Por motivos de trabajo me cambi�
de casa, el departamento de comunicaci�n de una gran empresa solicit�
mis servicios para el lanzamiento y promoci�n de uno de sus productos
estrellas. Soy un mercenario que mueve su casa al ritmo del dinero, un
desarraigado de lujo.
Mi empresa me instal� en
el �tico de un c�ntrico edificio del barrio de Gracia en
BCN, una zona que si bien esta absolutamente revalorizada en la actualidad
que sigue manteniendo vivo el esp�ritu de un barrio, donde la gente
se conoce porque vive hace muchos a�os. El �tico era acogedor,
no muy amplio, con una magnifica terraza, era propiedad de la empresa y
por el hab�an pasado otros ejecutivos que temporalmente hab�an
prestado sus servicios con la compa��a.
La portera, Monserrat, era una mujer
de cuarenta y pico, vigorosa y trabajadora, delgada y con gafas que se
prestaba a solucionar mis problemas de intendencia a cambio de un sueldo
bastante accesible, viv�a en la planta baja con su marido, conductor
de autobuses urbanos y su hija Mimi, una joven de 17 a�os, huesuda
y delgada, casi esquel�tica, alta, pelo corto, gafas y no muy agraciada
en lo que se refiere a los c�nones de bellezas que la publicidad
y el consumo masivo nos imponen.
Monserrat ten�a llave de
mi casa, la limpiaba y me dejaba la compra diaria en mi �tico, la
verdad es que la compra se reduc�a a bebidas, algo de fruta, huevos
y poco m�s, lo justo para que un tipo que vive solo salga del trance
y mate el hambre cuando no le apetece salir a comer fuera.
Mimi era t�mida, callada,
de ese tipo de chica que no te mira a los ojos cuando habla, posiblemente
acomplejada y con temor a ver en tu mirada cierto desd�n. Cuando
su madre estaba atareada ella sub�a a casa a hacer la limpieza y
dejar la compra (mis Carlsbergs fresquitas) en el frigor�fico.
La primera semana fue vertiginosa,
trabajo y compromisos sociales hac�an de mi �tico coqueto
un lugar de paso, en el que dorm�a y poco m�s. Despu�s
de la vor�gine, aunque el ritmo no disminuy� en el trabajo,
s� el n�mero de horas, adem�s las continuas salidas
a cenar y copas, el pasteleo en definitiva, me aburr�an, alguna
tarde incluso me escapaba a media tarde y me pegaba una siesta reparadora,
con Monserrat y su verbo t�rrido y muy catal�n la relaci�n
era divertida, con su hija era distante, ella se mostraba temerosa y desconfiada
ante cualquier comentario, pero poco a poco, en dos semanas, ya ten�a
bastante confianza y cierta soltura a la hora de hablar conmigo de temas
intrascendentes, era su �ltimo a�o en el instituto, ten�a
magnificas notas, solitaria, sin amigas, no sal�a apenas de su casa
y a�n no hab�a decidido qu� carrera iba a estudiar.
Sobre esos temas giraban nuestras
escuetas conversaciones, hasta que un d�a le pregunt� c�mo
le iba con los chicos a lo que ella respondi�:
-Ni bien, ni mal, simplemente no
me va �a qui�n cree usted que puedo gustarle?
-Creo que a la primera persona que
debes de gustar es a ti misma Mimi, esa es tu primera tarea, adem�s
me gustar�a que me hicieras un favor.
-�Cu�l?- pregunt�.
-Que me mires a los ojos cuando
te hablo, me gustar�a saber cu�l es tu reacci�n a
lo que hablamos, adem�s mirar a los ojos es un signo de afirmaci�n
y seguridad personal, algo de lo que me da la impresi�n que no estas
sobrada, ser� un peque�o gesto y habr�s ganado una
gran batalla.
Levant� su cabeza y me mir�
sonriendo con sus grandes ojos negros, gan� enteros -creo que con
esa mirada puedes gustarle a quien te propongas Mimi-le dije.
