Relato: Con otros ojos Despu�s de convivir 3 a�os con mi pareja, ella decidi�
dejarme por un compa�ero de trabajo, seg�n ella, con �l ten�a feeling, cosa que
entre nosotros, nunca existi�, y que la relaci�n estaba muy deteriorada y no
ten�amos ya nada en com�n.
Como comprender�is por mi cabeza no paso nada m�s que " hija
de puta". �feeling? Que cojones es el feeling, acaso crees que eso existe, dime
que quieres follarte a otro y lo pillar� mejor, �nada en com�n? �Joder eso lo
sab�a yo desde el primer d�a que empezamos a salir! Total que como veis me sent�
como una patada, y no era para menos, me hab�a cambiado de ciudad, hab�a dejado
mi gente, mis colegas, mi carrera�
Las primeras semanas las pase en compa��a de JB, todo me daba
igual, el alquiler del piso, la letra del coche, el trabajo�S�lo quer�a pillarla
para olvidarme de todo y de todos.
Pero un d�a, mi cu�ado, el hermano de ella, se planto en mi
casa con las maletas, dici�ndome que se venia a vivir al piso, mi cara fue de
alucine, yo flipaba con aquella familia. Mi primera reacci�n fue decirle que no,
que no quer�a tener nada que ver con su familia, que mejor se buscar� otro piso,
sin hacerme ni puto caso, se instalo en la habitaci�n de al lado, entonces le
grite que si no me estaba oyendo que se fuera a la puta calle, y acerc�ndose a
mi, casi intimid�ndome, me dijo:
Necesitas mi pasta para poder seguir viviendo aqu�, llevas 2
meses sin pagarle al casero, que por cierto ya esta pagado, as� que me quedar�
mis dos meses, luego podr�s echarme.
Me quede sin palabras, era verdad, llevaba dos meses sin
poder pagar el alquiler, me hab�an echado del curro, y no hab�a encontrado nada,
bueno tampoco lo hab�a buscado, mi �ltima afici�n se concentraba s�lo en beber y
beber. Entonces como un ni�o me puse a llorar, estaba jodido, no ten�a nada,
pero tampoco hac�a nada por cambiar. Christian sin decir nada, me cogi� del
brazo y me puso delante del espejo.
Levanta la vista Nacho, �qu� ves?
Levante la vista y vi a un borracho, un perdedor, un d�bil.
T�o tu no eras as�, tienes que ponerte las pilas, la vida no
se acaba en una mujer, y menos si esa es mi hermana, tienes que ser el de antes,
y yo voy ayudarte. Ok?
No sab�a que decir, ten�a raz�n, ten�a que volver a ser el
mismo.
Gracias Christian, eres un cu�ado cojonudo.
No t�o, no soy tu cu�ado, soy algo m�s que eso, soy tu
colega.
Ese mismo d�a me quite la ropa que llevaba desde hac�a una
semana, me duche, me afeite, y entre los dos arreglamos la pocilga que hab�a
montado, salimos a comprar comida y esa misma noche celebramos mi nueva vida de
soltero.
Todo iba de puta madre, mi relaci�n de convivencia con
Christian, era genial, nos llev�bamos a la perfecci�n, y para colmo me hab�a
conseguido una entrevista en la empresa donde �l curraba, as� que a las dos
semanas de estar viviendo juntos, no s�lo me hab�a ayudado a cambiar mi estado
de animo, sino que para colmo me hab�a conseguido un curro.
Despu�s de cobrar mi primer sueldo de dos semanas, invite a
Christian a cenar fuera de casa e irnos de marcha. Ten�a muchas ganas de
celebrar lo bien que me iba todo. Cenamos en un restaurante muy guapo, donde las
mesas y el suelo se mov�an, y cuando menos te lo esperabas, aparec�an
trapecistas, brujas, duendes�ninguno de nosotros hab�a ido antes.
Con la tonter�a del cambio de mesas conocimos a un grupo de
chicas, eran muy simp�ticas, S�nia, fue la primera en presentarse, era una
morenaza, ten�a unos labios preciosos, aparte de saber insinuarse con ellos, sus
ojos eran marrones, grandes, de estatura media, rellenita, con mucho pecho.
Me llamo la atenci�n la manera tan atrevida de insinu�rsele a
Christian, el cual, parec�a estar en el limbo, ya que, no reaccionaba, m�s bien
parec�a estar violento con la situaci�n, as� que para aliviar tensiones, nos
fuimos a un bareto a tomar algo.
S�nia al ver que Christian no reaccionaba, ni se lanzaba,
sino que m�s bien trataba de esquivarla, me pregunto si Christian era gay. Me
quede helado, pero la verdad era que yo nunca lo hab�a visto con novia, es m�s
nunca hablaba de sus relaciones de pareja, siempre lo hab�a visto s�lo, y la
verdad, Christian era un tipo bien parecido, moreno, ojos grandes y negros,
alto, un cuerpo atl�tico� y que una t�a como S�nia se le pusiera a plan y no
reaccionar�, me creo mis dudas, pero por otra parte, pense que yo tampoco me
tirar�a a una t�a como ella, demasiado f�cil, pero su comentario me molesto, y
le conteste que no todos los t�os la met�amos en el primer hoyo.
Esa noche me gane una cachetada, pero me re� como nunca, le
dije a Christian que si nos larg�bamos a casa, a lo que �l, algo aturdido por la
situaci�n, me contest� s�lo con una afirmaci�n de cabeza, camino de casa, no
pod�a para de re�rme, hasta que al final logre tranquilizarme y �l me pregunto
que hab�a pasado. Pero entonces empece a re�rme de nuevo, y no pare hasta llegar
a casa, entre risas le propuse tomar una copa y ver una pel�cula, �l con cara de
alucine, empez� a re�rse tambi�n, mientras me dec�a, bueno cuando te decidas, me
dices de que co�o nos re�mos, ese comentario me hizo todav�a m�s gracia, por que
por mi cabeza paso S�nia. Total que despu�s de llorar casi de risa, me quite los
zapatos, cog� el JB y la coca-cola, mientras �l se largaba a su habitaci�n,
diciendo que pasaba, que se iba a dormir, y diciendo eso se encerr� en su
habitaci�n, mientras que yo encend�a la tele y me desabrochaba la camisa, para
ponerme m�s c�modo.
Haciendo zapping encontr� una pel�cula porno, hac�a mucho
tiempo que no ve�a una, as� que la deje, en una de las escenas sal�a un t�o
rubio cuarent�n, con unos huevos enormes, peludos, acarici�ndoselos delante de
un chaval, el cual miraba con cara de deseo, aquellos huevos y aquella
espectacular verga rosada, con una cabezota roja, brillante por el l�quido
preseminal y la saliva de los leng�etazos, que la mujer de est� le daba,
proponi�ndole a su sobrino, por lo que pude adivinar, que tambi�n se atreviera a
acercarse y mam�rsela.
Aquella escena me record� el comentario de S�nia, a la misma
vez que me calent�, y sin poderlo evitar empece a tocarme por encima del
pantal�n, sintiendo en pocos minutos como mi verga quedaba presionada por mis
pantalones, mientras yo me imaginaba aquella escena entre Christian y yo, siendo
�l el chaval y yo el cuarent�n.
Me quite la ropa sin hacer ruido y mi verga qued� apuntando
al techo, estaba super cachondo, ten�a los huevos muy duros, empece
acariciarlos, a jugar con los vellos y enredarlos en mis dedos, para despu�s con
la palma de mi mano cogerme la verga y acariciarla de arriba hac�a abajo,
primero con un ritmo lento, para poco a poco ir aumentando m�s r�pido, no pod�a
reprimir mis gemidos, hac�a tiempo que no lo hac�a, pero m�s que eso, fue el
morbo de imaginarme que Christian me la chupaba, no entend�a porque me pon�a
tanto, pero me daba un morbo impresionante, al igual que repetir su nombre en
voz baja, mientras me pajeaba y le dec�a que no parara. No recuerdo haberla
tenido tan dura, parec�a una piedra, y el hecho de imaginarme aquella situaci�n
y el morbo que me daba, hicieron que me viniera enseguida.
Al d�a siguiente me despert� desnudo en el sof�, recog� mi
ropa r�pidamente, antes de que �l se despertara y me fui a la ducha, pero
Christian me hab�a pillado la vez, cuando yo entraba al ba�o, �l sal�a de la
ducha. Me quede algo parado, no era la primera vez que lo ve�a desnudo, pero si
la primera vez que yo me hab�a masturbado pensando en un hombre, y para colmo
�l. D�ndome los buenos d�as me cedi� la ducha, mientras �l se afeitaba, sin que
�l lo notar�, empece a observar detenidamente su cuerpo, aquella sensaci�n me
confund�a, pero el morbo y la atracci�n que hab�an despertado en mi eran m�s
fuertes.
Ten�a unos brazos fuertes, bien formados, un torso ancho, con
unos pectorales algo marcados, al igual que los abdominales y una pelvis que
marcaba claramente donde empezaban su ingl�s, su verga semiparada, por la
trempera matinal, era de un color canela, con unos huevos de tama�o normal, pero
sin un solo pelo, algo que me llamo mucho la atenci�n.
Pasaron las semanas y por lo que pude averiguar en el
trabajo, nunca le hab�an conocido novia, pero tampoco lo hab�an pillado con
ning�n t�o, con lo que mi morbo y mi curiosidad iba en aumento cada d�a, hasta
el punto de masturbarme cada d�a con �l, no entend�a lo que me estaba pasando,
pero necesitaba saber si realmente lo era. Hasta que un fin de semana antes de
que se fuera de casa, cenando, pille un ciego del quince y mientras com�amos le
pregunte que si era gay. Su cara se transformo, dejo caer el tenedor encima del
plato y me miro fijamente sin decirme nada, yo tal y como pude, me levante y me
puse enfrente de �l dici�ndole que me digiera si era gay. �l levant�ndose y
poni�ndose a mi altura, y sintiendo su aliento cerca de mi, me contest�:
�Y si lo soy que?
