EXPERIENCIA INTERNET.
VII PARTE
"Hola"
Y saber qu� se esconde detr�s de ese, hola, es el objetivo
inmediato. Una cascada de preguntas se me agolpan entre los dedos y se
entretejen unas con otras, como culebras en celo sin poder saber de quien es
cada cabeza y cada cola. Serpenteamos entre ideas, dudas, intenciones y
curiosidades vagamente confesables y desear�a preguntar mil cosas a la vez,
hasta conseguir la foto escaneada con medidas, colores, calores y aromas, para
poder saborear entre bastidores y a media luz, las delicias que imaginas puestas
sobre el autor del saludo.
"Hola, como estas?"
Y otra pausa obligada me excita, porque desear�a tener entre
mis manos y poder examinar f�sicamente a quien imagino el candidato a ser due�o
de mi coraz�n. Nunca se piensa en amigos como tal. El componente er�tico est�
siempre presente y a cada frase tu calentura crece, proporcionalmente igual al
contenido del di�logo. Todo se produce de forma alarmantemente r�pida y no puedo
por menos de sentir un cierto v�rtigo, cuando debo sujetar a mi coraz�n que
amenaza con desbocarse.
"Muy bien. Tu?"
"Tambi�n, pero un poco nervioso."
"De donde eres.?"
"De Espa�a."
"Yo de M�xico."
Estoy sudando. Deber�a decirle mil cosas, antes de que se
aburra y me corte la comunicaci�n. Desear�a saber todo de �l, y ya. �Ahora! Pero
debo ser prudente. No es bueno que vea demasiado inter�s por mi parte. As� que
tratar� de mantener la calma y como no me ve...
�Acaso esto no es una forma de mentir? Tampoco tiene por qu�
ser el primero que llame mi atenci�n. He visto que estaban conectados a las
distintas salas unos cuantos miles, as� que mis posibilidades de encontrar algo
valioso, no han hecho m�s que empezar.
"Nervioso por qu�?"
"No tengo mucha practica en visitas a Chats"
"Eso se va curando con el tiempo. Cuantos a�os tiene?"
" ... a�os."
"Tienes la edad ideal, me encanta. Yo tengo 35 a�os."
Sube la temperatura. Para mi, tambi�n su edad me parece
ideal, quisiera conocerle ya. Mi paciencia no es algo que se pueda dominar
f�cilmente, y sin embargo reconozco, m�s que por la experiencia por lo que se
cuenta, que Internet exige paciencia y tacto, porque hay lobos disfrazados de
corderos. La necesidad a veces nos lleva a cometer locuras y a precipitar
acontecimientos m�s dignos de un drama que de una historia rom�ntica. Ese es
parte del miedo y en este momento me entregar�a a una fiesta para vivir excesos
y desgarros amorosos del alma, y compensar esta soledad que me acompa�a ya,
demasiado tiempo y de la que desear�a divorciarme, para no volver a echarla de
menos.
"Tu edad tampoco est� mal."
"De veras te gusta?"
"Es una buena edad."
"Al menos ya hay algo en lo que estamos de acuerdo. Me llamo
Juan y tu?"
"fd..."
"Tienes una foto o messenger? Me gustar�a verte."
"Si tengo, pero de momento no..."
"Por algo especial?
"Nada en concreto."
"Como quieras."
Esto cada vez se pone m�s serio y yo pierdo el control. Los
nervios no me dejan en paz, est�n empe�ados en hacerme temblar y estoy sudando
tanto que al menos me pasare una semana sin mear. Quisiera pedir tiempo para
poder respirar hondo un par de veces y relajar este coraz�n que salta como loco.
Y me imagino unos brazos de treinta a�os rode�ndome y mis feromonas piden
guerra, porque un aliento de esperanza ha entrado por mi ventana, perturb�ndome
la tranquilidad de anacoreta y desde mi cueva practico sensaciones ya
desconocidas.
"No es nada personal, pero me da verg�enza enviar fotos. Si
me gustar�a conocerte. Pero estamos tan lejos..."
"Quien sabe. Quiz�s alg�n d�a."
"Claro..."
Un "claro", sin ninguna convicci�n sale de mis dedos, que
teclean lo contrario de lo que sale de mi mente. En realidad quisiera decir:
"Querido Juan, estoy fascinado porque no me has hecho ninguna pregunta de las
que me ponen nervioso. Contigo estoy c�modo y me relaja leer tus escritos.
Quisiera estar a tu lado y abrazarte con tanta fuerza que nuestras pieles se
fundieran en una para no separarnos nunca m�s. Besar tus labios y aliados con
do�a Lujuria, dejarnos llevar por los instintos mas salvajes, hasta vaciar
tantas soledades acumuladas, del alma. Comprobar que nuestras dos mitades
coinciden y que formamos una �nica naranja." Sin embargo no puede ser, estamos
en Internet, hoy no expresar� lo que en realidad siento, y cuando termine la
comunicaci�n llorar�, y a tu salud, vaciar� mis ganas y mi rabia porque el mundo
sea tan grande y las distancias tan est�riles y como otras muchas noches, hoy
tu, ser�s mi almohada.
Quiz�s deber�amos atrevernos a ser sinceros sin importarnos
nada m�s que nosotros y amarnos con verdad, para ya no tener que buscar ma�ana,
ninguna otra ventana de consuelo, ni escuchar melod�as de amor, mientras que por
nuestras mejillas, resbalan l�grimas te�idas de colores de deseos reprimidos y
no deseados.
"Me siento bien contigo. Te han hecho da�o, verdad...?"
"Demasiadas veces. Tambi�n yo estoy bien contigo."
"Gracias, eso me gusta. Transmites paz y por una vez no estoy
hablando de cosas banales en Internet. Quiero conocerte. Ahora debo marcharme.
No cambies el nick, por favor. Te buscar�. Ciao".
"Ciao, Juan, nos vemos".
"Ojal�, ciao."
"Ojal�."
La vida va muy r�pida y mis reflejos no son tan �giles. Se me
han quedado miles de preguntas en el coraz�n. Tu prisa me deja desnudo frente al
espejo y me ruboriza verme solo ante mi soledad, que de nuevo se burla de mi.
Lamento no haberme atrevido a m�s y mientras mis lamentos resuenan en el
infinito, una nebuloso de deseos me nubla la vista, evaporando la sabia que se
me escapa de lo mas �ntimo y querido. Triste di�logo el del eremita, que solo
dispone del amplio marco de un �rido campo poblado de miserias y silencios. No
hubiera querido perderte tan pronto y con tu vuelo rasante, solo le diste un
breve respiro de esperanza a mi alma, llenando tu paso, de desesperante amargura
a la espera de una nueva luz.
Cre� poder tocarte y tend� mi mano palpando al otro lado,
imaginando una piel c�lida y un coraz�n sensible al contacto de los deseos
incandescentes de otra piel. Tem� caer dentro y no encontrar la forma de
regresar, convirti�ndome en tu sombra, para revivir la vida y juntos hacer que
el mundo se sintiera peque�o, ante la inmensidad de "un amor �nico que crece con
cada latido y que carece de normas".
12-12-03 POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
(CONTINUARA)