Relato: El suplicio de Yuei



Relato: El suplicio de Yuei

Don Marcos era un empresario que regentaba tres restaurantes
de comida china, hasta ahora el negocio le iba bien, en su juventud hab�a ido a
Hong Kong a hacer negocios, las cosas le fueron bien, se caso con una china de
all� y se quedo a vivir durante casi 23 a�os, se vino hacia cinco ya que su
esposa falleci� y decidi� volver a Espa�a con sus dos hijos, el mayor Rafael y
el menor Cho. La verdad es que Don Marcos se hab�a vuelto despiadado y ego�sta
desde la muerte de su esposa, ya no trataba a sus hijos de igual manera y
tampoco encontraba a alguna mujer que pudiera rellenar el hueco dejado por su
esposa, adem�s hab�a descuidado algo su aspecto y en �l hab�an hecho mella tanto
la edad como la obesidad.


En fin Don marcos sol�a frecuentar su principal restaurante
en una de las m�s prestigiosas calles de Madrid, desde all� revisaba las cuentas
y escog�a el personal que solicitaba trabajo, esto era algo que le gustaba hacer
personalmente. Pues bien esa ma�ana ya llevaba cinco entrevistas con diferentes
chinos escuchimizados que buscaban en Espa�a una oportunidad a la pobreza que se
ve�a en China. Su secretaria, una china de mediana edad que hab�a emigrado a
Espa�a hacia 15 a�os, golpeo la puerta y entr� en su despacho.



Todav�a queda uno Don marcos, � le dejo pasar?-.


Que pase Elena-.



Por la puerta entro un hombre chino de edad joven, bien
parecido, estaba delgado como todos y vest�a con humildad, una camisa blanca y
un pantal�n negro, su mirada la manten�a hacia el suelo. Saludo dando un buenos
d�as en un torpe espa�ol. Don Marcos le indic� que se sentara en una silla.



As� que quieres trabajar en mi restaurante �no?- dijo Don
marcos en chino mandar�n-.


El chino asinti� sorprendido de que el occidental hablara
tan bien su idioma y respondi�- As� es se�or, me gustar�a trabajar en su
restaurante, tengo experiencia en la cocina y mis papeles est�n en regla.-


Esta bien dame tu documentaci�n y tus papeles para que eche
un vistazo.- dijo Don Marcos-.



El chino entreg� los papeles y le dijo a el


-Le dar� tambi�n los de mi esposa que tambi�n podr�a
trabajar-.


Don Marcos examin� los papeles y la documentaci�n con
aburrimiento, pero luego observo con atenci�n la foto del pasaporte de la esposa
del chino, era preciosa de pelo negro y sedoso, ojos rasgados perfectos, y
labios sensuales . Intent� no pasar demasiado tiempo mirando la foto y tras un
tiempo despu�s de observar todos los documentos los entreg� con total
tranquilidad, no sin antes apuntar algunos datos de inter�s.



Estudiar� tu petici�n y te llamar� si te contrato. Muchas
gracias por venir, Adi�s buenos d�as-.



El chino tard� un poco en levantarse del asiento y le dijo a
Don Marcos


- Se lo suplico se�or necesito el trabajo acabamos de llegar
de China y no tenemos a nadie a quien acudir-


Acto seguido se postr� ante sus pies implorando su ayuda. Don
marcos lo mir� con asco, nunca hab�a aguantado a los que se humillaban
f�cilmente, pero disimul� su malestar. De pronto se le ocurri� un plan.



Esta bien ma�ana te dar� la respuesta intentar� ser justo y
darte a ti el trabajo, pero no olvides que han venido compatriotas tuyos a
pedirme trabajo-.



Chung, que era el nombre del chino, se levant� dando las
gracias a este y se march� r�pidamente. Mientras tanto Don Marcos cavilaba su
plan. Mir� la direcci�n que le hab�a dado Chung y sonri�.


Al d�a siguiente Don Marcos se present� en casa de Chung,
este viv�a en barrio obrero de Madrid. Al llegar a la puerta del piso llam� a la
puerta, al reto abri� una mujer china de mediana edad.



Buenos d�as se�ora, busco a Lin Chung-. Dijo Don Marcos en
chino mandar�n,



La mujer se sorprendi� un poco y mir� a este con curiosidad,
al rato una voz femenina preguntando quien es mam�. La se�ora respondi� es un
hombre preguntando por tu marido. Al poco tiempo apareci� la mujer de Chung, era
m�s bella que en la foto, no medir�a mas de 1`55m, era mas bien delgada, con
pechos peque�os, una 85 se dijo Don Marcos, llevaba puestos unos pantalones
color gris y una camisa blanca, deber�a de rondar entre los 25 a�os. Su cara
igual que en la foto, salvo que su peinado era algo mas descuidado, solo llevaba
una cola que la utilizaba para sujetar su cabello color azabache. Don Marcos
intent� guardar la calma ante la visi�n de la mujer.



Soy Marcos Garc�a, dirijo unos restaurantes de comida china
y su esposo Chung vino ayer para buscar empleo en mi restaurante, as� que he
venid a hablar con �l-.


Si, por supuesto pase por favor- dijo la esposa del chino-.



Pas� a una peque�a salita de no mucho espacio, don Marcos
pudo ver que donde viv�a esta familia era una casa peque�a y humilde.



Si�ntese, por favor se�or Garc�a, Chung estar� al llegar-.



Mientras ven�a Chung estuve hablando con Yuei, que era el
nombre de su mujer y con Ji, su madre. Les pregunt� por su vida, que hac�an en
Madrid y esas cosas. Por lo visto hab�an abandonado China por motivos pol�ticos
y ten�an poco para salir adelante, viv�an los tres juntos en ese piso de
alquiler. En poco tiempo tendr�an que verse en la calle sino encontraban algo y
la madre de Yuei estaba enferma y necesitaba medicamentos algo costosos. Don
Marcos por su parte les cont� que hab�a pasado mas de 20 a�os en Hong kong y que
as� hab�a aprendido el idioma, adem�s de contarles que hab�a estado casado con
una mujer china. A los veinte minutos lleg� Chung, se sorprendi� de ver a Don
Marcos.



Mira Chung me gusta conocer a mis empleados a ver si son
buena gente y tu familia me ha causado buena impresi�n, as� que te dar� el
empleo-.



La alegr�a de la familia se mostr� al instante y le dieron
las gracias incontables ocasiones.



Chung s�lo puedo darte a ti el empleo, pero a tu esposa
puedo darle otro por si te interesa, hace tres d�as que desped� a mi empleada
de la limpieza por ladrona y esa vacante ha quedado vac�a, ser�an tres horas
tres d�as a la semana, y pagar� 850 ptas. la hora por lo que ganareis un
sueldo extra, las horas extras las pago a 1000 ptas.- dijo � Si estas
deacuerdo d�melo ma�ana, habladlo tranquilamente.-



Le volvieron a dar las gracias prometiendo una respuesta al
d�a siguiente. Le invitaron a comer, pero don Marcos ten�a prisa y rehus� la
oferta amablemente.


Al d�a siguiente se present� Chung a trabajar y pidi� una
cita con don marcos, su secretaria le hizo pasar al despacho.



Se�or, Buenos d�as, le iba a comentar que mi esposa
aceptar� el empleo, le gustar�a saber cuando tiene que ir y a donde-.


- Me alegro Chung, dile a tu mujer que ma�ana a las 11 de
la ma�ana se presente en esta direcci�n- Y le entreg� una tarjeta.



- Gracias Don Marcos-


Chung volvi� al trabajo y Don Marcos preparaba sus planes.