Se fue a estudiar a su casa, pero
a partir de ese momento su actitud conmigo fue m�s abierta, agradable
y franca y sus conversaciones m�s sinceras, muchas tardes la encontraba
en mi casa estudiando, argumentando que su madre ten�a todo el d�a
la tele a toda leche y que le costaba mucho trabajo concentrarse, me preguntaba
por mi trabajo, si me hab�a costado llegar a donde estaba. Curioso,
mi situaci�n era buena pero no para tirar cohetes, pero a sus ojos
yo era una suerte de triunfador, un hombre de mundo.
Me preguntaba por las ciudades donde
hab�a trabajado, los pa�ses que hab�a visitado, el
caso es que sin darme cuenta me ense�� a mirar mi situaci�n
desde un prisma m�s positivo.
Las cuestiones de sexo siempre pasaban
de refil�n, un d�a me pregunt� si dol�a mucho
perder la virginidad, sus dudas y miedos me hicieron mucha gracia.
-La verdad Mimi es que no soy mujer
y no he pasado por el trance, pero creo que lo interesante es tener ganas
y que la chica est� lo suficientemente excitada para querer que
eso ocurra, hablando claro, que est� lo suficientemente caliente
como para que le importe un bledo el dolor inicial.
-La verdad es que me lo pregunto
a veces, pero ni me lo planteo, si apenas he besado a un solo chico y creo
que lo hago fatal.
-T� lo que necesitas es un
profesor- le dije m�s en broma que en serio.
-�Querr�a serlo usted?
-me solt� de sopet�n, me qued� un poco de piedra,
no me lo esperaba, adem�s no me hab�a planteado el tema de
un acercamiento f�sico a Mimi ni en lo mas remoto, f�sicamente
no me atra�a mucho, la diferencia de edad y la confianza con sus
padre puede que fueran los motivos principales.
-La verdad es que me encantar�a
Mimi, pero la situaci�n es un poco confusa, t� a�n
eres menor de edad, yo aunque reci�n estrenado soy un cuarent�n,
adem�s la situaci�n no s� si ser�a la adecuada-
baj� su mirada y frunci� el ce�o dici�ndome
-yo no se lo dir�a a nadie-
Sonre� y le dije que se sentara
junto a m� -�de verdad que no te han besado nunca? bueno
a ver, qu�tate las gafas, abre tus labios y sigue mis movimientos-
acerqu� mi boca a su boca, sent� sus labios finos y calientes,
met� mi lengua en su boca, busqu� su lengua, ella imitaba
mis movimientos, respiraba profundamente, la apret� contra m�
y estuvimos bes�ndonos c�lida e ininterrumpidamente casi
diez minutos.
-Es fant�stico- me dijo-
pero ya me tengo que ir, mis padres me esperan, hasta ma�ana.
Al d�a siguiente la encontr�
en la porter�a cuando llegu� del trabajo, jurar�a
que me esperaba, me salud� cordial y no llevaba m�s de diez
minutos en casa cuando la o� entrar.
-Lo de ayer estuvo muy bien- me
dijo
La cog� de la mano la sent�
en el sof� y reanudamos el largo beso, en mis brazos y debido a
su delgadez parec�a fr�gil, a punto de quebrarse, acarici�
sus caderas mientras la besaba y comenc� a acariciar sus peque�os
pechos a trav�s de la camiseta, no llevaba sujetador, no los necesitaba,
sin embargo su pez�n era grandecito y duro al tacto, se estremeci�
al sentir mis dedos jugando con ellos pero no se cort�, besaba con
m�s ardor y suspiraba agitada, segu� besando su cuello, el
l�bulo de su oreja y cuando la vi lo suficientemente excitada sub�
su camiseta y comenc� a lamer, chupar y besar sus tetitas, se estiraba
y gem�a de placer, la situaci�n comenzaba a tener para m�
un gran atractivo, la presi�n de mi polla en el pantal�n
lo evidenciaban.
El morreo y las caricias duraron
esta vez media hora m�s o menos, ella se fue con una excusa y me
dej� a tope. Cuando sali� de casa, saqu� mi polla
y me hice una paja.
Me duch� y me prepar�
unas tapas y una cerveza, habr�a pasado una hora aproximadamente
cuando la o� entrar de nuevo.
