Caminaba por las calles de Barcelona sin un rumbo fijo,ten�a
varias cosas en mi cabeza y necesitaba airear mis pensamientos.
Era un ser feliz,con mis veinticuatro a�os contaba y gozaba
de una vida envidiable: un buen puesto de trabajo,un cuerpo que era el centro de
atenci�n de muchas miradas,unos ojos azules que eran el cumplimiento m�s
caracter�stico de aquellas tantas personas que tienden a resaltarte tus rasgos
m�s caracter�sticos,una novia con la que llevar a cabo mis fantasias er�ticas en
la cama sin ning�n tab� y gozar de una plenitud intelectual y f�sica...en
fin,una vida entra�able.
No obstante la idea de estudiar de nuevo ten�a que ser
meditada al detalle:volver a la Universidad no era moco de pavo,y aunque para
muchas personas trabajar y estudiar resulta normal,para m� representaba un
cambio radical en mis quehaceres habituales.
Mi pareja,a la que siempre he sido fiel a pesar de que cuento
con un "historial" sexual,por as� decirlo,mucho m�s activo y fruct�fero que el
suyo,me hab�a dado todo su apoyo y me animaba a participar de lo que pod�a ser
una nueva etapa.Amo a Eva,siempre est� all� sin que se lo pida.Existe esa
complicidad tan dif�cil de encontrar entre dos personas:aquella que habla con
las miradas,el de entendernos sin la necesidad de explicarnos las cosas al
detalle,aunque dialogar ,siempre se nos ha dado de lo mejor,puesto que en el
di�logo permanece el secreto de nuestro buen convivir.El sentido del humor es
otra clave que nos define,tambi�n.
Estaba ofuscado en mis pensamientos cuando fui a encenderme
un cigarrillo.Me quedaba poco tabaco y decid� ir a comprar otra cajetilla,puesto
que el vicio es el vicio...y por experiencia:m�s vale prevenir que curar.
Mir� a mi alrededor y a lo lejos,a la otra punta de la
calle,v� el letrero de un estanco que me ven�a como anillo al dedo.Me dirig�
hac�a all�.
Al entrar,dos chicas estaban comprando un art�culo de
fumadores y distraido,empec� a buscar el dinero justo para realizar mi gesti�n e
irme.
Cuando por fin o� que se desped�an,alc� la mirada y v� a una
se�ora de unos cuarenta y cinco a�os detr�s del mostrador.No era la t�pica
se�ora en la que te fijar�as si la ves por la calle pero ten�a una magia
especial,tentadora,morbosa... Unos pechos voluminosos que se resaltaban con la
camiseta ajustada que llevaba,un pelo largo y pelirrojo que llamaba much�smo la
atenci�n,unos labios carnosos,un pantal�n corto ajustado (ya que est�bamos a
verano y el calor era insufrible debido a la humedad del clima catal�n),unas
piernas contorneadas y robustas...bien tratadas,se ve�a que estaban
acostumbradas a soportar ejercicio y unas sandalias con unos pies
preciosos,morenos.
Mi cara de embobado debi� llamarle la atenci�n,ya que de
pronto mi reacci�n fue de asombro,aunque repito que no era la t�pica belleza
monumental que se describen en muchos relatos,m�s bien era una persona con
gracia,con estilo,con sello...de aquellas que te dan un morbo inusual...
Se ri�.Me miraba con gracia,como si le hubiera caido bien
porque ya digo que no pude articular palabra.Cuando ca� en el detaye de que mi
silencio era c�mplice de pensamientos que iban m�s all� de una cajetilla de
tabaco,pude pronunciar mi primera frase:
-Hola,buenas tardes.Quisiera un Marlboro,por favor.
Ella,volte�ndose detr�s del mostrador,accedi� a coger lo que
le hab�a pedido,gesto que aprovech� para examinarle el culo descaradamente.La
vista de aquella masa de carne me enloquec�a:no era el t�pico culo resping�n
pero s� ten�a una forma que invitaba al abrazo.Sin ser muy grande tampoco era
peque�o y me hizo gracia que llevara tanga.En pocos segundos,puesto que cogi� el
Marlboro muy r�pido,mi mente hizo un an�lisi detallado de c�mo cre�a que ser�a
la estanquera: me la imagin� como una mujer casada,abierta de car�cter,sin
complejos,felizmente entregada a su marido en la cama y muy pasional...eso me
puso a mil.
