Desvirgando a mis hijas
Hola, me llamo Mario y tengo una hija de 13 a�os que est�
riqu�sima, y otra hija de 15 que tambien estaba buen�sima les voy a contar de
c�mo las seduje para cog�rmelas.
Todo empez� un d�a en que mi esposa, mis hijas y yo nos
fuimos de vacaciones a la playa, en ese tiempo mi hija Karla contaba con 13 y
Andrea con 15 y siempre las hab�a visto con ojos de padre, sobre todo a Karla
hasta esas vacaciones.
Resulta que nos hab�amos quedado los cuatro en la misma
habitaci�n y pues ya era hora de bajar a darnos un chapuz�n, por lo que tanto mi
esposa como mis hijas se pusieron sus trajes de ba�o. Fue un espect�culo
incre�ble y a la vez contrastante, mi esposa con su traje de ba�o parec�a una
ballena lo cual a mi f�sicamente me daba repugnancia, pero mi hija Karla, cielo
santo que b�rbara, a sus 13 a�os y con ese diminuto bikini se ve�a que era toda
una mujer, su cintura delgada, sus senos redondos y visiblemente duros como dos
manzanas, unas piernas duras y un culito redondo, carnoso y acogedor, su pelo
negro y bien cuidado y su olor a juventud e inocencia hicieron que tuviera una
erecci�n que de inmediato.
Mi esposa Raquel protest�:
-Ni�a ni creas que vas a bajar con ese atuendo, todos se te
van a quedar viendo.
-Hay mam� no seas anticuada, a s� es como se usan ahora.
-Raquel d�jala ya, si a s� quiere salir pues ese es su
problema- le dije.
-Gracias papi, tu si que me comprendes.
Bajamos los cuatro a la piscina. Yo no s� que me estaba
ocurriendo, pero no pod�a quitarle la mirada a mi hija, no pod�a creer que
tuviera a una mujer a si a mi lado y no poder hacer absolutamente nada, por lo
que me dije que al menos si no podr�a hacer nada me contentar�a con mirarla.
A s� estuvimos en la piscina y despu�s en la playa, nos
fuimos a comer y despu�s de comer mi esposa y mi hija Andrea me dijeron que
estaban cansadas y debido a la comida quer�an irse a acostar un rato, por lo que
nos quedamos solos Karlita y yo.
-Papi tengo ganas de darme un ultimo chapuz�n en la piscina
me acompa�as?
-Claro linda, vamos.
A s� pues me met� a la piscina con mi hija, nos empezamos a
arrojar agua a bromear y yo aprovechaba para de vez en cuando acercarme a ella y
abrazarla cari�osamente, lo que sent�a era indescriptible, todo su cuerpo era
firme y duro, nada blando como el cuerpo de mi esposa, accidentalmente tocaba
sus senos y sus nalguitas y cada vez estaba mas excitado por lo que cuando ella
se sali�, yo le dije que quer�a quedarme un rato mas; esto claro fue una excusa
para que se me bajar mi calentura.
Esa noche afortunadamente mi esposa estaba ya tan cansada y
dormida al igual que mis hijas que aprovech� para hacerme la paja m�s grande de
mi vida.
Despu�s de esas vacaciones ya no pod�a pensar en otra cosa
mas que en cogerme a mi hija.
Para esto les contar� que tengo un amigo en el trabajo que se
llama Pedro y que nos conocemos desde la universidad, incluso podr�amos decir
que es mi confidente.
Un d�a despu�s de unas copas que me estaba tomando con �l en
un bar le confes� mis deseos de acostarme con mi hija Karlita, yo pens� que se
iba a molestar por lo que le hab�a dicho, pero no, al contrario, me dijo:
-Mario pues la verdad ya era hora.
-Pero tengo un problema- le dije -es mi hija y no quiero
violarla o forzarla.
-ah pues muy f�cil Mario, sed�cela.
-�Quee eso si que no se va a poder ella es muy lista y dudo
mucho que yo le llegue a interesar.
-No te apures Mario, con un plan bueno te apuesto a que cae
redondita a tu cama, deja pienso en uno est� noche y ma�ana hablamos.
No pod�a creerlo mi mejor amigo me iba a ayudar en esto, el
siempre hab�a sido el gal�n tanto en la universidad como en el trabajo, todas
las secretarias lo acosaban, de seguro se le ocurrir� alg�n buen plan.
-Hola Mario �me dijo Pedro- he pensado en un s�per plan para
que te cojas a tu hija, pero antes debo preguntarte un par de cosas para que
esto de resultado.
-Pedro preg�ntame lo que quieras.
-Bien tu hija a sus 13 a�os ha tenido alg�n novio o
enamorado?
-No ni mi esposa ni yo la hemos dejado por que creemos que no
le conviene todav�a.
