Uno incansablemente busca o propicia momentos para tener relaciones; cuando te lo piden de favor las cosas cambian, pero que pasa si solo puedes utilizar tres sentidos y medio.
Ella era hermosa, sensual, una mujer completa a sus 35 a�os, yo apenas con 14. Su nombre era Eva, la madre de mi mejor amigo en la secundaria. Media casi 1.70 metros, delgada pero con una figura llena de curvas, sensual hasta la locura.
Dos amigos de veinte a�os, un chico y una chica. Se gustan, pero estaban en el descansillo de la amistad. Cada uno por temor, al que ser�a si se le dice el sentimiento y al otro no le gustas. Y se van de juerga y tienen que regresar y toman un autob�s. Est�n un punto achispados. La chica ha intentado provocarlo �con otros-, finge estar m�s dormida de lo que est�. Y ah� surge la chispa, el erotismo; ah� se inicia un noviazgo.