�a, present�a que no era el momento.
Terminamos extenuados en el piso y as� sucios volvimos al
rancho. Cambi� de compa�ero de viaje, me busqu� al de 19 a�os, con su cara
angelical y su cuerpo de dios. Lo toqu� "distra�damente" pero no respondi� a mis
caricias. No insist� demasiado, quer�a reservarme para esta noche. En la
habitaci�n hab�a solo dos camas grandes, o sea que dormir�a seguro con uno de
ellos. Y ya estaba anocheciendo.
Cenamos todos juntos, busqu� con la mirada a mis tres
compa�eros de habitaci�n, necesitaba el apoyo de uno de ellos, quer�a saber con
cual dormir�a o con cual podr�a llegar a tener alguna aventura nocturna. Pero
los tres me contestaban por igual, sonrisas preciosas pero no era lo que
esperaba, sino alg�n gui�o de un ojo, alguna otra se�al. Esa tarde en �ste
lugar, cerca del canal, debajo de aquel �rbol, nuestros cuerpos desnudos, sucios
de semen y barro, me hab�an dejado con muchas ganas de que algo fuerte pase esa
noche, pod�a dejarme amar por los tres al mismo tiempo, estaba dispuesto a hacer
lo que ellos quisieran. Mi mente volaba alt�simo, mi imaginaci�n pasaba de una
situaci�n a otra, cu�l de ellas mejor, en donde los cuatro nos revolc�bamos bajo
la luz de la luna. Mi polla me palpitaba con todas sus fuerzas, mi culo ard�a
con solo imaginarme a la noche en esa habitaci�n.
Pero nunca, jam�s me hubiera imaginado lo que realmente viv�.
Pero esa, esa es otra historia.
Julio.
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