-Mis padres han salido- dicho esto
vino hacia m�, me abrazo y comenz� a besarme. Comenzamos
nuestro ritual de caricias pero esta vez le quit� la camiseta, s�lo
ten�a sus vaqueros puestos, chupaba sus pezones y sent�a
como se derret�a de excitaci�n, su cuerpo comenz�
a atraerme.
-Tienes cuerpo de modelo- le dije,
su beso se hizo m�s apasionado, sus pezones duros me excitaban a
tope y la presi�n de mi polla se hizo evidente a los dos, ella se
puso colorada de verg�enza.
-Has conseguido ponerme a tope Mimi,
pero no quiero romper el encanto, si t� quieres lo dejamos.
Baj� la cabeza pensativa
y me dijo- �Me la ense�as?
Sonre� y me baj� los
pantalones y los calzoncillos, mi polla dura y tiesa asomaba desafiante
entre mis piernas, ella la miraba fijamente, no soy Tarz�n (quince
cent�metros con el capullo descubierto a tope) pero era su primera
polla y estaba sorprendida, cog� su mano y la puse sobre mi miembro,
sus dedos huesudos y delgados la hac�an parecer m�s grande,
le puse la mano en el tronco y comenc� a hacer con mi mano sobre
la suya el t�pico movimiento de vaiv�n de una buena paja,
continu� besando sus pechos, desabroch� su pantal�n
y met� mis dedos tras sus bragas, toqu� su pubis muy peludo
y llegu� a su co�ito, muy mojado, mojad�simo, ella
gem�a de gusto, en ning�n momento se opuso, ni expres�
la menor resistencia, estaba aprendiendo, aprendiendo y gozando.
Localic� su cl�toris
y lo acarici�, abr�a los labios de su co�ito, mientras
ella segu�a paje�ndome, no era muy h�bil pero la situaci�n
ten�a un morbo especial, sent� que me correr�a r�pido,
dej� de besarla y le dije que de seguir as� me correr�a
-quiero verlo-, me dijo y continu� masturb�ndome, gem�a
con mis caricias, segu�a sus movimientos y mi polla estall�
en una copiosa corrida que fue a parar a sus manos y al suelo.
Sus ojos brillaban, jurar�a
que ella tambi�n hab�a tenido un orgasmo, con una mirada
maliciosa que parec�a de otra persona, se acerc� los dedos
llenos de semen a la boca y lo prob� -esta rico- dijo. Acto seguido
se puso la camiseta y se fue sin despedirse, dej�ndome en esa rid�cula
escena que consiste en un t�o con los pantalones bajados y la polla
fl�cida, con el capullo brillando por la corrida reciente.
Al d�a siguiente no apareci�
por casa, comenc� a preocuparme por la situaci�n, quiz�s
hab�a llegado muy lejos, me qued� dormido y fui a trabajar
por la ma�ana, el ritmo de curro fue bestial ese d�a, llegu�
a casa a las ocho de la tarde, cuando abr� la puerta Mimi estaba
sentada en el sill�n -cre� que no llegar�as, mi t�a
abuela ha muerto y mis padres est�n en el duelo, tenemos casi toda
la noche- se levant� y me abraz�, comenz� a besarme
inquieta, mordiendo mis labios y palp� mi paquete con sus finas
manos.
Le quit� la camiseta, sob�
sus pechitos, los bes�, pero esta vez no me qued� ah�,
continu� bajando con mi lengua sobre su ombligo, mientras desabrochaba
su vaquero, segu� besando su bajo vientre, baj� sus pantalones
y bes� su sexo sobre sus bragas, ella estaba extra�ada, alerta
ante la nueva situaci�n, pero como de costumbre no opuso ning�n
tipo de resistencia, baj� sus bragas y me encontr� una panochita
morena y peluda, ol�a a limpio, ol�a a virgen.
