La ausencia de Hector me sumergi� en un mar de dudas y de
continuas masturbaciones. Pero es como los asesinos, el que ha matado tiene sed
de sangre, al que ha follado las pajas no le bastan.
Julio un chico del instituto me llamaba la atenci�n, era
t�mido y discreto pero yo hab�a notado algo en su mirada, el problema se llamaba
Jose, su amigo inseparable, un muro que hab�a que superar.
Mis audacias me sorprend�an a mi mismo, la mas efectiva fue
la de ense�ar. A la hora de salir al patio siempre estaba pendiente de Julio,
cuando le ve�a entrar en los servicios, entraba tras el y me situaba a su lado,
el simple morbo de la situaci�n de mostrar mi rabo a este chico y los casi dos
meses que llevaba sin una boca o un culito disponible hacia que me empalmara
como un burro. Julio miraba mi polla con la boca abierta, embelesado.
Jos� estaba en un curso superior a nosotros, deb�a de tener
unos dieciocho a�os. Me abord� a la salida del instituto.
-�Se puede saber que quieres de nosotros?
-Yo de ti no quiero nada.
-�No te has dado cuenta que somos dos? Vamos juntos, si
quieres algo tiene que ser con los dos.
Me quede un poco dudoso, Jos� me estaba poniendo las cartas
encima de la mesa, en un alarde de chuler�a y poniendo mi mano sobre mi paquete
le dije:
-Aqu� tengo para los dos.
Jos� me aparto a un rinc�n me beso en la boca y me echo mano
al rabo.
-Mmmmmmmmmm. A ver si es verdad que este rabo es tan lindo y
gordo como dicen. Guauuuuuuuuuuu����
Y se dio la vuelta dej�ndome solo en el rinc�n con una
impresionante erecci�n que baje con un buen pajote en los servicios del insti.
Al otro d�a Jos� me invito a su casa, me dijo que el y Julio
hab�an quedado para estudiar. Acud� ilusionado pensando en todo lo que pod�a
pasar. Nervioso, mi experiencia, y mi deseo, en ese momento se reduc�a a encular
y dar de mamar durante seis meses a un chico. Cuando llegue me dijo que Julio no
vendr�a que se encontraba mal pero que no me preocupara que no me iba a faltar
de nada, esto me lo dijo apretando mi rabo sobre el pantal�n mientras cerraba el
pestillo de la habitaci�n.
Acto seguido comenz� a besarme en la boca, busc�ndome con su
lengua y apretando mi rabo contra su rabo. Jos� era moreno y corpulento, jugaba
a balonmano, muy fibroso, sus nalgas, se estremeci� cuando las pellizque,
estaban bien duras. Me sent�a nervioso por la situaci�n. Jos� empez� a
desnudarme, a quitarme la camiseta, a besarme el cuello, el pecho, a apretarme
los pezoncitos, a besar mi vientre y por fin a librar mi polla y acariciarla de
rodillas. Cuando lo hizo su actitud activa y casi agresiva cambi�, se soseg�.
-Mmmmmmmmmmm�� Que pedazo de polla, que maravilla, es mayor
de lo que cre�a. Mmmmmmmmmmmmmmm��
Se la meti� en la boca mientras me miraba a los ojos y
comenz� a mamarme el rabo, meti�ndose el capullo en la boca primero y
meti�ndoselo hasta la campanilla dejando fuera casi un tercio del tronco que
apretaba en su mano. Sin soltar la base de mi polla se golpeaba con su capullo
en los labios y la cara. Interrumpi� la mamada para desnudarse r�pidamente y
pude ver un buen rabo, de casi dieciocho cent�metros bien apetitoso y un trasero
resping�n monumental. Me tomo de la mano, me llevo a la cama y continuo
mam�ndome la polla bien rico, tenia su rabo a diez cent�metros de mi cara, pod�a
oler su particular e intensa fragancia, yo no hab�a mamado polla hasta ese
momento. La acerque a mi boca, le pase la lengua por la punta y pronto estaba
entregado a mamar rabo mientras que Jos� segu�a entregado a su tarea. La
sensaci�n de mamar polla por primera vez en mi vida y la de ser mamado
h�bilmente por Jos� despu�s de dos meses de abstinencia hizo que mi corrida
fueran intensa y abundante y que a Jos� le dieran arqueadas de tanta leche que
trag�. Pero el sigui� mamando despu�s de mi corrida y yo le segu� mamando a el
bien rico
Comenc� a jugar con su hoyito, primero le met� el dedo y
comenz� a gemir de gusto con la boca llena de polla, cuando le met� la lengua en
el culito, grito de gusto y me embarro todo el pecho de leche. Se corri� a
chorreones, note el calor de su leche en mi piel, tome una gota con el dedo y la
prob�. Un poco salado y denso, no me gusto su sabor en especial, aunque lo de
mamar no estuvo mal.
