Hace algunos meses, V�ctor, un compa�ero de trabajo me pidi�
que fuera a dormir a su casa porque al siguiente d�a saldr�amos a un viaje de
servicio a las cinco de la ma�ana y eso me ahorrar�a levantarme a las tres
treinta de la ma�ana para poder llegar a tiempo a su casa que se encontraba m�s
pr�xima a la carretera que deber�amos tomar y �l llevaba el coche oficial.

Acced� a su petici�n y llegu� la noche de la v�spera en punto
de las diez de la noche. V�ctor me recibi� como buen anfitri�n y me ofreci� una
copa de brandy; �l estaba ya algo achispado y vest�a s�lo una bermuda muy corta,
estaba sin camisa y sin calzar. No lo hab�a imaginado en tal "facha".... siempre
formal con saco y corbata, eso s� muy atractivo.

Luego de tomar algunas copas y comer algunos bocadillos que
hab�a preparado para m� seg�n me dijo, nos fuimos a su habitaci�n y preparamos
la cama donde yo iba a dormir (una cama peque�a al lado de la suya). Me pregunt�
si no me molestaba que se desvistiera, que �l acostumbraba dormir sin nada de
ropa encima, obviamente le dije que no me importaba y de inmediato baj� su
bermuda y pude darme cuenta que tampoco llevaba calzones, como era mi caso.

Lo que vi me produjo un escozor, sent� que mi verga se
levantaba sin aviso, tan inesperadamente como hab�a sido aquella situaci�n.

Fuera de lo que describir� enseguida, sus atractivos para mi
gusto estaban en su barba partida, su cuello fuerte, sus pectorales de pezones
amplios y oscuros rodeados de exuberante vello negro, un caminito de pelos muy
marcado ombligo abajo y finalmente un gran colgajo formado por su gorda verga
cabezona sin circuncidar y dos enormes huevos que ped�an ser lamidos..... yo
estaba derriti�ndome de calentura, pero no sab�a si deb�a lanzar la carnada.

Ambos nos hab�amos sentado uno frente al otro, con las
piernas abiertas y para m� era muy dif�cil retirar mi mirada de tremendo
espect�culo, aunque ten�a las piernas cruzadas, me daba de repente entrada a
observar la uni�n de sus nalgas bajo sus huevotes, esa �rea tambi�n estaba
cubierta de abundantes pelos; ni siquiera recuerdo el tema de conversaci�n que
hab�amos tomado.

De pronto, se levant�, fue a un armario y buscando algo
dentro del mismo sac� una cinta de video y fue cuando me pregunt�:

"Antes de dormir �te apetece ver una pel�cula porno?; a m� me
gustan mucho y las veo casi todas las noches". Mientras la pon�a me iba diciendo
que se trataba de buenas cintas, que hab�a viejas muy buenas con enormes tetas y
con jugosas panochas, que algunas veces y no le daba pena decirlo, se masturbaba
vi�ndolas y entonces cargaba energ�as mediante el sue�o y por eso siempre andaba
de buen humor.

Mientras hablaba y corr�a la cinta, su verga cobraba
dimensiones y era realmente algo bello, apetecible. Cuando la cinta empez� a
correr, se recost� sobre la cama y su vergota apuntaba al cielo, �l ni se
inmutaba, mientras yo, trataba de esconder mi propia erecci�n y evitaba al
m�ximo volver mi vista hacia su armamento. Estuvimos un buen rato en silencio
viendo la pel�cula, sin embargo, cada escena donde aparec�a un cabr�n ofreciendo
su verga a una de las mujeres, fuera en la boca o en la vagina, mi verga sufr�a
espasmos de calentura y se pon�a cada vez m�s dura..... hubo un momento en que
ya no trat� de ocultar mi calentura, dej� que mi verga tambi�n apuntara al cielo
y la dej� ser.

No pude evitar la compulsi�n a masturbarme con esas escenas y
lo que estaba viviendo con V�ctor y empec� a masajear mi arma, subiendo y
bajando el prepucio, tranquilamente. Mientras tanto, en la pel�cula, un tipo con
una verga descomunal intentaba darse una automamada..... no alcanzaba y entonces
entr� una despampanante mujer que le ayud� en su empe�o y el hombre aquel
alcanz� a lamer la cabeza de su propia verga.......

V�ctor dijo de pronto que �l s� alcanzaba a darse una
automamada, yo le dije que no se lo cre�a. Por toda respuesta se estir� sobre la
cama, levant� las piernas, las ech� hacia atr�s, levant� la cabeza y empez� a
lamerse y a meterse la cabezota de su propia verga en la boca y eso a m� me
sobre calent�, intent� imitarlo pero no llegaba.

V�ctor se acerc� a mi cama, me dio instrucciones de c�mo
lograr esa proeza y mientras me indicaba, me apretaba el culo y me tocaba los
huevos, sufr� por lo inc�modo de la posici�n y entonces desist� de autochuparme.

Me sent� al borde de la cama y V�ctor se inclin� enfrente de
mis piernas abiertas, empez� a lamer la cabeza de mi verga y yo s�lo me recost�
hacia atr�s. V�ctor mamaba magistralmente, toda mi tranca entr� en su boca y
sent� que tocaba su garganta, lo hac�a de un modo genial y eso acentuaba el
calor que sent�a yo en todo mi cuerpo y de pronto, le avis� que estaba a punto
de soltar los mecos, dej� inconclusa su tarea, se puso de espaldas a m� y me
pidi� que me lo cogiera, me dijo que ten�a muchos deseos de sentir mi verga
horadar su culo, que estaba muy caliente y con esa intenci�n hab�a armado toda
la escena, que ten�a mucho tiempo deseando ser ensartado por m�, que le gustaba
mucho, que era su prototipo de macho. Eso me calent� todav�a m�s, pues tengo
espejos y no considero ser un tipo tan atractivo que pueda ocupar los sue�os y
deseos de otro, sobre todo con las caracter�sticas y cualidades de mi compa�ero.

Ten�a el culo tan dilatado y yo la verga ba�ada en precum y
saliva que no fue dif�cil met�rsela en dos empellones acompa�ados por sus
gemidos y un gritito de dolor que luego se torn� en un m�s, m�s, m�s, c�geme
papacito, m�temela toda.

Sin poder aguantar m�s, le solt� mi carga de mecos, sent� que
su culo apretaba mi verga y entonces busqu� la manera de coger su verga y
masturbarlo, justo cuando lo toqu�, solt� su caliente savia. As� fue, como algo
planeado en tiempo y forma.

Se levant�, trajo toallas h�medas para asearme, lo hizo
consigo mismo, apag� la video y me atrajo hacia �l, dormimos en su cama y por la
madrugada, a eso de las cuatro quince, volvimos a coger y ahora mi leche fue a
dar a su boca.

Nos aseamos con una reconfortante ducha y luego de vestirnos
y tomar un caf� subimos al coche y emprendimos la marcha. Todo el d�a fue de
trabajo, regresamos al anochecer, nos despedimos y, desde entonces, no se ha
tocado el tema.

Juli�n

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