Palabras Previas:
Hace un tiempo. Arturo, el hombre que amo, me cont� que como
una forma de liberar la carga emocional que lleva sobre sus hombros, hab�a
escrito a manera de cuento, nuestra historia de amor. Pero como habr�n apreciado
quienes leyeron los tres cap�tulos de "Mi Propia Historia" publicados en este
portal, nuestra historia es una historia de amor, de aut�ntico amor pero
complicado por las situaciones y circunstancias que la vida nos ha puesto
delante. Arturo es un brillante profesional y conocido personaje del Per�, lo
amo como nunca pens� podr�a amar a alguien y al mismo tiempo es.... mi suegro.
Si, Arturo es el padre de Carlo mi marido y abuelo de mis hijos Mario y Dante.
Me gust� el relato por lo fiel y exacto a lo ocurrido en la realidad. Sin
embargo, aparte de suscribirlo �ntegramente, esa es la versi�n de �l. Ahora, yo
he querido dar mi versi�n.... desde mi punto de vista... como mujer...ustedes
podr�n comparar y quedarse con la que m�s les guste.
Obviamente y como Arturo menciona en su relato, los nombres y
apellidos han sido cambiados para proteger la identidad de todos los
involucrados en esta trama, pero la esencia del relato y las descripciones que
hago son reales como tu, que ahora lees estas l�neas. Mi Email es
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO,
por si deseas darme tu opini�n sobre mi relato, me interesan, sobretodo si
vienen de mujeres .
PATRICIA (I)
El sol de medio d�a de este Febrero en Lima cae a plomo. Me
amodorra y cierro los ojos, me estiro en el extensible blanco mientras siento
las vocecitas de mis hijos Mario y Dante que juguetean con otros amiguitos en la
piscina de la casa de Arturo De La Guardia, mi suegro. Se que Arturo desde la
ventana de la biblioteca de su se�orial mansi�n est� mir�ndonos, mejor dicho me
est� mirando y se est� solazando con mi figura...seguramente aprecia el
imperceptible movimiento de una de mis piernas que le advierten que no estoy
dormida...que solo aparento estarlo y que mi mente est� concentrada en el
recuerdo, la evocaci�n de la tarde de ayer...de nuestra tarde.
Estoy casada con Carlo, hijo mayor de Arturo. El es Ingeniero
y ha pasado a ser el Presidente de la Corporaci�n Comercial que creara hace
muchos a�os Arturo y que ha dejado ahora en mano de sus tres hijos. Mi cu�ada
Rossana la segunda hija de Arturo, ocupa la Gerencia de Marketing y Publicidad y
el tercer hijo Marcelo, la Gerencia de Finanzas. Todos ellos han recibido una
estupenda educaci�n en el mejor colegio del pa�s, el exclusivo Newton College y
sus carreras las hab�an desarrollado en Universidades de Estados Unidos e
Inglaterra, Arturo los ha preparado para heredar y hacer progresar el negocio
familiar. No obstante los cargos que ocupaban mi esposo y sus hermanos, el
principal accionista del grupo empresarial sigue siendo mi suegro.
Me cas� con Carlo, cuando yo ten�a 20 a�os y en su momento
fue todo un acontecimiento social, la boda del a�o la llamaron, de ello han
pasado 8 a�os. Carlo contaba entonces con 31 a�os y era el soltero mas codiciado
del momento, Nos conocimos y nos enamoramos. Yo cursaba la Doctoral de Historia
en la Universidad Cat�lica y desarrollaba una intensa vida acad�mica y social.
Quiz� est� mal que lo diga, pero es algo que escucho frecuentemente y que
tambi�n leo en las cr�nicas sociales, dicen que soy bella, muy bella. He
convivido siempre con ello. Cuando era m�s joven la dedicaci�n a mi belleza era
un rito invariable en mi vida, pero conforme fui ganando en a�os y experiencia
eso fue quedando de lado y me dedique a ser yo misma.
A mis 28 a�os, tengo un hermoso cuerpo que conservo en forma
gracias a mi diaria rutina de ejercicios en un conocido gimnasio lime�o. Me doy
perfecta cuenta que mis grandes ojos pardos, mi cabello casta�o y mi cara de
ni�a mujer causa impacto en el sexo opuesto y no pocas envidias entre mis pares.
Sin embargo, soy conciente tambi�n que los hombres gustan de mis piernas que son
largas y bien torneadas y de mi quebrado talle. Mis amigas y a�n las que no lo
son ponderan mi manera de vestir. Peri�dicamente viajo al extranjero a renovar
mi vestuario y conozco en USA y Europa lugares donde se venden telas y sedas
maravillosas que adquiero para que una costurerita, que conozco en el populoso
distrito del Rimac, elabore puntualmente los modelos que copio de famosos
dise�adores y que luego son la sensaci�n en los lugares donde los luzco. He sido
muchas veces catalogada como una de las mujeres m�s elegantes de Lima y ello ha
insuflado mi ego y el de mi marido que me luce orgulloso y disfrutando de ser el
marido de una hermosa, elegante y atrayente mujer.
Tengo dos hijos Mario y Dante de 7 y 6 a�os respectivamente,
vivaces y hermosos. Cuando estaba embarazada de Mario empec� a sentir que la
pasi�n de mi marido bajaba notablemente...yo me desconcert� pues hasta antes del
embarazo viv�amos una permanente luna de miel. Me entr� una duda y empec�
observar, averiguar y atar cabos. Carlo se hab�a enredado con una secretaria de
la empresa..una linda chica de 18 a�os, no solo por la infidelidad de que era
objeto, sino porque teni�ndome a m�, siendo envidiado por tener la esposa que
tiene hab�a buscado a una mujer tres a�os menor que yo. Carlo sac� a la chica
aquella de la empresa y le puso un departamentito en la zona de Lince.
Aparentemente y para nuestras familias y amistades �ramos una
pareja feliz y envidiada. Luego vino el embarazo de Dante y volvi� a pasar lo
mismo, Carlo empez� a mostrarse fr�o y distante y no hubo necesidad de averiguar
mucho. Carlo manten�a relaciones con una joven Ingeniera que trabajaba en la
Corporaci�n. Por esa �poca sus viajes de negocio se intensificaron y f�cilmente
pude averiguar que ambos viajaban juntos generalmente a Miami, Buenos Aires o
R�o de Janeiro...dol�a que en muchos hoteles se registraran como el Sr. y la
Se�ora De La Guardia. Cuando naci� Dante, Carlos estaba de viaje con su
Ingeniera. Pero, poco despu�s del nacimiento al parecer la pasi�n se fue
apagando hasta extinguirse...meses despu�s supe que ella hab�a renunciado a la
Corporaci�n y hab�a salido del pa�s al parecer por un largo tiempo.
