Tengo una prima que veo siempre, casi a diario. Esta prima
pues, a su manera, es especial conmigo. Siempre ha sido demasiado callada, y
poco comunicativa conmigo, e incluso hay d�as que me la topaba y ni siquiera me
decia hola. Pero bueno, asi era ella.
Es bastante bonita. De las pocas primas que tengo, es la mas
atractiva. Tiene quince, casi para diecis�is.
La verdad es que esta bastante rica, para ser tan joven es
bastante sabrosa. Tan solo con verla en sus pantalones de mezclilla ajustados me
exitaba. Su trasero era mas bien peque�o, pero si tenia unas nalgas bien
formadas, delineaban muy bien el contorno de todo su culito. Firmes, como
cualquiera desea, tan firmes como su busto, grande, generoso y firme. Envidiable
en cualquier forma que se vea. Es una mocosa, pero que b�rbara, esta demasiado
sabrosa.
Una vez estaba trabajando en el negocio, atendiendo clientes
y cobrando. Extra�amente lleg� alli, estaba empapada. Fr�a fr�a, como si
estuviera en nevera. Le prest� mi abrigo y se fue. De verdad me sorprendi� poder
ver sus senos a trav�s de su ropa mojada. Afortunado me dije, todo eso tiene que
ser m�o! No pod�a creer que ten�a una mujer tan sexy tan cerca y accesible a lo
que quisiera.
Al d�a siguiente, el d�a estaba malo, de hecho no hab�a nadie
en el local. Solo yo, la computadora y el radio sonando por horas.
Lleg� mi prima a dejar mi abrigo. Extra�amente me salud� de
beso en la mejilla, cosa muy poco com�n, puesto que nos vemos casi a diario.
Esta vez ven�a con unos pantalones de mezclilla tan ajustados que parec�a que
sus nalguitas quer�an saltarse hacia fuera. Una blusa de tela blanca muy linda,
con un escote recatado, que apenas me permit�a ver un poquito el entre busto.
Pasa ella y se siente, conversamos un rato. Yo cerr� la
puerta del local. Era hora de almuerzo. La invit� a almorzar, y hablamos mucho,
mas de lo que yo necesita para intimar. Le hice las dos preguntas de fuego,
(relaciones? vicios?) que se le pueden hacer a una chica con la que nunca
hablas.
Los dos sentados en el sof� conversando. Yo solamente trataba
de acercarme m�s. Cada vez m�s. Ya estaba a la par de ella. Me puse en pi�, no
pod�a creer que iba a intentar ligarme a mi prima, pero entonces me dije a m�
mismo que no fuera tan vulgar cobarde y me la levantara a cualquier costo.
Acomp��ame, le dije, te tengo que mostrar algo, es para tu
cumplea�os, per es sorpresa. La pregunta "a d�nde?" solo me provoc�. Ven nada
m�s. Con tono mas serio se lo repet�. Bueno, a ver que bueno tienes para
ense�arme.... que si ten�a algo bueno?? Para ense�arle?? Si si, bastante bueno
dir�a yo.
La llev� a la parte de atr�s, donde estaba una oficina vac�a
sin ventanas, solo una puerta y un sill�n grande e inc�modo, de esos que nadie
quiere. Al entrar me dijo, y bien? Que era...
Al entrar ya ten�a mi mano en su traserito, agarr�ndolo con
firmeza. La llevaba casi empujada por sus nalgas hacia adentro. Mi erecci�n ya
no era discreta y se me marcaba en el pantal�n. Ya dentro de la oficina, le dije
que solo le tapar�a los ojos, me coloqu� a espaldas de ella y puse mi bullto
exactamente en su trasero, restregaba sobre el de arriba hacia abajo haciendo
mayor esfuerzo cuando iba hacia arriba. Respiraba en su nuca, ella un poco
asustada me dijo que qu� hac�a.
