Hola. Mi nombre es Sandra y por vez primera, escribo
aqu� para relatar uno de los m�s exitantes encuentros que he vivido. Mantengo
relaciones sexuales con mi hijo dese que �l tenia 15 a�os. Esta es la narraci�n
de un viaje efectuado a una zona de veraneo en mi pa�s junto con mi hermana y
con mi sobrino. Espero sea de su agrado.
El sonido del clax�n de su veh�culo me sac� del aturdimiento
en que me ten�an mis pensamientos. Hac�a pocos d�as que mi hermana Laura y su
hijo Daniel por f�n dejaron a un lado sus remilgos y se hab�an entregado a
disfrutar sin tab�s del sexo entre ellos. Fueron encuentros llenos de exitaci�n
y erotismo en los cuales se entendieron y se disfrutaron total y
gratificantemente, por lo que decidieron incluir en un viaje muy especial a esta
servidora, que, de alguna manera, intercedi� (gozando sin parar, primero, de la
enorme verga de mi sobrino por todos mi agujeros y luego del delicioso co�o de
mi hermana) para acercarlos a�n m�s. Lamentabemente, mi hijo no podr�a
acompa�arnos por estar en plenos examenes en la universidad, pero el muy pillo
me hizo jurarle que le trer�a de regreso mi ropa interior completamente empapada
de mis jugos, para que �l se masturbara sintiendo su olor y su sabor.
Luego de partir esa tarde despidiendonos muy alegremente de
mi hijo Javier, mi hermana, su hijo y yo nos encaminamos a disfrutar unos
merecidos dias de descanso en "El escondido ". Este es un lugar maravilloso.
Aqu� se combinan tanto la monta�a como el mar, haciendo un contraste divino y
relajante, aunque nosotras sabiamos que no tendr�a nada de relajante para
Daniel, ya que nuestras vaginas y culos ser�an ser saciadas por su rica verga.
Apenas llegamos, el se cambio su ropa por un short muy ce�ido
que dejaba adivinar el tama�o de su pene. Con un beso r�pido en nuestras bocas,
sali� a la playa. Nosotras, por el contrario, nos quedamos un poco m�s en la
habitaci�n del hotel. Poco a poco desempacamos nuestras cosas y las acomodamos
en el closet. Laura me hacia constantes bromas sobre mi costumbre de llevar mi
diario conmigo a cualquier parte. Yo le contestaba, bromeando por igual, que era
para no olvidar ning�n detalle de todos nuestros encuentros. Le decia riendome
que tal vez me atreva a enviar todas nuestras historias a alguna editorial para
que las publiquen, sabiendo que un libro de esta naturaleza en nuestro pa�s
ser�a poco menos que tirado a la hoguera. Ya un poco m�s tarde, nosotras tambi�n
nos reunimos con Daniel.
Entre ba�os en el mar, risas y juegos, fueron pasando las
horas. Mi sobrino se dio gusto pasando las manos entre mis pechos, nalgas y
piernas al igual que con las de su madre cuando nos untaba el protector solar. A
m�, ya me tenia muy exitada. Sentir recorrer sus dedos por los labios de mi
vagina y masajearlos disimuladamente, me hab�a puesto muy exitada. Mi hermana no
fue olvidada por su hijo y a ella, en un momento en que no se encontraba nadie
cerca, le corri� un poco la tira del bikini, le paso los dedos por los labios de
la vagina hasta hacerla mojarse totalmente para despu�s, muy lentamente, meterle
uno de ellos en el culo. Fue delicioso observar como entraba y sal�a de ah�
provocandole repedidos gemidos de placer a Laura.