-Vaya,veo que la gimnasia no est� re�ida con el tabaco-me
dijo con gracia ofreci�ndome mi cajetilla.
-No.En absoluto-respond� r�pidamente-Adem�s s�lo fumo para
toser lo justito.
Aquel comentario desat� una carcajada esperada,una reacci�n
amiga.
-T� no eres del barrio-Afirm� prolongando la risa.
-Pues la verdad es que no.�c�mo lo sabe?
-Me hubiera acordado si hubieses estado antes aqu�.
Esto podr�a haber sonsacado los colores de la cara de muchas
personas t�midas,pero yo estaba tranquilo y a gusto con aquel halago tan
espont�neo,puesto que me sent�a bien entre aquella compa��a.�Sabeis aveces que
tenemos la sensaci�n de que alguien nos cae bien sin nisiquiera conocerle?.Esto
es lo que sent�a.
-Pues creo que ya tengo nueva proovedora de tabaco-respond�
con una sonrisa segura.-
Ella,con un adem�n educado y manteniendo en sus labios
aquella corbatura que me hac�a sentir "entre amigos",me tendi� la mano para que
le diera el dinero del paquete.Alargu� mi brazo y puse las monedas encima de su
palma.No fue un movimiento normal,en absoluto.Pude comprobar como en mil�simas
de segundo se envolv�a la eternidad en el contacto de nuestras manos.Fue una
especie de fusi�n dentro de una chispa,entre un espacio de tiempo tan reducido
que no hubiera levantado sospecha si hubiera habido m�s clientes en la
tienda.Ten�a la sensaci�n de que a ella le hab�a pasado lo mismo...fue algo muy
raro.
-Venga, a ver si es verdad y cambias de proovedor.
Entre dos sonrisas desaparec� de la tienda.
Pasaron los d�as y no pod�a sacarme de la cabeza aquella
mujer de la tabacalera.Me ven�an preguntas a la mente como por ejemplo c�al
ser�a su nombre,su edad,sus preferenc�as musicales,sus aficiones,sus fantas�as
er�ticas....preguntas que me obsesionaban hasta tal punto que decid�,despu�s de
hacerme numerosas pajas pensando en ella,que ten�a que volver a verla.
Cog� mi coche y fui directamente al barrio de Gr�cia.Aparqu�
a la primera,cosa rara en m�,puesto que soy el t�pico gafe que siempre tengo que
dejar el coche en alg�n parquing.
No sab�a si mi actitud era la correcta.�Qu� pensar�a Eva de
esto?...�Estaba enga�ando a mi novia o s�lo voy a tontear con una persona que me
cae bien?...Todas estas preguntas me creaban un cargo de conciencia enorme...y
decid� arrancar de nuevo el motor y salir de all� (que tiene su gracia,para una
vez que encuentro sitio a la primera).
De pronto,oigo como pican a la ventanilla del coche.
-No saludes Sergio,no saludes...Anda que ya te vale,vienes al
barrio y ni te atreves a llamar...
Esa voz era de Gustavo,un amigo del trabajo,no ten�a
confusi�n alguna.Gustavo era un gran compa�ero,de hecho,es de aquellos
colaboradores que siempre te facilitan las tareas y exist�a un "feeling" que
nunca se hab�a extendido fuera de nuestro �mbito laboral.
-��Qu� pasa Gus?!-Salud�.
-Pero tio...�Qu� est�s haciendo aqu�?
-Pues un recado.He terminado de hacer unas cosillas que ten�a
pendientes y ya me volv�a a casa.
-�Qu� cojones te vas a casa!.�T� te vienes conmigo hacer un
quinto,hombre!
Por qu� no.Pens�.Total,eran las cinco de la tarde y me
apetec�a tomar algo fresco.
