-Por favor, Se�orita, �podr�a ayudarme?, mi mujer se ha
desmayado a pocos metros de aqu�, y necesito que alguien se quede vigil�ndola
mientras voy a la cabina m�s cercana para llamar a una ambulancia.
-S� por supuesto, voy con usted- dije r�pidamente.
El hombre comenz� a andar deprisa y le segu�. Iba tan
preocupada pensado en la mujer que no me dio tiempo a sentir como alguien se
situaba detr�s m�a, me sujetaba fuertemente y me tapaban la boca con un pa�uelo.
Despu�s todo fue oscuridad�
No sab�a cuanto tiempo hab�a pasado, me encontraba en lo que
seguramente ser�a el s�tano de una casa, ya que no ve�a ventanas por ning�n
sitio, en uno de los rincones hab�a una amplia cama y en el centro de la
habitaci�n estaba yo, sobre una silla de esas que usan los ginec�logos,
completamente desnuda, con los brazos atados sobre mi cabeza y las piernas
inmovilizadas y bien separadas, un escalofr�o recorri� todo mi cuerpo. Comenc� a
recordar todas aquellas historias que contaban en la televisi�n sobre mujeres
desaparecidas y no pude evitar llorar. �Por qu� yo?, �por qu� me estaba pasando
esto?.
En ese momento ten�a 25 a�os, no era una belleza escultural
pero tampoco me pod�a quejar, melena larga color casta�o, pechos generosos
coronados por grandes pezones color caf� claro, estatura media (1,65 cms), y
bastante proporcionada, no estaba en mi peso ideal, pero tampoco se pod�a decir
que fuese una persona gorda, digamos que soy una de esas mujeres con "curvas",
que tienen "donde agarrar".
La puerta se abri�, y apareci� el mismo hombre que hab�a
visto en el parque, se coloc� delante m�a y sus ojos recorrieron lascivamente mi
cuerpo. Ahora que pod�a verle mucho mejor, not� lo alto que era, medir�a casi el
metro noventa, moreno, de complexi�n bastante fuerte, y por los rizos que
asomaban entre su camisa, muy peludo.
-���Por favor, no me haga da�o!!!!- mi voz son� lastimera,
reflejando todo el terror que sent�a.
-Mira zorrita, el da�o que te hagamos va a depender de c�mo
te portes, si eres una buena putita, no te pasar� absolutamente nada.
Mi llanto se hizo m�s fuerte. Ni siquiera pod�a hablar.
Estaba completamente paralizada.
La puerta volvi� a abrirse y entr� otro hombre, me imagin�
que fue el que me sujet� por detr�s en el parque, era m�s viejo que el otro,
tendr�a unos 60 a�os, calvo, y con una enorme barriga.
-To�o- dijo el viejo �menuda perra has tra�do esta vez. Ya la
tengo dura de solo ver esas tetazas que tiene.
-Ya te lo dije Esteban, a �sta s� que la vamos a follar con
ganas.
En ese momento comprend� que iba a ser violada por dos
man�acos, pero por lo que m�s tem�a era por mi vida. Mi vida sexual hasta ese
momento no hab�a sido muy abundante, tan s�lo un par de novios y siempre sexo
"tradicional", no quer�a ni imaginarme lo que esos dos tipos iban a hacer
conmigo, pero lo que verdaderamente me aterraba era que pasar�a despu�s, siempre
hab�a temido al dolor y, por supuesto, no quer�a morir.
-����Por favor!!! ����No me maten!!! Har� todo lo que
quieran, pero no me hagan da�o.
Mientras estaba diciendo eso, Esteban se hab�a puesto a la
altura de mi cara. Acerc� su cabeza a mi o�do y me empez� a lamer mientras me
dec�a con voz pastosa:
-Te vamos a matar a polvos perra, cuando terminemos contigo
podr�s irte a tu casa, pero como se te ocurra contar algo de esto, entonces s�
que te buscaremos y te mataremos. Sabemos donde vives, as� que mucho cuidado.
Yo asent� con la cabeza mientras las l�grimas se deslizaban
por mi cara.
Las manos de Esteban empezaron a sobarme las tetas sin
piedad, mientras su lengua iba bajando por mi cuello. Por su parte, la boca de
To�o se acerc� a la altura de mi co�o y sus dedos empezaron a abrir mis
pliegues. Yo estaba completamente seca y tensa, por lo que las primeras
intrusiones de esos dedazos en mi interior me causaron dolor.
El viejo se meti� uno de mis pezones en la boca y chupo con
fiereza mientras me pellizcaba el otro pez�n con sus callosos dedos. Me estaba
haciendo da�o y yo segu�a llorando, pero a pesar de todo, mi cuerpo empez� a
responder. Cerr� los ojos tratando de relajarme, ya que no pod�a evitar que me
violasen cuanto menos tensa estuviera menos dolor sentir�a.
