Para mi sorpresa despu�s de esperar casi media hora en una
salita y cuando por fin lleg� el doctor result� ser una chavala de no mas de
26 a�os. Pens� incluso que era una enfermera al verla tan joven y bonita pero
r�pidamente me confirm� que si era la doctora y que le explicara la raz�n de
mi visita. Me sent� de inmediato algo inc�modo al verle tan bien hechita con
sus grandes ojos verdes clav�ndose en mi, y le dije que se me exig�a un examen
m�dico para el proceso de residencia que estaba tramitando.
Me pregunt� entonces cuanto tiempo llevaba aqu� en Los
Estados Unidos y al responderle que s�lo dos a�os me felicit� por lo bien que
hablaba ya el ingl�s pero de inmediato me advirti� que el examen que me har�a
ser�a muy minucioso y severo ya que deb�a considerarse un honor y un
privilegio el hacerse miembro de esta gran naci�n y solamente los mejores
deb�an ser aceptados.
Despu�s de preguntarme mi edad, 19 a�os y mi pa�s de
origen, me sorprendi� con la pregunta sobre mi orientaci�n sexual. Le respond�
que obviamente me gustaban las chavalas. Entonces quiso saber que pensaba yo
de los homosexuales. Le dije que mientras no se metieran conmigo no hab�a
problema claro que siempre me daba curiosidad que pudieran sentirse atra�dos
hacia ellos mismos en vez de hacia una buena hembra. Al o�r esto �ltimo sus
grandes ojos verdes se abrieron todav�a mas pero esta vez pude ver en su
preciosa carita una gran sonrisa.
Me pregunt� entonces si ten�a novia y al responderle que no
quiso saber como me satisfac�a sexualmente y si me masturbaba con frecuencia.
Obviamente me sent� bien inc�modo con la pregunta pero al notar mi silencio me
dijo que para pasar su examen deb�a ser totalmente verdadero y dejar todas las
verguenzas de lado sobre todo tomando en cuenta el examen f�sico que vendr�a
continuaci�n. Le expliqu� que las chavalas pensaban que ten�a buen f�sico y
que era "cute" y por eso no ten�a problemas, sobre todo los fines de semana,
pero que s� a veces ten�a tambi�n que corr�rmela para estar mas tranquilo. Me
pidi� que le dijera francamente cuantas veces eso pasaba y cuando. Al notar mi
silencio mir� su reloj y me dijo que el resto de las preguntas las contestar�a
mientras me examinaba y que procediera a sacarme la ropa. Mientras me
desvest�a not� que me observaba sin disimulo y me detuve al llegar a los
slips. Me pidi� entonces que caminara de un extremo al otro de la habitaci�n.
Mientras lo hac�a me pregunt� si practicaba muchos deportes
para tener un f�sico tan bueno. Le respond� que en mi pa�s hab�a practicado
soccer, nataci�n y otros, pero desde mi llegada a Nevada era solo trabajar
cargando y descargando colchones todo el d�a. Sonriendo me dijo entonces,
"parece que el ejercicio con todo esos colchones te ha desarrollado muy bien
todos tus m�sculos, camina nuevamente de un lado al otro de la sala pero
s�quate los slips que aqu� no los necesitas". Despu�s de titubear por un
momento me los saqu� de espaldas y avanc� hacia el otro extremo.
Ella al notar que no me volteaba de frente al llegar a la
pared contigua me dijo "con tanta chica guapa que dices andar y ahora te
muestras inc�modo de mostrar lo que te hace hombre y todav�a a una doctora".
Mi problema era que empezaba a luchar contra un principio de erecci�n a pesar
de la situaci�n en que me encontraba. La o� decir entonces que no fuera tan
vergonzoso, que no tuviera pena ya que mi f�sico era excelente y con s�lo
verme mis musculosas y bien formadas nalgas pod�a entender el �xito que ten�a
con las mujeres.
Al voltearme entonces de frente, su mirada recay� de
inmediato en mi sexo que ya no lo pod�a mantener fl�cido y hab�a comenzado a
crecer. Notando esto dej� escapar una sonrisa dici�ndome que no me preocupara,
que ella entend�a como doctora lo caliente que �ramos sobre todo los chavalos
j�venes y que avanzara hacia ella para proceder con el examen. Al hacerlo
agreg� mientras sosten�a la mirada en mi �rgano que con el tama�o de mi sexo y
test�culos no era dif�cil imaginarse que anduviera siempre tan inquieto. As�
yo de pie y ella en una silla baja procedi� a acariciarme los sacos seg�n ella
buscando tumores. Pero al hacerme abrir m�s las piernas y sentir sus caricias
ya en la base misma de �stos, la verga se me volvi� dura como sable. Al
sentirla ya con fuerza sobre el ombligo le ped� si pod�a usar el ba�o un
momento para relajarme. Me contest� que orinar con una erecci�n as� era
imposible y que por el contrario me acostara de boca sobre la camilla para
seguir con el examen .
Acostado ya de boca sobre la camilla con una pierna
colgando a cada lado, sent� que me recorr�a con sus finos dedos toda la
partidura incluso acarici�ndome el orificio con una mano y los sacos con la
otra. Con todo ese masaje y todav�a con la penca toda erecta presionando la
colchoneta de la camilla sent� que me iba a venir con todo y ella notando que
yo hab�a comenzado a tensar el cuerpo sobre todo el trasero me lanz� una feroz
palmada en las nalgas orden�ndome que tratara de contenerme ya que si quer�a
pasar el examen m�dico deb�a mostrar que por lo menos pod�a resistir un poco
las caricias de una hembra caliente aunque fuera doctora.
Entonces para mi sorpresa sent� esta vez sus labios h�medos
y suaves bes�ndome por detr�s, y recorriendo luego con su lengua y con
tremenda pasi�n toda la partidura. Al sentirla ya bien abajo en los sacos y la
punta de �sta presionando el orificio mismo, pens� que no me podr�a contener
mas. El placer era tan enorme que incluso lo sent�a hasta en las tetillas y al
cambiar de posici�n y verla ahora con la mitad de mi pene en su boca y sentir
el masaje de sus labios y lengua en el frenillo de mi verga ya no pude seguir
conteni�ndome y comenc� con un aullido de placer a derramar semen como loco.
Aparentemente no pudo seguir tragando tanta leche porque se
lo sac� de la boca mientras segu�a chorreando y comenz� como loca a besarlo.
Decid� entonces prolongar el placer y agarrando mi �rgano con mis manos se lo
empece a refregar por toda su cara y blanco cuello, manteniendo el trasero
super apretado para continuar con mis placenteras descargas el m�ximo posible.
Finalmente la doctora al ponerse de pie ba�ada en mi leche me dijo que yo si
ten�a el material de sobra para ser un buen americano pero que la ayudara a
ducharse porque la hab�a dejado inmunda con tanta pasi�n.
Me condujo entonces, desnudo como estaba, a un ba�o
contiguo con una peque�a ducha y para mi sorpresa y deleite comenz� ella misma
a desnudarse. La mujer era una verdadera diosa, con unos melocotones duros y
grandes y un trasero y concha tan exquisitos que comenc� a sentir otra vez en
los sacos el bailoteo de nueva savia. Mir�ndome ahora, toda desnuda, con sus
ojos verdes y grandes me dijo "la primera parte del examen ya la pasastes
ahora si�ntete libre para disponer de mi como quieras y hacerme vibrar como a
todas esas zorras que te esperan los fines de semana". Sus senos ya me hab�an
vuelto loco pero al proceder a besarlos not� que estaban llenos de mi l�quido
al igual que sus cabellos. Entonces d�ndole un buen palmazo en las nalgas le
dije "perrita al agua primero".
Para mi sorpresa no entendiendo mi mensaje con toda la
calentura que ten�a y desnuda como estaba se puso en cuatro con las piernas
separadas, mostrando un culo colosal con los labios de su sexo cubiertos por
fino y rubio bello. Al observarla en esa posici�n sent� que mi verga cobraba
otra vez vida pero con el lujo de haberme reci�n venido pod�a esperar para
follarmela unos minutos mas y d�ndole una segunda palmada en su exquisito
trasero abri la puerta de la ducha y entramos los dos en ella. Comenc�
entonces mientras el agua corr�a a jabonarle los senos y muslos alcanzando con
mi manos llenas de espuma toda su deliciosa partidura. Al llegar con mis dedos
a su sexo y empezar a explorar en su interior me di cuenta que esta hembra
estaba ya lubricada con su propia pasi�n y que no hab�a mas que follarsela
como uno quisiera.
Con todo me arrodill� meti�ndole mi lengua en su sexo y al
llegar a su �rea mas sensible y sintiendo ella la presi�n de mi lengua con
besos y lamidas, comenz�, mientras aullaba como berraca, a tener m�ltiples
orgasmos all� mismo. Llev�ndola de rodillas al piso del ba�o continu� con mi
boca en su sexo pero esta vez en una especie de 69 con mi verga sobre su cara,
y base y bolas a la altura de su boca.
De esta forma nos procuramos nuevamente exquisito placer
pero cuando me la sent� ya dura, dura y como queriendo explotar de nuevo, puse
a la doctora otra vez como perrita y la comenc� a penetrar por detr�s con
fuertes envestidas. Ella desde su posici�n en cuatro segu�a con la vista la
acci�n de mi sexo embocando el suyo y esta hembra ten�a una cueva fabulosa,
profunda y super el�stica. Era tanto su placer al verme desde su posici�n con
mis test�culos libremente colgando que trataba de agarrarlos como pod�a y con
demasiada pasi�n. Decid� entonces cambiar de posici�n, penetr�ndola esta vez
de frente y as� tener tambi�n acceso y vista a esos incre�bles melocotones
grandes y duros. Por 15 minutos, mientras le besaba con mi boca sus deliciosos
senos, prolongu� el placer con un continuo meter y sacar.
Tanta pasi�n hab�a en esta hembrita que mientras me la
follaba no ten�a necesidad de estimularla con la mano como suele suceder con
otras y pod�a concentrarme en tener mi m�ximo placer. Ya ambos estabamos
ba�ados en sudor cuando la doctora alcanz� nuevamente una serie de orgasmos,
al parecer por sus chillidos bien intensos, y yo en medio de un placer enorme
sobre todo en la base de los sacos, comenc� una vez mas a derramarle mi leche
con fuertes envestidas, gozando ahora aun mas con cada penetrada al sentir
toda la crema que le inyectaba en su interior. Todav�a tendidos all� mismo,
nos seguimos besando por un largo rato, con un juego bien er�tico de labios y
lenguas. Finalmente todo ba�ado en sudor me incorpor� separ�ndome de ella. La
doctora aun tendida en el piso me dijo entonces riendo que yo era la mejor
bestia que hab�a conocido y si todos los latinos �ramos tan animales y
apasionados en el amor.
Fue entonces que introduci�ndome nuevamente en la regadera
esta ves para lavarme y luego vestirme sonre� con ganas sabiendo que la
segunda parte del examen tambi�n la hab�a pasado y con la m�xima distinci�n.