-Perfecto, el plan que te traigo puede dar resultado solo si
eres paciente y perseverante, no importa las peque�as negativas que te de
Karlita, tu debes hacer lo que yo te digo y yo me encargo de lo dem�s.
-Pedro eres el mejor amigo sin duda, lo ser� solo di me que
tengo que hacer.
-Muy bien.
Pedro me dijo lo que tenia que hacer durante todo un mes,
segu� sus instrucciones al pie de la letra, pasado ese mes nos volvimos a reunir
en el bar para hablarle de c�mo iba el plan por lo que le dije.
-Pedro todo lo que hasta ahora hemos planeado ha salido a las
mil maravillas, he hecho todo lo que me has dicho y vamos muy bien.
Mira primero, me he paseado por la casa solo con shorts
(siempre he tenido buen cuerpo), cerca de la habitaci�n de mi hija, le he
mandado flores y le he escrito poemas todos an�nimos claro, su madre no est�
nada contenta al saber que Karlita tiene un enamorado secreto, pero yo me hago
el disimulado e incluso hablo con ella acerca sobre quien es misterioso joven
(je je), ella est� ilusionad�sima e incluso estos �ltimos d�as me ha dicho que
se muere por conocerlo.
Despu�s hice lo que tambien me has dicho y "casualmente" le
he dejado revistas y pel�culas donde los padres y las hijas se enamoraban y se
convert�an en novios de 15 a�os, todo esto sin que mi esposa se diera cuentas
claro. Creo que est� dando resultado ya que la he sorprendido mir�ndome un par
de veces cuando he andado en shorts.
-Bien, Mario muy bien, ahora yo hago mi parte.
Cuando llamaron a Raquel, que era profesora en la
universidad, para que diera un curso en el extranjero supe que hab�a sido
maniobra de Pedro, ya que el tiene los contactos necesarios para hacerlo.
Raquel hab�a decidido llevarse a mi hija Andrea para que
viera como es la universidad.
No lo pod�a creer me iba a quedar dos meses solo con mi hija,
sin duda este era el momento que hab�a estado esperando y si ejecutaba bien el
plan seria mi amante en poco tiempo.
Las cartas y las flores segu�an llegando, al igual que las
pel�culas y las revistas y ella paso e la alegr�a a la tristeza, me confeso que
estaba a s� por que estaba enamorada del misterioso joven, yo le dije que ni
siquiera lo conoc�a, me respondi� que no importaba f�sicamente como fuera ya que
ella se hab�a enamorado perdidamente de �l. Despu�s de o�r esto, sabia que era
el momento por lo que le dije que yo conoc�a al enamorado. �Queeee me dijo mi
hija abriendo sus grandes ojos verdes, pap� pero por que no me hab�as dicho
nada?.
-Lo siento hija, pero �l me lo hab�a pedido, sin embargo
puedo arreglar una cita con ustedes dos, incluso �l podr�a cenar aqu�
-Pap� no te molesta?
-No linda, siempre que tu seas feliz.
-Pap� te quiero mucho, gracias.
-Yo tambien hijita, es mas me ha dicho que este viernes
quiere cenar contigo, pero no te preocupes yo me ir� a tomar unos tragos para
dejarte a solas con �l.
-Gracias papi eres el mejor.
Lleg� el viernes y yo le dije a mi hija que ya me iba que la
dejaba para arreglarse y para que ella preparara todo para su misterioso
enamorado.
A las 8 en punto son� el timbre de la casa, mi hija Karlita
abri� la puerta y cual seria su sorpresa al verme ah� bien vestido con un ramo
de flores.
-Pap� que haces aqu� me pregunto.
Ella se ve�a deslumbrante, con un vestido negro, y gran
escote que hacia ver sus senos mas que apetecibles y ese vestido en particular
le hacia resaltar las magnificas corvas que tenia su adolescente cuerpo.
-Mi amor, te tengo que confesar que yo soy tu enamorado, que
yo soy el que te ha mandado las flores y las cartas.
-Queeeeeeee, pero pap� eso no puede ser, yo, yo, yo soy tu
hija.
-Mi amor lo s� pero estoy profundamente enamorado de ti, no
pod�a pasar un instante mas sin dec�rtelo.
Ella subi� llorando a su cuarto, esto ya me lo esperaba por
cierto, a s� que sub� a consolarla,
-Karlita, - le dije � no tiene nada de malo que estemos
enamorados todo mundo lo hace.
-Pap� tu has dejado esas revistas y esos libros?
-Si para que te dieras cuenta que no tiene nada de malo
adem�s que todo lo que te he dicho en las cartas es cierto y que tu me has dicho
que estabas tambien enamorada de m�.
Mas tarde Karlita me confes� que al recordar las hermosas
palabras de los poemas y al pensar en que si era cierto que en las revistas, las
hijas se pod�an enamorar de sus padres entonces me dijo lo siguiente.
En el siguiente capitulo descubre si Mario se coge a su hija
o no.