-Pues venga.No se diga m�s...�me has convencido!-contest�
entre la risa de ambos.
Gus me llev� a un bar que �l frecuentaba.Estuvimos tomando
unos quintos y hablando de cosas del trabajo,como por ejemplo del resto de
compa�eros,del trato tan humano de la empresa,de lo bien que nos trataba la
vida...cosas que no ten�an una importancia trascendental.
El ruido de su tel�fono port�til cort� la frase que acababa
de entredecir.Gus,disculp�ndose en un gesto,sali� fuera del bar para charlar con
m�s tranquilidad,mientras aprovech� para pagar la cuenta.Cog� mis cosas,mir� el
rejoj y comprob� que cuando est�s a gusto,el tiempo pasa volando.
Recog� mis cosas de la mesa,y sal� fuera.
-Bueno Gus,nos vemos ma�ana...se me ha hecho tarde.
�l me indic� con un gesto que me esperara,pero le dej� hacer
tranquilo,que no sufriera,que ma�ana ya nos ver�amos en la oficina.
Ten�a todo el tiempo del mundo porque Eva estaba en casa de
sus padres cenando,as� que mir� de nuevo el reloj y me anim� a ir al
estanco,total estaba al lado.
S�lo entrar,dos risas c�mplices se toparon de frente:la suya
y la m�a.
-Veo que eres un hombre de palabra-me dijo ella.
-Por favor,t� vas hacer que fumar sea m�s placentero de lo
que ya era-respond� jocoso.
-Pues ya cerraba,de poco te ha ido que te quedas sin fumar.
Mientras repet�amos el procedimiento de las monedas y de las
palmas de la mano,ella,mir�ndome a los ojos con una mirada imposible de
definir,me pidi� si pod�a ayudarla a cerrar la persiana de la tienda,que estaba
muy oxidada y que costaba un poquito bajarla...todo esto mientras ya cog�a el
bolso.
-Por supuesto,faltase m�s.
Sal� del estanco y ella aprovech� para apagar las luces.Al
poco de nada,sali� ella con una barra de hierro y me facilit� parte de mi labor
bajando hasta la altura de mi nariz,aquella persiana.Volvi� a entrar agach�ndose
a dejar la barra de hierro y me enamor� de ese trasero suyo al agacharse.Llevaba
un vestido de verano de color blanco que era solo de una talla,vestido y falda
incorporado,y se pod�a obserbar como resaltaba el tanga que llevaba puesto sin
sobrenotarse de tal manera que le hubiera quedado un poco garrulo.
Al salir de nuevo,agarr� la persiana y la baj� de golpe.
Mientras ella pon�a el candado me dijo:
-Muchas gracias guapet�n,me has ahorrado un dolor de espalda
m�s.
-De nada,mujer.Un placer,ya sabes que a los proovedores hay
que tratarlos bien.-provocando de nuevo una risa c�mplice entre los dos-por
cierto,mi nombre es Sergio.
-El mio In�s.Tanto gusto ,Sergio-d�ndome dos besos en la
mejilla que me supieron a gl�ria.
No se si ella sinti� lo mismo que yo,aquel morbo que me ped�a
a gritos abrazarla all� mismo.
-Bueno In�s,uno que se va...otro d�a ya no apurar� tanto,que
casi me pegas el disgusto de la vida y me quedo sin tabaco-ment�,ya que los dos
sab�amos que en Barcelona,afortunadamente,venden tabaco hasta en las guarder�as.
-Pues ya me gusta que vengas a esta hora-respondi� ella en un
tono que me inquiet�.-Ya ves que a esta hora nunca hay nadie y tengo m�s tiempo
para charlar.Adem�s,si encima me ayudas a bajar la persiana...
-No me lo digas dos veces o te pido trabajo-contest�.
-Yo a ti si que te hac�a un buen trabajo...-susurr�.
Entre el buen rollo que nos llebavamos,nos despedimos.