-����Joder que tetas tiene!!!- Esteban segu�a chupando,
pellizcando, manoseando brutalmente mis pechos. Y, para ser sinceros, To�o
estaba haciendo un buen trabajito abajo, su lengua recorr�a todo mi sexo
mientras me introduc�a un dedo en el ano. Muy a mi pesar empec� a humedecerme.
-Nos ha salido un buena zorrita, ya est� empezando a estar
lista, no ha costado mucho trabajo.
Sin dejar de tocarme empezaron a desvestirse, cuando vi sus
penes supe que iba a ser doloroso, el de To�o era largo y ancho, medir�a unos 23
cms, lleno de venas y con un enorme capullo rojo que parec�a que iba a estallar
de un momento a otro. El del viejo era un poco m�s peque�o pero, a�n as�, m�s
grande de la media y mucho m�s grueso que el del otro. Mis ojos se abrieron como
platos.
-�S� perra! M�ralas bien porque estas dos pollas te van a
taladrar todos los agujeros que tienes.
La polla de Esteban se acerc� a mi boca mientras sus manos
segu�an sobando mis tetas.
-Ahora me la vas a chupar, y mucho cuidado con los dientes
que como me hagas el m�s m�nimo da�o te corro a hostias.
Me dio un asco enorme cuando pas� su pene por toda mi cara
hasta llegar a la boca. Me la meti� sin ning�n miramiento, de un golpe seco y
casi me atraganto cuando not� como su glande golpeaba mi campanilla.
-Empieza a mover la lengua puta, hazme la mayor mamada que le
hayas hecho a nadie o si no te vas a arrepentir.
Empec� a mover la lengua por toda su polla mientras �l
empezaba a bombear con fuerza, casi no pod�a respirar, la sacaba entera y luego
la volv�a a meter casi al instante sin darme tiempo a tomar aire. Estaba,
literalmente, foll�ndome la boca.
To�o se hab�a colocado entre mis piernas, separ� bien mis
muslos y empez� a meterme su enorme cipote. La penetraci�n fue mucho mas lenta
que la del viejo, poco a poco fue llen�ndome por dentro hasta que not� como sus
huevos tocaban mis nalgas, nunca cre� que fuera posible que una polla as�
cupiera dentro de m�, pero la dura realidad afirm� todo lo contrario. To�o
empez� un mete-saca lento pero constante. Los gemidos de los dos hombres se
hicieron m�s fuertes.
Una de las veces que Esteban sac� su polla de mi boca, no la
meti� de nuevo r�pidamente sino que, por el contrario, puso sus huevos en mis
labios, por lo que supe que quer�a que se los chupara, as� que me puse a ello.
Los lam� �vidamente, asqueada por el olor que desprend�an.
-���Joder esta zorra si que sabe chupar pollas!!!. Me voy a
correr de un momento a otro. Te voy a llenar con mi leche guarra, vas a ver como
te gusta.
Me meti� de nuevo la polla en la boca y not� como empezaba a
contraerse, un chorro enorme y espeso me llen� toba la boca y no tuve m�s
remedio que empezar a tragar si no quer�a asfixiarme. Mi co�o soportaba las
embestidas del otro hombre cada vez mas fuertes, me estaba ensartando tan
profundo que pens� que me partir�a en dos, instantes despu�s se empez� a correr
y sent� como todo su semen se derramaba entre mis muslos.
-�L�mpiamela! No quiero que ni una sola gota quede en ella.
Mientras limpiaba los restos de semen del viejo, To�o se
coloc� al otro lado de mi cara y empez� a restregar su polla chorreante por mi
mejilla. Cd termine con la de Esteban, limpie la del otro.
-���Ufff!!!, como se nota que llev�bamos tiempo sin follarnos
a una t�a. Nos hemos corrido r�pido, �eh, Esteban?, venga vamos arriba a
tomarnos unas cervezas y luego seguimos con esta perrita, nos esperan unas horas
de puta madre jejejeje.
-Si, si, una cervecita ahora no estar�a mal, pero espera un
momento que quiero que esta zorrita se acuerde de nosotros mientras estamos
arriba.
Yo me tem� lo peor. Vi como el viejo se acercaba a sus
pantalones y sacaba de los bolsillos dos pinzas negras. Se acerc� a m�, pellizc�
mis pezones ya doloridos por el anterior sobeteo, y coloc� una pinza en cada uno
de ellos.
-�Joder Esteban, est�s en todo! Jejejejeje
Y se marcharon, dej�ndome atada, dolorida, llena de semen y
con los pezones pinzados. Volv� a llorar amargamente sin querer imaginar que es
lo que har�an despu�s, aunque mucho me tem�a que todav�a quedaba lo peor.
(Este es el primer relato que publico, espero que os haya
gustado, si quer�is que siga, mandarme un email)