Mir� a Sonia encenderse un cigarro nerviosa. No sab�a si le
hab�a gustado aquel beso que le di en la puerta al entrar, pero por la cara que
ten�a con los ojos abiertos como platos me imagin� que estar�a alucinando tanto
como yo. Yo quer�a ser mujer, de hecho me consideraba una m�s despu�s de tanto
tiempo, pero Sonia y mi hermana a veces me excitaban tanto como ponerme la ropa
que ellas me regalaban. Despu�s de pedir un par de copas, ron con kiwi y vodka
con lim�n para ella, decidimos buscar a Tania y Juli�n. Pens� en Tania de nuevo.
Era incre�ble el cambio que hab�a dado. No ya solo que hubiera dejado de ser
Miguel definitivamente, sino que adem�s estaba dispuesta a ser la puta de
Juli�n. Mov� los hombros desnudos y me ajust� el top una vez m�s. Sonia sonri�
de forma compulsiva dici�ndome con los ojos que mirara a la esquina del fondo,
cerca de uno de los altavoces. Hab�a dos mujeres con un hombre bes�ndose a la
vez. Tras bebernos la copa muy r�pido, y sin se�al de Tania por el horizonte,
comenc� a pensar en mi hermana y lo que hab�a sucedido en casa antes de que
vini�ramos aqu� Sonia y yo. Hab�a penetrado a mi hermana por el culo, y le hab�a
gustado... ten�a que conseguir continuar con aquello de alguna forma, porque
hab�a sido igual de excitante que cuando me puse un top por primera vez a la
vista de ella y sus amigas.

Me acerqu� a Sonia por detr�s. Ten�a un culo impresionante
incrementado por los tacones alt�simos y anchos de sus botas negras. La falda
verde tan ce�ida y su jersey tan cortito ense�ando el vientre parec�an pegarse a
su cuerpo de una forma muy sugerente. Siempre hab�a querido ser como mi hermana
y Sonia y por fin lo estaba consiguiendo. Me mir� en el espejo y me sub� el
pantal�n vaquero azul clarito para que mi culo se pusiera tan firme como el de
ella. Ten�a que pensar que hacer con mi cuerpo, porque me sent�a fant�stica con
aquella ropa tan ajustada, de no ser por mi polla que a veces se revelaba
dej�ndome en evidencia.

Le pas� por la espalda mis u�as largas y pintadas de blanco
solo por las puntas y Sonia se dio la vuelta nerviosa. Me sonri� tras soltar el
humo de su cigarrillo.

- Bueno, t�a, �que hacemos?

Me pregunt�.

Tania no aparec�a y si mi vista no me fallaba, hab�a una
pareja de un hombre y una mujer algo mas mayores que nosotros, de unos 30 a�os
supuse, que nos miraba continuamente. Me acerqu� al o�do de Sonia. Me estaba
poniendo caliente tanto glamour.

- �Ves a esos dos?

Sonia levant� la vista y la baj� deprisa.

- Si...

- Pues no nos quitan el ojo de encima. �Te apetece ir a
hablar con ellos?...

Sonia puso cara de sorpresa y busc� algo por su bolso.

- Eh.... no... no lo se...

Yo la agarr� de su brazo y le abrac� su mano peque�a con la
m�a, llena de anillos plateados que mi hermana y ella me hab�an ido regalando.
Me hab�a convertido en su mu�equita desde el primer d�a y yo lo hab�a aceptado
con agradecimiento. Fuimos andando con pasos firmes clavando los tacones anchos
de nuestras botas hasta la barra, justo al lado de la pareja.

El era bastante guapo de cara, con la nariz muy perfilada y
unos ojos profundos pero agradables. Ella era mas alta que nosotras y su pelo
pelirrojo ca�a por sus hombros. Llevaba un traje negro de una pieza muy ajustado
con un cintur�n plateado rodeando su cintura perfecta. Nos pusimos a su lado
intentando disimular. Yo le puse mi mano en el culo a Sonia, que me mir�
ri�ndose, mezcla de verg�enza y estupor que yo tambi�n conoc�a.

