Bueno ésta es una historia
que me sucedió hace algunos días. Mi nombre es Javier y tengo
17 años, mido 1,75 de estatura, delgado pelo negro ojos oscuros,
piel blanca.
Hace algún tiempo mis padres
me regalaron un pequeño perro pastor collie o como más se
le conoce, Lassie, era un perrito muy lindo y yo me encariñé
mucho con él.
Yo soy una persona muy inquieta
en cuanto al sexo, cuando me masturbo trato de pensar en cosas tales como
hacerlo con mis amigos, también para sentir mayor excitación
me la hago con el peligro de que alguien me pueda ver, generalmente esto
lo hago cuando estoy solo en casa y con la empleada esperando a que ella
suba y me vea mi mástil bien erecto.
En fin, hasta hace algunas semanas
mi perro cumplió un año de estar con nosotros, se había
puesto demasiado lindo y grande y excesivamente cariñoso. A veces
como es costumbre en los perros, cuando saludan a alguien le meten su hocico
por entre el culo a la gente, bueno es normal en los perros; pero para
mí eso se me comenzaba a hacer interesante.
Un día cuando mis padres
no estaban en casa, decidí estar acompañado con mi perro,
cuando él me vio hizo lo que para él era costumbre, meterme
la nariz entre las nalgas, en principio a mí me fastidió
eso pero cuando vi que no tenía nada que perder me dejé oler
de mi perro sin poner resistencia lo que me arrechó demasiado pero
en el momento no hice nada más solamente acariciarle la cabeza.
después de un rato me comencé a poner caliente al recordar
cómo me dejé olisquear de mi perro así de esa manera
y lo que hice fue lo siguiente: me paré frente a él y traté
de que me volviera a oler pero sólo acercó un poco su nariz
a mi trasero y la retiró luego, pero yo quería obtener lo
que quería así que traté de empujarle su cara con
mis nalgas para sentir un extraño placer pero el perro no me hizo
nada, así que me volteé y cogí su cabeza con las dos
manos y traté de acercarle mi pene a su boca, pero claro yo estaba
con ropa así que sólo le acercaba el bulto que se formaba
en mi pantalón; el perro comenzó a olisquetearme mi sexo
y a empujar su nariz contra mis genitales, me estaba poniendo cada vez
más caliente pero no me atrevía a hacer nada, porque en ese
momento no se me pasó por la cabeza la cantidad de cosas que podíamos
hacer juntos y solos. Al cabo de un rato yo ya me había calmado
un poco y mi perro estaba acostado en la alfombra sin hacer nada, cuando
se me pasó por la cabeza que me gustaría que el perro me
lamiera la cara y yo sin poner resistencia, y así lo hice, traté
de acercarme al perro para que me lamiera la cara y de inmediato sentí
el primer lengüetazo del perro cerca de mis labios, al principio me
dio un poco de asco pero después me acostumbré y en vez de
retirarme de la lengua del perro que ya me tenía la cara ensalivada,
decidí abrir la boca lo más que pude para que el perro me
lamiera también por dentro de mi boca, quería sentir el roce
de su lengua con la mía, prácticamente era como si le estuviera
dando un beso con lengua al perro, también le llené con mi
saliva su boca y él parecía disfrutarlo. Mientras estábamos
haciendo esto llegaron mis padres y tuve que soltarme del perro y correr
a abrirles. Ese día no pasó nada más con mi perrito.
Al día siguiente mis papas
decidieron que iban a irse de paseo y que no regresarían hasta la
noche así que me encargaron al perro y me encargaron que le diera
de comer, por supuesto yo sabía qué era lo que le iba a dar
de comer...
Tan pronto ellos salieron inmediatamente
me acerqué al perro y nuevamente le puse mi boca en su boca, después
quise que me oliera los genitales y el trasero, sólo que esta vez
el olisqueo no fue muy duradero y yo quería sentir sensaciones nuevas
por lo que tomé una determinación, dejaría que el
perro me olisqueara todo pero esta vez totalmente desnudo para que pudiera
poner atención a los detalles. Cuando me desnudé completamente
me tendí sobre la alfombra de medio lado con las piernas un poco
separadas y con los ojos cerrados esperando a ver qué pasaba. Qué
placer tan grande sentí cuando el perro me metió su nariz
entre las nalgas, era una nariz fría pero era delicioso pero esto
sólo sería el principio porque después comenzó
a pasarme la lengua por mi ano como queriendo limpiarlo, estaba que estallaba
de placer cuando de pronto siento que mete su cabeza entre mis piernas
desde atrás y comienza a buscar mi pene, lanzando lengüetazos
que me hacían sentir en el quinto cielo, su lengua entre mis piernas
tocando mis güevas era fabuloso uy no pude evitar derramar semen en
ese momento, pero cuál no sería mi sorpresa cuando veo que
mi perrito se lanza como hambriento a beberse los disparos de semen que
lanzaba, me lamía el glande las güevas, las piernas que también
estaban chorreadas, la alfombra también se manchó pero no
fue problema porque el maldito hambriento comenzó a chupar y chupar.