Tuve la sensaci�n de que me estaba ofreciendo algo que yo
deseaba que me fuera ofrecido,pero como los pensamientos aveces nos ayudan a
confundir la realidad con la ficci�n,pens� que callar y marchar ser�a la mejor
alternativa.
S�lo llegar a casa tuve que hacerme una de las pajas m�s
bestiales de mi vida.
Me propuse esa noche,mientras esperaba que Eva volviera de
casa de sus padres,que ir�a a saco con In�s,total,si se enfadaba no viv�a ni en
mi barrio.As� que entre estos pensamientos,me qued� dormido.
Toda la ma�ana me la pas� mirando el reloj.Las horas no
pasaban.
Lleg� la hora de comer,volver al trabajo...el d�a
largo...largo...
En casa,me duch� a conciencia,me puse el mejor de mis
pantalones tejanos y una camiseta ajustada blanca,un poco de desodorante
y...rumbo hacia el estanco.
Llegu� demasiado temprano,por lo que decid� tomarme una ca�a
en un bar que estaba pared por pared con la tabacalera de In�s.Degust� una buena
cervecita fresca y esper� a que llegara la hora de cerrar.
Pagu� mi consumici�n y me dispuse a entrar en el estanco.
-A las buenas tardes ,proovedora.
-A las buenas pues...-me contest� ella sonriendo-�Qu�?�Has
venido a cerrar la persiana?.
-Por supuesto.Ya te dije que necesitaba un segundo sueldo-me
burl�.
-Pues si quieres coge tu mismo la barra y empieza a bajar la
persiana,yo a�n tengo que acabar de recontar la caja...
-Voy "pall�"
Baj� la persiana como me hab�a mandado In�s.Entr� de nuevo
para guardar la barra y decid� esperarla a fuera.
-No te vayas.Acaba de cerrar si quieres y esp�rame aqu�.Tengo
para poco.
Decid� quedarme quieto donde estaba.A ella se la ve�a ausente
concentrada en los billetes,pero de vez en cuando,levantaba la vista y me
sonre�a.Me encend� un cigarro y luego dije "�puedo?".
-�C�mo no vas a fumar en un estanco?.Fuma hombre,fuma...
Mientras buscaba el encendedor,pens� que verdaderamente In�s
era valiente.Estaba semi-encerrada con un desconocido y contando
dinero...vaya,que si llego a ser otra persona me lo pone en bandeja para hacer
un robo.
El encendedor no sal�a e In�s segu�a contando dinero apoyada
en la mesa de la tienda.Al estar en esta posici�n pod�a ver de sobras la
cuyuntura que le hac�a la uni�n de sus dos voluminosos pechos,puesto que vest�a
una falda negra bastante corta y una camiseta de tiras de color amarillo,de las
t�picas que se ponen en verano.
Realmente,a sus cuarenta y tantos,esa mujer era un tipazo.
-Qu� calor,por favor-susurr� mientras se incorporaba para
quitarse el poco sudor que ten�a en la frente.
Este gesto sin importanc�a me permiti� obserbar c�mo sus
pezones permanec�an erguidos dentro de aquella camiseta amarilla.Ten�an pinta de
ser dos pezones enormes que formaban parte de dos monumentales tetas.Adem�s,con
la camiseta de tirantes,se le ve�a al mismo tiempo,las tiras de un sujetador
transparente que le hubiera arrancado all� mismo.
Me estaba poniendo a cien,y mis pensamientos obscenos me
arraigaron la sangre concentr�ndomela en mi glande.Ten�a una erecci�n de caballo
delante de In�s.
Ella,mir�ndome sin picard�a,pues se la ve�a bastante
concentrada en su labor de "banquera",me dijo:
-�No encuentras el fuego?.Ven,que te doy del mio.
Me acerqu� tranquilo pensando que ella no se hab�a fijado en
mi erecci�n.
Al ponerme el cigarrillo en la boca y esperar que me
ofreciera fuego,In�s con toda la parsimon�a del mundo,puso su mano en el bulto
de mi pantal�n.
-�De verdad necesitas m�s fuego?-apenas pudo susurrar.