Regresamos a la habitaci�n para cambiarnos y ba�arnos. Ya
listos, salimos a recorrer un poco los alrededores y despu�s nos fuimos a cenar
al restaurante del hotel. Una muy sabrosa comida acompa�ada de buena charla y
buen vino fue parte de la velada. Pasamos un momento al bar y ah� tomamos una
�ltima copa antes de regresar a nuestra habitaci�n. Ya en las escaleras, Daniel
no se contuvo y comenzo a a acariciar mis nalgas y las de su madre hasta que
llegamos a nuestro cuarto. Apenas traspasamos la entrada, �l me tom� entre sus
fuertes brazos y comenz� a besarme apasionadamente. Sent�a como su lengua
recorria el interior de mi boca y encontraba la mia para enrroscarse en ella.
Sus manos no estaban quietas. Recorriendo mis costados, me acariciaban y
apretaban mis senos y mis piernas. Mis manos tamb�en se entrenenian palpando su
fuerte pecho y bajando, le acarici� con placer su verga por sobre el pantal�n.
Una descarga me reccori� el cuerpo al sentirla tan erecta. Mi
hermana Laura no quiso ser menos y pegandose a su espalda le recorria por igual
el cuerpo. Con trabajos nos dejamos caer en la cama y materialmente nos
arrancamos la ropa. �l hizo presa a su mama. La beso y la acarici� lentamente.
Centimetro a centimetro reccori� con sus labios el cuerpo de Laura. Bajo desde
su cuello hasta la ingle. Regres� a sus senos y fue chup�ndo los pezones uno a
la vez. Mi hermana gemia y gritaba presa de los espasmos de su primer orgasmo.
Yo, en un lado de la cama, abria mis piernas y dejaba que uno
de mis dedos acariciara los labios de mi vagina. Estaba ya muy humeda. Mis jugos
ya empapaban el interior de mis muslos. La fricci�n sobre mi co�o fue m�s
intensa a medida que veia como Daniel abri� las piernas de su madre y con
dulcura, comenz� a chupar su cl�toris que ya asomaba por su rajada. Su lengua
jugaba y lo raspaba con frenes�. Los gemidos de Laura se intensificaban y su
cuerpo se arqueba con fuerza, presa de varios orgasmos.
A estas alturas, mis senos eran estrujados por una de mis
manos, mientras dos dedos de la otra se incustaban en mi encharcada vagina. De
vez en cuando, los sacaba de ah� y, con mis jugos chorreando de ellos, los
llevaba a mi boca para gozarlos con mi lengua y paladear su sabor mientras yo
tambi�n era presa de una increible venida. Ca� en una especie de letargo por
algunos momentos. La fuerza con que gimi� mi hermana al sentir la lengua de su
hijo taladrando su culo me sac� de �l. Era muy exitante ver como Daniel le
chupaba ahora el ano a su madre, humedeciendolo y dilatandolo an introducir toda
su lengua. De pronto, pas� un dedo por los jugos que mojaban el co�o de Laura y
de un solo movimiento lo incrust� en su culo. Mi hermana materialmente se
desmayaba por el placer. Gimi� y se estruj� los senos, al tiempo que paraba m�s
las nalgas, dejando a la disposici�n de ese dedo todo su estrecho ano y ahora
lubricado ano.
Yo no pod�a quedarme sin hacer nada y al momento me baje de
la cama para tomar entre mis labios la gran verga de mi sobrino. Le chup� todo
el glande y pas� la lengua por el tronco y por sus huevos antes de tragarmela
entera. �l gir� un poco su cuerpo para permitirme chuparsela con mayor
facilidad. Por momentos, dejaba a un lado su verga, me acercaba a mi hermana
para besarla apasionadamente en la boca y permitirle gozar el rico sabor del
palo de su hijo.
Regresaba a mi lugar y continuaba con la grata tarea de
chupar en su totalidad tan viril instrumento de gozo. Daniel ya estaba m�s que
listo pero fue su mam� la que protest�. Ella a�n no le habia mamado la verga,
as� que lo acost� en la cama y se dedic� por varios minutos a gozarsela con la
boca. Yo solamente miraba con deliete como ella subia y bajaba la cabeza
teniendo prisionero entre sus labios el sabroso palo de su hijo, que ya se
encontraba completamente lubricado. Ahora fue mi sobrino �l que gimi� y grit�
con fuerza. Se estaba viniendo y ante el aviso, su madre aument� la intensidad
de la chupada.
Cuando toda su leche brot�, pareci� un volc�n soltando lava.
Yo quise participar y poniendome a un lado de mi hermana, recib� parte de esa
ardiente descarga en la cara. No ten�a fin la venida de Daniel. La leche salia
sin parar de su verga y nuestras bocas no se daban abasto para recogerla con la
lengua para, entre las dos, intercambiarla al besarnos.
Despu�s de un corto descanso, nos dimos a la tarea de
continuar chupandole entre ambas su pene. A ratos yo le chupaba su glande y mi
hermana hacia lo propio con su tronco y los huevos para cambiarnos de lugar
hasta que �l la tuvo dura y lista de nuevo. A m� me coger�a primero, as� que me
acost� en la cama y apunt� su verga hacia mi mojada y abierta vagina. Con un
imenso placer senti como centimetro a centimetro me la enterraba hasta el fondo
de mi �tero. Era como un hierro al rojo vivo el que me atravezaba. Con un
movimiento de su cuerpo, muy lento, la fue sacando casi totalmente para luego
incrustarla en su totalidad. Los minutos pasaron y el continuo con su
desquiciante martilleo sobre mi co�o. Su boca no esta quieta y mis senos tambi�n
gozaron al ser mordidos y chupados con deliete.
Con los ojos cerrados disfrutaba a m�s no poder de su potente
cogida, cuando de pronto, senti un familiar sabor en mi boca y, por refejo, dej�
que mi lengua saliera a disfrutarla. Mi hermana se hab�a parado sobre la cama y,
con malicia, dobl� las piernas sobre mi cara para colocar su deliciosa vagina a
mi alcance y poder chuparsela. Usando mis manos para ayudarme, abr� sus nalgas
para chupar no solo su vagina y su cl�toris, sino tambi�n le chupaba el ano.
Laura gritaba y gritaba nuevamente que se venia y con fuerza beso con todo ardor
a su hijo en la boca. Daniel continuaba con el mete y saca de su verga en mi
co�o. Movia las caderas de lado a lado para taladrarme por todos los rincones y
hacerme explotar en m�ltiples orgasmos mientras los jugos vaginales de mi Laura
sal�an sin parar, inund�ndome la boca con ellos.
De pronto, mi sobrino se detuvo en sus movimientos. Muy
lentamente, fue sacando su gran verga y con infinita ternura nos separ� a las
dos. Me tom� de las manos y gentilmente me jal� para incorporarme y poner a su
madre de cuatro patas sobre la cama. Pasando varias veces la punta de su miembro
en su rendija logr� que Laura gimiera placenteramente. Con una mano, ella abri�
su vagina on la otra tomo la verga de su hijo y la puso entre los labios de la
misma.
Daniel �nicamente empuj� sus caderas y con un grit� de
alegr�a su mam� recibi� en su interior su riquisima verga. Ah� comenz� a darle
el mismo tratamiento que a m�. Giraba y giraba para taladrar y perforar todos
los rincones del co�o de Laura. Sacaba y met�a todo el tronco de su miembro
completamente mojado. Mi hermana no dejaba de gemir mientras agitaba su cuerpo y
lo lanzaba hacia atr�s buscando ser penetrada m�s profundamente. Yo estaba
tambi�n al borde del orgasmo solo con mirar, por lo que me acost� frente Laura y
abriendo las piernas, puse mi vagina al alcance de la boca de ella.
Con una sonrisa, me complaci� hasta el deliri�. Chup� y chup�
todo mi co�o. Su lengua, como si tuviera vida propia, hizo vibrar mi cl�toris
logrando que los orgasmos fueran uno tras otro. Daniel no perd�a de vista como
se complacian su madre y su tia, haciendo que estuviera a punto de venirse.
Pero, para sorpresa de ella y m�a, tambi�n se detuvo, al igual que cuando era yo
a la que ensartaba con su ansioso pene.
Un brillo en sus ojos me hicieron comprender cual era su
plan. Me levant� de la cama y podiendome a un lado suyo observe como tomo su
verga y la apoyo en el ano de su madre. Con cuidado, uso sus manos para abrir un
poco m�s el culo de Laura quien solo pod�a suspirar ante el embate de su hijo.
Poco a poco el glande de su verga penetr� y el tronco continuo a los pocos
segundos. Ninguno de los tres hablaba. Solo nuestras respiraciones agitadas
llenaban el cuarto. Mi hermana, con los ojos cerrados, fue soportando que la
verga de su hijo se fuera introduciento totalmente por su ano, hasta que sus
huevos chocaron con su mojada vagina. La verga de Daniel estaba completamente
dentro del culo de su mam�. Fue ella, con un lento movimiento de cabeza, la que
lo mir� con un gran amor y lo inst� a que la embistiera. Mi sobrino no se hizo
de rogar y repiti� su desquiciante mete y saca aumentando a raudales el placer
de mi hermana. Ya los dos estaban en completo deleite. Yo miraba como la
totalidad de la verga de Daniel se perd�a en el interior del culo de Laura.
Ella gozaba y gozaba mientras una de sus manos busc� su
vagina y con deliete introducia un dedo en ella buscando su cl�toris para
masejearlo y estrujarlo, logrando aumentar la fuerza de sus orgasmos que, como
una fuente, provocaban que sus jugos chorrearan por el interior de sus muslos.
Mi boca, mientras tanto, no dejaba en paz la boca de mi sobrino y si al inicio
fue su lengua, ahora era la m�a la que buscaba en el interior la suya para luego
pasarla por sus labios antes de bajar mi cabeza y chupar sus pezones. Sus
gemidos me hicieron concebir una idea diab�lica. Separ�ndome un poco de �l, me
puse a sus espaldas e inclin�ndome, abr� con mis manos sus nalgas para, sin
darle tiempo a pensar, sacar mi lengua y pasarla por su ano. �l dio un gemido de
gozo y sorpresa. Separ� un poco las piernas y mis manos abireron un poco m�s su
culo. Ahora era mi boca la que chupaba y chupaba su ano con placer provocando
que no pudiera aguantar m�s. Con un alarido dej� que una nueva descarga de su
ardiente leche saliera como tempestad de su verga y llenara todo el ano de su
madre. Laura tampoco aguant� gran cosa por lo que de inmediato tuvo otro colosal
orgasmo. La leche sal�o de nuevo en gran cantidad y el estrecho culo de mi
hermana no lo contuvo, mezclandose con los jugos de su vagina abierta al
deslizarse por el interior de los muslos de ella de donde, con un infinito
placer, mi lengua los fue limpiando en su totalidad, as� como de la sabrosa
verga de mi sobrino.
Ya completamente agotados, caimos los tres en la cama.
Nuestra respiraci�n fue normalizandose poco a poco. Entre besos y caricias, el
sopor del sue�o nos venci�, no sin antes prometernos para el d�a siguiente un
nuevo encuentro como este.
Ellos se durmieron al poco tiempo, pero yo record� algo.
Levantandome de la cama, tom� mi panty, el de mi hermana y me asegur� que ambos
estuvieran completamente empapados con nuestros jugos. Con una sonrisa, comprob�
que as� era, por lo que los guard� en mi maleta para luego acostarme y tratar de
imaginar, antes de dormirme, las monumentales masturbadas que se dar�a mi hijo
Javier cuando las tuviera y las oliera mientras yo le contaba todo con lujo de
detalles.
Ha sido un verdadero placer contarles esta aventura. Me
gustar�a mucho ponerme en contacto con otras mujeres con experiencias en el
incesto, a fin de intercambiar opiniones entre nosotras.
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Gracias. Hasta la pr�xima