- �Qu� haces?

- Pues qu�... �qu� voy a hacer?... somos pareja, �no?, venga
s�gueme el rollo, que quiero ligarme a ese t�o...

Ella abri� la boca pero no dijo nada. Supongo que se estaba
poniendo muy caliente, porque me agarr� de la cintura y acerc� su cara hacia la
m�a.

- Yolanda.... esto no se lo cuentes a nadie... �vale?

- �El qu�?

- Pues que... joder, no se... esto.

- �Le has contando t� a alguien que en realidad soy el
hermano de Bel�n?

Ella neg� r�pidamente.

- Pues entonces, t�a...

Sin dejarla pensar, acerqu� mi boca repleta de carm�n rojo
oscuro, como la tela tapiz de las paredes, y le di un beso largo y suave. Not�
como Sonia echaba su cuerpo contra el m�o y puso sus manos en mi culo. Yo me
sent�a cada vez m�s mujer, pero el besar a otra mujer me la puso dur�sima, y en
especial a Sonia... Tuve que apartarla con cuidado porque ella parec�a
hipnotizada con mi boca.

- Jo... joder... la hostia, tia...

- �Qu� te pasa?

- Nada... nada... �ser� lesbiana por morrearme con... vaya,
con una chica?

- Pero yo no soy una chica normal, Sonia... �Qu� m�s da?

Ella me acerc� de nuevo sus labios y me meti� la lengua hasta
el fondo. Me estaba poniendo a cien pasar mis manos por su culo tan ce�ido y
apretado. Me di cuenta con envidia de que sus pechos se hab�an puesto muy duros,
y el jersery blanco con l�neas rojas en sus mangas iba a explotar. Sin querer le
di un codazo al chico de al lado que nos miraba sonriendo.

- Perdona...

Dije con voz suave, intentando parecer tranquila. El nos mir�
de arriba abajo.

- No... perdonarme vosotras. No me hab�a dado cuenta de las
bellezas que ten�a enfrente.

Sonia tosi� lo que le quedaba de copa en la boca y dej� el
vaso en la barra. Yo saqu� un cigarrillo de mi bolso vaquero peque�o y me qued�
mir�ndole esperando que me diera fuego. Tras un segundo inc�modo, el le pidi� el
mechero a la chica que ten�a al lado y me lo ofreci�. Lo encend� expulsando el
humo por encima hac�a los botes de luz. Se creo una neblina c�mplice. Sonia se
acerc� pasando sus manos por mi culo. Parec�a que tambi�n Sonia ten�a ganas de
pas�rselo bien, pens�.

- Bueno, chicas, hemos visto que os quer�is mucho... �os
gustar�a que nos quisi�ramos todos por igual?

Yo mir� a Sonia y despu�s las dos miramos a la chica que
estaba a su lado. Parec�a como si la conversaci�n no fuera con ella.

- Eh... �querer... como querer de verdad?

Pregunt� Sonia.

Yo pis� sus botas con las m�as y ella me mir� como si acabara
de meter la pata d�ndose cuenta muy tarde. Las dos sonre�mos como gilipollas.

- �De verdad?... bueno, si a eso le llam�is querer de verdad,
pues si, querernos todos por igual, de verdad.

Yo me acerqu� y pase mis u�as por su pantal�n negro hasta la
entrepierna. Despu�s de todo lo que hab�a pasado el �ltimo a�o aquello no me
daba nada de miedo. Le toqu� la polla por fuera y me sorprend� que la tuviera
tan grande. Su chica mir� mi mano y sonri�. Se acerc� a mi y me pas� su mano por
la cara para despu�s irse directamente hacia Sonia, que miraba asustada a la
pedazo de mujer que se le ven�a encima.

El hombre me cogi� del culo y me peg� un beso tremendo en el
cuello pasando su lengua por mis pendientes de aro grandes. Cerr� los ojos. Era
muy excitante verse manoseada por un extra�o. Con el rabillo del ojo vi como la
mujer hac�a lo mismo con Sonia, que dej� caer sus brazos como si estuviera
muerta y disfrutaba de su primer beso con una mujer como dios manda. Despu�s de
que me tocara el culo varias veces y tras meternos la lengua hasta la garganta
el hombre me cogi� de la mano.

- Hay unos cuartos al fondo. Nosotros tenemos uno alquilado
siempre. Es por aqu�.

El hombre me arrastr� con su mano mientras Sonia caminaba
como hipnotizada mir�ndole el culo a la mujer. Sonia estaba descubriendo un
nuevo mundo, me dije.

- Sonia... �te lo est�s pasando bien?

Sonia me mir� con la cara hinchada de placer y asinti� varias
veces. La mujer se acerc� por detr�s suyo y la agarr� de los pechos. Sonia solt�
un gemido y cerr� los ojos un segundo. Se lo estaba pasando en grande. Subimos
unas escaleras tapizadas de rojo al igual que todo el pub y acabamos en una
puerta al final de un pasillo largo y estrecho. El hombre abri� la puerta y nos
propuso con el brazo que pas�ramos. Me acord� de Tania. �Estar�a ella en alguna
de esas habitaciones?. Dej� que Sonia pasara abrazada a la mujer primero y por
�ltimo entr� yo contoneando mi culo como hab�a aprendido meses atr�s. Pens� de
nuevo en mi hermana, y me imagin� la cara que pondr�a cuando se lo cont�ramos.

La habitaci�n era peque�a, con una cama que llenaba todo el
centro y una puerta de madera cerrada al fondo. Un par de l�mparas de luz verde
oscuro iluminaban vagamente la habitaci�n. El hombre nos miro sonriendo,
torciendo la boca con estilo. Parec�a una sonrisa de cine. Comenz� a quitarse el
pantal�n muy despacio hasta que se qued� en calzoncillos. Sonia se acerc� a m�
susurrando muy bajo.

- Que... que hacemos...

Antes de que pudiera decir nada el hombre se quit� los
calzoncillos y su polla erecta y kilom�trica apareci� antes nosotras. Yo abr�
los ojos, Sonia subi� las cejas y la mujer se acerc� al hombre pasando su mano
por la polla.

- Venir aqu�... vamos a presentarnos como es debido.

La mujer nos hizo un gesto con la mano doblando su dedo
�ndice y Sonia y yo caminamos hasta ella. Yo me imaginaba lo que ten�a que hacer
a continuaci�n, as� que me arrodille en la moqueta y abr� la boca
diligentemente. Ten�a unas ganas tremendas de mamar aquella pedazo de verga. Ya
no me bastaba con ponerme la ropa que mi hermana me regalaba. Le toqu� con la
lengua la punta, la cog� con mis manos y me la introduje hasta la garganta. Era
tremenda. Mi lengua casi no ten�a espacio para maniobrar y sent� como �l me
agarraba de la cabeza. Me empuj� varias veces hasta que cog� el ritmo que deb�a
tener y comenc� a mamar de forma compulsiva.

Levante la vista y vi como la mujer me sonre�a poni�ndome su
mano delgada en mi cabeza.

- Es buena, �verdad?... para ser un hombre lo hace bien...

Par� un segundo al o�r aquello. Siempre que me descubr�an me
pon�a muy nervioso. Ya hab�a tenido experiencias desagradables y nunca sab�a lo
que pasar�a. La mujer me forz� a seguir empujando mi cabeza.

- �Y t�, rubia?