Sin que me diera tiempo a reaccionar, puso su lengua dentro
de mi oreja mientras su mano no dejaba de acariciar el bulto de una polla erecta
que estaba por rebentar.
Esa sensaci�n me enloquec�a.
La agarr� fuertemente por el culo e hice presi�n cogiendo su
tanga y tirando con fuerza pero con cuidado hac�a arriba aquella prenda �ntima
de lencer�a.Sus gemidos,la viscosidad de su lengua recorriendo mi oreja,el olor
de In�s (un olor a hembra que se pod�a respirar),el roce de su mano en mi
polla...estaba haciendo de aquel momento un verdadero paraiso.
Su lengua pas� de la oreja a mi boca,donde fundi�ndonos en un
apasionado beso,nuestras lenguas se fund�an a ritmos fren�ticos.Con sus
manos,In�s empez� a desabrocharme el pantal�n y sali� disparada como una bala mi
polla pidiendo guerra.
Sab�a de sobras que el tama�o de mi instrumento le
sorprender�a,puesto que todas las chicas que se han ido a la cama conmigo
siempre me han dicho que estoy muy bien dotado.
In�s me la agarr� con una mano y empez� a jugar mientras me
hac�a una monumental paja.
Acab� por quitarle el tanga (que no la falda) que se la dej�
puesta,mientras mis dedos ya buscaban explorando,ese co�o que tantas ganar ten�a
de lamer.Not� que In�s carec�a de bello p�bico e imagin�rmelo me excit�
muchis�mo.
De pronto,ella,sin dejar de masturbarme,se agach� hasta que
qued� a la altura de mi rabo.Me mir� a los ojos y sac� la lengua fuera,quer�a
hacerme sufrir la muy puta.Poco a poco me iba dando alg�n lenguetazo al
glande,algunos besos en la base de mi polla,en mis huevos,insisto,sin dejar de
pajearla,hasta que empez� a bes�rmela m�s freneticamente.Abriendo la boca se
meti� medio glande dentro de la boca y empez� a chuparme la polla como si la
vida le fuera en ello.La agarr� de la cabeza empotr�ndola contra mi
rabo,mientras ella,sin pens�rselo succionaba y succionaba.La chupaba como una
experta,nunca antes me la hab�an chupado de esa manera.Su cabeza iba y ven�a,sin
dejar de pajearme,mientras,con la lengua,acariciaba mi prepucio para de vez en
cuando,tragar la saliba que le sal�a a borbotones de aquella garganta que me
estaba follando.
Cuando not� que pod�a correrme,apret� un poco la mano con la
que me ten�a cogido el rabo y se me pasaron las ganas de eyacular.Ten�a
experienc�a la cabrona.Sigui� chupando,y de vez en cuando levantaba la vista
para verme la cara de gozo.Pon�a tanto empe�o que me ten�a que concentrar para
no estallar.
-Vamos,quiero que te corras en mi boca...quiero beberme toda
la leche que puedas escupir.
Segu�a chupando cuando v� que con dos dedos se estaba
masturbando el co�o al mismo ritmo con el que mi polla entraba y sal�a de su
boca.
-Me corro,me corro-alcanc� a gritar.
Empezaron a salir rayos de semen de mi polla,mientras ella
abr�a m�s la boca para recibir esa leche que le estaba regalando.Se la bebi�
toda,sin desperdiciar ni una gota,no como mi novia que aveces me pone
condiciones.Me volvi� a dejar la polla limpia y lista para un siguiente asalto.
Me agach� al suelo y le ped� que se pusiera de pi�.Ten�a
ahora a mi vista aquel co�o afeitadito que proteg�a aquella falda negra.Sin
pens�rmelo dos veces,puse mi cara dentro de la falda y empec� a comerle el co�o
mientras ella gem�a de gusto.Mi lengua entraba y sal�a de aquella cueva de
flujos,acariciaba su cl�toris y le mord�a suavemente,mientras con una mano me
pajeaba.
Sus flujos y el olor de In�s eran peculiares.Nunca jam�s
hab�a visto que una persona pudiera tener tanto flujo y aquel olor,repito,era un
olor que enloquec�a.Targaba vor�zmente aquella lava que brotaba de su co�o
mientras que introduc�a un dedo,despu�s dos en su almeja.