Carlo volvi� a ser el esposo atento y aparentemente enamorado
de mi...no puedo quejarme, disfrutaba de sus hijos y al margen de las citas de
negocio, pasaba la mayor parte de su tiempo en casa o de paseo conmigo y los
chicos. Sin embargo hab�a algo en mi que qued� roto, dislocado y que por m�s que
me esforzaba...mis sentimientos hacia mi esposo ya no eran los mismos.
Nuestra vida social y familiar aparentemente segu�a igual y a
la vista de los dem�s eramos una pareja linda, una pareja feliz...para mi,
nuestro matrimonio era una fachada...un fracaso completo y no hab�a sido por
culpa m�a. Yo hab�a puesto todo de mi parte....jam�s le hab�a faltado a
Carlo...hab�a sido una esposa que �l pod�a lucir y vanagloriarse....Muchos
hombres, amigos, conocidos o simplemente desconocidos hab�an intentado unos
sutilmente, otros desvergonzadamente tener algo conmigo, pero todos se hab�an
topado con una barrera infranqueable....mis principios y mi f�rrea voluntad, de
modo que a los primeros amagues yo pon�a el punto final y lapidario a cualquier
avance.
Sin embargo, desde que ingres� al circulo de la familia De La
Guardia, hube de luchar conmigo misma por algo raro y al mismo tiempo especial
que sent� nada m�s de conocer al cabeza de familia Arturo De la Guardia. Su
mirada penetrante me intimidaba y cuando nos presentaron, el beso que me dio en
la mejilla fue como un impulso el�ctrico que empez� en la cara, recorri� mi
columna vertebral y dispar� hacia mis piernas, mientras que un cosquilleo en mi
bajo vientre hizo que temblara toda. Indudablemente fue impactante conocer a ese
hombre maduro que irradiaba algo que no pod�a definir, cuando hablaba se le
sent�a tan seguro de sus opiniones, aplomado, suficiente, respetado e intu�a yo,
temido por muchos. Nunca hab�a tenido inclinaciones para dedicarse a la
pol�tica, sin embargo en las reuniones sociales, estaba siempre rodeado de
pol�ticos de todas las tendencias y su amistad con ministros y con el Presidente
era muy estrecha.
Arturo era convocado frecuentemente al Palacio de Gobierno y
a integrar comitivas cuando el Presidente viajaba. Definitivamente, pese a no
tener cargo oficial, era un personaje importante. Igualmente, como profesional
del Derecho, era invitado a foros y a dictar conferencias en el Colegio de
Abogados y en Congresos Nacionales e Internacionales Supe luego de casarme que
mi suegro era toda una autoridad en asuntos mercantiles y su pluma era
frecuentemente requerida por revistas de derecho nacionales y extranjeras para
opinar sobre su especialidad.
Arturo hab�a enviudado hac�a mucho tiempo, pero al margen de
espor�dicas parejas, no se le conoc�a una relaci�n estable. Carlo y sus
hermanos, comentaban siempre que su padre deb�a volver a casarse o por lo menos
tener una pareja estable, habida cuenta que muchas mujeres interesantes y bellas
revoloteaban a su alrededor. Cuando escuchaba esos comentarios, me causaba
cierta incomodidad, Consideraba que los hijos no deb�an meterse en la vida
privada de sus padres y menos en el caso de Arturo que pod�a disfrutar a sus
anchas de la libertad que le daba su viudez. Sin embargo, algo extra�o ocurri�
cierta vez que salimos con Carlo y dos matrimonios amigos, en que despu�s del
teatro fuimos a cenar al Club Nacional. All� estaba Arturo con una linda joven,
que luego supe era una pintora de �xito al parecer ensimismados en una amena
conversaci�n, Nos acercamos y los saludamos y luego fuimos a nuestra mesa. Yo
pod�a verlos desde el lugar en que me encontraba y me molestaba la forma como la
joven pintora miraba a Arturo...parec�a en el s�timo cielo...indudablemente era
muy bella, pero quiz�s tendr�a mi edad, pod�a ser tranquilamente la hija de
Arturo...me molestaba la forma como ella cog�a la mano de mi suegro y se lo
com�a con la mirada. Mi mirada era tan insistente que Arturo volvi� la cabeza y
me sorprendi� mir�ndolos, Eso me aturdi� y no pude sostener su mirada. Sin
embargo, fueron varias veces que me sorprendi� espi�ndolos...finalmente, mi
suegro inc�modo por mi impertinencia se retir� con su acompa�ante del gran
comedor.
En una oportunidad, cuando toda la familia se encontraba
reunida en casa de Arturo, mientras tom�bamos un c�ctel antes del almuerzo,
sent� la mirada penetrante de mi suegro. Yo, inc�moda lo mir� tambi�n
directamente a los ojos, pero no pude sostener su mirada y me molest� conmigo
misma...sent�a que los ojos de Arturo me recorr�an entera y un extra�o
estremecimiento recorri� mi cuerpo......as�, apur� mi bebida y envalentonada
cruc� mis piernas siendo consciente que en ese instante le permit�a ver a mi
suegro mis muslos y parte de mi diminuta braguita. Arturo, sentado frente a m�
se sinti� impactado y por primera vez lo vi azorado y sin saber qu� hacer....el
momento fue breve y solo �l y yo fuimos part�cipes de esa lucha...los dem�s
presentes incluido mi marido, no se dieron cuenta de lo ocurrido.
Despu�s de esa experiencia tuve conciencia de la turbaci�n de
mi suegro cuando cruzaba las piernas y dejaba solo a la vista de �l mis secretos
anat�micos. Al fin ten�a algo que desarmaba a mi suegro y personalmente me
encantaba ser mirada por un hombre como �l. A partir de ese secreto compartido,
no hablado, no tratado, tuve infinidad de sue�os er�ticos con mi suegro...sue�os
de los que despertaba h�meda y deseosa... a veces Carlo mi marido cumpl�a
conmigo y seguramente en el cl�max �l se envanec�a la forma como me entregaba y
gozaba en la cama, pero �l no ten�a la menor idea que en mi mente yo imaginaba
que quien me proporcionaba ese inconmensurable placer era Arturo....mi suegro.
En el trato diario Arturo ten�a conmigo un trato parco,
cort�s al extremo, fino y amable hasta el hartazgo...pero sus ojos lo
traicionaban cuando me miraba ...aprovechaba todos los instantes posibles para
mirarme y desnudarme con su mirada...yo sent�a sus ojos sobre m� y como la
primera vez que lo conoc� me estremec�a y de inmediato sent�a que mis hormonas
empezaban a trabajar a una velocidad de v�rtigo.... sent�a el impacto de su
magnetismo en mi entrepierna y de seguro si en esos momentos Arturo se hubiera
atrevido a tocarme creo que no me hubiese podido resistir. Claro, todo esto
ocurr�a en mi fuero interno y solo Arturo captaba las se�ales.....