Sonia estaba muy nerviosa, pero estaba tan roja de pasi�n que
su cara hinchada parec�a que iba a reventar. La mujer la trajo hasta donde
est�bamos y la hizo ponerse de rodillas junto a m�. Ella obedeci� de inmediato.
Mientras yo segu�a mamando a un ritmo fijo, Sonia me miraba intentando
comprender como se hac�a eso. Yo me saqu� la polla de la boca y le d� un beso en
la boca. Estaba tan sugerente con esa cara de no saber que pasaba a su alrededor
que me excitaba mas que la polla de aquel hombre.

Sonia se acerc� a la polla con miedo. Mir�ndome abri� su boca
y comenz� a chup�rsela muy t�mida.

- �Tu tambi�n quieres?... mira... se hace as�... como lo
hac�a tu novia...

Le dijo la mujer poniendo su mano en la cabeza para que
cogiera ritmo. Sonia cerr� los ojos y mam� por primera vez una verga del tama�o
de un cohete. La mujer se puso detr�s de ella y comenz� a darle un masaje en la
tetas. Yo llev� mi mano por debajo de su falda y comprob� que sus bragas estaban
encharcadas de lujuria. Le busqu� el cl�toris con el dedo intentando no hacerla
da�o. Sonia gimi� cuando lo apret� con cuidado sin soltar la polla con su boca.

All� est�bamos las dos, con una pareja de desconocidos
saboreando el placer del sexo con extra�os. De repente Sonia se sac� la polla de
la boca y tosi� varias veces. El hombre se hab�a corrido dentro de su garganta.
Sonia se pas� la mano por la boca y me mir� con verg�enza. Yo sonre� y me lanc�
a limpiar aquella verga rellena de semen pastoso. La mujer se arrodillo junto a
Sonia, la bes� en la mejilla y la llev� a la cama desnud�ndola con mucho tacto.
La puso a cuatro patas y le quit� la falda en un solo movimiento. Sonia abri�
sus piernas presa del morbo y comenz� a tocarse el co�o con sus manos hasta que
la mujer introdujo su lengua en su vagina. Sonia tir� la cabeza hac�a atr�s
dejando que su coleta colgara fl�cida. Aquella mujer la estaba haciendo so�ar.

El hombre me cogi� de un brazo y comenz� a darme un masaje en
mi entrepierna. Yo no quer�a que mi polla se desvelara todav�a, pero no pod�a
aguantarme m�s. Me abr� el pantal�n y dej� que mi polla saliera en toda su
longitud. Comenc� a pajearme ante la vista sonriente del hombre.

Sonia se corri� dando un chillido muy agudo cuando el hombre
se puso a mi espalda y comenz� a tocarme el culo con delicadeza. Cerr� los ojos.
Si hab�a algo que me gustaba de ser mujer era sentirme penetrado. Me fui a la
cama, me desnud� casi rompiendo el top y me tumb� boca abajo al lado de Sonia.
Not� como el hombre me atrapaba de las caderas y su punta de la polla atraves�
mi ano/co�o despacio. Comenz� a bombear con fuerza sin metermela toda hasta que
mi ano/co�o se abri� lo suficiente. Apret� los p�rpados y le cog� de la mano a
Sonia que estaba medio drogada del orgasmo. Aquel hombre me la estaba metiendo
tan fuerte que la sensaci�n de ser atravesada me lleg� hasta la garganta. Jade�,
gem� y al final sent� que algo viscoso y caliente me recorr�a el interior del
culo.

