Nunca pens� que un calentador
de agua averiado pudiera cambiarme tanto la vida. Era el mes de julio,
hacia un calor insufrible, y el maldito calentador se estrope�.
La verdad es que en pleno verano una se puede duchar con agua fria, pero
a mi siempre me ha gustado el agua calentita.
Eran las ocho de la ma�ana,
mi marido acababa de marcharse a trabajar, como siempre, estar�a
toda la semana fuera, y yo, tambien como de costumbre, sola en casa. Sono
el timbre, pens� que ser�a �l que hab�a olvidado
algo, y abr� sin mirar por la mirilla. Ante mi aparecieron un hombreton
de unos cincuenta a�os y dos jovenes de entre quince y veinte.
- Somos los fontaneros de "Tuber�a
feliz", venimos a arreglarle el calentador. �Es usted la Sra.
Maria, verdad?
Mientras hablaba, el que a todas
luces era el jefe, no paraba de mirarme. La verdad es que no era para menos,
la �nica prenda que me cubr�a, discretamente, era una camiseta
de futbol americano, de mi marido, que me serv�a de camisa de dormir.
Mis pechos eran bien evidentes, sin sujetador alguno que los contuviera.
Mis muslos quedaban totalmente al descubierto. A poco que me moviera se
me ver�an las braguitas sin ning�n problema. Y yo, con mis
25 a�os, aunque me est� feo decirlo, estaba para mojar pan.
- Si, si de acuerdo, pasen ustedes.
Siganme, por favor. - - La seguimos donde usted diga, se�ora. Mientras
ibamos hacia la galeria, sent�a sus ojos clavados en mis nalgas,
y, todo sea dicho, no me molestaba en absoluto.
Llegamos a la puerta de la galeria,
entre la lavadora y el marmol de la cocina quedaba un paso estrecho que
el Sr. Paco, que asi se llamaba el jefe, aprovech� inmediatamente
para darme un buen achuch�n.
- Huy, perdone Sra. , decia mientra
me refregaba su paquete por mis posaderas, y vaya paquete, que ten�a
el tio!!... Si le parece bien nosotros vamos trabajando...que debe usted
tener ganas de que funcione bien �no?
Les deje con su trabajo, mientras
me dediqu� a mis ocupaciones habituales. Estaba haciendo la cama
en mi dormitorio, agachada, de espaldas a la puerta, con el culito en pompa,
cuando not� una presencia extra�a, me volv� r�pidamente,
y ah� estaba uno de los aprendices, mir�ndome embobado el
culo, sin ning�n recato. Estaba colorado a mas no poder, yo me hice
la timida, estirando un poquito la camiseta, sin demasiado convencimiento.
- Si, dime � necesitas algo?
- - Dice el Sr. Paco, que ya est� arreglado, que si usted quiere
se puede duchar para probarlo.
En eso aparecieron los otros dos
- - Se�ora, si usted quiere puede aprovechar para estrenar el calentador
nuevo. - - Muchas gracias, ahora cuando ustedes se hayan ido, me duchar�.
- - No mujer, si le parece a usted bien, mejor que lo pruebe ahora, asi
si no funciona podemos acabar de arreglarlo. Nosotros aprovecharemos para
ir a desayunar. - - Bien, de acuerdo, voy a ducharme.
Los tres hicieron el ademan de irse,
pero solo el ademan, llegaron a la puerta la abrieron y la cerraron, pero
los muy cabritos se quedaron dentro, en la habitaci�n al lado de
la puerta.
Yo como una tonta voy y me meto
en la ba�era, estaba disfrutando como una colegiala con un chupa-chups,
el agua calentita resbalando por mi cuerpo y la verdad es que los tres
fontaneros estaban empezando a ponerme cachonda, con el regimen al que
me ten�a obligada mi marido, no era dif�cil.
En eso se abre la puerta del ba�o
y aparecen los tres fontaneros con sus "tuberias" en la mano,
yo al principio me asust� y estuve a punto de gritar, pero me contuve,
afortunadamente.
- Desde luego, est�s buenisima,
mucho mejor que con la camiseta. Anda hazle sitio al aprendiz, que tiene
que "aprender" de todo en esta vida.
Ya me hab�a apeado el tratamiento,
ni usted ni nada.Y, dicho y hecho, ya ten�a al aprendiz dentro de
la ba�era sob�ndome como un poseso. Desde luego el muchacho
tenia una buena "ca�eria", unos veinte centimetros de
carne joven a punto de estallar. Me arrincon� contra la pared, mientras
me mordisqueaba los pezones y me met�a mano en mi almejita, que
se estaba poniendo a tono. El otro, tampoco era manco y hac�a lo
que pod�a. Y el Sr. Paco dirigiendo la operaci�n sentado
en el bidet como si fuera su trono.
- Venga Antonio, mu�rdele
los pezones. Luis m�tele los dedos en el co�o, no veis como
la estais poniendo, la muy zorra est� que se derrite.
Y la verdad es que el tal Paco ten�a
raz�n, me estaban poniendo a cien, mi chocho estaba chorreando y
pidiendo verga...
- Dejame que te la coma un poquito.
Y, ni corta ni perezosa, le agarro la polla y empiezo a lamersela desde
la base hasta la punta. - - Hum, est� riquisima... �te gusta,
cari�o? - - Muchisimoooo... Estaba tan salido que en dos chupadas
mas se fue en mi boca, llenandomela hasta rebosar. No deje ni una gota.
El otro aprendiz, Luis, ya iba a
entrar en la ba�era, cuando Paco le dijo:
- Espera, vamos a secarla bien sequita,
y a la cama con ella. Te vamos a hacer una mujer, zorrita!!
Empezaron a secarme entre los dos
y no paraban de acariciarme, la nuca, los hombros, el culo, el pubis, los
muslos. Mientras iban besandome todo el cuerpo y d�ndome la lengua,
alternativamente. Yo no se para que me secaban, si despues me dejaban chorreando
de saliva.
- Venga putita, ya est�,
al catre!!
Yo iba delante, de ellos, totalmente
desnuda, y los muy golfos iban pellizc�ndome el culo y las tetas,
los cardenales me duraron una semana. Nada mas entrar en el dormitorio,
me enpujaron sobre la cama y empezaron a meterme mano.
- Anda, chupamela, me dec�a
Paco, poniendome su verga en los labios. Menuda tranca, era mas grande
que las otras dos... Realmente, me asustaba, pensar que ten�a que
metermela, pero lo estaba deseando. Mientras tanto Luis no paraba de sobarme
el chocho. Me separaba los labios y me acariciaba el clitoris. Parec�a
mas experto que Antonio.
- Por favor, m�temela ya.
Yo nunca hab�a dicho una cosa asi. Habia que verme abierta de piernas,
yo misma separando los labios de mi almejita y esperando la acometida de
Luis, y la boca ocupada hasta el fondo con la polla de Paco.
A todo esto, Antonio se habia recalentado
de nuevo y se incorporaba a la fiesta. Luis me la estaba metiendo hasta
el fondo, sus huevos chocaban con mi entrepierna, y no paraba de embestir.
Paco le hab�a cedido su puesto a Antonio, que me sujetaba la cabeza
y me follaba la boca. Yel "jefe" pronuncio las palabras fat�dicas
- Te vamos a dar por culo. D�
un respingo. Nunca le hab�a dejado a mi marido y ahora estos golfos
me iban a desvirgar el trasero, bueno ,este golfo, porque esto era jurisdicci�n
de Paco.
- No por favor, me vas a destrozar.
- Tranquila, no eres la primera
ni ser�s la �ltima, ni yo ser� el �ltimo en
entrar ah�, seguro que le vas a coger gusto. Cuando lo probais os
enloquece.
Ahora, Antonio se tendi�
en la cama, boca arriba con su mastil al aire. Venga, putita, m�ntalo,
me orden� Paco. Y no me hice esperar. A horcajadas me coloqu�
sobre �l, metiendomela hasta el fondo. Qued� a cuatro patas
con el co�o bien lleno con la polla de Antonio. Luis me la meti�
en la boca. Y por detr�s pod�a notar las manos de Paco prepar�ndome
el ojete. Un buen salivazo y empez� a meterme un dedo, dos y tres,
Muy despacito, fue muy bueno conmigo, mi esfinter se relajaba y al cabo
de un momento not� como su capullo empezaba a empujar...
- Ahhh... Cuidado, que me destrozas..
Los otros dos se pararon para ver el espect�culo de su maestro desvirgando
un culito.
Ya estaba la mitad dentro y entonces
de un buen empuj�n me la meti� toda. Me dej� sin aliento.
Cre�a que me destrozaba. Y entonces empez� a moverse despacito.
Culeando, y girando las caderas, Antonio empez� a coger el ritmo.
Sus pollas se deb�an rozar dentro de m�, estaban enloquecidos.
En pocos minutos estaban foll�ndome como si se acabara el mundo
y yo no paraba de jadear y de chupar...
El primero en correrse fue Luis,
que me lleno la boca, me rezumaba por las comisuras de la boca y no pude
tragarmelo todo aunque lo intente.
Antonio me reg� el co�ito
a conciencia y Paco la sac� de golpe y me ba�� el
culo con su esperma.
Caimos planos sobre la cama.
- Bueno, golfita, � lo has
pasado bien, eh ? Ya sabes cuando tengas algo que arreglar nos llamas.
Por el precio de hoy, te podemos ir arreglando la casa poquito a poquito.
- - Ahora que lo dices, necesitar� un electricista....
Pero eso es ya otra historia....