Definitivamente Arturo y yo �ramos conscientes de lo
peligroso del juego que practic�bamos y de ese modo, sin palabras, prefer�amos
evitarnos. A ojos de los dem�s incluido mi marido, yo no era santo de devoci�n
de Arturo.
As�, hace unos meses Carlo tuvo que viajar a Buenos Aires por
negocios, justo en la semana que deb�amos presentarnos a Colegio Newton para el
ingreso de nuestro hijo Mario. Mi marido entusiasmado por el viaje que seg�n �l
"ampliar�a el horizonte de negocios de la empresa", pidi� a su padre que me
acompa�ara a la cita con el director del College.
En realidad yo conoc�a muy bien que el inter�s de mi marido
no eran los negocios de la empresa, sino el viajar con la joven practicante de
derecho que lo ten�a loco. La traici�n dol�a...pero esta vez menos que las
anteriores. En mi fuero interno me alegr� que mi suegro me acompa�ara, pues era
harto conocido la gran amistad que ten�a con el Director del College y adem�s
era un benefactor permanente del centro de estudios, ello determinar�a que los
tr�mites fueran r�pidos y sin problemas.
La ma�ana siguiente al viaje de Carlo, llam� a mi suegro y
concert� con �l la cita para ir ese mismo d�a al Newton. Not� que la voz de
Arturo denotaba tensi�n, nerviosismo, incomodidad. Algo raro en �l, un hombre
aplomado y siempre seguro de s� mismo. Qued� en que pasar�a por m� en torno de
las 11 de la ma�ana. Ten�a entonces casi una hora para arreglarme. El hecho de
ver a Arturo, estar cerca de �l...me produc�a algo de nervios y un cosquilleo
singular en el cuerpo. Decid� que deb�a arreglarme cuidadosamente...quer�a saber
hasta donde pod�amos llegar, si se daba la ocasi�n, con el jueguito que nos
tra�amos secretamente entre manos.
Tom� una ducha ligera y fui generosa con el gel de ba�o que
suelo usar y que deja delicadamente perfumado mi cuerpo...luego al secarme
frente al gran espejo del ba�o me observ� detenidamente y qued� m�s que
satisfecha....hermosa cara con grandes ojos pardos, un cuerpo muy bien puesto
con unos senos turgentes y anhelantes (faltos de caricias desde hace alg�n
tiempo), vientre plano y sin se�ales de estr�as pese a dos embarazos y unas
piernas muy bien torneadas y apetecibles.....de perfil una cintura quebrada y
unas nalgas en todo su esplendor...realmente me sent� muy contenta conmigo
misma. Luego me maquill� discretamente usando unos truquitos muy efectivos,
realzando los ojos y la boca, cepill� mis cabellos casta�os y logr� una graciosa
cola alta que daban a mi rostro una cara de ni�a-mujer aparentando unos cinco
a�os menos de los que realmente tengo. Luego escog� cuidadosamente la ropa
interior y el vestido que llevar�a.....una breve braguita blanca, un brassier de
media copa que se ajustaba exactamente a mi busto y un vestido color perla
ligeramente sobre la rodilla de un modelo simple recto y sin mangas ...los
zapatos y cartera tambi�n de color a juego, luego una gotas generosas de mi
fragancia francesa coronaron el ritual. Examin�ndome nuevamente ante el
espejo.....me autocalifiqu� con nota sobresaliente, con una p�cara sonrisa
dirigida al espejo fui a para esperar a mi suegro....me sent�a algo nerviosa,
con una sensaci�n rara en el cuerpo y record� la primera vez que tuve una cita
con un chico....
Faltando quince minutos para las once de la ma�ana, el
elegante Mercedes Benz azul noche de Arturo, entr� por la senda del jard�n de mi
casa, llegando al borde del sardinel cerca donde yo estaba aguardando. El chofer
de mi suegro abri� la puerta y apareci� Arturo, elegant�simo, enfundado en un
terno azul marino, impecable �l, la plata de sus sienes y lo bronceado de su
piel contrastaban con la blanca camisa...realmente hac�an de �l un hombre muy
apuesto e interesante...muy dentro de m� me alegr� sobremanera pasar unas horas
con ese hombre maduro tan guapo, Arturo me com�a con la mirada...casi sent� que
me desvest�a..sus ojos profundizaban en m�, pero sus gestos y maneras eran
sumamente respetuosas...se acerc� y me salud� con un beso en la mejilla...yo
retuve el contacto y le ofrec� la otra mejilla, para que tambi�n la besara,
luego de ello, me ayudo a abordar el auto y me sent� en el c�modo veh�culo,
Arturo dio la vuelta, se acomod� junto a m� y orden� al chofer que nos condujera
al Colegio Newton.
A pesar del aire acondicionado, percib� a un Arturo turbado,
silente...capt� que sus ojos se dirig�an a mis muslos que se luc�an orgullosos
al haberse subido a mitad de ellos el vestido. Para salir del mutismo ladee mi
cuerpo en direcci�n a Arturo y el vestido subi� otro tanto y le pregunt� si
hab�a novedades...�l contest� que no y trat� de desviar su mirada..yo me
divert�a al tener as�, casi a mi merced al poderoso Arturo De La Guardia..
Luego le mostr� el sobre con los documentos requeridos por el
Colegio para el ingreso de Mario y en un gesto aparentemente casual mis rodillas
y las de Arturo de juntaron, sent� entonces no solo electricidad en mi cuerpo
sino tambi�n en el de mi suegro. Para disimular dije algo sobre lo frustrante
que ser�a para m� si Mario no lograba ingresar al exclusivo colegio, Arturo
recuperando su aplomo y seguridad me dijo que no me preocupara que pod�a
considerar a Mario desde ya como alumno del Newton, dada la estrecha amistad con
el Director. Ante esa afirmaci�n emocionada y en un gesto espont�neo cog� ambas
manos a mi suegro y las presion� suavemente agradeci�ndole su ayuda para obtener
mi objetivo...as� percib� un ligero temblor en sus fuertes manos .... as�
llegamos al Colegio y el chofer se estacion� suavemente. Mi suegro se ape�,
abri� la puerta para que yo hiciera lo propio y me ofreci� su mano para
facilitar mi accionar. Mi vestido que ya estaba a m�s de medio muslo, subi� un
poco m�s al salir del auto y nuevamente brind� a Arturo una breve pero generosa
visi�n de mis piernas y de mi braguita blanca. Esto fue como una estocada a mi
favor, pues me agrad� la nueva turbaci�n de mi suegro ante tan exclusiva
exhibici�n de mis intimidades.