Sus susurros,gemidos y frases entrecortadas dieron lugar a
unos gritos que me indicaban que poco le quedaba para el orgasmo.Aceler� el
moviemiento de mi lengua,entrando y saliendo de su co�o.Me la estaba follando
con la lengua,mientras le introduc�a los dedos.Dej� de pajearme para masturbarle
el culo.Ella no puso resistenc�a ninguna.Cuando arqu� la espalda y suspir�
fuertemente,pude comprobar "in situ" que acababa de correrse en mi boca.Me beb�
todo lo que me pudo ofrecer.
Le cog� de los tobillos y la tir� al suelo procurando no
lastimarla.La puse en posici�n de cuatro y empec� a lamerle el agujero del
culo.Mi lengua exploraba aquel rinc�n que tanto pudor le da a tanta gente.Este
hecho provoc� que In�s empezara a suspirar de nuevo.
-Metemela de una vez.Metemela,por favor.
Agarr� mi polla y se la introduje de golpe en toda la
concha.No le cost� nada entrar debido a la exitaci�n mutua.Empec� poco a poco
para acabar embisti�ndola fuertemente,mientras empezaba a sobar aquellas tetas
que me hab�a puesto a tono momentos antes.Ella misma se quit� la camiseta y el
sujetador,y mientras la montaba como un potro monta a la llegua a cuatro
patas,mis dedos estrujaban sus pezones erguidos.Un nuevo grito me indic� que se
estaba corriendo de nuevo.Me tumb� al suelo y volv� a comerle el co�o
nuevamente.
-Metemela por el culo...Sergi,por favor,dame por el culo.
Volv� a chupar aquella cueva estrecha,mientras ella segu�a
acarici�ndose los labios del co�o.Se podr�a decir que le estaba follando el culo
con la lengua cuando puse mi polla apuntando hac�a el orificio de su culo.
Ella tir� hac�a atr�s y con mi medio impulso,le insert� medio
rabo dentro de aquel prieto agujero.Sus gemidos empezaron a ser m�s
pronunciados,hasta que cog� aire y le introduje todo mi mastil de golpe.El grito
que peg� In�s fue monumental.Poco a poco fui bombe�ndole el trasero mientras
ella segu�a introdudi�ndose tres dedos en el co�o.Empec� ferozmente a
destrozarle el culo.Llevaba as� un buen rato,cuando not� que In�s alcanzaba el
tercer orgasmo de la tarde.De pronto,sali� de esa posici�n,se dio la vuelta y se
introdujo de nuevo mi aparato en toda la boca.Empez� a mamarla de una manera
brutal,intentando introducirse a cada embestida que me daba,toda mi polla en la
boca.Su lengua volv�a a jugar con todo el glande y sus manos iban de mis huevos
a mi rabo,mientras con la otra mano jugaba con mi agujero.Consigui� meterme un
dedo en el ano,cosa que me excit� tanto que me vine enseguida manch�ndole la
boca,el pelo y los pechos descubiertos que ca�an debido a la gravedad.Se bebi�
de nuevo toda la leche que hab�a soltado dej�ndome la polla limpia como un
patena.
Me estir� agotado,mientras ella se dio la vuelta,se puso
sobre mi y empez� a lamerme el agujero del culo.Hicimos un sesensa y nueva que
le provocaron dos orgasmos m�s y a mi una nueva corrida.
Seguimos disfrutando del sexo hasta que de pronto,una voz
exclam�:
-Pero...�qu� es lo que veo?
(Pr�ximo relato)
Sigo viendo a In�s,no hace falta que os diga de d�nde saco el
tabaco que fumo entre polvo y polvo...
Si os ha gustado mi primer relato,por favor,escribidme a mi
direcci�n de correo:
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
Muchas gracias.Agradecer� consejos y sugerenc�as para
intentar mejorar mi estilo y provocar que,cuando me leais,podais gozar como gozo
yo cuando os leo.