A la ma�ana siguiente se present� Yuei en casa de Don Marcos,
esta era bastante espaciosa y lujosa, se trataba de un chalet en uno de los
barrios residenciales m�s selectos de la capital. Despu�s de saludarse Don
Marcos le ense�� la casa y le dijo las directrices que deb�a de seguir, le
facilit� un uniforme y los productos de trabajo. Ese d�a empez� a trabajar y al
final de su jornada Don Marcos le present� a su hijo Cho, que hab�a vuelto del
Instituto. Este era un adolescente mestizo, de mediana estatura, con el cabello
negro corto y ojos color avellana, con cara de pillo que una vez que ella se dio
la vuelta la mir� de arriba abajo con todo descaro. Don Marcos le explic� a Yuei
que ten�a otro hijo mayor, pero que estudiaba en Londres.


La rutina seguida por Yuei sigui� una mes, su marido
trabajaba de ma�ana hasta las cuatro de la tarde y desde las siete hasta las
doce, pero la recompensa econ�mica era buena y eso junt�ndose con la ayuda que
tra�a a casa Yuei daba para comer y para mas, hasta que un S�bado Yuei fue
requerida por Don Marcos que le pidi� que si pod�a ir a trabajar de noche ya que
ten�a una fiesta que preparar y necesitaba a alguien. La paga ser�a de 10.000
ptas., esta se lo coment� a su esposo y acept�. As� que se dirigi� a casa de Don
Marcos, al llegar se lo encontr� en su despacho, no hab�a nadie en la casa.



Se�or Garc�a, ya he llegado en que puedo ayudarle-



�l la mir� con una sonrisa, se encontraba en su c�modo sill�n
de cuero marr�n y se levant�.



Si�ntate-. Dijo. Hizo una pausa y se dirigi� hacia ella, se
coloc� a sus espaldas, esto no le gust� en absoluto a ella que se ol�a algo
raro, la extra�a calma de sus palabras, su mirada.


Bien te he llamado porque necesito que hagas un trabajo
especial-


Bien que debo hacer Don Marcos-


Te he tratado bien,�Verdad?, tu marido y tu est�is ganando
un dinero gracias a m�, y a ti te trato bien tambi�n, lo que pido de ti es
algo mas de atenci�n para un viejo como yo que necesita cuidados especiales-


� A qu� clase de cuidados se refiere?- dijo algo indignada.


Necesito compa��a, me encuentro tan solo que necesito a
alguien que me de caricias y se ocupe de mi, estoy dispuesto a pagarte bien,
10000 ptas. por sesi�n, � Qu� te parece?-



Yuei se levant� indignada de la silla y se dispuso a
marcharse, pero �l la retuvo con fuerza y la sent� con su mano a la silla.



He tratado de ser amable y ofrecerte una buena oferta, sino
me obedeces despedir� a tu marido y te acusar� a ti de que me has robado. Soy
un hombre importante y la polic�a me creer�, adem�s sin dinero que ser� de
vosotros y sobre todo de tu madre que est� enferma, tengo tanta influencia que
puedo hacer que tu marido no encuentre trabajo en ning�n otro sitio, no me
obligu� a hacer nada de esto, t�meselo como un trabajo extra mas que le
reportar� beneficios, adem�s esto no es como la prostituci�n ya que s�lo
estar� conmigo- mientras dec�a esto se acercaba a ella.-



Yuei no sab�a que hacer, por un lado no quer�a enga�ara su
marido con el se�or Don Marcos y no quer�a verse chantajeada pero por otro lado
sab�a que pod�an perder el trabajo y adem�s ser acusada de robo y el se�or Don
Marcos era poderoso y ella extranjera, pod�a acabar en la c�rcel. Por otro lado
su marido y ella podr�an seguir teniendo sus empleos y ganar dinero que tanta
falta le hac�an, sobre todo a su madre que estaba enferma. No sab�a que hacer
pero mientras pensaba las gruesas y grasientas manos de Don Marcos empezaron a
acariciarla por sus muslos a la vez que le besaba el cuello con suavidad y le
susurraba que le hiciera caso que iba a ganar mas dinero y que ser�a m�s feliz,
adem�s no tendr�a que abandonar a su marido. Las manos fueron subiendo hasta sus
senos que fueron palpados por encima de la camisa de ella con todo descaro, ella
parec�a estar paralizada, �l aprovechando la ocasi�n empez� a desabrochar la
camisa de ella, mientras que con sus enormes y repugnantes labios que hed�an a
alcohol la besaba en la boca, le introdujo su gorda lengua en su boca y empez� a
hurgar con ella. Consigui� desabrochar la camisa y con un fuerte tir�n rompi� el
sujetador de ella dejando sus juveniles pechos de porcelana al descubierto, acto
seguido se puso a sobarlos con descaro y fuerza, cuando los sob� de diversas
formas dej� la boca de ella por sus pechos que empezaron a ser chupados con
fuerza con unas ganas terribles por parte de Don Marcos, parec�a que nunca hab�a
probada ese manjar porque lo hacia como un autentico bruto. Ella no se resist�a,
pero no colaboraba. Al rato la cogi� con fuerza y con violencia y la tumb� en la
mesa de su despacho, sigui� degustando los blancos pechos de pezones sonrosados
como p�talos de rosas, con un fuerte tir�n baj� la falda de esta y busc� con
desesperaci�n sus bragas, las encontr� y con un fuerte tir�n se las arranc�,
luego se puso a meter dos de sus dedos en el co�o de ella, lo hacia con rapidez
y sin delicadeza. Ella se agitaba ante la brutalidad que demostraba �l, pero no
se resist�a, se propuso no hacer nada y a esperar a que terminara la sesi�n.
Despu�s de saborear la almeja oriental de Yuei con su lengua, porque fue lo que
sustituyo a sus dedos, se baj� la cremallera de su pantal�n dejando relucir su
enorme aparato, un pene de unos 20cm y de un grosor considerable.



Creo que en China no est�is acostumbradas a estos aparatos,
procurar� no hacerte da�o- dijo �l



Ella s�lo pudo gritar cuando recibi� aquel enorme pedazo de
carne dentro de su chichi, luego empez� el mon�tono meter y sacar y cada
envestida era dolorosa para ella.



No te preocupes cuando pase un tiempo te acostumbrar�s al
tama�o y no te doler�-.



�l segu�a con su violento folleteo, ella parec�a una mu�eca
en manos de un enorme oso, la cara de �l era de autentico placer y cuando se iba
a correr sac� su verga del co�ito de porcelana de ella y solt� todo su l�quido
seminal sobre la cara de ella que lo recibi� con resignaci�n, incluso tuvo que
cerrar los ojos ante tal aluvi�n de leche que se le ven�a encima. Al terminar la
corrida, la picha de don Marcos se puso blanda, y se retir� lentamente de la
mesa y empez� a vestirse. Ella tard� mas en reaccionar y se levant� despacio, se
quitaba el semen con las manos, �l la vio y le dijo



Ve al cuarto de ba�o y l�mpiate, luego vistet� y vete a tu
casa, toma cinco mil mas, por la ropa interior-.



Le dio las 15000ptas a Yuei que las cogi� sin mas y se fue al
ba�o, all� se limpi� y luego se visti� con sus ropas, la interior estaba rota y
la dej� all�, finalmente se march� a su casa.


Por el camino se comport� como una aut�mata, le pag� al
taxista y subi� a su piso, abri� la puerta, su marido la esperaba al entrar,
este sonri� y dijo



� Que tal el trabajo cari�o?-


Bien respondi� ella- y le entreg� 10000 pesetas- Estoy algo
cansada-


El se�or Garc�a es muy bueno con nosotros, �Verdad cari�o?,
ma�ana me ha dado el d�a libre.-



Ella asinti� e intent� forzar una sonrisa y se fue a la
ducha. Se dio un relajante ba�o mientras le daba vueltas a la cabeza sobre lo
acontecido. Se preguntaba sino ser�a esta la primera vez de muchas, pero luego
pens� en su marido y en su madre, el dinero le hac�a falta a la familia. Sali�
de la ducha y se dispuso a acostarse en la cama, all� estaba Chung. Ya en la
cama su esposo empez� a besarla y a acariciarla, ella le apart� bruscamente y le
dijo que estaba muy cansada, de hecho le dol�a mucho su chochete, la mole de
carne de Don Marcos le hab�a dejado baldada. Intent� dormirse, pero le cost�
mucho, aunque al final lo consigui� debido a su cansancio.


A la semana siguiente cuando fue a trabajar a casa de Don
Marcos, este la trat� como sino hubiera ocurrido nada y se march� a trabajar,
ella sigui� con su rutina durante esa semana todo parec�a ir normal y esto calm�
a Yuei. A la semana que sigui� ocurri� algo, mientras ella limpiaba el polvo en
el despacho de Don Marcos, este que se encontraba all� la llam�, ella se acerc�
y vio que este ten�a su polla fuera.



Me apetece que me hagas una mamada- dijo con toda
tranquilidad



Ella se sorprendi� ante el tono empleado y tard� en
reaccionar, nunca en su vida le hab�a chupado la polla a nadie, de hecho s�lo su
marido y Don Marcos la hab�an "catado", viendo �l que ella no se mov�a, lanz�
uno de sus enormes brazos a la cintura de ella y la atrajo hacia �l. Esta ya
reaccion� y empez� a agacharse con la ayuda de la manaza de �l. Se encontr� cara
a cara con ese monstruo de carne que era el enorme cipote de su jefe.



Tranquila peque�a, que no muerde- dijo �l.



Yuei se arm� de valor y empez� a tragar el gigantesco falo de
Don Marcos, sus peque�os labios apenas pod�an contener semejante trozo de carne
palpitante y le cost� que entrara una cuarta parte del miembro viril de este, le
dol�a la mandibula del terrible esfuerzo que hac�a, ya no por la longitud sino
por el grosor. Don Marcos animaba a ella y empujaba con delicadeza la cabeza de
ella contra su pene.



Est� bien ya basta, ahora empieza a mamarla- le orden� �l.



Ella obedeci� y empez� con sus labios a recorrer aquel
grotesco pito, le costaba tanto poder abarcar la polla que ten�a que hacer
pausas, en ellas repasaba con su lengua el rosado glande de su jefe.



� Ch�pame los huevos �-. orden� tajantemente �l.



Ella obedeci� ya que eso era un "placer" comparado con lo
otro, de todas maneras si la verga era grande, los huevos tambi�n lo eran,
aunque mas llevadero era esto que lo otro. Ella se los chupaba como si fuera un
chup�n.



� M�tetelos en la boca y sabor�alos, es que nunca has
chupado una polla!- dijo indignado Don Marcos.



Ella obedeci� y se meti� los peludos huevos negros en su
boquita de algod�n. �l suspiraba de placer, luego le ordenaba que fuera
alternando los huevos por la polla y as� sucesivamente. El meter el pene de este
en su boca era todo un suplicio y no era nada f�cil, de hecho le dol�a bastante
la mand�bula, para hacer mas llevadero su trabajo se ayudaba de sus peque�as y
fr�giles manos, que de paso pajeaban el m�stil de �l. La mamada dur� unos 20
minutos hasta que �l no pudo mas y se corri� sin avisar dentro de la boca de
ella cuando esta intentaba de nuevo la operaci�n de engullir el aparato, la
corrida le dio unas enormes arcadas, de hecho estuvo apunto de ahogarse, se
quit� la enorme picha de su boca y empez� a toser, mientras tos�a echaba por la
boca algunos restos de semen que le resbalaban por la comisura de los labios, el
mientras se retorc�a de placer intentando dominar su polla que segu�a echando el
espeso y caliente l�quido como una manguera incontrolada, algunos retazos
cayeron en la mesa de su despacho, otros en la alfombra y otros sobre el lindo y
brillante cabello de Yuei, que intentaba reponerse de su ataque de tos.



� Mira lo que has hecho Yuei, ten�as que hab�rtelo tragado
todo!-. dijo algo furioso este.



Ella lo mir� algo asustada con cara de no haber roto un palto
y el se calm�.



Ven aqu�, se que no es f�cil mamarme mi polla, as� que no
pasa nada ya iras cogi�ndole el tranquillo, ahora se buena y limpia esto-.



Ella cogi� la bayeta y se dispuso a limpiar los restos de
leche de la mesa, pero �l le retuvo el brazo y le dijo



Estos los recoges con la lengua.-



Acto seguido agarr� la cabeza de ella por su cabellera y la
condujo hacia los restos de la mesa, ella asustada empez� a lamer la leche de la
mesa y hasta que no la trag� toda no la solt�. Despu�s le orden� que limpiara
todo y le arroj� 10000 pesetas a la mesa.


Despu�s de tan humillante espect�culo, Yuei no fue a trabajar
al d�a siguiente. Al llegar su marido del trabajo le pregunt� porque no hab�a
ido a trabajar, que Don Marcos estaba preocupado, ella le dijo que no se
encontraba bien y �l dijo que se lo dir�a a Don Marcos para que no hubiera
problema. Ya a la noche Chung la llam� para decirle que tendr�a que trabajar un
rato mas y que llegar�a algo tarde por lo que no se preocupara. A la hora
llamaron a la puerta, ella pens� que era su esposo, pero se encontr� con Don
Marcos, por un momento ella se qued� paralizada y Don Marcos la empuj� hacia
dentro y entr�.



Tu marido me ha dicho que estas malita, �No?, no ser� por
lo de ayer, escucha como intentes jug�rmela os buscareis problemas-



Yuei se asust�, escuch� la voz de su madre que estaba
durmiendo en una habitaci�n cercana que preguntaba quien era, pero ella le dijo
que se hab�an equivocado. Don Marcos mir� con lascivia a ella y la empez� a
empujar hacia la salita, all� busc� con la mirada otra habitaci�n, la del
matrimonio. Y una vez encontrada condujo a Yuei hasta ella sin decir palabra
alguna, ella lo miraba con algo de odio y resignaci�n. �l la arroj� a la cama y
cerr� la puerta, lentamente se baj� los pantalones y se acerc� a ella, empez� a
levantarle el vestido, le baj� las bragas con rapidez y la puso en pompa, ella
no se resisti� dado que pod�a hacer ruido y alertar a su madre.



� Qu�date quieta y no te muevas ahora vengo!- orden� el



Yuei estaba asustada, aqu� en su propia casa y con su madre
en ella, no pod�a creer lo que estaba pasando. Lleg� Don Marcos con un paquete
de mantequilla.



No te muevas.- dijo



Empez� a untarle mantequilla por el culo, esto asust� a Yuei
que intent� revolverse, pero �l no la dej�.



Si te resistes te doler� mas, este ser� tu peque�o castigo
por no ir al trabajo-



Sigui� unt�ndole la mantequilla por el culo, luego se unt�
esta en su cipote y dio unos cachetes en el culo.



Prep�rate.- le espet�



Yuei not� como el gigantesco poll�n de este se introduc�a
lentamente en su recto, oleadas de dolor le llegaron y tuvo que morder la
almohada para no gritar, el poll�n se introduc�a mas y mas y el dolor se
acentuaba, l�grimas de dolor corr�an por sus p�mulos, mientras notaba como se
introduc�a el "torpedo" de carne en su culo. El la agarr� de las caderas e
introdujo la mitad de su rabo y empez� a empezar a follarle el culo, en esos
momentos el dolor era insoportable y Yuei se agarraba fuertemente a las s�banas
y mord�a la almohada para evitar que se escucharan sus gritos de dolor, a�n as�
se escuchaban sollozos pero muy bajitos, esto excitaba mas a Don Marcos que
seguia con su mete-saca cada vez a mayor velocidad. Por el culo de ella empezaba
a manar sangre que ca�a en diminutas gotas sobre las sabanas. Don Marcos
dej�ndose llevar por la pasi�n agarr� a Yuei por los costados y la levant�
ligeramente de la cama a la vez que el se pon�a de pie y empez� a follarla mas
salvajemente, ten�a fuerza para mantenerla en el aire, ella intent� seguir
agarrada a la s�bana pero no pudo, aunque si pudo agarrar la almohada y tenerla
pegada a su boca para que no se escapara algun grito altisonante. La escena era
dantesca, �l parec�a un monstruo y ella un mu�eco de trapo entre sus manos, ella
sangraba por su ano y las gotas decoraban de rojo oscuro las s�banas blancas,
as� estuvo dos minutos y luego la volvi� a tumbar en la cama, se hech� en su
espalda y sigui� foll�ndola por el culo, Yuei estaba medio desmayada ante el
dolor que sent�a y le costaba respirar debido a que �l estaba encima suya, de
pront� sinti� como le soltaban un l�quido en su exvirgen trasero y un bufido de
su jefe, despues not� como sacaba su enorme verga de su culo y se levantaba.



� Vaya me has llenado de sangre!-exclam� Don Marcos-
Limpiamela rapido, tu marido tiene que estar al llegar-.



Ella se dio la vuelta, estaba muy dolorida, el culo le dol�a
a horrores y en menor medida los brazos y la mand�bula. �l se acerc� y puso su
fl�ccida picha en la boca de ella, tard� en abrirla y chupar con desgana la
brutal y poderosa polla de �l, cuando le hubo dado un repaso �l se visti� y le
dijo.



Te espero la semana que viene, no se te ocurra tardar.-



Y como siempre le arroj� 10000 pesetas y se march� con
silencio. Ella estaba dolorida y apenas ten�a fuerza para levantarse, cogi� el
dinero y recogi� lo que pudo la habitaci�n, cambi� las s�banas y con verdadero
esfuerzo se fue al ba�o donde se dio una ducha, ya que le costaba poder sentarse
debido al intenso dolor. Luego se fue a la cama y se qued� dormida casi de
inmediato.


La semana fue pasando y ella se empez� a recuperar, su
familia la notaba rara y le preguntaron si le pasaba algo, pero ella lo negaba
s�lo diciendo que se estaba adaptando al pais ya que no quer�a preocupar a su
familia.


A la semana siguiente fue a trabajar y transcurri� sin ning�n
percance, el clima era de normalidad y pudo trabajar sin miedo a una raci�n de
sexo con su jefe. A la semana siguiente su jefe le dijo que la necesitaba para
que limpiara su despacho del restaurante y que le pagar�a como horas extras,
ella en un momento mostr� su disconformidad y �l le dijo



� Acaso crees que voy a hacerte algo en el restaurante?-.



Ella accedi� y por la tarde a eso de las seis se present� en
el despacho de Don Marcos, este se encontraba en la parte trasera del
restaurante , alejado de la zona de cocina , la secretaria no estaba y llam� a
la puerta del despacho, la grave voz de Don Marcos le indic� que pasara. El
despacho del restaurante era mucho mas peque�o que el de su casa, constaba de
una mesa grande, dos sillas, unos archivadores y poco mas, y por supuesto un
enorme sill�n confortable donde estaba sentado Don Marcos, que la mir� de arriba
abajo, ella estaba poco maquillada, llevaba el pelo recogido en un mo�o con unos
palillos, ten�a puestos unos pantalones negros amplios, zapatillas de deporte y
un jersey rojo, adem�s en una de sus manos llevaba una bolsa con la ropa de
trabajo y en la otra un abrigo. A ella no le parec�a que el despacho necesitara
un repaso, se ve�a limpio y ordenado.



Te he llamado para que hagas un trabajo- dijo Don Marcos


� De qu� se trata se�or?-


Necesito tu cuerpo, estoy hambriento de ti, ac�rcate-



Yuei dej� la bolsa en una esquina y el abrigo en un perchero
y se acerc� temerosa hacia su jefe.



Me prometi� que aqu� no pasar�a nada, mi marido podr�a
vernos.- explic� ella.


� Tonterias, est� trabajando, vamos ven!-.



�l la agarr� con su mano izquierda y la atrajo hacia si,
mientras que con la mano derecha empez�a manosearla con descaro, primero por los
pechos y luego por la entrepierna. Yuei vio que este ten�a su pene fuera y
estaba en ristre. Don Marcos la besaba apasionadamente en el cuello, luego en la
boca, le met�a su gruesa lengua hasta la garganta, a la vez con su mano
izquierda la agarraba del culo y lo sobaba y con la diestra exploraba el desnudo
cuerpo que se ocultaba bajo el jersey rojo ella, Don Marcos se dio cuenta de que
ella no llevaba sujetador y empez� a estrujar y a acariciar los deliciosos
pechos de ella. Cuando se cans� levant� el jersey hasta el cuello para poder
observar mejor las tetitas de ella, eran deliciosas se par� a observarlas con
mirada de auntentico satiro. Ella no pod�a hacer otra cosa que aguantar el tipo.
Tras una breve pausa �l se lanz� hambriento de pechos hacia los sonrosados
pezones de ella y los chup� con una fuerza y avidez considerables, ella lanzaba
gemidos de placer y es que esta era la primera vez que empez� a sentir algo de
placer, quizas debido al morbo de saber que su esposo estaba cerca de all�. Tras
saborear de todas las maneras habidas y por haber los exoticos pechos de Yuei
este la cogi� con fuerza de los hombros y la sent� en el suelo, debajo de la
mesa, le acerc� su polla y Yuei ya sab�a que se esperaba de ella, se arm� de
valor y empez� a lamer el enorme poll�n de este, primero aplic� su juguetona
lengua sobre su capullo y lo sabore�, luego recorri� el resto con besos y
chupetones ademas de con h�medas lamidas y finalmente se arm� de valor para que
entrara en su delicada boca la descomunal verga de su jefe, de nuevo la
mandibula le doli� ante aquel terrible esfuerzo. De pronto llamaron a la puerta,
ella se par� alarmada pero la poderosa mano de Don Marcos la oblig� a seguir con
su tarea.



Entre- dijo Don Marcos


Me llamaba se�or.- respondi� la voz



Yuei no pod�a creerlo, era la voz de Chung, su esposo, trato
de no seguir pero la mano de su jefe era firme y la segu�a sometiendo para que
se la mamara.



Si Chung, te llamaba para felicitarte por tu esposa, hace
excelentes trabajos, se esmera mucho y se esfuerza, hoy no le he pagado,
ac�cate, toma un plus por su buena conducta.-



Ante las palabras de Don Marcos Yuei trat� de esconderse mas
adentro debajo de la mesa, pero sin soltar la polla de su jefe de la boca. Se
sent�a rara, pero a la vez excitada, el verse en esa situacion delante de su
marido y sin que este se diera cuenta la excitaba.



Gracias se�or, estoy muy agradecido. Si me disculpa tengo
que volver al trabajo.-



Don Marcos despidi� a Chung con un gesto y cuando se march�
levanto a Yuei de su sitio.



�Has visto como no se ha dado cuenta?-



Ella lo mir� con cierto rencor, esto excit� a �l que
enseguida le dio la vuelta y la puso en pompa mirando hacia la puerta y tumbada
boca abajo en la mesa, luego con suavidad le baj� los pantalones, admir� su
bonito trasero, acaricio sus nalgas e inmediatamente le quit� las bragas de
color negro, acto seguido se inclin� y empez� a meter su lengua por el co�o a
ella, esta se retorci� como si le hubieran dado una descarga electrica, la
verdad es que estaba muy caliente y quer�a tener una raci�n de sexo. Don Marcos
sigui� comiendole su bonito y delicado co�o con fuerza, sab�a como hacerlo, era
todo un experto, ella gem�a de placer y �l se daba cuenta de esto y aceleraba su
lengua buscando los puntos mas placenteros. Tras un rato as�, �l decidi� pasar a
la acci�n, dejo de chuparle el co�o.



Quieres polla, � Verdad Yuei?.-



Ella no respondi�.



Hasta que no me lo pidas no te la dar�, se que tienes
ganas, � PIDEMELO!-


Si... dame tu polla.. por favor lo necesito-


As� me gusta peque�a zorra, y voy a complacerte-



Don Marcos le introdujo su poderosa herramienta con fuerza y
de un golpe, ella chill� de dolor y de placer. �l continuo con su cometido y se
la met�a y se la sacaba con rapidez, la verdad es que ella disfrutaba de la
follada, el placer le recorr�a todo el cuerpo, se agarraba a la mesa y conten�a
sus gemidos para no delatarse. Don Marcos continuaba con sus terribles
envestidas y le dec�a todo tipo de vulgaridades a ella, que la verdad era que la
calentaban mucho.


.- Que pasa, puta es que no te follan mucho, � No?,, si, su
marido tiene que tener un pene minusculo y tu lo que necesitas es una buena
polla como la mia, � Verdad?-.


Ella no contestaba, estaba extasiada y disfrutaba de la
follada que le estaban dando.



Contestame puta asquerosa, quieres mi polla, � DIMELO!,
venga zorra bastarda pidelo o te dejar� de follar-


� SI, quiero tu poderosa polla dentro de mi hijo de puta!-
grit� Yuei que en ese momento s�lo pensaba en ser follada.


Pues te la dar�, se que la necesitas, a fin de cuentas te
encanta ponerle los cuernos a Chung, se que no te da lo que necesitas, he
visto como te pon�as mojada cuando el estaba aqu�-.



Don Marcos aceler� su follada hasta ritmos insospechados,
Yuei se sent�a como si la estuviesen taladrando, todo su cuerpo vibraba ante la
poderosa picha de su jefe, hab�a tenido ya tres orgasmos, uno cuando le com�a el
co�o y los otros dos en la follada. De pronto el se par�, ella descans� un
momento y �l le dijo



Date la vuelta, a�n no he terminado contigo-



Ella obedeci� lentamente y mir� a Don Marcos, este estaba
sudando como un animal y todav�a en sus ojos se observaba la expresi�n de
lujuria. Con su mano derecha sujet� ambas manos de ella y la penetr� de nuevo,
al principio con lentitud y fuerza y luego empez� a aumentar el ritmo aunque no
ces� en la fuerza de sus envestidas. Ella segu�a exhausta de placer, segu�a con
su cuerpo el ritmo marcado por su jefe y tuvo tres orgasmos mas, nunca en su
vida hab�a tenido mas de dos y ahora hab�a tenido seis. Finalmente Don Marcos no
pudo aguantar mas y sac� su enorme Pito del chichi de ella y se corri� en los
pelos del pubis de color negro de ella, pero la corrida era tan grande e
incontrolada que lleg� hasta la barriguita de ella y alcanz� uno de sus pechos
de porcelana. Los dos cayeron exhaustos sobre la mesa del depacho, estuvieron
as� cinco minutos. Yuei no hab�a conocido nunca un placer tan grande aunque no
se sent�a bien por lo que hizo, de hecho ahora se sent�a culpable por sus actos
y palabras, no pod�a creerse que hubiera dicho esa cantidad de barbaridades,
cegada por la culpa se levant� deprisa de la mesa, se limpi� el semen con sus
bragas que guard� en la bolsa y se visti�. Don Marcos la observ� divertido,
hab�a conseguido que disfrutara de su polvo y lo que era mejor delante de su
marido al cual hab�a humillado, se visti� con lentitud y se devolvi� el saludo
de ella cuando se march�.


Yuei volvi� a su casa remordiendole la conciencia, no le
gustaba lo que hab�a hecho, lleg� a su casa y se dispuso a darse un ba�o y a
dormir. Estaba poco comunicativa y esto llamaba la atenci�n de su familia,
adem�s ten�a que aguantar las alabanzas que le lanzaba Chung al se�or Garc�a,
que si era generoso, que si le deb�a el trabajo y un largo etc�tera, que
cabreaba mas a ella, ya que su marido no sab�a que ten�a unos buenos cuernos.


El tiempo fue pasando y ella iba a su trabajo, no pasaba una
semana sin que Don Marcos le pidiera alg�n favor sexual y esto le iba minando
poco a poco, en sus encuentros se comportaba como una mu�eca hinchable, ya que
ella no pon�a de su parte emocionalmente hablando. Lleg� el invierno y con este
la Navidad. Ya se sabe que los chinos celebran el a�o nuevo en otras fechas as�
que Don Marcos le ofreci� a Yuei el trabajar en fin de a�o como camarera en una
fiesta que dar�a en su casa, ella acept�, acaso le quedaba otra opci�n despu�s
de todo. As� que se present� en casa de su jefe, all� hab�an cuatro mujeres mas,
todas occidentales y cinco hombres, tambien occidentales. Se les dio los
uniformes y empezaron a montar la fiesta, a eso de las 10:00 de la noche,
empezarona llegar invitados todos hombres y mujeres de alta clase social, con
fabulosos y suntuosos trajes y caras joyas. Ella ten�a que repartir canapes,
champagne y esas cosas. Luego lleg� la hora de las uvas y finalmente la mejor
parte de la fiesta donde el alcohol y lo que no era alcohol corr�a por el
organismo de la mayor�a de los invitados, entre los cuales estaba Cho, el hijo
de Don Marcos. Yuei se daba cuenta de c�mo este coqueteaba con una de las
invitadas, una mujer casada de unos 45 a�os, re�an escandalosamente y Cho la
sobaba de manera discreta cuando iba a coger algo o cuando bromeaban, pero ella
segu�a a lo suyo.



Yuei cuando puedas lleva algo de champagne a mi despacho.
Le dijo Don Marcos.



Ella asinti� y fue a la cocina para tomar una bandeja con
algunas copas del preciado l�quido y se dirigi� al despacho de su jefe en la
segunda planta del edificio, mientras sub�a por las escaleras pudo ver a algunas
parejas d�ndose el lote, otras se met�an en los dormitorios y otros individuos
se dedicaban a meterse el " polvo blanco" por sus fosas nasales, finalmente
lleg� a la puerta de doble hoja del despacho de su jefe, llam�, una voz le dijo
que pasara. Abri� la puerta y entr� bandeja en mano, all� se encontraba �l, con
su costoso y bonito esmoquin, a su lado hab�a un hombre moreno, con canas en los
lados, pero atractivo, era atl�tico y muy masculino y llevaba un esmoquin que le
quedaba como un guante. Al lado de este estaba una mujer pelirroja, peinada con
un moldeador, llevaba el cabello recogido con una pieza de joyer�a, su cara era
hermosa aunque de facciones mas duras y fr�as, sus verdes ojos felinos la
miraban fijamente, llevaba un vestido negro de seda con tirantes que marcaba su
espl�ndido cuerpo.



� Ah Yuei?, pasa estos son Alberto y Clara amigos de
confianza, los conc� en Taiwan, os presento a Yuei.- dijo su jefe.



Yuei salud� cortesmente y ofreci� la bebida, ellos cogieron
las fin�simas copas de cristal y dieron las gracias a Yuei. en chino, estaba
inc�moda ante las miradas de estos, cuando sirvi� las copas se dispuso a
marcharse, pero Don Marcos le dijo:



Espera Yuei tengo algo que proponerte.-



Ante estas palabras se le vino el santo al cielo.



Veras mis amigos quieren tener una experiencia contigo,
desde que te han visto se han quedado maravillados ante tu ex�tica belleza,
adem�s te pagaran bien.- ante estas palabras el hombre llamado Alberto mostr�
una serie de billetes de 10000 pesetas, eran 12.


� Que te parece Yuei es que no quieres agradar a tu patr�n
y a tus invitados?- dijo Don Marcos.



Ella se qued� pensativa, por un lado el dinero le vendr�a muy
bien, quizas pudieran cambiarse de piso y ofrecer ciertas mejoras a su madre
como una buena calefaccion, por otro lado estaban sus reflexiones morales, no
quer�a convertirse en una puta, ya que iba de camino, un un principio fue s�lo
el se�or Garc�a y ahora ese Alberto. Tras un rato pensando que hacer se acerc�
ella.



Vamos querida no tengas miedo, seguro que pasaremos un buen
rato juntos- dijo Clara.



Un momento pens� Yuei, ella tambien, esto cambiaba las cosas,
nunca hab�a sentido tendencias lesbicas y esto cambiaba un poco las cosas,
sigui� reflexionando.



�Que te parece si te doy 15 billetes en vez de 12?- dijo
Alberto



Yuei segu�a sin decidirse, mir� hacia Clara, esta la miraba
con lascivia, de nuevo estaba cavilando.



� Ya veo!, nunca lo has hecho con una chica, entonces habr�
que subir la oferta, � Te parecen 17 billetes?- Pregunt� Alberto.



Ante este juego de ofertas Don Marcos sonre�a y miraba la
escena curioso. Clara se acercaba por la espalda de Yuei con claras intenciones
obscenas, Yuei asinti� con la cabeza, le cost� tener que aceptar, pero a fin de
cuentas lo necesitaba. Clara se aproxim� como una pantera a ella y empez� a
besarle el cuello con suavidad y dulzura, a la vez que acariciaba con delicadeza
el seno derecho de Yuei con una mano. Don Marcos se fue hacia Yuei y le cogi� la
bandeja luego se acerc� a la puerta y la cerr� con pestillo, mientras Alberto
beb�a de su copa de champagne viendo la escena con curiosidad. Yuei estaba
siendo acariciada con estilo por Clara que pas� del cuello a los labios, sus
labios carnosos se juntaron con los finos aunque sensuales labios de Yuei, eran
unos labios fr�os y apestaban a alcohol, le introdujo la lengua dentro de su
boca y empez� a juguetear con ella. Mientras con sus manos empezaba a deshacerse
del uniforme de Yuei, pero con lentitud y delicadeza, primero la camisa, luego
la falda, sigui� el sujetador, las medias y finalmente las bragas. La ropa era
recogida por Alberto, que ol�a profundamente la ropa interior de Yuei. Clara
viendo el camino despejado hacia los frutos orientales que escond�a la ropa de
Yuei se dedic� a acariciar y toquetear tanto los pechos como los genitales de
ella, lo hac�a de manera suave y experimentada. Yuei ten�a que admitirlo, estaba
sintiendo placer, esta mujer sab�a donde tocar y acariciar para dar placer,
gem�a cortadamente, Clara viendo que pod�a excitarla continu� con su labor
amatoria, introdujo dos de sus largos dedos en el co�o de Yuei que gimi� con mas
fuerza ante esta intrusi�n, Clara continu� con su exploraci�n d�ctil, primero
lentamente y luego con velocidad, cuando consegu�a dar el mayor placer a Yuei se
paraba e introduc�a sus dedos que hab�an sido metidos en el chichi en la boca de
Yuei, le ordenaba que los chupara, Yuei obedec�a y los chupaba con avidez, luego
Clara volv�a a introducirlos en la vagina de Yuei que volv� a entregarse a
Clara, de hecho se le doblaban las rodillas de gusto. Yuei tuvo dos orgasmos
s�lo con la masturbaci�n a la cual estaba siendo sometida, tras unos diez
minutos Clara par�, retrocedi� hasta la mesa y all� mirando con una cara de
zorra impresionante se quit� el vetido negro que cay� a us pies resbalando por
su escultural cuerpo, no llevaba sujetador, pero si un minusculo tanga negro que
tapaba s�lo lo justo. Los pechos de esta eran firmes y enormes con grandes
pezones de color rosa, Yuei pensaba que eran operados, ya que estaban algo
separados uno de otro y ademas estaban inusualmente firmes, algo impropio de una
mujer de la edad de Clara que deb�a rondar casi los cuarenta. Clara le hizo un
gesto para que se acercara, Yuei obedeci�.



Quitame el tanga Yuei- le orden� ella.



Yuei obedeci� y con sus temblorosas manos le quit� el tanga
negro a ella dejando ver un minusculo montoncito de pelos de color del cobre.
Clara se apoy� en la mesa y le orden� que le comiera el higo. Ella lo hizo en el
acto, nunca lo hab�a hecho, pero pens� que donde le gustar�a que se lo hicieran
a ella, as� que no se lo pens� mucho y lami� y succion� el bonito chichi de
Clara, esta con sus manos dirig�a la cabeza de Yuei hacia un lado o hacia otro
para que se lo hiciera como mejor pudiera, Yuei lamia y lamio, paraba y besaba,
introducia sus bonitos dedos en el co�ito de Clara y los lanzaba hacia dentro
con excitaci�n, Clara se retorc�a en la mesa y gem�a como una gatita en celo,
Yuei no cejaba en su empe�o y continu� dandole placer, de pronto not� como
alguien la cog�a por detr�s y sin miramientos le introduc�a su pene en su co�o,
dio un largo suspiro de placer al notarlo, no era el de Don Marcos que era
descomunal, mir� hacia atr�s y vio a Alberto que empezaba a bombear con un ritmo
fuerte, Yuei disfrutaba ante esta operaci�n y durante unos momentos dej� el co�o
de Clara que se enfad� y con una mano condujo la cabeza de Yuei a su chichi.
Yuei segu�a pero era dificil concentrarse ante el placer que le daba Alberto,
este sab�a follar, lo hc�a con dulzura y cuando hac�a falta hacerlo mas
violentamnete lo hac�i de esta manera, ademas acompa�aba su follada con suaves
caricias tanto en su culo como en sus pechos, de hecho le introdujo uno de sus
dedos en el culo para acompa�ar en cada envestida, esto le dio a Yuei mayor
placer, estuvieron as� un rato, tuvo que dejar a Clara porque no se pod�a
concentrar en su labor, ahora solo viv�a para Alberto que la follaba como nadie
lo hab�a hecho nunaca, en 15 minutos tuvo cuatro orgasmos y la cosa segu�a.
Clara entre tanto para seguir con la fiesta se arrodill� ante Don Marcos ,que a
todo esto se estaba masturbando en su sill�n, y empez� a comerle la polla como
una leona, su melena rojiza desprendida de su pasador se mov�a como una bandera
al viento ante las succiones de esta en el inmenso cipote de �l. Alberto segu�a
a lo suyo y de pronto le dijo a Yuei:



Necesito tus labios, ven.-



Yuei se dio la vuelta y Alberto le entreg� la polla para que
ella la mamara, Yuei cogi� la verga de este y se la meti� de un solo intento en
la boca, empez� a besarla a repasarla con su lengua,a mamarla, Alberto no pudo
aguantar mas.



Yuei cari�o tragatela toda.- lo dijo con un tono de voz
inocente y mirada de cordero degollado.



Ella obedeci� y sinti� el espeso y caliente l�quido en su
boca y como este segu�a el camino hacia su garganta, sigui� teniendo el pene en
la boca como un biber�n y no lo solt� hasta que se puso fl�ccido, la cara de
Alberto era de puro placer, acarici� los cabellos de Yuei y le dijo.



Espera aqu�, ahora te recompensar�.-



Se levant�, se visti� con rapidez y desapareci� por la puerta
mientras Yuei estaba tumbada desnuda sobre la alfombra con el cuerpo temblando
de placer. Don Marcos estaba follandose ahora a Clara que lanzaba gritos de
dolor y de placer y lanzaba toda clase de obscenidades en espa�ol que
dificilmente pod�a entender pero cuyo significado se imaginaba. Don Marcos puso
luego a Clara encima de la mesa y empez� a follarla con violencia, los dos
estaban encima de la mesa como un par de monos en celo, sus gemidos y gritos
hubieran alterado a todo el mundo sino fuera por la endiablada musica que
taponaba todo ruido posible. Finalmente Don Marcos lanz� un alarido de placer,
sac� su enorme rabo del co�o pelirrojo de Clara y esparci� toda su leche sobre
el cuerpo de Clara, la mayor�a de este cay� sobre sus melones.



� YUEI, ven aqu� quiero que la limpies toda!- grit� Don
Marcos.



Ella tard� en moverse por lo que e�se acerc� con violencia la
agarr� de los pelos y le puso contra el cuerpo de Clara.



� LAME PERRA!-.



Yuei empez� a lamer los restos de semen que ten�a Clara sobre
su cuerpo.



Pon especial atencion sobre sus tetas Yuei.- le dijo �l mas
tranquilo



Yuei obedeci� y cundo lleg� a los pechos de ella le dedic�
mas tiempo, juguete� con sus pezones manchados de leche, los succionaba con
fuerza arrancando gritos de placer de Clara. A esto lleg� Alberto.



� Vaya os divert�s sin mi!- dijo- Ven Yuei-.



Yuei mir� a este que llevaba un bote en la mano y algo en la
otra. Se dirigi� hacia �l no sin antes mirar a Don Marcos como pidiendo permiso,
este no le dijo nada.



Tumbate en la alfombra Yuei- dijo Alberto.



Ella obedeci� y se tumb�, �l se quit� de nuevo la ropa y pus
las rodillas en el suelo justo enfrente del chichi de Yuei.



Abre las piernas.- le dijo a ella



Yuei lo hizo, luego Alberto sac� el bote, parec�a espuma y lo
era ya que no tard� en regar todo el bello p�bico de ella con la espuma, Yuei
intent� resistirse pero la mano de Alberto lo impidi� con una sonrisa, ella no
insisti�. Dspues de aplicar la espuma sac� una cuchilla de afeitar y se puso a
depilarle el chichi con lentitud. Clara y Don Marcos miraban curiosos, mas tarde
esta se acerc� y puso su co�o encima de la cara de Yuei, esta sab�a lo que ten�a
que hacer y lo acerc� con las manos hacia su boca para empezar a comerlo. Don
Marcos no queriendo quedarse fuera se acerc� a Clara y le ofreci� su pene de
dimensiones grotescas, ella lo acept� con una lamida y luego con sus manos
empezando a echarle una paja. Alberto estaba con lo suyo, afeitaba una parte y
luego la besaba con ternura, as� hasta que acab� por rasurar todo el negro
chochete de Yuei, cuando acab� le estamp� un sonoro beso en la parte afeitada.
Acto seguido le lami� los labios vaginales de punta a punta y a continuaci�n
meti� su lengua dentro del chichi con ayuda de sus manos, de nuevo el placer de
Yuei era inconmensurable, se encontraba en una vor�gine de placer sin l�mites
con unos desconocidos. La org�a sigui� unos minutos mas, ella tuvo tres orgasmos
mas, finalmente los varones se levantaron y empezaron a pajearse con la ayuda de
las lenguas de las f�minas sobre sus huevos, cuando no pudieron aguantar mas se
corrieron encima de ellas, el semen las ba�� de arriba abajo y despues las
incitaron a que cada una se limpiara a la otra los restos. Todos acabaron hechos
polvo, Yuei con 200000 pesetas mas en su bolsillo porque se llev� propina por su
buen comportamiento, adem�s obtuvo 10 dias de vacaciones. Durante ese periodo de
tiempo descans� y por unos d�as vivi� una situaci�n normal ficticia, sus
problemas familiares se arreglaron e hizo el amor con su marido despues de unos
cuantos meses, ya no era lo mismo, de hecho no sent�a nada y esto le preocupaba.


Despues de esas peque�as vacaciones volvi� al trabajo, su
primer d�a despues de las vacaciones fue normal pero en el segundo ocurri� algo.
Cuando trabajaba lleg� Cho, este deber�a estar en el Instituto, salud� a Yuei,
esta le devolvi� el saludo y Cho se fue a su habitaci�n. A los 20 minutos el la
llam�, ella fue y se encontr� a este tumbado indolentemente en su cama, estaba
vestido de cintura para arriba, pero para abajo no, de hecho se estaba tocando
sus genitales. Yuei se escandaliz� ante esto y le contest�:


-� Que quieres que se lo diga a tu padre?-


Cho la mir� con desden y le respondi�:



Me apetece que me hagas una mamada Yuei-.



Yuei lo mir� con cara de sorpresa ante lo que acababa de
escuchar y cuando se propon�a a lanzarle un serm�n escuch� ruido en la
televisi�n, mir� hacia all� y pudo ver en la tele del cuarto de Cho una escena
familiar, � se vio a ella!, estaba con Clara en la mesa del despacho de su padre
y adem�s se ve�a como alguien la follaba por detr�s. Se horroriz� ante las
im�genes y se lanz� como un rayo hacia el video, sac� la cinta y se la rompi�,
ante esto Cho estaba tranquilo con la misma postura y la mir� sonriente.



� Acaso te crees que no tengo una copia est�pida?- dijo Cho



Yuei se par� a pensar, deb�a de ser cierto, sino no la habr�a
dejado coger la cinta, por unos instantes qued� destrozada, sino ten�a bastante
con el chantaje de Don Marcos ahora ven�a el de su hijo.



Escucha Yuei, no lo hice a prop�sito, quer�a grabarme a mi
con una chica y lo prepar� todo, pero cuando fuimos al despacho estaba cerrado
y escuch� gritos de placer, al d�a siguiente fui a por la c�mara que estaba
oculta y vi lo sucedido. La verdad es que siempre me has gustado y so�aba con
hacerte el amor y esta es una oportunidad �nica, si me haces caso solo tendras
que hacerme una mamada hoy y venir ma�ana y prometo darte las cintas-.



Yuei pens� en lo que deb�a hacer y se acerc� a Cho, este
sonri� y se acopl� para que ella tomara la iniciativa. Yuei al menos se alegr�
que Cho no hubiera heredado la polla de su padre ya que la ten�a de un tama�o
normalito. Decidi� acabar cuanto antes y cogi� el cipote de Cho con su mano,
luego le lami� con parsimonia y dedicaci�n el glande, Cho lo pasaba en grande,
acto seguido comenz� a masajearle los huevos a la vez que se meti� toda la picha
en la boca y empezaba a succionarle la polla de manera salvaje, Cho no pudo
aguantar mas y empez� a gemir y a felicitar a Yuei por su extarordinaria
felaci�n, y Yuei not� que se correr�a enseguida as� que se sac� la polla de la
boca, paje� dos veces la polla de Cho y este solt� toda su leche que cay� en las
manos de Yuei ya que esta trataba de que no manchara las sabanas de la cama. Cho
estaba tendido en la cama con los ojos cerrados y se qued� as�, mientras ella
fue al cuarto de ba�o a limpiarse. Antes de que se fuera Cho le dijo:



Si quieres la cinta original ven ma�ana a las nueve de la
noche a casa mi padre estar� fuera por negocios, � ah?, y ven vestida lo masa
sexy que puedas y con tu mejor ropa, tanto de fuera como la de dentro- .



Yuei se fue sin mediar palabra. Al llegar a casa le dijo a su
marido que deb�a de ir al d�a siguiente a casa de Don Marcos a ayudarlo en otra
de sus fiestas como camarera, este se alegr� porque la ultima vez hab�a cobrado
ella mucho dinero.


Al d�a siguiente a la hora prevista se present� Yuei en casa
de Don Marcos, llam� al timbre y abri� un sonriente Cho que llevaba una bebida
en la mano.



Sab�a que vendrias Yuei, pasa-.



Ella pas�, le dio su abrigo a Cho que se qued� mirandola al
ver lo que el abrigo tapaba. Yuei vest�a un traje rojo de seda de dise�o
oriental decorado con motivos vegetales en color plata, el vestido no ten�a
mangas, le llegaba a ella por encima de sus rodillas mostrando as� sus preciosas
piernas de gacela. Estaba maquillada de manera sutil, llevaba sus mejores joyas
y el pelo de azabache lo ten�a recogido en un mo�o con una pieza de orfebreria
de origen orienta, adem�s llevaba unos zapato de tac�n rojosl. Realmente estaba
muy bella. Cho la condujo hasta el sal�n, de all� proven�an voces de gente y
musica, al llegar vio a seis chavales de la misma edad de Cho, unos mas bajos,
otros mas altos, alguno mas gordo, otro mas flaco etc..


Todos la miraron con admiracion y lascivia y dijeron cosas en
espa�ol que ella no comprend�a pero que se imaginaba, Cho la present� ante sus
amigos que estaban montando una fiesta, hab�a bebida, algunos aperitivos y
drogas ya que en la mesa hab�an algunas rayas de coca. Parec�a que todos ten�an
alguna copa de mas y alguno alguna otra cosa de mas. Cho le ofreci� una copa de
champagne que ella acept� porque se ol�a lo que iba a ocurrir y decidio beber
algo para que la cosa fuera mas sencilla, bebi� la copa con rapidez, y luego
cogi� otra. Se sent�a como un cordero rodeada de lobos porque ellos la miraban
con deseo, comentaban cosas y re�an. Uno de ellos se meti� una raya de coca,
otros alcohol a destajo. Finalmente Cho le dijo:



Haznos un Striptease Yuei.-dijo Cho- subete a la mesa-.



Ella obedeci�, se subi� a la mesa y se puso a bailar
sensualmente, mientras ellos berreaban y daban palmas al ritmo de la musica.
Ella comenz� por levantarse la falda de manera sensual ense�ando algo de sus
piernas y bragas, llevaba medias de color carne atadas a un liguero, luego movia
sus manos que las pasaba por todo su cuerpo, la primera prenda que se quit�
fueron sus zapatos que los lanz� al aire, rapidamente algunos de los chavales se
dispusieron a recogerlos, otros empezaron a llevarse la manos a sus genitales
intentando controlar la ereccion. Yuei seguia bailando y la proxima prenda era
su traje, pidio ayuda a uno de los muchachos para que le ayudara con la
cremallera, este lo hizo sin pensarlo, Yuei se deshizo de su vestido dejandola
s�lo con sus bragas y sujetador de color rojo, eran semitransparentes y
mostraban lo que se escondia detr�s de estas prendas, tambien las medias
quedaron a la vista al igual que el liguero de color negro con adornos rojos. El
sujetador fue la siguiente prenda que vol�, y cuando se disponia a deshacerse de
las medias uno de los amigos de Cho se lanz� hacia ella, la tumb� en la mesa y
empez� a comerle las tetas con tes�n a la vez que le metia mano por todo el
cuerpo, otro de los chavales tambien se abalanz� con su polla en ristre y se la
meti� en la boca a la vez que la incitaba para que le hiciera una buena mamada,
otro se acerc� con su polla al descubierto y la oblig� a pajear su poll�n, otro
hizo lo mismo y otro empez� a comerle el co�o, ella estaba desbordada ante tanto
macho que la atosigaba, el de las tetas cogi� algo de coca de la mesa y la
espolvoreo sobre los pezones de ella, luego le empez� a dar chupetones como un
salvaje, el del co�o imit� a su amigo y arroj� la droga sobre el chichi de ella,
ella not� cierto resquemor al contacto de la coca en su co�o, aunque luego
sinti� cierto alivio con el frescor de la saliva de la lengua del nene que se
aplicaba sobre los puntos que ten�an la vil droga. Ella no paraba de pajear y de
chupar, no todos los muchachos estaban siendo atendidos y rapidamente unos
sustituian a otros a empujones peleandose para poder disfrutar de su cuerpo o
que ella utilizara parte del suyo para darles placer. Ella estaba extasiada
sent�a bastante placer y lo peor de todo es que quer�a lo que estaba recibiendo.
Los chavales no paraban de decirle cosas todas ellas de carcter osceno y
degradante, ella lo ignoraba y seguia a lo suyo. Alguien se corri� en su mano
izquierda, era un chaval que estaba pajeando, luego sinti� en su boca el
caliente liquido, se le escapaba de esta por la comisura de los labios pero
pronto otro rabo ocup� el puesto del anterior y le foll� la garganta sin
compasion. Not� mas tarde como la penetraban por el co�o, abri� sus ojos y vio a
Cho que se la estaba follando, pon�a todo su esfuerzo en follarsela y lo estaba
haciendo bien, ademas tanto sus tetas como su boca recibian trato sexual por
parte de los muchachos, que empezaron a turnarse para follarsela, los seis lo
hicieron, mas tarde le hicieron un sandwich y la follaron por el co�o y el culo
a la vez, se la mam� a todos, sus medias yac�an rotas por todos los lados,
hab�an vertido champagne sobre sus pechos, boca y chichi y luego se lo habian
lamido como auntenticos cerdos, incluso en el culo se lo hicieron, la org�a no
ten�a l�mite y al final la pusieron de rodillas en el centro de un corrillo
hecho por ellos, todos habian visto escenas de bukakke en internet y querian
hacerlo con una china, as� que uno a uno fueron corriendose encima de ella, en
su cara, en sus tetas, en su cuerpo, en todos los lados practicamente, el pelo
lo tenia lleno de restos de semen que parecian canas, la dejaron perdida de
leche, luego la obligaron a limpiar los restos de este de sus pollas y como
final le hicieron lamer una corrida en la mesa. Al terminar se duch�,, se visti�
y Cho le entreg� la cinta, eran las cinco de la ma�ana, volvi� a casa destrozada
y humillada.


Los dias pasaron y ella trabajaba con normalidad hasta que
Cho sigui� amenazandola con otra cinta, ella s lo conto a su padre y este
recupero el material, le dio una p�liza a su hijo y lo envio a estudiar con su
hermano a Londres, pero antes el cabronazo envio unas fotos a Chung de la orgia
que habian tenido con Yuei, este imdignado ech� de la casa a Yuei y a su madre
por su actitud infiel, afortunadamente Yuei habia ahorrado algo de dinero y se
fueron a un piso de alquiler, evidentemente dejo de trabajar para Don Marcos,
que enfadado despidio a Chung al poco tiempo. Yuei tenia que seguir manteniendo
a ella y a su madre asi que busc� empleo pero era rechazada en todos los sitios,
parecia que la mano de Don Marcos era muy larga asi que al final tuvo que
ejercer la prostitucion de baja estofa en uno de los peores barrios de la
ciudad, su chulo era un gran hijo de puta que se la follaba cada vez que quer�a,
estuvo as� un a�o y medio, luego la suerte le acompa�� y su chulo muri� en un
altercado, record� la oferta de un cliente que ten�a un burdel de lujo y fue a
el, encontr� trabajo all� y as� estuvo dos a�os, mas tarde se caso con un
empresario amable y buena gente al que quer�a pero no amaba, de todas maneras
decidi� por una vez controlar a los hombres y disfrut� de la vida siendo rica.
En cuanto a Chung encontr� trabajo en Valencia y rehizo su vida con otra china,
el se�or Don Marcos muri� de un paro card�aco al poco tiempo y su hijo mayor se
hizo con los negocios, el peque�o Cho se dedic� a la mala vida y acab� sus dias
en la carcel por trata de blancas y pornografia infantil en internet.




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Relato: El suplicio de Yuei
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