La visita al Director del Newton College fue todo un �xito.
Arturo me dio toda una exhibici�n de poder y a ambos fuimos a tendidos como se
dice "a cuerpo de rey". Bast� que Arturo dijera que ibamos a presentar la
solicitud para el ingreso de Mario al colegio, para que de inmediato el
Director, quien nos dedic� m�s de una hora en exclusiva a nosotros, para que mi
hijo fuera aceptado y matriculado en el primer grado. El Director se deshac�a en
atenciones a mi suegro y eso me encantaba....Arturo en tanto tomaba eso de una
manera natural, obviamente estaba acostumbrado a que lo atendieran as�, con
tanta dedicaci�n y deferencia. Mientras ellos hablaban animadamente acerca de
una subasta de obras de arte, a las que mi suegro era tan aficionado y
entendido, admir� lo impecable de las instalaciones de ese enorme Colegio, por
el amplio ventanal se pod�a apreciar una laguna artificial en la cual se
desplazaba imponentes varios cisnes...la luz solar entraba a raudales y
aprovech� de ello para darle una peque�a exhibici�n a mi suegro y ver su
reacci�n. Mi vestido color perla iba a ayudar para que �l me viera a contraluz,
as� que me acerqu� a la ventana teniendo la certeza que Arturo no me perd�a de
vista y sent� el impacto que caus� en �l al verme as�, con la transparencia del
vestido se apreciaba mi diminuto bikini y mis turgentes pechos....sorprendido
abri� sus ojos y la boca, como si estuviera ante una aparici�n. En realidad era
eso...yo era una aparici�n...Arturo se sobrepuso de inmediato, pero yo no quise
darle tregua y lentamente, mir�ndolo a los ojos me sent� frente a �l y le
dispens� el espect�culo de mis piernas solo para sus ojos. Esto fue muy breve,
pero efectivo para hacer perder aunque por instantes el aplomo al Gran Arturo De
La Guardia.
Terminada la reuni�n con el Director, abordamos nuevamente el
auto de mi suegro y cuando iniciamos la marcha de regreso a mi casa, le agradec�
su intervenci�n y ponder� la forma como nos hab�an atendido...nuevamente tom�
sus manos y reiter� mi agradecimiento..volviendo a sentir el temblor en las
manos de mi suegro...de inmediato le suger� que deb�amos celebrar el �xito con
la familia, que se tomase unos d�as libres y que me acompa�ara a mi casa de
playa donde estaban mis hijos y mi madre. Evidentemente la tenue presi�n de mis
manos y la forma como le ped� que fuera conmigo a la playa convencieron a
Arturo...adem�s la vista de mis muslos tan cerca de sus manos terminaron por
convencerlo, hizo los arreglos con su oficina y quedamos en que �l pasar�a por
m� en una hora. Nos despedimos con un beso en la mejilla y mientras me dirig�a a
la puerta de mi casa, sent�a la mirada penetrante de Arturo recorriendo mi
cuerpo...desnud�ndome y un intenso hormigueo en mi est�mago se apoder� de
m�...sent� luego que el auto de Arturo sal�a lentamente con direcci�n a la
calle.
Yo ard�a toda...me dirig� a mi habitaci�n, me desnud�
r�pidamente y entr� a la ducha...el agua fr�a me har�a bien, calmar�a mi
ansiedad y aclarar�a mis ideas....permanec� largo rato recibiendo el regaderazo
y pensando en Arturo...en los d�as que lo tendr�a cerca y acarici� mi
cuerpo...sin pensarlo una de mis manos empez� a acariciar mis pechos y la otra
lentamente se hundi� en mi entrepierna, imaginando sentir junto a m� el cuerpo
desnudo de Arturo, tens� mis piernas y se escap� un ligero gemido de deseo y
pasi�n. El agua fr�a cayendo con fuerza, me hizo reaccionar y r�pidamente sal�
de la ducha y sequ� vigorosamente mi cuerpo...
Escog� para la ocasi�n un atuendo playero, vestido sobre la
rodilla color crema de una tela fina, casi transparente con cierto vuelo,
graciosamente adornado con botones grandes que cerraban la pieza por
delante...pensando en Arturo dej� los dos �ltimos sin abotonar me modo que al
subir a la camioneta 4 x 4 de mi suegro, pudiera mostrar generosamente las
extremidades que tanto le gustan y desea. Me sent�a una vamp, pero lo curioso es
que no me daba miedo, ni temor, ni sent�a culpa alguna al mostrarme ante �l
as�...incre�ble en m� que sin ser recatada al extremo, tampoco gustaba de
exhibirme ante nadie, salvo en la intimidad con mi marido, sobre todo en la
buena �poca y ahora con mi suegro...pero solo para �l.... Maquill� mi cara
ligeramente resaltando mis ojos y labios y peine mis cabellos con una cola
alta...calc� sandalias sin taco y al admirarme al espejo me sent� conforme con
el resultado. Con la ayuda de una de mis mucamas arregle ropa para unos d�as,
ligera y deportiva, algo m�s de ropa para los chicos y algunos v�veres y
refrescos siempre necesarios teniendo a mis hijos en la playa. Con el equipaje a
punto, sal� a la puerta de calle para esperar a mi suegro.
No bien hab�a salido a la puerta cuando la Mercedes Benz
plateada 4 x 4 de Arturo ingresaba a la senda hasta llegar al sardinel de
entrada. Mi suegro baj� y me impresion� su tenida deportiva beige que resaltaba
el impresionante bronceado que hab�a adquirido ese verano, por su parte not�
como literalmente "me com�a" con los ojos, aunque sus gestos denotaban un gran
respeto por la esposa de su hijo... luego de un beso en la mejilla, abri� la
puerta del veh�culo y me invit� a subir. Al subir a la camioneta, los botones
libres de mi vestido veraniego y cierta colaboraci�n m�a volvieron a encender a
mi suegro con el espect�culo solo para �l de mis intimidades....los tres
segundos de la visi�n enervaron a Arturo quien r�pidamente se puso al volante
del veh�culo y salimos rumbo a la playa "La Isla".
A poco de sortear el tr�nsito de la ciudad para llegar a la
Carretera Panamericana Sur que nos llevar�a a destino, no resist� la tentaci�n
de ladear mi cuerpo, dejando ver generosamente parte mis muslos y ponder� lo
bien que le quedaba a mi suegro el bronceado veraniego que ten�a y lo apuesto
que estaba Un poco m�s relajado, mi suegro se atrevi� a devolverme el piropo:
Tu bronceado tampoco se queda atr�s... Estas muy
bonita...