Entonces no me pregunt�is porque pero lleno de rabia, empece
a reclamarle, que si pensaba hacer como su hermana, que si pensaba dejarme s�lo
e irse con otro, que si todos lo de su familia se hab�an propuesto hacer lo
mismo conmigo.
Ni yo mismo sab�a lo que me estaba diciendo, ni los celos que
sent�a por que se fuera con otro, yo siempre me hab�a considerado heterosexual,
pero con �l sent�a mucha atracci�n, feeling, y realmente me hab�a dado cuenta
que lo necesitaba a mi lado, que sent�a algo por �l, no sab�a si era homosexual
o no, pero si sab�a que quer�a descubrirlo con �l.
Su cara se qued� p�lida, con un hilo de voz me dijo:
�Qu� significa esa frase, Nacho?
S�lo quiero que me lo digas.
Soy homosexual, pero no necesit� publicarlo a las cuatro
voces, s�lo mi gente lo sabe, y si me voy no ser� por nadie, sino por que mi
plazo de dos meses acaba.
Cuando acabo de decirme esto, mi cara cambio. Entonces sin
decir nada acerco sus labios a los m�os, mi primera reacci�n fue echarme hac�a
atr�s, pero acto seguido me acerque. Cuando sus labios rozaron con los m�os, una
especie de escalofr�o recorri� mi cuerpo, lo hab�a deseado tanto, que no pude
aguantar m�s y cogi�ndolo por la nuca, le introduje mi lengua, para ir en busca
de la suya.
Sus manos me desabrocharon la camisa y los pantalones,
dej�ndome s�lo en boxers, sentir el calor de sus manos en mi piel, fue como
sentir una corriente el�ctrica, acto seguido, yo le despoje de sus ropas y nos
quedamos desnudos, uno delante del otro, me miro a los ojos y me pregunto si
estaba seguro, yo sin decirle nada, baje mis labios por su cuerpo, bes�ndolo,
lami�ndolo, acarici�ndolo, hasta llegar a su dura verga, realmente no sab�a como
hacerlo, pero quer�a o�r sus gemidos, sentir que me deseaba igual que yo a �l,
as� que pase mi lengua por la punta de su capullo y poco a poco me lo fui
introduciendo en la boca, sabore�ndolo, notando su sabor, su olor, su textura,
mientras que su mano me acariciaba los cabellos apretando mi cabeza contra �l.
Despu�s de chup�rsela me pidi� que me sentara en el sof�, se
arrodillo y paso sus manos por mis muslos, mientras se met�a mi sexo en su boca,
cerr� los ojos del placer que me produjo, a la vez que repet�a su nombre en voz
baja, tal y como semanas anteriores hab�a fantaseado. Casi me vengo en su boca,
pero paro, se sent� encima de mi sexo, hasta que lo penetre completamente, y la
sensaci�n de presi�n sobre mi verga, y el roce de sus huevos en mi vientre,
hicieron que me viniera enseguida dentro de �l.
Pero todav�a esta cachondo, quer�a sentirlo dentro de m�,
quer�a que el tambi�n se corriera dentro de m�, as� que se la saque lentamente y
le dije que ahora me tocaba a mi, y diciendo esto me pare a cuatro patas delante
de �l, mientras que giraba mi cara por encima del hombro, para poder observar
como aquella preciosa verga color canela me iba a penetrar, paso sus dedos
llenos de saliva por mi ano, pero viendo que me pon�a tenso, bajo su cara y me
dio un beso negro, cre� morirme de placer, la sensaci�n de su lengua en mi ano,
hizo que mi verga se parara de nuevo, estaba muy dura, y yo mas cachondo que
nunca, era una mezcla de nervios, placer y dolor.
Cuando su verga empez� a entrar dentro de mi, mi cuerpo
comenz� a temblar, �l me dec�a que me relajara, que seria m�s placentero, pero
yo cre� morirme de dolor cuando la sent� totalmente dentro de mi, no pude evitar
gritar del dolor, pero pasado unos minutos, inici� un lento vaiv�n, que acabo
por distraerme y entonces fue cuando empece a sentir placer, su vientre chocando
contra mis nalgas, sus huevos rozando los m�os en cada embestida, uffffff, fue
un cumulo de sensaciones que hicieron que me corriera encima del sof�, cuando
sent� su c�lido l�quido llenar mis entra�as.
Quiz�s realmente si exista el feeling, yo creo haberlo
encontrado con �l.
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Relato: Con otros ojos
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