Relato: Nueva Vida Acababa de llegar de trabajar y ten�as unas ganas enormes de
descansar, as� que me puse el pijama y me ech� en el sof� a ver la tele, no
hab�an pasado ni diez minutos y estaba en el m�s profundo de los sue�os, no
hab�a reparado ni en que a�n no hab�a llegado mi mujer, (Marta), que hab�a
salido a hacer unas compras con una amiga, (Sylvia).
No pas� mucho rato cuando me pareci� escucharlas entrar,
ten�a tal cansancio que ni me mov� para saludarlas, entraron al sal�n y
permanec� tumbado simulando que a�n estaba dormido, las dos entraron entonces a
otra habitaci�n a seguir charlando, y a probarse algunas cosas que se hab�an
comprado, desde donde yo estaba no pod�a verlas, pero s�lo escuchar como
comentaban lo bien que le quedaba esto y aquello me daban unas ganas de entrar y
mirar, pero no lo hice.
Como a los diez minutos salieron de nuevo y me despert� mi
mujer con un beso, bueno, me dio un beso y yo hice como si despertara.
Que pasa amor, ha venido Sylvia a cenar y a que le ense�e
a preparar las Toritas del Desayuno.
Hola Sylvia, �qu� tal?
Bien, te hemos despertado, que pena, no?
No importa, ya he echado una cabezadita, ahora estoy como
nuevo.
Seguimos charlando un rato y luego ellas se fueron a la
cocina, yo me puse a ver la tele, y en eso estaba cuando me llam� la atenci�n en
la casa del vecino unas luces que se encendieron, mir� a ver que era y pude ver
como mi vecino estaba chupandole la polla a un negro, (mi vecino estaba casado,
tendr�a unos 35 a�os y el negro ten�a pinta de ser un chaval), llam� a mi mujer
y a su amiga, y vinieron al instante, apagamos las luces para poder verlo sin
que nos vieran ......
Vaya, vaya con el vecino, que desperdicio de hombre, con
lo bueno que est� ... (Dijo Marta).
Pues el chaval tampoco tiene mala pinta, y vaya aparato
que gasta, Por Dios, cuanto puede medir eso? Dijo Sylvia.
Menos de 24 cm dije yo.
Y Como lo sabes? Me dijo Sylvia.
Porque se la med� el otro d�a, dije en tono jocoso.
Vale, vale.......
Est�bamos haciendo comentarios cuando vimos que hab�a otra
persona en la habitaci�n, era la mujer del vecino, que se mov�a por la
habitaci�n haciendo fotos con una c�mara .... Me estaban poniendo a mil.
Como se lo montan los vecinos, y parec�an tan inocentes,
mira que hay depravados por el mundo. (dije yo).
Depravados? No disimules, ya te gustar�a a ti .... (me
dijo Sylvia)
A mi, �el qu�? Comer una polla de un negro, est�s loca
....
No, me refiero a que te hicieran fotos y eso, vamos que
tambi�n te gustar�a comer una polla as�, (me volvi� a decir Sylvia)....
Creo que a ti si que te gustar�a, y si mi mujer me dejara
te ibas a enterar de lo que es un buen rabo ....
No te pases, Ricardo, (Me dijo mi mujer)
D�jalo, todos los tios son as�, unos fantasmas, ....
Fantasma? Yo te aseguro que la tengo m�s larga y m�s
gorda .... �O no Marta?
Calla, calla. Dijo Marta.
A esto nuestro vecino estaba ahora compartiendo la comida de
polla con su mujer, que de repente se quit� al marido de un lado y dejo que el
negro se la metiera de golpe, ella tumbada en el filo de la cama y el negro
inclinado sobre ella, a esto el marido se puso detr�s de este a comerle el culo
.....
Bueno, esto es mejor que el porno del plus, que hacemos?
Lo grabamos?
�teneis c�mara? (Dijo Sylvia)
Si, el otro dia se compro Ricardo una buen�sima.
Si quereis os sac� una peli como esa, )Dijo Sylvia
Ri�ndose).
Marta es algo vergonzosa, no se a ti que te cuenta pero
eso no lo hace ni loca ....
No me provoques, me dijo Marta.
Espera que traigo la c�mara ....
Si, si ... traela, dijo Sylvia, as� me ense�as a hacer
otras cosas.
No tard� un minuto en traer la c�mara, mi mujer me dijo que
estaba loco, que ni de co�a, y esas cosas, y yo empec� a grabar lo que se pod�a
de los vecinos, mi vecina en este momento se estaba metiendo las dos vergas en
la boca,..... no parec�an tener fin, as� que me puse a grabar a mi mujer y a
Sylvia, que estaban embobadas mirando
Que haces? Deja de grabarnos, s�cate tu, me dijo Sylvia.
Tienes los pezones marcadillos, eh? Te est�s poniendo eh?
Le dije a mi mujer.
Anda que tu no, me dijo ella.
Yo voy a reventar.
No te prives, me dijo Sylvia.
Y dicho esto me saque la polla, que como ya habia dicho la
tenia mas grande que la del negro, y les dije, mirar, para reventar, las caras
de las dos eran un poema, mi mujer se qued� con cara de tonta, y Sylvia con cara
de Sorprendida, quereis un poco? Dije yo.
Mi mujer no dijo nada, pero Sylvia pidi� permiso para tocar,
exclamando que nunca vio nada parecido, mi mujer le dijo .... Hazle una paja y
que se quede tranquilo el salido este.
Jol�n hija, es normal, yo estoy tambi�n excitad�sima.
Puedo de verdad tocarla.
Haz lo que quieras. Como si te la quieres comer ...
No hab�a terminado de decir esto cuando me agarr� la polla y
empez� a acariciarla con miedo y despacio, mientras yo me grababa ... sigui� con
un poco m�s de ritmo, pero se la ve�a cortada, entonces mi mujer le dijo que no
se cortase y que as� no iba sino a pon�rmela morcillona, fue como magia, Sylvia
empez� entonces hacerme una paja que me hizo tirar la camara, mi mujer entonces
la cogi� y empez� ella a grabar, yo me recost� en el sof� y Silvia empez� a
chuparme la verga, apenas el entraba en la boca, as� que solo me la llenaba de
saliba y le daba lenguetazos, empece a acariciar las piernas de mi mujer que
estaba a mi lado y a subir hacia sus braguitas por debajo de la falda, ella se
dejaba a hacer, cuando llegu� a su co�o estab empapado como si se hubiera meado
encima, entonces le baj� las bragas y acerqu� mi boca a su raja, Sylvia segu�a
chupando como si le fuera la vida, mi mujer le dijo que si quer�a se la pod�a
meter, no tard� ni diez segundos en subirse encima, quitarse el pantal�n y las
bragas y dejarse caer sobre mi falo, empec� a agarrarle el culo mientras com�a
el co�o de mi mujer, que estaba de pie en el sofa, grabando como me follaba a su
amiga, ahora tambi�n empec� a comerle la boca a Sylvia y a pasarle los jugos de
mi mujer, le temrin� de quitar la ropa y le dije a marta que hiciera lo mismo,
cuando ya estabamos todos en bolas les dije de ir a la habitaci�n, y entonces me
levant� con Sylvia a�n con mi polla dentro y me la llv� a la cama, mi mujer dio
entonces que le tocaba a ella grabar, y Sylvia dijo que la dejase un momento que
se iba correr .....
Yo le abr� un poco el culo con las manos y le di un par de
embestidas fuertes, entonces ella empez� a gritar como una loca, me corro, me
corro, me corro, parec�a como se la pegasen, cuando se sali� empez�a besarme y a
darme las gracias por el polvo, y a mi mujer igual, y entonces, cuando la besaba
en se�al de gratitud empezaron a comerse las bocas, y a meterse mano, era
incre�ble, que espect�culo, empec� a grabar yo ahora, miestras me mansturbaba
sin parar, se enlazaron las dos en un beso y yo empec� a meter mi polla en el
co�o de mi mujer, que estaba abajo, las hice tumbar a las dos boca arriba y fui
cambiando de chocho cada vez que quer�a, les dije que acababa y mi mujer puso su
mano para que me corriese en ella, empez� a salir lefa por todos lados, y llen�
la mano de mi mujer, entonces ella se lo extendi� a Sylvia por las tetas y
empez� a besarla y a chuparla, fue incre�ble, nos dimos una ducha y cenamos los
tres juntos, y volvimos juntos despu�s de cenar mientras ve�amos lo grabado.
Sylvia vive con nosotros desde entonces y puedo decir que
somos un matrimonio de tres. Al negro no lo volvimos a ver, pero nunca m�s hizo
falta esa chispa de arranque, ahora tenemos una cama m�s grande, a mi me encanta
dormir entre las dos y apuesto a que tres mujeres ser�a demasiado, pero si
alguna quiere vivir en estado de orgia permanente en el coraz�n de la Costa del
Sol .... POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
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Relato: Nueva Vida
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