Ya m�s lanzada le pregunt� si realmente �l pensaba que era
bonita o solamente una mujer guapa. Arturo recorriendo todo mi cuerpo y luego
mir�ndome a los ojos me pregunta:
Te molestar�a si te dijera que para mi eres preciosa, una
mujer no solo interesante sino genialmente hermosa?
En ese momento tuve conciencia del peligro por el giro que
empezaba a tener la conversaci�n, pero a�n cuando no deseaba no s� de donde me
sali� el aplomo para decirle con una voz ronca que delataba mi creciente
excitaci�n:
Mira, si eso viniera de otra persona quiz� no se lo
permitir�a. Pero viniendo de ti me siento halagada... raramente halagada....
Alarmada realmente por la pasi�n que est�bamos delatando en
nuestro peligroso di�logo, cambi� de tema y la conversaci�n deriv� a
trivialidades y luego al pasar la garita del Kil�metro 20 de la Panamericana
Sur, el silencio fue nuestra compa��a. Decid� entonces echar mi cabeza hacia
atr�s y cerrar los ojos simulando dormir. Era consciente que mis muslos se
mostraban generosamente a mi suegro y lo era tambi�n de las continuas y
ardientes miradas que me dedicaba Arturo. De pronto la velocidad con que se
desplazaba la camioneta baj� notablemente y ello fue motivo para pretextar que
despertaba de un ligero sue�o, aprovechando el instante para ordenar mi vestido
recatadamente. La carretera hasta ese momento con un tr�fico fluido, se hab�a
congestionado y los veh�culos avanzaban lentamente.
Hacia el lado derecho de la carretera, a la altura de
Pucusana se hab�a producido un doble choque y por lo que pod�amos apreciar con
resultado fatales, la Polic�a hab�a acordonado el �rea e imped�a que la
curiosidad de los choferes congestionara a�n m�s la ruta. En el preciso instante
que pas�bamos, de uno de los veh�culos extra�an el cuerpo ensangrentado de una
joven...el cuadro era terrible y a mi mente afloraron recuerdos dolorosos y
tr�gicos que cre�a ya superados.
No pude contener el llanto y una crisis nerviosa hizo presa
de mi...Arturo se alarm� y avanz� unos metros m�s para poder estacionarse en la
berma lateral de la carretera..no sab�a como consolarme y yo no pod�a
calmarme....me atrajo hacia �l, apoy� mi cabeza en su pecho y di rienda suelta a
un amargo llanto...recordaba una escena similar cuando Carmen, mi hermana mayor
hab�a tenido una muerte as� durante unas vacaciones de verano que pasamos en el
norte del pa�s, en la Playa Las Delicias cerca de Trujillo. Por mucho tiempo me
hab�a sentido culpable de aquella muerte, antes que mi hermana hiciera ese
tr�gico trayecto, nos hab�amos enfrascado en una t�pica pelea de hermanos, as�
peleadas, molestas nos hab�amos separado...cuando la volv� a ver ella estaba
muerta...terriblemente p�lida dentro de un ata�d blanco....era un recuerdo
dif�cil de borrar.
Fui calmando mi llanto y enjugando las l�grimas con el
pa�uelo de Arturo que en alg�n momento me hab�a dado...Estaba en sus brazos y mi
cabeza apoyada en su pecho...sent�a su perfume, su aroma tan varonil, empezaba a
sentir estremecimientos y miedo por esa cercan�a, nuestros rostros estaban tan
cerca...respir�bamos el mismo aire y empez� a ser un suplicio no besar a ese
hombre...me contuve y le dije que ya me sent�a mejor... �l ech� a andar el motor
y control� el volante con la mano izquierda, Arturo mantuvo su brazo derecho
sobre m�, su mano acariciaba suavemente mi brazo derecho y suavemente me atrajo
hacia �l...apoye mi cabeza en su hombro y as� sin palabras...sinti�ndome
protegida...deseada.....hicimos el trayecto hasta la desviaci�n de la carretera
para ingresar al balneario donde estaba mi casa de playa. Sin palabras tambi�n,
el abrazo se deshizo y recuper� mi sitio original. Cuando llegamos a la garita
de control, volvimos a ser el suegro llevando a su joven nuera en su exclusiva
camioneta Mercedes Benz.
Llegamos a la casa y la alegr�a de mis hijos al recibirme y
enterarse luego que el abuelo Arturo llegaba para quedarse unos d�as, disiparon
las tensiones del viaje y en mi caso aquietar las revoluciones de mis hormonas.
Mi madre que estaba en casa con los ni�os y las empleadas, me recibi� apenada
porque deb�a regresar a Lima, para acompa�ar a mi padre a una visita m�dica, Lo
har�a despu�s de almorzar aprovechando el regreso a Lima de una familia vecina.
Le dije que no se preocupara pues me acompa�ar�a mi suegro hasta el domingo,
ella se tranquiliz� y mientras dispon�a lo necesario para almorzar, me retir� a
mi cuarto a ponerme c�moda y cambiarme pues despu�s del almuerzo quer�a llevar a
los ni�os a la playa.
Despu�s de un ligero ba�o, me aplique crema al cuerpo,
mientras lo hac�a, resolv� ponerme el m�s atrevido bikini que tuviera disponible
para que Arturo me viera, necesitaba sentirme admirada, amada, deseada por un
hombre como Arturo. Las infidelidades de Carlo hab�an mellado mi autoestima. No
se me ocurrir�a serle infiel a Carlo, pero disfrutaba morbosamente del jueguito
que me tra�a con mi suegro, pero sab�a muy bien que �l no se iba a permitir nada
conmigo ni yo iba a entregarme a �l. Esa era la diferencia de tener el
"jueguito" entre mi suegro y yo a tenerlo con un extra�o que seguramente
tratar�a de pasar a mayores a la primera visi�n de mis muslos. Escog� uno de
color amarillo que me quedaba a la perfecci�n, calc� unas sandalias sin taco,
tejidas del mismo color que se amarraban a media pierna a la manera de las
vestales romanas y arregl� mi cabello con un pa�uelo de seda con predominantes
tonos amarillos. Complet� mi atuendo con un collar de �mbar natural y un pareo
amarillo .... luego de verme al espejo qued� satisfecha con mi atuendo....
