En mi anterior relato les cont� como conoc� a Clarisa. Ahora les cuento que sucedi� al siguiente fin de semana, en el cual descubr� la verdad de su amigo-amiga.
De que me gustan los hombres, no hay ninguna duda; de que he tenido oportunidades mil de vivir experiencias deliciosas con sabrosos ejemplares masculinos, tampoco. Sin embargo, desconoc�a un placer oculto y en este relato voy a narrar mi descubrimiento.