Antes que nada me presento, mi nick es El Gato Azul, siempre
me he considerado gay y esta es la historia de la primera vez que tuve sexo con
otro chico.

Esto sucedi� cuando yo ten�a apenas 14 a�os y mi primo ten�a
13 (bueno, realmente era primo pol�tico), el caso es que ese d�a nos mandaron a
casa de una de mis t�as por un encargo y pues, nada mas de pensar que podr�amos
estar solos, sin m�s ni m�s decidimos decir que si.

Antes de esto, mi primo pol�tico y yo ya habiamos tenido
peque�os acercamientos, en donde nos toc�bamos y nos bes�bamos, todo en un plan
muy inocente, pero la vez que pudimos tener un rato largo de intimidad no fue
desaprovechada.

Llegamos a casa de mi t�a en unos 10 minutos, fuimos
caminando, (�bamos haciendo hambre jejeje), al llegar, entramos por la puerta
trasera, no me pregunten por qu�, porque no lo recuerdo, de todos modos
entramos, recogimos lo que ten�amos que llevarnos y justo en el momento en que
�l iba a abrir la puerta para salir, lo tom� de la cintura y le di un beso en la
nuca, �l s�lo se volte� y me devolvi� el beso.

Decidimos acostarnos en la cama de otro de mis primos, era
matrimonial, perfecta para lo que se desee, despu�s de una breve sesi�n de besos
y abrazos, �l comenz� a agarrarme el paquete por encima del short (porque yo
llevaba un short y �l un pants) la sensaci�n era deliciosa, pocas veces me hab�a
sentido tan bien, el hecho de que me tocara sin tener que estar escondidos en un
rinc�n inc�modo era algo delicioso.

Despu�s, el comenz� a meter su mano venciendo los d�biles
resortes tanto del short como de mi truza, hasta que comenz� a agarrarme la
verga y a sopesar mis huevitos, ��que sensaci�n!!, jugaba con ella, la meneaba,
me bajaba el pellejito y me sobaba la cabecita, la carne se me pon�a chinita,
era algo delicioso.

No aguant� mucho tiempo, el pensar que nadie pod�a vernos me
hizo bajarme de un jal�n el short hasta las rodillas, y despues baj� su pants,
hasta los tobillos, fue cuando pude apreciar su juvenil cuerpo, un hombre
peque�o, todo para mi, completo y s�lo para mi. Comenc� a tocarle el culo, lo
ten�a completamente lampi�o, unas nalgas suavecitas y rosadas, s�lo para
disfrutarlas yo a mi gusto.

Le dije que me la mamara, pero no quiso, dijo que sent�a
asco, y que no lo har�a, pero despu�s de rogarle como media hora, me regal� 2
minutos de su deliciosa y casi infantil boca en la cabeza de mi pene, fue algo
maravilloso, nunca nadie me la hab�a mamado, y �l lo hacia muy, muy bien, aunque
no le gustara, mientras el tomaba mi pene y lo sobaba con la lengua yo comenc� a
meterle un dedo en su ano, yo sabia que despues de eso, vendr�a el n�mero final.

Y Justo cuando estaba m�s entrado y con los ojitos viendo
completamente hacia atr�s, �l se sac� de la boca mi pene (entonces debe haber
medido 14 Cm.), fue cuando le dije que se la iba a meter, y ni tardo ni
perezoso, se dio la vuelta y se acost� completamente boca abajo y se abri� las
nalgas, uuuufff, el simple hecho de imaginar que 20 segundos despues tendr�a mi
verga adentro de �l, me hac�a estremecer.

Le puse saliva y me unt� un poco yo tambi�n, le dije que me
ayudara y que abriera bien sus nalgas, fue entonces cuando yo puse la punta mi
verga en su ano y comenc� a empujar, muuuy despacio, lento y con toda la
delicadeza del mundo, pues cuando comenz� a entrar la cabecita, el comenz� a
respirar m�s profundo, cerr� los ojos y abri� un poco su boca, mientras que yo
sent�a un ardor entre el prepucio y el glande que me hizo detenerme por un
momento.

Una vez que el dolor pas�, segui entrando, como mi cabecita
ya habia traspasado, el tronco entr� m�s f�cil, me detuve por unos segundo y
comenc� a bombearlo, era algo delicioso, el respiraba y se quejaba muy
levemente, lo cual me excitaba al punto de empujar lo mas posible mi verga en su
interior, apretarlo hasta que hiciera un gesto de dolor, le dec�a que se moviera
y que me apretara a lo que dec�a que si, mientras m�s se mov�a, mas cosquilleo
invad�a mi glande, era algo tan delicioso y no quer�a que acabara.

Precisamente por eso, se la saqu� completa y le dije que
ahora quer�a que se sentara en ella, a lo que obedeci� como si yo fuera el amo y
el esclavo, pero siempre con esa sonrisa de complicidad que nos acompa�a a todos
en esos momentos.

Me sent� en la orilla de la cama, me agarr� la verga y la
puse apuntando hacia arriba, �l se puso de espaldas frente a mi y con mi brazo
lo tom� por la cintura y comenc� a guiarlo, lo solte justo en el momento en que
sent� como su ano volv�a a abrazar mi verga y �l se sentaba lentamente en ella,
la iba desapareciendo poco a poco, como si no quisiera romperla, como si fuera
la cosa m�s delicada del mundo, hasta que qued� completamente sentado, comenz� a
moverse, hasta que tom� un ritmo tan especial que me hac�a pegar mi frente a su
espalda y me hac�a morder su playera.

Luego de unos pocos minutos se cans�, me dijo que le dol�an
las piernas por lo que lo puse de nuevo acostado en la cama y lo bes� en la
espalda, se puso de ladito y yo levant� su pierna, y como por isntinto, �l tom�
mi verga y se la volvi� a acomodar, en ese momento yo ya estaba tan caliente que
de un empuj�n se la volv� a meter, mi movimiento de cadera no tard� en aparecer,
me mov�a m�s r�pido, fren�tico y profundo, cada vez que mi verga entraba por
completo el hacia su cabeza hacia atras y gem�a, me dec�a que ahora quer�a
sentirme venir, comenc� a agarrar su verga y a chaquetearla, despues de un par
de minutos se quej� de una manera diferente y comenz� a venirse en mi mano, fue
entonces cuando mi excitaci�n lleg� al m�ximo, lo apret� lo m�s que pude contra
mi, mi verga se le clav� lo m�s profundo que pudo llegar, vibr� como nunca y
escupi� todo su semen dentro de �l.

Lo abrac� hasta que la �ltima gota de semen sali�, nos
besamos, sub� su pants, sub� mi short, tomamos el paquete que deb�amos llegar y
nos vimos en otra ocasi�n.