La tumb� en el sof�,
le quit� los pantalones y las bragas, la ten�a totalmente
desnuda para m�, era delgada pero ten�a un cuerpo hermoso
y proporcionado, segu� besando y olisqueando su pubis, abr�
sus piernas y met� la lengua en su co�ito, gimi� y
se moj� en mis labios, localic� su cl�toris con mi
lengua, lo lam�, lo chup�, el exquisito sabor de un co�ito
virginal, sus gotitas perladas, un manjar de dioses, un momento sublime
que culmin� cuando la sent� vibrar al ritmo de mi lengua
apretando mi cabeza contra su co�ito y estirando y arqueando su
cuerpo, mojando toda mi cara en un fenomenal orgasmo.
Me incorpor�, me abraz�
apasionada, agradecida, hab�a descubierto el placer y era receptiva
-Ahora te toca a ti �quiero
que te desnudes!- casi me orden� mientras pod�a ver c�mo
la humedad de su co�ito hac�a brillar su entrepierna, en
una visi�n angelical.
Me desnud� apresurado delante
de ella, de pie, ella sentada ante m�, aferr� mi polla entre
sus dedos y despu�s de una mirada de duda y consulta acerc�
sus labios a mi polla y comenz� a besarla, cuando llevaba un minuto
as� le dije:
-Eso esta bien, pero debes de ir
a m�s, meterla en tu boca, chuparla con fuerza mientras me acaricias
las pelotas, sacarla, lamerme el capullo por el lado del frenillo, chuparlo
y volver a meterlo en tu boca- Comenc� a follar su boquita linda,
a sentir su lengua en la punta de mi polla, sus dedos sopesando mis test�culos
duros y llenos de leche, mientras me inclinaba a acariciar y pellizcar
suavemente sus pezones, una maravilla, inenarrable, aprend�a r�pido,
mujeres m�s experimentadas no me hab�an dado tanto gusto
con una mamada como me estaba dando Mimi en ese momento.
Me iba a correr y le avis�,
sigui� chupandome el capullo hasta que sinti� el primer chorreon
de leche caliente en su boca, la sac� y sigui� masturb�ndome
y acariciando mis pelotas mientras el resto de mi corrida inundaba su cara
sonriente.
La tom� en mis brazos y la
llev� al ba�o, entramos en la ducha, nos enjabonamos, lavamos,
observamos, acariciamos y besamos, hurgu� con mis dedos en su co�ito,
su culito, apret� sus nalgas contra m�, ella participaba
e imitaba mis acciones, con gracia e incluso cierta destreza innata, acerc�
sus labios a mi o�do y me pregunt�: -�me lo vas a
hacer?
-Si t� quieres- le contest�.
-Lo deseo, desde el primer beso
no se me ha quitado ni un segundo de mi cabeza la idea de tenerte dentro
de m�.
Nos secamos y nos fuimos a la habitaci�n,
tumbados desnudos y h�medos en la cama, abraz�ndonos, bes�ndonos,
invert� mi posici�n y met� mi cabeza entre sus piernas,
mi polla a la altura de su boca, lo tom� como una invitaci�n,
la meti� en su boca y comenz� a chuparla, nuevamente se moj�
en mis labios regal�ndome el m�s maravilloso n�ctar
que he probado en a�os, su flujo suave y transparente me embriagaba,
lam�a su cl�toris y met�a la lengua en su co�ito
apartando sus labios gruesos y rosados, ella gem�a y se retorc�a,
a veces desatend�a mi polla y la sacaba de su boca para masturbarla,
entend� que era l�gico, tal era su placer que dif�cilmente
se pod�a concentrar en mi nabo, lam� ese maravilloso cl�toris,
su aceitunita m�gica, lo chup� y mordisque� ansioso,
mientras met�a uno de mis dedos hasta la falange en su co�ito,
nuevamente llegaron sus espasmos, se estir�, aument� la densidad
de su flujo y sent� c�mo vibraba otra vez al ritmo de mi
lengua, me incorpor� y puse la almohada bajo sus nalgas. -Ah me
escuece-par� mis movimientos al o�r esto pero ella apret�
mis nalgas sobre s� -pero me gusta- segu� sacando un poco
mi polla y meti�ndosela de nuevo suavemente, su co�ito estrecho
y suave acariciaba y apretaba mi polla, era un sue�o, el delirio,
pero sin desmandarme, foll�ndola suavemente, tierno y con tacto,
quer�a que disfrutara su primera follada y su co�ito reci�n
desvirgado a�n era muy sensible al roce de mi polla, ella era la
que marcaba el ritmo de mis entradas y salidas, nunca m�s de media
polla fuera, sent� como sus juguitos aumentaban, c�mo estaba
cada vez m�s h�meda y mojaba mis pelotas, sent� que
le llegaba el orgasmo, cuando intu� que estaba en el cenit embest�
duro tres o cuatro veces, sac�ndola casi entera y meti�ndosela
de golpe mientras que chupaba con fuerza su pez�n derecho, sent�
su corrida en mi polla, se relaj� y me acomod� dentro de
ella sin moverme, abrazados, bes�ndonos, pasamos unos minutos.
