En aquel entonces yo estaba estudiando primero de BUP, ten�a
catorce a�os. Hab�a una profesora en mi colegio que nos daba la clase de
historia. Su cuerpo no era espectacular pero tampoco nada despreciable. Por
suerte ese a�o nos toc� que ella nos diera clases. Siempre vest�a faldas que le
llegaban por encima de las rodillas y blusas trasparentes que nos permit�an
verle el sujetador de encaje y de media copa que llevaba casi siempre. Tendr�a
unos 35 a�os y era divorciada.
Un d�a nos mand� hacer un trabajo para su asignatura. Al
terminar la clase me acerqu� a ella.
- Profesora -le dije- �Podr�a darme alguna bibliograf�a para
poder hacer el trabajo? Es que no s� por d�nde empezar.
- Claro -me respondi�, contenta de ver que me preocupaba por
su trabajo, o al menos eso cre� yo en aquel momento- En casa tengo unos libros
que, si quieres, puedo prestarte. �Qu� te parece?
- De acuerdo -le respond�- Tr�igamelos ma�ana y empezar� a
hacer el trabajo.
- No, no -me cort�- No hay tiempo que perder. Si quieres
entregar a tiempo el trabajo tendr�s que empezar hoy mismo. �Por qu� no me
esperas al final de las clases y vienes conmigo a mi casa para llev�rtelos?
- Est� bien -contest� yo titubeante- Si es necesario...
- Claro que es necesario -me dijo- Hasta luego y... no te
olvides.
Al salir de clase la esper� en la puerta de su despacho y me
llev� en coche a su casa. En el viaje me dijo que viv�a totalmente sola y que
aquello para ella era un completo infierno ya que hab�a estado acostumbrada
siempre a vivir con m�s gente y a estar acompa�ada. Entramos en su casa, una
vivienda de dos pisos muy grande y acogedora.
- Esc�chame -me dijo- Sube al segundo piso que es donde tengo
mi estudio. No es m�s que un dormitorio que he convertido en estudio, como vivo
sola no necesito m�s de un dormitorio... All� est�n los libros que te he
comentado. Yo mientras voy a mi habitaci�n para darme un ba�o y cambiarme. �De
acuerdo?
- Claro -le respond� yo simplemente.
- Voy a dejar la puerta del ba�o abierta por si tienes alguna
pregunta que hacerme, �vale? -me dijo dirigi�ndose ya a su habitaci�n.
- Muy bien, se�orita -contest� yo, fij�ndome bien en donde
estaba ubicado su dormitorio.
Cuando vi que desaparec�a por la puerta, me acerqu� a
hurtadillas esperando que no me descubriese. Un instante despu�s, cuando empec�
a oir el agua de la ducha correr, me asom� disimuladamente y pude comprobar que
su cuerpo era mejor de lo que siempre hab�a pensado.
Era la primera vez que ve�a a una mujer desnuda y me qued�
totalmente extasiado. Me retir� r�pidamente esperando que no se hubiera dado
cuenta. Esper� pacientemente a que saliera del ba�o. Al salir me llam�.
- Quiero hacerte una pregunta -me dijo.
- Lo que quiera -le contest� yo, pensando que ser�a algo
sobre el colegio.
- �Me encuentras guapa? -me dijo de repente.
Esta pregunta me dej� totalmente fr�o, sin saber qu�
responderle.
- Es que me he dado cuenta de que todos los chicos de tu
clase me miran de una forma muy especial -me confes�- Y me he preguntado... �Te
gustar�a verme desnuda?
Sin darme tiempo a responder se quit� la bata y descubri� sus
encantos. Todo mi cuerpo se qued� paralizado... Bueno, no todo. En mis
pantalones empez� a aparecer una erecci�n que cualquier persona con dos ojos en
la cara descubrir�a a 10 metros de distancia.
- �Vaya! -dijo sorprendida- �Por qu� no te desnudas y te
acercas a m�? No te voy a hacer nada... malo.
Hice lo que me mandaba mientras ella se acostaba boca arriba
sobre su cama. Sin perder el tiempo me sub� y la penetr� mientras mis manos
exploraban todo su cuerpo. De repente mi polla empez� a despedir torrentes de
semen llenando completamente su agujero.
- �Eras virgen? -me dijo cuando recuper� el aliento.
- S� -le contest� un poco avergonzado.
- Bueno en ese caso se comprende tu prisa por follarme -me
dijo- Pero a una mujer le gusta que la exciten primero y yo te voy a ense�ar
c�mo. Pero eso ser� luego, ahora descansa.
Me tendi� boca arriba dejando a la vista mi fl�cida polla.
Comenz� entonces a acariciarla con sus manos hasta que volvi� a ponerse dura. Se
la meti� en la boca y empez� a succionarla a la vez que con su lengua acariciaba
mi glande provocando explosiones de placer en m�. Por fin me corr� dentro de su
boca. Se trag� todo mi semen sin desperdiciar ni una gota.
- Venga, v�stete -me dijo sin m�s- Ya se ha hecho muy tarde.
De nuevo obedec� sin oponerme a sus palabras. Cuando ya
estaba a punto de salir por la puerta se despidi� de m� con un c�lido beso en la
boca.
- Ma�ana te espero a la misma hora -dijo- Tienes que recibir
la segunda lecci�n...
Naturalmente, al d�a siguiente volv� a por m�s... Y de los
libros, nunca m�s se supo...