La mujer nos miraba de pi� concentrada sin perder detalle de
lo que haciamos. Sonia pareci� salir de su orgasmo continuo y me mir� sonriendo.
Se acerc� a mi y meti� su cabeza por debajo de mi cuerpo hasta que mi polla se
introdujo en su boca. Gem� mas fuerte. Estaba siendo enculada a la vez que mi
verga era chupada por Sonia. Era el colmo del placer. Descargu� toda la leche en
la cara de Sonia que no apart� la cabeza hasta que mi polla se pus� un poco
fl�cida del estr�s. Trag� todo y comenz� a hacerse un dedo. El hombre devolvi�
una mirada c�mplice a la mujer. Se acerc� a Sonia que estaba ensimismada en su
co�o y la puso en la misma posici�n que yo. Le toc� el ano con su dedo y lo fue
introduciendo hasta donde fue posible. Sonia no estaba acostumbrada, y emiti� un
grito de dolor y placer. Sac� y meti� el dedo hasta que me cogi� mi mano y
retir� el suyo para introducir el mio. Sonia movi� su culo varias veces. Yo
sab�a que Sonia quer�a haber jugado con su culito mucho antes, pero como siempre
el ano era un tema tab�. Miles de im�genes de Sonia, mi hermana y yo misma me
pasaron por la cabeza a mil por hora. Comprend� que Tan�a quisiera venir a estos
sitios.

Cuando Sonia se corri� por segunda vez, la mujer me mostr� su
cl�toris. Ten�a un piercing en uno de los labios que la quedaba muy radical. Le
mir� su cara alargada y seria y me lanc� a darla todo el placer que necesitaba,
a la postre todos hab�amos tenido nuestro orgasmo triunfal. Tras varios minutos
la mujer descarg� sus fluidos por la entrepierna.

Nos levantamos los cuatro y nos vestimos de nuevo. Sonia
ten�a cara de haber estado follando durante tres d�as, con un poco de ojeras, la
cara hinchada, p�lida y sonre�a muerta de verg�enza. Yo estaba muy relajada. El
hombre y la mujer nos despidieron en la puerta.

- Venir por aqu� cuando quer�is, bellezas.

Yo les sonre� pasando mi brazo por el de Sonia. Al cerrar la
puerta detr�s nuestra nos mir�mos las dos.

- Joder... �qu� hemos hecho?

Me dijo Sonia ofreci�ndome un cigarrillo que acept� con
prisa.

- Pues ya ves... que fuerte... �te ha gustado?

Sonia baj� la cabeza expulsando el humo guardando el mechero
en el bolso.

- Yo creo que s�... pero el semen sabe muy raro... nunca me
imagin� que fuera as�...

- �Y te gust� que jug�ramos con tu culito?

Ella me peg� un golpe en el brazo y me coloc� el top que lo
ten�a hecho una pena. Bajamos las escalera despacio por lo cansadas que
est�bamos. Tania segu�a sin aparecer as� que cogimos un taxi de vuelta a casa.

Era de noche cerrada. Hab�amos estado tres horas fuera pero
hab�an parecido cien mil. Sonia se estir� la falda un poco m�s cansada

- Bueno... ma�ana hablamos... que fuerte...

Me dijo un poco avergonzada. Yo la sonre�.

- No hemos hecho nada malo... solo disfrutar.

- si tu lo dices...

Cuando la fui a dar dos besos de despedida ella torci� la
cara y me plant� un beso con lengua incluida y sali� corriendo haciendo ruido
con sus tacones calle abajo. Yo saqu� el paquete de tabaco y me encend� uno
antes de subir a casa a contarle todo a mi hermana. Lo pens� fr�amente: Dejar
que mi hermana me convirtiera en Yolanda era lo mejor que me hab�a pasado nunca.
Y Sonia esta noche hab�a descubierto otra forma de placer. Tenia que hacer lo
que fuera para conseguir que mi hermana nos acompa�ara la pr�xima vez, porque
sab�a que Sonia estar�a dispuesta a volver. As� las tres seriamos much�simo m�s
amigas.

S�ptima entrega de las aventuras de Yolanda, su hermana y
Sonia. Espero que esta �ltima os siga gustando, porque se est� volviendo cada
vez m�s dif�cil sujetar a Yolanda. Tambi�n espero que sig�is con vuestros
mensajes y conectando conmigo para decirme lo que os ha parecido.