Con cuidado y lentamente saqu�
mi polla dura, sin correrme todav�a, y examin� el estado
de su co�ito, la batalla hab�a causado un leve hilillo de
sangre que se deslizaba en la parte interior de su muslo mezcl�ndose
con sus jugos, su vagina estaba dilatada, enrojecida y follada. La tom�
de nuevo en mis brazos y la llev� al ba�o, puse agua templada
y la ba�� amorosamente, pasando una esponja por su co�ito
mientras la besaba.
-Ha sido maravilloso, como t�
dec�as, el gustito ha sido m�s bueno que el dolor- me dijo
emocionada.
La sequ� y nos fuimos a la
cama, se tumb� boca abajo y la observ�, su culito era maravilloso,
resping�n, marcaba una curva lind�sima y diferenciada con
su cintura, acarici� su espalda y comenzamos de nuevo nuestros juegos,
ella obediente y entregada, no opon�a ninguna oposici�n a
mis insinuaciones, no le ten�a que decir nada, parec�a que
ten�amos telepat�a, la levant� y la puse en cuatro,
la visi�n de su co�ito follado por primera vez, de sus labios
sonrosados ahora ligeramente irritados e hinchados, sobresaliendo entre
sus nalgas era apote�sica, apunt� mi polla y comenc�
a meterla lentamente al ritmo que ella demandaba, en un plis plas not�
c�mo mis pelotas topaban con su entrada, comenc� a moverme
en vaiv�n, sin sacarla, s�lo pill�ndole punto al movimiento,
hasta que not� su excitaci�n y comenc� a follarla,
poco a poco al principio, sin compasi�n a los pocos minutos, viendo
como su co�ito se tragaba toda mi polla en cada embestida mientras
ella me dec�a: -�Siiiiiiiiiiiiiiiiiiii! �asiiiiiiiiiii!
qu� gusto, qu� gusto! �f�llame, f�llame!.
Mi polla se deslizaba sin apenas obst�culos, pero con un gusto enorme
debido a la estrechez de su grutita, sent� una descarga de electricidad
en los cojones y sin darme tiempo a sacarla me corr� a tope, regando
su co�ito con mi leche caliente, en uno de esos orgasmos que recordar�
el resto de mi vida.
Disminuy� la intensidad de
nuestros movimientos tras la mutua descarga, ella se estir� en la
cama y yo sobre ella, sin sac�rsela, acariciando su cintura, sus
tetitas y besando su cuello. -Qu� rico, he sentido los chorritos
calentitos dentro de m�, esta vez ha estado mejor todav�a
que la primera. -Cada vez estar� mejor preciosa.
As�, con encuentros fugaces,
intentando que sus padres no sospecharan nada y follando a la menor ocasi�n
pasamos varios d�as. Lleg� el viernes, termin� de
cenar y me puse a leer un rato, a eso de la una de la madrugada sent�
la puerta, era Mimi.
-Mis padres est�n dormidos
he salido sin que se enteran, tienen el sue�o pesado- me dijo.
Comenzamos nuestros juegos, follamos
amorosa y placenteramente, en el entreacto me dijo: -Sabes, el otro d�a
en la ducha cuando me acariciaste y me metiste el dedito en el culete,
sent� una sensaci�n muy rara pero me gust�, �es
cierto que se puede meter la polla por el culito y que da mucho gustito?
-S� pero al principio tambi�n duele un poco -Eso ya me suena
y no me importa, �por qu� no me lo haces?