Contin�e lami�ndole y follandole el culito con la lengua.
Jos� no paraba de gemir y su rabo se hab�a empalmado de nuevo en cuesti�n de
segundos, a mi la situaci�n tan morbosa tambi�n me hab�a empalmado
completamente. Jos� se puso en cuatro y se abri� las nalgas, segu� lami�ndole el
culito y las pelotas mientras el se la meneaba y suspiraba de gusto. Volvi� la
cabeza y me dijo:
-M�temela ya por favor.
Apunte la polla en la entrada, sent�a el anillo cerrado en la
punta de mi polla, presione y note como el anillo se abr�a pero sin conseguir
meter mi polla. Jos� se quejaba de dolor pero cooperaba. Un nuevo empell�n y el
anillo cedi�, se abri� y mi capullo entro triunfante en su culito de muchachote
deportista, eran unas nalgas blancas, apretadas y exquisitas. Jos� emiti� un
quejido:
-Ay� ay� ay� ay� ay� ay�
Los primeros fueron de dolor, los restantes de puro placer,
cuando le abr� el culo y le met� el capullo bien metido Jos� se corri�, sin
tocarse, como una perra. Era cierto que tenia el orto bien sensible. Vi la
ocasi�n y la aproveche, cuando sent� la corrida de Jos� lo tome de las nalgas y
avance sobre el clav�ndole definitivamente todo el m�stil, los �ltimos apretones
de su esf�nter mientras se corr�a los sent� con mi rabo bien clavado en sus
entra�as. Me quede quieto sobre el, el temblaba como una chiquilla debajo m�a,
era incre�ble, ver a aquel chico deportista y decidido en absoluta sumisi�n
empalado vivo en mi rabo. Mi polla palpitaba en su intestino, comenc� a culearle
profundamente, sin sacarla, solo d�ndole polla en el culo hasta la ra�z. Sin
sacarla le di la vuelta, quedando yo abajo y el montado, de espaldas, sobre mi.
Sentado al borde de la cama con Jos�, abierto de piernas, dejando todo su peso
sobre mi rabo. Penetrado vivo. Comenc� a culearle, levant�ndole en peso, su
polla erecta bamboleaba y escup�a gotitas de semen cada dos por tres, el gozaba
de lo lindo y yo, para que voy a decir otra cosa, estaba en mi salsa, como me
gusta, enculando a base de bien a un chico lindo mientras le besaba y le daba
mordisquitos en el cuello. Se dio la vuelta para tenerme de frente, me beso en
la boca apret�ndome contra el con todas sus fuerzas y apretando mi polla con su
maravilloso esf�nter. Me tumbo sobre la cama y comenz� a montarme, a cabalgarme,
mientras pellizcaba mis tetillas y yo pellizcaba las suyas adem�s de sus nalgas.
Con su culo abierto y bien dilatado, se incorporaba y se dejaba caer sobre mi
polla, empal�ndose, clav�ndose, pod�a ver su mirada de entregada satisfacci�n,
arrobado, mir�ndome con cara de putita traviesa y zorrona que es como me gusta
que me mire un t�o mientras me lo follo. Levante mis nalgas, levant�ndolo en
peso, hinc�ndole el rabo hasta lo mas profundo de sus entra�as y me corr�
violentamente mirando fijamente su polla, tiesa como un m�stil, cuando sinti� el
calor de mi corrida en su agujero, su polla escupi� leche caliente a chorros
otra vez, embarrando mi barriguita y llegando hasta mi cara. Nos quedamos
fundidos en un abrazo, bes�ndonos, calientes y excitados con la fragancia de la
habitaci�n, el maravilloso y familiar perfume del sudor, la leche de hombre y
los efluvios de un culito follado y lleno de semen.
Las cosas entre Jos� y Julio ya no eran igual, Jos� se encelo
conmigo y pasaba un poco de su amigo. A mi me daba palo y tenia ganas de
follarme a Julio pero no tenia oportunidad. Jos� siempre estaba insistiendo en
chuparme la polla en los servicios y en invitarme a su casa para que lo follara.
Estaba super enganchado, me ofrec�a las nalgas abiertas y me ped�a que lo
insultara mientras lo enculaba sin piedad.
Me gustaba encularle mientras le dec�a que era una asquerosa
puta sumisa de culo roto. Un mamapollas que tragaba leche de hombre por zorra.
