Ferran, me gustar�a que ma�ana...
Que?
Que me ense�aras tu polla de nuevo...
Y eso?
Pero tu y yo solos, vale?
Vale-respondi� con toda la inocencia del mundo. Sin
insistir mas en mi curiosidad.
Y llego el d�a siguiente, y por tanto el recreo. Nos
fuimos al de los chicos grandes y all� nos encerramos los 2. Se bajo los
pantalones, el slip y all� asomo ese trozo de carne.
Ferran estaba operado de fimosis y un capullo sonrosado
asomando. Me pareci� una polla preciosa. Me sent� en la taza del water
quedando a la altura de mi cara semejante maravilla.
Ferran, te la puedo tocar?
Bueno-me dijo.
Los tocamientos se convirtieron en una paja que acabo
soltando una cantidad grande de leche que acabo en mi cara y cuello. Prob�
aquel liquido viscoso y me gusto. Mi amigo me mira y no dijo nada.
Al d�a siguiente llego el recreo de nuevo y esta vez con
el bocata en la mano y camino del patio fue mi amigo quien me pregunta si no
quer�a repetir lo de ayer, tal como le hab�a dicho
A vale dije. Me com� el bocata en 3 minutos, aunque no
sabia que ese d�a tendr�a postre.
Ferran directamente, una vez dentro, me pidi� que se la
tocase, yo empec� un ligero roce pero inicie una lenta pero efectiva paja,
por el despertar de su polla. Yo masturbaba su polla pero cada vez mas
acercaba mi cara. Hasta que mis labios, seg�n el movimiento de mi amigo,
rozaban la punta de su polla.
No me lo pens� mas y saque la lengua y la pase
ligeramente por su punta. Ferran me miro y no dijo nada, parec�a que su
silencio me daba permiso a seguir. Cerr� los ojos y me lance hacia su polla
introduciendo torpemente su capullo entero en mi boca. Lo chupaba como si de
un chupachus se tratase pero sin m�s. Ferran me agarro la cabeza en ese
momento y me introduzco mas polla en mi boca. Yo que me iba acostumbrando a
ella, entraba y sal�a de ella cada vez a mayor velocidad.
Mi mano derecha que acompa�aba el ritmo marcado por mi
boca como por los peque�os tirones que Ferran daba a mi cabeza mientras mi
mano izquierda acariciaba sus gordos huevos.
Javi, me corro- me dijo.
Hummm- conteste yo.
Efectivamente, en ese momento mi lengua recibi� su carga,
abundante como siempre ha sido de su ardiente polla. Me dio una arcada, pero
me recupere enseguida y empec� a tragar su rica leche y luego limpiando con
calma y tranquilidad su polla hasta dejarla bien reluciente.
Ese curso, el ultimo que estuve en ese colegio, beb�
much�simas veces su rico n�ctar pero tambi�n prob� otros que tambi�n os
contar�. Definitivamente, me hab�a convertido en un comedor de pollas.