La enfermera del asilo
Disfruta de los viejos
A continuaci�n, les voy a detallar un acontecimiento real que
acaeci� en Huelva, ya hace algunos a�os. Yo por esos tiempos, ten�a una amiga
trabajando en el asilo, Amanda, y a veces iba a visitarla por las noches, pues
ella estaba sola cuando le tocaba ese turno y se aburr�a. Lo que les cuento
seguidamente, sucedi� una noche, fui a visitarla, normalmente est�bamos en su
despacho, y all� habl�bamos o pas�bamos el rato jugando a algo.
Lo que me resultaba raro era que siempre mi amiga se iba una
vez al ba�o, seg�n manifestaba ella, y tardaba bastante en volver, no s� lo que
ella hacia all�, pero no era normal. Una de las noche de las que le gir� visita,
decid� seguirla cuando ella se dispon�a a ir al ba�o como todos los d�as, comido
por la curiosidad, me acerqu� al ba�o, pero all� no estaba, adem�s no hab�a
ning�n s�ntoma en el aseo de haber pasado por all�, me par� un momento a pensar,
y decid� empezar a curiosear por el asilo, para ver si la ve�a, empec� por los
alrededores del aseo, pero no la encontr�, empec� a ver algunos dormitorios,
hasta que visitadas unas cuantas de habitaciones di con ella, Amanda estaba de
pie al lado de una cama de matrimonio, en el interior de esta, se hallaba un
anciano dormido, el cual con la posici�n, miraba hacia el techo, la habitaci�n
estaba en penumbra, la �nica luz que hab�a era de un flexo que ten�a este
dormitorio. Mi amiga Amanda, era casta�a, el pelo le llegaba por los hombros, su
estatura estar�a alrededor de 1,70 cms, pesar�a alrededor de unos 60 kilos, ella
ten�a unos senos muy hermosos y grandes, una boca lujuriosa, muy carnosa, un
culito resping�n, que atra�a bastante.
Al momento de yo estar all�, en la puerta de la habitaci�n,
sin que ella me pudiera ver, silenciosamente y sin que se diese cuenta de mi
presencia, Amanda relajadamente se introdujo en la cama del abuelo, coloc�ndose
en su lado derecho, el viejo ten�a una comprensi�n media, ni gordo ni delgado, y
no era muy alto. Ella se puso a acariciarlo con la mano derecha suavemente sin
despertarlo, comenz� en el pecho, donde se recre� un largo tiempo gustosamente,
para posteriormente del calentamiento inicial, descender su mano hasta alcanzar
el pantal�n del pijama, una vez que lleg�, empez� a acariciar un poco el pene
del anciano por encima de los pantalones, para pasar al rato a quitarle el bot�n
y ella le baj� un poco estos y los calzoncillos a la vez, todo esto sin
despertarlo.
Tras observar un momento la polla que ten�a delante, tom� su
verga sabiamente con una mano, y tir� de su prepucio hacia atr�s, hasta que
emergi� el glande, esto hizo que su pene expusiera los primeros signos de
excitaci�n claros, ya que el aumento del tama�o de la polla del anciano fue
considerable, de estar relajada, a empezar a estar alterada. Ella pausadamente,
acerc� su cabeza al miembro, abri� la boca y se meti� la cabeza de su pene,
quedando sus carnosos labios fuera, la verga estaba aunque excitada algo
blandita, aunque eso s�, el pene crec�a por momentos.
Ella saboreaba su polla con la lengua, hasta lograr ponerla a
su m�ximo esplendor, despu�s de esto, empez� a meterse m�s en la boca,
embutiendo casi toda, se la sacaba y met�a disfrutando de esto, despu�s continu�
por fuera, mamando los laterales del pene, despu�s continu� con introducciones
m�s profundas, las cuales le deb�an llegar a la garganta, pues teniendo en
cuenta el tama�o del pene, y que se lo met�a entero, el fin de este deb�a ser la
parte m�s profunda de la boca, tras un rato as�, y con sonrisa de estar
disfrutando, ella se sac� de la boca la verga, y empez� a masturbarlo con una
mano, primero lentamente, y despu�s algo m�s r�pido, mientras, a la vez, ella se
pajeaba con la otra mano su co�ito por dentro del pantal�n del uniforme.
Ella continuaba masturb�ndolo a �l placidamente con una de
sus manos, disfrutando del momento que ten�a, cada vez lo hac�a con m�s
violencia y rapidez, que era seguida por su otra mano, la cual tambi�n era m�s
veloz con su co�ito, se pasaba la mano de arriba abajo, refreg�ndola en su
rajita, a veces intercalaba este movimiento con la introducci�n de alg�n dedo en
su vagina, su co�ito estaba muy mojado, estaba muy h�medo, esto se reflejaba en
su mano, la cual cada vez estaba m�s brillante. Bastante poco tiempo pas�,
cuando el pene del viejo comenz� a latir alocadamente, deseoso de reventar, para
posteriormente empezar a arrojar bestialmente chorros de semen, que cayeron por
varios sitios, parte en el pijama del anciano, algo en el suelo y lo �ltimo a lo
largo del brazo de Amanda. Mientras esto suced�a, el anciano innatamente tens�
todo su cuerpo e hizo una exclamaci�n peque�a, como un murmullo, parece que
hab�a disfrutado, aunque no se enterase de lo que pas�, hab�a sido un sue�o del
que disfrut� f�sicamente tambi�n, despu�s de esto, inmediatamente se relaj�,
prosiguiendo su sue�o normal.
Ella estaba muy excitada, y se empez� a masturbar
alocadamente, gimiendo de placer, hasta que estall�, y se corri�, estaba s�per a
gusto. Tras un peque�o relajamiento, Amanda se puso a limpiar todo un poco,
primero a �l como pod�a y sin alterarlo, para despu�s pasar a limpiar el suelo
con un trapo, y antes de que ella se asease, yo me dirig� r�pidamente a la
oficina, para no ser descubierto. Al momento lleg� ella, no le dije nada de lo
sucedido, y Amanda hizo como los otros d�as, como si nada hubiera pasado
continuamos hablando y jugando a cosas. Despu�s de un tiempo, yo me fui, me
dirig� a mi casa tras despedirme de ella, una vez que alcanc� mi domicilio,
corr� hacia el cuarto de ba�o, donde aun con el recuerdo de lo observado, me
baj� los pantalones y los calzoncillos, y me masturb� pensando en ellos, sin
muchas complicaciones expuls� el semen acumulado anteriormente con el numerito
de mi amiga con el anciano.
Autor: Fary
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