Sal� de mi habitaci�n en el momento que mi madre llamaba a la
mesa. Los chicos jugueteaban en la piscina pues hab�an almorzado antes, de modo
que los comensales �bamos a ser tres: mi madre, Arturo y yo. Hice mi ingreso al
comedor y Arturo de solo verme, casi muere del infarto. En un segundo
pr�cticamente me comi� con los ojos, pero como siempre disimul� muy bien, de
inmediato nos sentamos a la mesa y mientras disfrut�bamos del almuerzo le cont�
a mi madre lo bien que nos hab�an tratado en el College y la forma como gracias
a Arturo hab�an aceptado a Mario. Termin�bamos el postre cuando los amigos con
los que iba a regresar mi madre a Lima pasaron a buscarla. Luego de despedirla
quedamos en la pieza mi suegro y yo, ahora �l se regodeaba mir�ndome, ya sin
tener que disimular....calladamente las criadas terminaron de limpiar todo y se
retiraron.
Quedamos frente a frente y por primera vez Arturo me lanz� un
apasionado piropo
Patricia, eres una mujer preciosa, realmente hermosa e
inteligente, Carlo tiene mucha suerte al tenerte como esposa.- su voz era
todo pasi�n, sus ojos quer�an taladrar los m�os, sus manos temblaban, pens�
que iba a seguir, pero qued� callado, sintiendo quiz�s que se hab�a
propasado.
Ojal� tu hijo pensara igual.- fue mi lac�nica respuesta.-
por un momento una r�pida visi�n de Carlo con sus constantes infidelidades
me hizo decir aquello...con nadie hab�a tratado esa situaci�n y pens� que
quiz� ese era el momento apropiado.
Arturo se extra�� con mi comentario y quiso saber....yo
empec� a contarle todo y no se si por la rabia, el despecho, lo ofendida que me
sent�a, la voz se me quebr� y las l�grimas asomaron a mis ojos. Arturo,
alarmado, se acerc� y se arrodill� junto a m�...al principio no sab�a qu�
hacer...me abraz� y me repet�a que lamentaba la mala cabeza de Carlo...no se
c�mo pero en un instante yo sollozaba en el pecho de mi suegro y �l trataba de
consolarme sin saber exactamente como. De pronto sent� que su mano izquierda
acariciaba la parte externa de mi muslo derecho. Era una caricia suave,
protectora que iba desde mi rodilla hasta la cadera...pero no era lasciva...era
dulce y lo dej� hacer...me gustaba...era tierna...Poco a poco me fui calmando y
Arturo retir� su mano. Ahora ambas manos se centraban en mi cara, la levant� y
enjug� mis l�grimas con su pa�uelo...en un momento nuestros rostros quedaron muy
cerca...sent�a su respiraci�n y nos miramos profundamente a los ojos....fueron
segundos y luego al verme m�s calmada se retir� a su silla.....hab�an sido
segundos m�gicos...incre�bles.
Seguimos charlando sobre Carlo y Arturo me dijo con una
seguridad absoluta que no me preocupara, que �l se encargar�a de hacer que mi
marido recapacitara y se dejara de tonter�as....A poco de concluir nuestra
conversaci�n mis hijos y varios amiguitos irrumpieron en la terraza para pedir
alborotadamente permiso para hacer un campamento en el jard�n de la casa de uno
de ellos...Era el hijo de mi amiga Katty que vive a pocos metros de mi casa de
playa....ella que en ese momento entraba patrocinaba con su esposo la aventura
de los ni�os...as� que acept�..los ni�os pasar�an la noche en casa de Katty. Mi
amiga, aprovecho para invitarnos a Arturo y a m� a tomar una copa a las 6:00
hora en que los aventureros armar�an la carpa. Luego de dar el permiso tuve
conciencia que esa noche estar�amos en casa adem�s de las criadas .... mi suegro
y yo.
A eso de las 3 de la tarde, todos nos alistamos para ir a la
playa, los chicos cargaron con todos sus juegos y objetos de playa que
pacientemente las criadas llevaron hasta el sito donde habitualmente tenemos
nuestros extensibles y sombrillas en esa exclusiva zona. Arturo fue a la
habitaci�n de hu�spedes a cambiarse y apareci� luego, vest�a una camisa celeste
con finas rayas blancas y short de ba�o del mismo tono celeste que la camisa,
calzaba unas sandalias de cuero y llevaba en las manos unos finos anteojos de
sol....as� tan bronceado y con ese atuendo juvenil era un hombre que
tranquilamente aparentaba diez a�os menos y el tenue plateado de sus sienes lo
hac�an peligrosamente atrayente. Caminamos con los ni�os rumbo al mar y no
fueron pocos los conocidos y amigos que saludaban atentamente a
Arturo...camin�bamos uno junto a al otro, pero a veces yo me adelantaba pues mi
hijo menor Dante deseaba llegar primero .... cuando eso ocurr�a, sent�a la
mirada de Arturo recorriendo mi cuello, mi espalda, mis nalgas, mis piernas...
el cosquilleo de siempre cada vez que sent�a los ojos de Arturo sobre m�, se
centr� en el est�mago...como si tuviera una infinidad de peque�as mariposas
revoloteando... cuando esto pasaba, me sent�a sensual, deseada..me sent�a
feliz...as�...sin culpas....sin remordimiento.
Llegamos a nuestro lugar en la playa y mis hijos se
despojaron de las sandalias y de sus polos y convencieron a Arturo para meterse
al mar, �ste asumiendo una personalidad juguetona que realmente desconoc�a se
fue con los ni�os y como uno m�s empez� a jugar con ellos en la orilla y luego
los tres salpic�ndose con el agua marina se zambulleron en la l�mpidas aguas del
Pac�fico. Me sorprend�a esa faceta de mi suegro, me enternec�a verlo jugar tan
feliz con mis hijos....hac�a tanto que Carlo no jugaba con los ni�os. Decid�
acercarme a ellos e ingres� al mar y recib� la suave caricia de las olas. Al
verme, los ojos de Arturo se iluminaron al "comerme" toda con la mirada. Yo
sab�a lo bien que me quedaba ese bikini amarillo, lo bien que se ajustaba a mi
cuerpo una vez que estaba mojado... quiz� debido a ello y para amenguar su
ansiedad, Arturo nos avis� que nadar�a algunos metros mar adentro y sin esperar
respuesta con fuertes brazadas nad� mas adentro.... yo qued� con nadando cerca
de mis hijos y luego sal� a la orilla con ellos que de inmediato empezaron a
retozar con sus amiguitos.
Camin� por la orilla, pensando en la situaci�n que ten�a
entre manos �me atrever�a a darle m�s entrada a Arturo?, �Se atrever�a Arturo a
ir m�s all� de las simples miradas?.... �por qu� sent�a a Carlo afectivamente
tan lejos de m�? Estaba loca...algo me pasaba...no estaba bien coquetearle a mi
suegro, en la forma como lo ven�a haciendo. Estaba en esas cavilaciones, cuando
me encontr� con una amiga con la que empec� a conversar de trivialidades,
mientras lo hac�a pude ver que Arturo sal�a del mar y se dirig�a al lugar donde
estaba nuestra sombrilla y se tendi� en el extensible azul. Termin� la
conversaci�n con mi amiga y me dirig� al lugar donde estaba Arturo...al parecer
estaba semidormido, el sol le ca�a de plano y al contemplar al Gran Arturo De La
Guardia en ese apacible estado, algo en m� me impuls� a querer tocarlo, poner
mis manos sobre su fuerte pecho, acariciarlo....ese deseo se torn� irrefrenable
y no encontr� mejor excusa que decirle con tono autoritario:
Si te expones as� al sol, a pesar de tu broceado, vas a
coger una insolaci�n que no te dejar� dormir....vamos deja que te ponga un
poco de bronceador con protector solar.-
Arturo abri� los ojos se subi� los anteojos de sol hasta la
frente y pregunt�:
�Es una orden?
Si es una orden sin derecho a r�plica.- le contest� con
fingida seriedad y proced� a untar mis manos con abundante bronceador que
empec� a aplicar en sus hombros y luego en su pecho....el contacto con el
cuerpo de mi suegro me hizo estremecer....su cuerpo musculoso, fuerte, vital
hizo que nuevamente sintiera un cosquilleo en todo el cuerpo.-
Al parecer lo mismo le ocurri� a Arturo que bruscamente se
dio la vuelta y yo termin� de untarle la crema bronceadora en sus amplias
espaldas...d�ndome el gusto de llegar en ese suave masaje hasta el l�mite que
marcaba su short de ba�o en la cintura. Asustada de mi atrevimiento ces� de
seguir con la aplicaci�n y not� que mi suegro hab�a cerrado los ojos y parec�a
dormir placidamente. Ten�a en mis manos la sensaci�n de haber acariciado la piel
de Arturo...sent�a su vitalidad, su magnetismo....y sintiendo todo ello,
conservando la humedad de la crema en mis manos, acarici� mis brazos, mi cuello
y piernas, sintiendo morbosamente la piel de Arturo sobre mi piel, mientras
miraba el mar y sent�a una gran laxitud en todo mi ser.
Camin� hasta la orilla del mar y mientras peque�as olas
mojaban mis pies, aprovech� de dar un paseo, sumida en mis pensamientos.... me
hab�a excitado tocando a mi suegro, lo erguido de mis pezones y la humedad que
sent�a en mi entrepierna me lo demostraban. Era la segunda vez en el d�a que la
cercan�a de Arturo, su masculinidad, su virilidad me pon�an as�. Nunca antes, ni
a�n con Carlo mi marido, me hab�a sentido as�. Cada vez que est�bamos cerca
sent�a un constante cosquilleo.... �estaba enamorada de mi suegro...?, �.lo
deseaba simplemente? �el jueguito de exhibirme ante �l era solo para sentirlo
inc�modo y deseoso o era la entrada que le daba para �l diera el segundo
paso...incluso poseerme?. Mi cabeza era un solo de preguntas sin respuestas y el
temor de lo que pudiera pasar m�s adelante, el temor a mi misma empez� a crecer
en mi mente. El correteo de mis hijos y sus ruegos de volver casa, me sacaron de
esos pensamientos, as� que volvimos al lugar donde estaba Arturo y empec� a
recoger las cosas que hab�amos llevado. Los chicos despertaron a mi suegro y
todos nos pusimos en camino de regreso a casa.
Ya en casa, con la ayuda de las criadas ba�� a mis hijos y
los cambi�. Luego llen� la tina con agua ligeramente tibia, la perfum� con
esencias y me sumerg�...quer�a relajarme...no pensar en ese momento en nada y
dejarme flotar....cerr� los ojos y un agradable sopor me empez� a
invadir.....volaba por los aires, me sent�a liger�sima, sin peso ....de
pronto...el rostro de Arturo empez� a delinearse...ve�a su cara de estupor como
cuando me exhib�a solo para �l, sent�a peligrosamente su cercan�a, De pronto
apareci� el rostro de Carlo y me sobresalt� ...pero el rostro de Carlo no
apareci� solo estaba muy cerca y feliz con la practicante de Derecho con quien
de seguro estaba revolc�ndose en Buenos Aires, pero toda esa visi�n me sac� del
sopor y con angustia termin� de ba�arme y sal� de la tina envuelta en mi
albornoz blanco que de inmediato absorbi� toda la humedad de mi cuerpo. Ya en mi
habitaci�n, me tend� en la cama y cerr� los ojos y trat� de dormir. Fue un sue�o
ligero, con algunos sobresaltos, abr� los ojos y hab�an pasado casi 30 minutos.
Sent�a los juegos de los ni�os al parecer se estaban divirtiendo con Arturo, ya
que tambi�n sent�a la voz de mi suegro,
Me levant� y vest�, como siempre el color blanco en mi
braguita y mi brassier se exhibieron ante el amplio espejo de mi habitaci�n,
luego escog� un peque�o short deportivo Addidas que marcaba graciosamente mis
formas, la blusa blanca sin mangas se adher�a agradablemente a mi cuerpo.
Cepill� mis cabellos y los dej� sueltos sabiendo que vestida y peinada as�
pasaba por una jovencita, como siempre me dec�an amigas y admiradores....una
zapatillas blancas calzaron mis pies y un ligero toque de maquillaje a los ojos
y labios me hicieron sentir relajada y libre....finalmente una generosa raci�n
de fragancia francesa completaron mi arreglo.
Sal� de mi habitaci�n y la algarab�a y risas de mis hijos y
de Arturo proven�an de la sala....estaban jugando a los escondidos y mi suegro,
el recio y poderoso Arturo De La Guardia, parec�a un ni�o m�s jugando con sus
nietos. Me enterneci� la escena y dando un tono gracioso a mis frases:
A ver, a ver, a que juegan estos ni�os ... cuidado con
romperme alg�n adorno eh?
Mami.- suplic� Mario.-juega tu tambi�n a las escondidas
con nosotros. Mira Abuelo est� jugando con nosotros..
As� que el abuelo tambi�n est� haciendo bulla?,
Si se�ora.- me dijo graciosamente Arturo.-y no hemos roto
nada.- agreg�.
. Si mami, juega tu tambi�n .-terci� Dante.- Mario est�
contando, escond�monos
. Bien, bien, voy a jugar.- dije resuelta.-.... empieza a
contar Mario.
Convencida as� por los ni�os y mientras Mario contaba, todos
los escondimos en alg�n lugar de la casa. Yo opt� por hacerlo en un closet que
tenemos en el l�mite de la sala y el comedor y que usualmente sirve para guardar
manteles, mesitas auxiliares y alguna vajilla que solo usamos cuando tenemos
alguna reuni�n grande. Por una rendija de la puerta observ� que Mario ubic�
f�cilmente a Dante y al abuelo y al dirigirse a la cocina para buscarme, yo
aprovech� para salvar a los "ampayados", de modo que nuevamente el pobre Mario
tuvo que contar, mientras los dem�s nos escond�amos.
Yo volv� a esconderme en el closet y los dem�s buscaron sus
propios escondites. De pronto, cuando Mario iba a concluir el conteo y empezar
la ubicaci�n de los escondidos, sent� que alguien entraba a mi cub�culo. Nada
m�s aspirar su perfume supe que era Arturo... al parecer en un primer momento �l
no pens� encontrarme all� y cuando intu� que iba a hablar le indique con un
suave shiiss que guardara silencio. Yo, m�s acostumbrada a la oscuridad observ�
a pesar de la penumbra que Arturo oprim�a su espalda contra la pared del fondo
del closet.....evitando as� cualquier contacto f�sico conmigo.
En la sala, Mario hab�a terminado de contar y empezaba su
b�squeda. Yo quise ver por la rendija de la puerta que anteriormente hab�a
utilizado, donde estaba mi hijo y el instante que lo hac�a el peque�o pasaba
cerca de la puerta...yo me retir� y en ese momento as�, sin quererlo, apoy� mi
espalda en Arturo....sent� que mi trasero rozaba su pubis y qued� paralizada...
Era tan estrecho el contacto, que sent� claramente la r�pida erecci�n de mi
suegro y su palpitante sexo comprimido en la l�nea de separaci�n de mis nalgas.
Luego sent� su abrazo suave y tierno y me dej� llevar por el momento, apoy� mi
cabeza en su pecho y me atrev� a un ligero movimiento de mi cintura para sentir
m�s su erecci�n....Arturo estrech� su abrazo y sent� que besaba mis
cabellos...tuve miedo de voltear y besarlo en la boca, as� que abr� la puerta
del closet y sal� a la sala...dando por terminado el juego, con el pretexto que
deb�amos prepararnos para ir a casa de Katty....los chicos corrieron a su
habitaci�n y yo los segu�. Por dentro temblaba y me asombraba yo misma de mi
atrevimiento....era la primera vez que sent�a la proximidad de mi suegro y los
sentimientos encontrados que ten�a, aceleraban los latidos de mi coraz�n.
Preparar las cosas que mis peque�os exploradores deseaban llevar, me
tranquiliz�.
Listos los ni�os para su aventura, fui a mi habitaci�n para
arreglarme un poco, escog� un vestido blanco de una tela muy ligera, sobre la
rodilla y sin mangas que contrastaba agradablemente con mi piel dorada, retoqu�
mi maquillaje, pein� mis cabellos con una peque�a cola y calc� unas sandalias
blancas. Sal� a reunirme con mis ni�os y las criadas en la sala y estaba en eso
cuando apareci� Arturo. Iba vestido con un pantal�n beige y un polo de marca del
mismo tono, su aspecto era impecable, por la expresi�n de sus ojos sent� su
aprobaci�n a mi aspecto y al mismo tiempo, raro en �l, una actitud cohibida
debido al incidente del closset.
Salimos todos incluyendo las criadas en direcci�n a la casa
de Katty que estaba a unos veinte metros de la m�a. Era una casa de playa,
similar a la m�a con un gran jard�n posterior, que era el lugar escogido para
armar el campamento. Departimos con los anfitriones y tomamos una copas. Sent�
en todo momento que Arturo no perd�a de vista y aprovechaba cualquier instante
para lanzarme esas miradas que solo �l sabe dispensarme. Luego salimos dejando a
los ni�os disfrutar de su campamento. Volvimos a la casa y en el trayecto
comentaba con Arturo lo lindo que lo iban a pasar los ni�os y ponder�bamos la
paciencia de Katty y su esposo.
En casa nos esperaba una invitaci�n que Marcela, una amiga
muy querida y vecina nos hac�a. Arturo en un primer momento se neg� a ir
diciendo que esa fiesta era para j�venes, que fuera yo y que divirtiera. Yo me
puse fuerte y le dije que no ir�a sin �l. Adem�s que �l no era ning�n viejo y
que muchas mujeres que yo conozco ya querr�an tener alg�n affaire con �l. Esto
era cierto, por lo comentarios que algunas amigas me hab�an hecho, que por
cierto a m� me hab�an fastidiado sobremanera.
Quer�a ir con Arturo a la fiesta.... no sab�a exactamente por
qu�....pero deseaba que el se acercara a m� y que mejor que bailando...de otro
modo no se dar�a....quer�a sentir sus manos estrech�ndome toda, sentir su
cercan�a....De pronto me arrepent�a de esos pensamientos y me
avergonzaba...realmente esto se estaba volviendo un l�o. Finalmente, Arturo
acept� y cada uno fue a su habitaci�n a arreglarse para la fiesta.
Trat� de lucir muy natural y lo logr�. Despu�s de un duchazo
r�pido, decid� ponerme un mini vestido de crep� color palo de rosa que sab�a que
me quedaba muy bien, sandalias de taco alto del mismo color que contribu�a a
destacar mis piernas. Antes me apliqu� generosas raciones de crema perfumada en
todo el cuerpo, el mismo que cubr� inicialmente con un corpi�o blanco de encajes
de media copa que favorec�a mi esbeltez y un peque�o calzoncito de encajes
blanco.... mientras me pon�a estas prendas y apreciaba c�mo me quedaban en el
gran espejo, pasaba por mi mente la imagen de Arturo echando abajo esas
prendas... Luego de desechar esas im�genes, puse especial �nfasis en mi
maquillaje y luego me vest�. Antes de salir me perfum� y sal� para disponer que
las criadas cerraran convenientemente la casa durante nuestra ausencia, Estaba
en eso cuando apareci� mi suegro en la sala.
Sent� que me com�a con los ojos, aunque el resto de su rostro
aparentaba una tranquilidad total. Nosotras las mujeres, sabemos cuando la
mirada de un hombre nos desviste y se impacta con una bella mujer y eso es lo
que pasaba con mi suegro. El estaba muy varonil como siempre y al tenerlo cerca,
mis piernas empezaron a temblar, de modo que tuve que hacer acopio de una gran
dosis de serenidad para mirarlo sin que se notara mi nerviosismo. Mi est�mago
empez� a sentir un raro cosquilleo, que aument� cuando tuve a mi suegro cerca de
m� y el aroma de su perfume subi� como un licor hasta el centro de mi cerebro.
CONTINUAR