Te doy tu regalo. Le dije. Ser� mejor que lo disfrutes. La
abrac� de la cintura y desat� toda mi exitaci�n. Tom� sus grandes senos en mis
manos y los apret� con fuerza. Un sonoro no rompi� el jadeo. Le saqu� la blusa a
fuerzas, sus pantalones de mezclilla fue lo mas dificil de bajar, hac�a mucho
esfuerzo, y ella segu�a resistiendose. Ya con sus pantalones en los tobillos,
tir� de su tanga, roja, de hilos, la cual cedi� sin m�s. Yo la abrazaba por la
espalda, y ya sin bragas mi bulto hac�a contacto directo con su vagina. Todo el
frente de mi pantal�n estaba mojado con los jugos de ella. La sujet� de un brazo
y me baj� con agilidad mis pantalones junto con la ropa interior.
Sali� mi pene como resorte, la volv� a abrazar por la
espalda, pero esta vez del abdomen. Con la otra mano sujetaba sus pechos. El
olor de su virginal entrepierna me desesperaba. Me sent� en el sill�n. Ella
cerr� sus piernas, pero mi mano pudo m�s, e inmediatamente le met�a los dedos en
su vagina, ella solo repet�a que no, que qu� me pasaba, por favor no... hasta
que mi dedo lleg� a su ano, despacito lo met� todo, y la sent� sobre mi. Mi mano
jugaba con sus tetas, las pellizcaba en los pesones, y mi otra mano la
masturbaba fieramente. Mi pene doblado hacia mi, estaba prensado en medio de las
dos nalgas de mi primita. Hasta que la hice reclinarse hacia el frente,
levantarse, acomod� mi pija y le dije que se sentara.
Mi pene directo en la entrada del orificio de la vagina, no
pasaba, estaba muy estrecha, la mitad de la cabeza del pene estaba adentro, pero
ella no bajaba m�s, sus piernas estaban tensas, ya no dec�a nada, mis dos manos
tomaron con fuerza esas grandes tetas, me acerqu� lo mas que pude a su espalda,
y la obligu� a bajar. Un suspiro enorme, y un fuert�simo apret�n en mi
antebrazo, me indicaron que no le dol�a del todo.
No habr� pasado mucho desde que la desvirgaron, lo m�s
probable. Pero segu� estrecha, muy estrecha, tanto que se me dificult� un mundo
poder met�rsela toda.
Ya con todo el pene adentro, me imagin� que solo mis bolas se
pod�an ver desde el frente. La tom� de la cintura y la puse a cabalgar, con
fuerza, cada vez m�s intenso. Ya para ese momento las piernas de ella hab�an
cesado la batalla y se resignaron a gozar con la cogida. Al no mucho rato, sus
gemidos me obligaron a hacerlo m�s fuerte, hasta que un grito ensordecedor pero
muy excitante sali� desde sus entra�as.
La levant� de su asiento, pero me qued� sentado, solo para
que ella se mantuviera como est�tica en esa posici�n, semi reclinada hacia m�,
la jal� para que levantara ese culo, y empec� a bombearla con mucha rapidez. Sus
gemidos eran interrumpidos por los golpes de sus nalgas con mi abdomen, lo que
sonaba muy gracioso, en verdad. Sus tetas brincaban, de arriba hacia abajo, de
adentro hacia fuera, y mientras yo agarraba una, la otra segu�a el comp�s del
sexo.
La acomod� en el sill�n, su culo qued� hacia fuera, met� mi
pene despacito por su ano, tan despacio que se me hac�a eterno. Ella solo
repet�a un "ay!" ya muy bajito, sin ganas.
Empec� a embestirla por detr�s con desesperaci�n, las
palabras "me vengo puta" siguieron una embestida salvaje por su culo. Ya no
aguantaba y me regu� dentro de su culo caliente. Segu�a dandole despu�s de
haberme regado, hasta la ultima gota.
En la segunda parte les narrar� como termin� de hacerselo y
lo que pas� con una amiga de ella a la cual tambi�n me la tuve que tirar solo
para que se callara.
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hasta la proxima.