Sin tocarse, se corr�a un par de veces en cada enculada. Era una cosa
espectacular.
Jos� paso unas fiebres y Julio aprovecho para abordarme un
d�a:
-Si vienes a mi casa esta tarde har� algo pro ti que ni Jos�
ni nadie ha hecho nunca.
Un poco intrigado, acud� a mi cita. La casa de Julio era de
las mejores de la urbanizaci�n, sus padres ten�an bastante pasta y sus dos
hermanas mayores ten�an fama de ser las chicas mas fant�sticas y macizas del
lugar. Algo inaccesible.
Julio me recibi� nervioso. Me hizo sentar en el sof�, me
sirvi� un J&B, el primer whisky de mi vida, y me pidi� un poco de paciencia. Me
quede viendo la tele, bebiendo el whisky a sorbitos para disimular lo poco que
me agradaba su sabor. Paso casi media hora cuando Julio dijo desde el fondo de
la casa:
-Ya estoy preparado. Voy para all� �avis�ndome
Cuando apareci� no lo podia creer. Julio estaba vestido de
chica y la ropa le quedaba fenomenal. La ropa de una de sus hermanas le quedaba
de lujo. Botas rojas, mini roja, top negro y medias de red. El maquillaje era
suave, muy femenino, lejos de las estridencias habituales en el transformismo.
-Soy Julia y nadie te va a dar lo que yo te voy a dar �me
dijo, mientras se mov�a alrededor del sof�, en plan sexyputon. Se agacho ante mi
y mir�ndome a los ojos con una cara de zorra imposible comenz� a bajar
lentamente la cremallera de mi jean. Mi rabo salto como un resorte a la que lo
libero de mis slips. Julio, Julia, mamaba toda mi polla haci�ndole fiestas.
-Que pollon. Para tu Julia. Vas a saber lo que es un culito
rico y una putita complaciente. Se que quieres a tios muy putitas para ti. No
vas a encontrar una putita como yo en nigun sitio �dec�a entre mamada y
lametazo.
Me levanto y me llevo a la habitaci�n de sus padres donde
hab�a una cama gigantesca.
-Aqu�, como los matrimonios y parejas de verdad. Aqu� es
donde voy a ser tuya.
Me desnudo amorosamente mientras me acariciaba y besaba, le
quite el top y me sorprend� al ver unas tetitas ligeramente sobresalientes que
comenc� a besar y chupar, el me gui�o el ojo y me sonr�o al ver como me gustaban
sus tetitas adolescentes mientras me acariciaba el rabo. Se quito la mini, no
llevaba slips, solo un liguero que aguantaba las medias de red que le llegaban a
medio muslo, la visi�n del liguero, las medias y las botas rojas era alucinante,
era mejor que una mujer, mucho mas sexy y femenina. Tenia un lindo, peque�o y
sabroso rabo. El era super dulce y complaciente en todos sus movimientos y
acciones, no se lo que me paso pero tanta dulzura me enervo y saco de mi la
bestia s�dica y folladora, le tome del pelo, el gem�a pero no se quejaba, le
puse en cuatro sobre la cama y sin dedos ni lengua que prepararan su culito se
la apunte y se la clave sin piedad. Se retorc�a como una lagartija pero en
ning�n momento se intento safar del abrazo y la enculada, aguanto hasta que lo
empale hasta la ra�z.
-Soy tu putita. Soy la �nica que te da esto. La �nica que
saca la bestia �dec�a.
Yo estaba fuera de mi culeandole con furia, no se que co�o es
lo que se debat�a en mi interior pero ese d�a, enculando a Julio como a la mas
zorra de las putas, descubr� mi verdadera identidad sexual. S�dico enculador de
jovencitos. Pod�a sentir como ard�a su culo con la fricci�n de mi rabo, como a
pesar de la salvaje culeada tenia problemas para clavarlo entero y tenia
dificultad para penetrarlo por lo apretado de su esf�nter y el grosor de mi
polla. Tenia que dolerle por cojones la enculada y deb�a de gustarle un mont�n
ese dolor. Como a mi me gustaba esa sensaci�n de tener la ra�z de la polla
estrangulada por su anillo y clavada en toda su dimensi�n en el culito de mi
chico, de mi putita. Pude sentir como se corr�a sobre las sabanas mientras yo le
culeaba duro y me corr�a en sus entra�as profiriendo un grito salvaje. En ese
momento se abri� la puerta de la habitaci�n. Era Yolanda, la hermana de Julio
que, con la boca abierta, le sorprendi� a cuatro patas sobre la cama de sus
papas mientras yo bombeaba rabo y leche de hombre en su culito.