Fui a por la margarina a la cocina,
nos pusimos de pie frente al espejo y comenc� a besarle el cuello,
la espalda, invit�ndole a masturbarse ante el espejo. cosa que hizo,
observ�ndola en el espejo la vi hermosa, m�s llena, m�s
estilizada, una preciosidad, en pocos d�as follando hab�a
experimentado un notable cambio f�sico, me imagin� que su
apetito habr�a aumentado. Me arrodill� tras ella, la vista
de su co�ito entre sus piernas separadas era de locura, abr�
sus nalgas y met� mi lengua dentro de su culito, moj�ndolo
y foll�ndolo con ella mientras continuaba masturb�ndose,
sent�a c�mo apretaba mi lengua con su culito y gem�a
insinuante, llen� uno de mis dedos de margarina y comenc�
a meterlo lentamente, ella abr�a su culito y aument� el ritmo
de sus gemidos, se deslizaba dentro de ella, con cierto problema, pero
ella no se quejaba, segu�a gimiendo, saqu� el dedo, me unt�
otro m�s con margarina (un slogan: Tulip�n no falla) e intent�
con dos, esta vez se quej� levemente, pero aguant� estoica
la penetraci�n. Acariciando sus pezones con mis manos y besando
mi cuello le dije:
-No te preocupes, �sigue masturb�ndote!-
le dije mientras se la sacaba y se la volv�a a encajar, esta vez
no se quej�, continu� quieto hasta que excitada por su masturbaci�n
y por la dilataci�n de su culito empez� a mover y a demandar
m�s polla en sus entra�as, poco a poco, sin prisas (menudo
esfuerzo me cost� contenerme) fui penetr�ndola hasta que
sent� c�mo toda mi polla se encajaba en su culo, sin sacarla
ni moverla, continu� el vaiv�n que ella dictaba, se estaba
corriendo de nuevo y demandaba que le diera m�s ca�a.
-�Cabr�n! �me
follas! �me est�s follando el culo! �qu� gusto!.
Mi aguante tiene un limite, comenc�
a embestir con m�s fuerza, la sacaba un poco y la volv�a
a meter, s�lo unos cent�metros.
-�Ah! �me duele! �me
gusta! �c�mo me follas cabr�n! �c�mo me
follas mi culito! �ahhhhhh!.
Ahora la estaba follando sin contemplaciones,
ve�a su culo dilatado tragando polla, ajustado a mi polla, su presi�n
era maravillosa, he penetrado por el culo a muchas mujeres y a veces ha
sido complicado, con ciertas mujeres a la que la combinaci�n de
gustito y dolorcillo les excita m�s que el puro gusto la cosa va
de puta madre, Mimi era una de ellas y con ella estaba tocando el cielo.
-�Ay cabr�n c�mo
me pones, folla duro! -S�, te follo, estoy foll�ndole el
culo a mi putita y me vuelvo loco-dec�a a punto de morirme de placer,
cada vez que la embest�a apretaba con fuerza sus pezones y mord�a
en su hombro, estaba descubriendo su punto flaco, su necesidad de ser levemente
castigada, un puntito sado bastante soft que la volv�a loca de gusto,
me corr� en su culo con otro orgasmo de dos orejas, rabo y vuelta
al ruedo continu� bombeando en su culo hasta que sent� c�mo
llegaba su placer, las fuerzas le fallaron y cay� de rodillas frente
al espejo mientras mi polla sal�a de su culo, abierto, enrojecido
y chorreando de semen.
La tom� en brazos y la dej�
en la cama semiinconsciente de placer, observ� con deleite los restos
de la batalla, bes� sus pezoncitos mientras la acariciaba hasta
que me qued� dormido.
Cuando me despert� al amanecer
ella ya no estaba, as� seguimos los meses que estuve en BCN, recuper�
milagrosamente mi forma f�sica, ella esperaba todas las noches a
que sus padres durmieran para subir a follar a mi �tico y desaparec�a
sin hacer ruido antes de que despertara, eso s�, mis ojeras por
la ma�ana me llegaban al cuello. El precio de la felicidad. Si tienes
inter�s por el relato o por el que lo escribe, mi e mail es POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO