Hola amigos; soy una chica de M�xico y asidua lectora de
esta secci�n debido a mi temperamento fogoso; y cada vez que leo las buenas
historias que se publican aqu�, me caliento tanto que tengo que recurrir a la
masturbaci�n. Les quiero contar cual fue mi primera experiencia sexual.
Desde que tenia 14 a�os (actualmente tengo 20), empec� a
sentir mucha atracci�n por los hombres mayores, ya que en el edificio donde
vivimos mis padres, mi hermano y yo, viven dos se�ores que trabajan en las
plataformas petroleras y uno de ellos siempre me llam� la atenci�n por guapo y
bien portado. Actualmente ha de tener como 35 a�os, se llama Mario.
Desde luego que Mario se dio cuenta que constantemente me
le quedaba viendo y de vez en cuando me gui�aba un ojo para que yo supiera que
�l me hab�a visto. La ventana de nuestro departamento da justo enfrente del de
estos se�ores, por lo que cuando est�n en tierra, tengo la oportunidad de
verlos.
Un d�a que est�bamos mi hermano y yo solos en el
departamento, Mario lleg� con una chica a su departamento, y se pusieron a
escuchar m�sica y a tomar cervezas. Creo que a prop�sito no corri� la cortina.
Despu�s de un buen rato empezaron a bailar y a besarse muy cachondamente,
mientras yo observaba tratando de que ellos no me vieran. �l empez� a quitarle
la ropa hasta dejarla solamente en tanga y brasier, le empez� a besar en la
nuca, en la espalda; y la chica le correspond�a d�ndole besos enormes en la
boca. Despu�s ambos se desnudaron completamente�
Me qued� pasmada al ver el enorme garrote que Mario exhib�a
en toda su extensi�n; la chica se hinc�, mientras �l estaba sentado en el sof�
y empez� a darle una mamada de campeonato� Despu�s le toc� a Mario devolverle
la mamada y terminaron revolc�ndose en el sof� ante mi presencia furtiva. Yo
mientras tanto, sent�a un calorcito en mi entrepierna y una necesidad
imperiosa de tocarme. Me fui al ba�o y cuando me baje las pantaletas, me di
cuenta que mi co�ito estaba totalmente mojado. Me met� poco a poco un dedo y
empec� a frotarme; primero lentamente y despu�s m�s r�pido, hasta que sent�
una sensaci�n rica de placer. Esa fue mi primera masturbada.
Despu�s de esa experiencia, todas las noches me masturbaba
pensando en la enorme verga de mi vecino y haci�ndome fantas�as de que me
penetraba. Despu�s de eso, me entr� la obsesi�n de ser cogida por alguien
mayor que yo. Los chicos de mi edad no me llamaban la atenci�n. Pas� el
tiempo, entr� a la Universidad y yo segu�a con mi obsesi�n; hasta hace
aproximadamente un a�o que se me concedi� el deseo de ser cogida por alguien
como el que so�aba.
Resulta que ten�amos un maestro ya mayor, muy elegante,
atractivo; sin llegar a ser guapo, pero con una personalidad arrolladora.
Desde que lo vi me gust� y siempre trataba de llamar su atenci�n. Me quedaba
despu�s de la clase para preguntarle cualquier cosa con tal de platicar con
�l. Como ve�a yo que �l nunca tomar�a la iniciativa, lo hice yo; y un buen d�a
le pregunt� que si era casado y me contest� afirmativamente. Me decepcion� un
poco, pero me dije a mi misma que no lo quer�a para marido, as� que me avent�
a invitarlo a bailar a una disco y �l me dijo que eso no podr�a ser posible,
debido a que era mucho mayor que yo y que la gente siempre murmura y de
ninguna manera quer�a perjudicarme. Yo le dije que a m� no me importaba, que
era mayor de edad y yo pod�a hacer lo que quisiera.
De tanto insistir me dijo que no me pod�a llevarme a la
disco pero que si quer�a me podr�a invitar a tomar una copa a un bar discreto,
en donde podr�amos estar sin problema alguno. Desde luego que acept�
inmediatamente. Un viernes en la noche nos fuimos al bar y pidi� dos copas y
nos pusimos a beber y a platicar para romper el hielo. Era una situaci�n
chusca, porque yo era la que lo estaba conquistando. Ustedes amigos lectores
sabr�n que nosotras las mujeres tenemos muchos argumentos para conquistar a
alguien que nos interesa.
Despu�s de un buen rato de pl�tica, le dije que quer�a
estar con �l a solas en donde no nos molestara y nadie nos viera. �l entendi�
el mensaje, pidi� la cuenta y salimos del bar. Nos subimos a su carro y enfil�
a la salida de la ciudad hasta llegar a un motel. Entramos al cuarto y como �l
no actuaba, yo tom� la iniciativa y empec� a besarlo y a repegarme a su
cuerpo, hasta sentir que algo se pon�a duro debajo de su bragueta. Le quit� la
ropa hasta dejarlo completamente desnudo.
Tiene un pene largo y delgado como de 20cms, yo segu�a
completamente vestida. Empec� a besarle el pecho y las piernas hasta llegar a
su enorme tronco. Era la primera vez que ten�a a mi disposici�n algo que
siempre hab�a querido, una rica verga larga y cabezona. �l estaba nervioso
pero despu�s de la mamada que le estaba propinando, se empez� a tranquilizar;
me acarici� y me pidi� que me desnudara. Cuando estuve completamente desnuda,
emiti� un gritito de asombro, porque no se imaginaba como era yo.
Tengo los pezones bastante largos y soy bastante velluda
del pubis; como dicen por ah�, tengo un buen peluche, y no me gusta
recort�rmelo. �Estaba calient�sima! Empez� a tocarme, primero los pechos y
despu�s la vagina; ah� tuve mi primer orgasmo. Hicimos un rico 69 hasta que le
ped� que me la metiera, pero que lo hiciera con delicadeza porque hasta ese
momento segu�a siendo virgen. Cuando escuch� esa palabra, se asust� y me dijo
que no pod�a hacerlo porque no quer�a que por su culpa perdiera mi virginidad;
yo le dije que eso era precisamente lo que yo estaba esperando, que no se
preocupara que no le causar�a ning�n problema, porque era mi gusto.
Como �l tambi�n estaba bastante excitado, dej� a un lado su
tab� y empez� a acariciarme otra vez, hasta que nos pusimos al rojo vivo. Me
pidi� que me relajara que me lo har�a de la manera m�s tierna que pudiera. Me
puso la punta de su enorme fierro a la entrada de mi vulva y poco a poco
empez� a penetrarme. Al principio me doli� much�simo, que hasta un grito
pegu�, pero no permit� que me la sacara; agarr�ndolo de los gl�teos hasta que
la tuve toda adentro. Se qued� un ratito quieto, de manera que me acostumbra
al intruso que me acababa de romper el himen y poco a poco empez� a entrar y
salir�
Empec� a sentir algo rico que me recorr�a todo el cuerpo, y
entonces le ped� que arreciara sus embestidas porque estaba a punto de
venirme; y �l empez� como loco a bombearme y los dos grit�bamos como
desesperados, hasta que se vino dentro de m�. Fue una sensaci�n deliciosa�
Ahora despu�s de un a�o, sigo recordando esa primera vez.
Tuve otros encuentros con �l, pero esas se las contar� en otra ocasi�n, porque
ahora se me antoja masturbarme pensando en esa enorme verga que me desquint�.
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