Duré más o menos cinco minutos con la cabeza del perro entre
mis piernas lamiéndome todo. Después de ese tiempo yo me
levanté me volví a vestir y me puse a ver televisión
con mi perro al lado, no podía aguantar las ganas de más
sexo con mi perro así que decidí hacerle algo que estaba
seguro le encantaría; comencé a sobarle la cabeza, luego
bajé al cuello después el estomago y fue entonces cuando
decidí bajar un poco la mano hacia el lugar donde estaba su pene
con un poco de reserva pero al fin mi mano llegó hasta su objetivo,
lo tomé con mi mano, era suave y su pelito lo hacía sentir
más rico, y comencé a masturbarlo sobre mi cama; el típico
movimiento de sube y baja durante largo rato pero no pasaba nada solamente
el perrito se dejaba hacer esto sin poner problema, hasta que lo veo que
se agita un poco y siento que su pene comenzaba a crecer y a crecer cada
vez más y más, cuando miré qué era lo que había
sentido vi una enorme y deliciosa verga rojiza de más o menos 20
cm de largo que lograba sentir con mi mano. Esto me hizo poner los pelos
de punta pero seguí masturbándolo, el perro se veía
agitado o más bien excitado y por supuesto también me excitaba
a mí, mi único objetivo ahora era hacerlo derramar y nada
más, pero mis pensamientos fueron cambiando cada vez que recordaba
lo que él había hecho conmigo, me comencé a imaginar
qué sería sentir la punta de su pene en los labios, me parecía
asqueroso pero muy excitante así que comencé a acercar mi
boca poco a poco a esa punta hasta que lo sentí, era algo un poco
cálido y húmedo que rozaba mis labios pero no me contenté
con eso así que quise también sentir el sabor y con mucha
cautela saqué mi lengua y le di un lengüetazo muy pequeño
y tímido, el sabor era como el semen de un humano, saladito y un
poco agrio pero era rico, y decidí coger ese pene como golosina
y se lo empecé a chupar , pasando la lengua por todos lados sacándole
el máximo de sabor, pero en un movimiento brusco del perro me lo
introdujo un poco más en la boca, tal que sentí cómo
mis dientes lo rozaron y la punta tocó mi paladar; fue entonces
cuando decidí mamarselo, metermelo entero a la boca y mamar y mamar
hasta que me extasiara. El sexo oral que le practiqué a mi perro
duró casi diez minutos, en los cuales los últimos 3 minutos
fueron de penetrada oral profunda y en el último minuto una eyaculacion
impresionante bañó mi boca; era demasiado semen, mucho más
del que produce un humano y para completar tenía que tomarme el
semen de mi perro si no quería ahogarme.
Al terminar mi cara terminó
absolutamente bañada en semen lo que mi perro solucionó inmediatamente
lamiéndomela completa pero el noventa por ciento ya estaba en mi
estomago, al igual que mi cara las almohadas de mi cama terminaron impregnadas
pero también lo limpió él.
Pasaron dos horas en las que me
quedé profundamente dormido al igual que mi perro, que culminaron
con la llegada de mis padres. No quedó rastro ni evidencia de lo
sucedido a excepción un poco de mi pelo que parecía pegajoso,
lo que mis padres me reprocharon y me pidieron que por favor me diera un
baño. Obviamente no sabían lo que tenía untado en
el pelo...
Bueno aquí dejo mi relato
pero esto no significa que aquí termina, después sigue y
además con la participación de amigos.
Me despido agradeciendo que hayan
leído mi experiencia.
Javier Andrés.
Si me quieren escribir comentarios
o sugerencias o lo que deseen pueden hacerlo a esta dirección POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO