Relato: La fantasia de julieta Mi mujer se llama Julieta y yo, Octavio, nos casamos hace ya
nueve meses despu�s de un a�o que estuve divorciado. Mi mujer de ahora tiene la
misma edad que yo, 40 a�os, muy guapa de 1.65m figura esbelta, bien cuidada,
pechos medianos y firmes, cintura estrecha, trasero perfecto y un par de piernas
largas y muy bien torneadas ( lo que m�s me gusta de cualquier mujer son sus
piernas). Yo tengo dos hijos de mi anterior matrimonio, ellos viven con su mam�,
mi mujer tiene una hija, Miriam, que acaba de cumplir 15 a�os y vive con
nosotros.
Estos meses fueron de actividad muy intensa, ya que mi mujer
es una persona bastante cachonda, hacemos el amor casi todos los d�as a
cualquier hora, y en cualquier lugar, y cuando digo que en cualquier lugar digo
que lo hemos hecho en casi cualquier rinc�n de la casa, en el autom�vil, en mi
oficina y lo llegamos a hacer dentro de una disco, con esto quiero que sepan que
es una persona que no tiene limites y ni yo tampoco, una de las cosas que nos
funciona bastante bien es la idea de las fantas�as sexuales de pareja, hay
ocasiones en las que me pide que haga cosas como la de vestirme de cierta manera
para que yo finja ser el jardinero, luego ella me seduce y nos ponemos a coger
como locos, en otras ella es la sirvienta y yo la seduzco, la he hecho de casi
todo, como chofer, repartidor de pizzas, mec�nico, etc. Y ella la ha hecho de
prostituta, camarera, recamarera en un hotel, vecina, etc. En fin de todo lo que
yo le pida.
Creo que Julieta es ninf�mana por que despu�s de que nos
casamos me confeso que tenia un consolador y que lo usaba antes de que nos
cas�ramos, en varias ocasiones me pide que le meta su consolador en la vagina o
por su culo mientras la acaricio y la beso, bueno a mi no me desagrada por el
contrario ver la cara de excitaci�n que pone me calienta muchisimo.
Hace un mes me regrese de la oficina para recoger unos
documentos que se me hab�an olvidado, por supuesto que le hable por tel�fono a
mi mujer, le dije que ir�a para la casa y que podr�a quedarme a comer de una
vez, sabia que mi hijastra no iba a estar pues era jueves y tendr�a clases de
ballet al terminar sus clases en el colegio, as� que al llegar me encontr� con
la sorpresa de que mi esposa se hab�a puesto uno de los uniformes de mi
hijastra, se hab�a recogido el pelo formando dos coletas a los lados de su
cabeza, tra�a calcetas y zapatos bajos, y una de las blusas de Miriam, que
amarro con un nudo de la parte baja de la blusa a su cintura y solo un bot�n
abrochado, esto le permit�a dejar un escote bastante generoso, mi mujer y mi
hijastra tienen una figura bastante similar a no ser de que el busto de mi mujer
es de mayor dimensi�n as� como su trasero que es mas grande, fue de verdad
impresionante ver el gran parecido que tenia con su hija, esto me impresiono ya
que jam�s se me hubiera ocurrido tal fantas�a, al momento de verme entrar a la
casa me hizo una se�a para indicarme que siguiera el juego, por primera vez no
supe como seguir este juego, as� que solo me deje llevar. Se acerco a mi
imitando la forma de caminar de su hija, y algunos ademanes, que aunque algo
exagerados eran los mismos de Miriam, me dio un beso en la mejilla y me dijo
hola papito... �c�mo te fue en el trabajo hoy?
De verdad que titubie bastante en mi respuesta, ya que hasta
la voz estaba imitando a la perfecci�n, pero finalmente dije
Bien nena,... �y a ti como te fue en el colegio?
Mal papito, f�jate que uno de mis maestros me rega�o, por
haber hecho mal algo...
Y, que hiciste mal?- pregunte al mismo tiempo ella dio la
vuelta y camino subiendo por la escalera a la parte de arriba de la casa,
donde se encuentra nuestra alcoba, por supuesto que yo la segu�a.
Pues f�jate que estaba con Miguel, (Miguel es el novio de
Miriam) y por eso se enojo mi profesor.
Por un momento cre� que entrar�a a nuestra recamara, pero
sigui� caminando y se meti� a la de Miriam, quiero confesar que este era el
�nico lugar donde nunca lo hab�amos hecho, yo casi nunca entro en esta
habitaci�n, que esta llena de juguetes, mu�ecos de peluche, libros de escuela,
fotos de Miriam y de sus amigas y por supuesto una que otra de Miguel, al entrar
se sent� en la cama, yo me quede al filo de la puerta, la mire y de verdad que
se ve�a muy seductora y segura de si misma en lo que estaba haciendo, despu�s
ella sigui� hablando.
Mira papito, no quiero que te vayas a enojar con migo, pero
la verdad es que mi profesor nos encontr� a Miguel y a mi dentro del ba�o de
los hombres.
Debo decir que mi hijastra nunca me llama "papito", eso solo
lo hace con su verdadero padre, a mi me dice Octavio solamente, aunque reconozco
que nos llevamos muy bien y hasta ahora no hemos tenido ninguna diferencia, pero
ella no me demuestra mayor cari�o.
- Pero, dime, �que estabas haciendo tu, dentro del ba�o de
los hombres?
En eso cre� haber escuchado que se cerraba la puerta de la
entrada de la casa, pero pense que con la impresi�n de ver a mi esposa vestida
as�, me hab�a olvidado de cerrar bien y el aire era el causante del efecto.
Mi inter�s por saber como mi mujer desarrollar�a esta
fantas�a, y lo excitado que estaba ya para ese momento, no me permit�a pensar en
nada mas.
Ella empez� hacer el drama de gritar y decir... ��por favor
papito no me vallas a pegar, te lo suplico har� lo que tu me pidas!
Expl�came ahora mismo que hac�as con Miguel � dije yo,
despu�s de todo ya iba entendiendo lo que tenia que hacer.
Solamente nos bes�bamos y nos acarici�bamos � dijo ella.
Entonces, me met� al cuarto de mi hijastra cerr� la puerta y
me acerque a mi linda esposa, contin�e el drama.
�no te creo, por que yo he visto tambi�n como te acaricia
ese bastardo, y tu tambi�n lo manoseas, y ahora mismo me vas a decir que te
hizo ese hijo de la chingada!
�no papito, no me pegues, por favor, te lo dir� todo, pero
no me pegues!
�Ya se lo que te hizo ese tal por cual, te cogi� verdad
d�melo, eso fue lo que hicieron, verdad!
�Papito, por favor d�jame explicarte!
En eso la jalo de un brazo, me siento, y hago que ella se
ponga boca abajo sobre mis rodillas, levante la falda escolar que tra�a puesta,
y �oh sorpresa!, se hab�a puesto calzones como los de mi hijastra, y lo se por
que mi esposa no usa de esos con florecitas, con un encaje muy peculiar en la
orilla. Al ver esto me puse mucho m�s caliente, e hice el teatro de darle unas
nalgadas muy suaves.
- �toma, y toma, eres una puta, haber que d�a me sales con un
embarazo!
�Papito, por favor d�jame explicarte, tu tienes la culpa!,
�ay, ay, ay, por favor ya no me pegues! � grito ella, - tu y mi mama todo el
tiempo lo est�n haciendo y yo los he visto buu, buu, buu.
Dej� de azotarla, y se levant�, se puso frente a mi, y me
dijo
��Tu crees que soy una ni�ita?! o ��que soy de palo y no
siento nada?!, ustedes siempre est�n cogiendo, y yo los veo, no hago mas que
correr al ba�o y tocarme, masturbarme, para que entiendas mejor, y t� que, no
te has dado cuenta que te deseo, �si papito, a ti, te he deseado desde que
sal�as de novio con mi madre!
Luego subi� una pierna a la cama jalo la falda hacia ella
dejando me ver una de sus hermosas piernas con los tobillos cubiertos por las
calcetas diciendo, - se que te gustan mis piernas en muchas ocasiones he visto
que no despegas tus ojos de ellas, �quieres tocarlas, o tal vez algo m�s
arriba?,- despu�s de decir esto me empujo a la cama, se puso encima de mi y se
me pego a la boca, bajo a mi cuello, zafo la corbata y jalo la camisa
desprendiendo vatios botones me abri� el pantal�n y se fue directo a mi verga,
que en esos momentos estaba bien parada, me hizo la mamada mas rica que haya
experimentado hasta ese momento, y creo que de alguna forma el papel que
representaba mi esposa yo lo tenia bien metido en mi mente y lo estaba
disfrutando. Me pare y diciendo - ahora vas a ver ni�ita cachonda te voy a dar
hasta que ya no puedas m�s - la puse en cuatro, baje a media pierna sus calzones
y se la dej� ir hasta el fondo, al hacer esto pego un gemido largo y fuerte.
�Aaaaaaaaaah!, �d�me tu verga papito! ahora se lo que
enloquece a mi mami, �quiero verga m�s, m�s mucho m�s, cogeme papito, cogeme
mucho, aaaaaaah esto es riquisimo!, �por qu� no me lo hiciste antes?
Lo que me gusta de mi mujer es que se mueve como una experta,
hace contornear su cuerpo, nunca se esta quieta, participa y me hace participar
en todo, pero esta vez tomo tan bien su papel de ni�a inexperta que me dejo a mi
solo toda la actividad. As� estuvimos por casi media hora cambiando de posici�n,
nunca le quite las ropas ya que esto lo hacia aun m�s er�tico, solamente yo
hab�a quedado completamente desnudo, termine con una eyaculaci�n muy fuerte
despu�s de que sent� que mi mujer se hab�a corrido tres veces. me levante de
ella y como siempre nos pregunt�bamos.
�te gust� esta fantas�a? � dijo ella
me encanto, mi amor, estuviste perfecta como siempre � dije
yo, d�ndole un buen beso- �y a ti?
Si, me dejaste satisfecha, y muy contenta, como siempre.
Como tenia que regresar a la oficina, despu�s de comer, y mi
ropa estaba en el piso toda arrugada, me dirig� a la alcoba, para cambiarme con
otra ropa, camine a la puerta y �oh, sorpresa! la puerta estaba entre abierta,
sal� del cuarto de mi hijastra pensando en que alguien estuvo espiando, por que
estaba seguro de haber cerrado la puerta, no aparte la idea de que tal vez
Miriam estuviera en la casa, fui al ba�o, me di un duchazo y me termine de
vestir, cuando baje para comer mi esposa ya no tenia puesto el uniforme de mi
hijastra, y estaba sirviendo la comida, me dispon�a a comer cuando vi a Miriam,
salir del ba�o que esta en la planta baja de la casa, se acerco a mi y me dio un
beso en la mejilla diciendo como siempre.
hola, Octavio
Hola, Miriam, �por qu� tan temprano? Cre� que tenias
ballet, y que hoy sal�as mas tarde. -Dije yo.
Por raz�n de una junta de maestros no tuve ballet, as� que
sal� m�s temprano, �y tu que haces tan temprano por aqu�?
En la ma�ana olvide unos documentos y, pues ya ves, eso me
hizo regresar a estas horas.
A partir de ese d�a note que a Miriam algo diferente,
discut�a m�s con su mam�, se portaba un poco grosera con ella y ya no sal�a
mucho de su habitaci�n, yo no intervengo por que me parecen cosas sin
importancia.
El mi�rcoles siguiente, no fui a la oficina por la tarde ya
que promet� a mi esposa acompa�arla a hacer las compras de la casa, as� que me
fui a trabajar en la computadora de mi recamara.
Me encontraba muy concentrado haciendo unos apuntes cuando
escuche que abrieron la puerta de mi alcoba, pero no voltee, mas dije � que
pasa, amor, en un momento mas nos vamos- al sentir unas manos en mis hombros, y
en instantes su cara a la misma altura de la m�a, voltee, para besar a mi esposa
en la boca, as� que lo hice, pero no era mi esposa, era Miriam, me quede
avergonzado, no se me ocurri� decir nada, mas que, - lo siento, cre� que eras
Julieta � me voltee nuevamente a la pantalla de la computadora para seguir en lo
m�o, luego ella paso su mano por mi mejilla en una suave caricia, y me dijo � no
hay problema, "papito"- Me quede sin aliento por lo �ltimo que dijo, como por
arte de magia mi verga se puso durizima, voltee para verla, venia del colegio,
con su uniforme de falda a cuadros, y blusa blanca, tambi�n vi que una de sus
amigas, Tania venia con ella, la otra hab�a visto esta acci�n, al salir de la
habitaci�n volteo hacia mi con una enorme sonrisa y despu�s de gui�arme un ojo,
me mando un beso.
Me quede sin aliento por unos segundos, luego entro mi esposa
y me pregunt� - �te aviso Miriam que Tania se quedar� hoy a dormir con ella? �
No pude mas que decir que s�. Me fui con mi esposa a lo nuestro, aunque no se
aparto de mi mente la imagen de mi hijastra hasta que regresamos del
supermercado, nos dispusimos a acomodar todo lo que tra�amos y al ver a mi
esposa inclinada acomodando cosas en el refrigerador, me le fui encima, le
levante la falda, y comenc� a acariciar ese trasero hermoso que tiene, no pod�a
mas as� que le baje las pantis y los calzones al mismo tiempo, ella se incorporo
y me dijo, - yo tambi�n quiero, cari�o, pero las ni�as est�n all� arriba,
entiende que nos pueden o�r � luego pense � ay mujer si tu supieras � no me
quedo mas remedio que esperar a que nos fu�ramos a dormir para desahogarme con
mi mujer y dejar de pensar en Miriam aun que fuera solo esa noche.
A la semana siguiente, ya siendo s�bado, me sent�a culpable
de desear tanto a mi hijastra, y se me ocurri� llevar a mi esposa de compras a
la plaza comercial, ya nos encontr�bamos dispuestos a salir de la casa cuando se
apareci� Miriam, ella siempre vest�a con vestidos muy holgados o pantalones, as�
que se me ocurri� invitarla y le dije que podr�a escoger algo de ropa, acepto de
muy buena manera.
Ya en la plaza nos metimos en una tienda de ropa juvenil, mi
esposa se probaba pantalones muy pegados, se ve�a buenisima, entre que se
probaba uno y otro, vi a Miriam escogiendo una minifalda de mezclilla muy corta,
as� que me acerque y le dije, -porqu� no te la pruebas, y si te gusta te la
compro,- tu crees que se me vera bien- dijo ella, - sino te la pruebas no lo
sabremos,- le dije, alcance a ver una blusa ombliguera sin mangas y le dije, -
pru�bate la falda con esto, despu�s de unos minutos sali� del vestidor modelando
al espejo para verse ella misma por todos lados, se ve�a super bien, hasta ahora
pod�a ver realmente que su figura era perfecta, sus piernas son blancas bien
torneadas, supongo que por el Ballet que practica, su trasero es precioso, y con
la blusa ombliguera sus peque�os pechos resaltaban muy sexis, -�te gusta?- me
dijo � si, claro- dio dos pasos hacia mi y volvi� a decirme, - �te gusta?
"papito"- me estremec�, pero le dije, - te ves preciosa- �puedo escoger unos
pantalones como los de Julieta? - �claro que si!, lo que quieras, - sal� de la
tienda por unos minutos, para despu�s regresar a pagar lo que Julieta y Miriam
hab�an escogido, luego de esto se metieron a una tienda de ropa interior para
mujeres, yo segu� a mi mujer, ya dentro mi esposa me mostr� unos ligueros que
quer�a usar, �por supuesto que si!, acepte yo, despu�s de varios minutos nos
dirigimos a la caja a liquidar la cuenta, para ese entonces ya hab�an empacado
lo que Miriam hab�a escogido, al terminar fuimos a comer a un restaurante de la
misma plaza, y despu�s nos metimos al cine.
El domingo por la ma�ana a la hora del desayuno me tomaba un
caf� en la cocina con mi esposa, de pronto vi a Miriam bajar con la minifalda
puesta, medias a la mitad de los muslos, que le realzaba en mucho la forma de
sus piernas, un encaje al final de las medias y su blusa ombliguera, se hab�a
maquillado con lo cual se ve�a un poco mayor, adem�s de que esto realzaba en
mucho su belleza y el parecido con Miriam, entonces mi esposa le dijo � mira
nada mas, que bien te ves, hasta pareces modelo, - esta preciosa, �o no amor?, -
muy bella,- dije yo, se acerco a mi y me dio un beso en la mejilla bien tronado,
diciendo despu�s, - gracias "papito"- voltee a ver la reacci�n de mi esposa,
quien solo me hizo un gui�o; creo que ella comprend�a que ahora su hija quer�a
ser cari�osa con migo.
Por la tarde mi esposa me aviso que regresar�a a la plaza
comercial a cambiar un pantal�n, ya que tenia un defecto en la cremallera, le
dije que la quer�a acompa�ar pero me dijo que no, que me quedara a descansar, me
subi� una copa de vino blanco y me sugiri� que me ba�ara y me acostara que ella
solo se tardar�a unas dos horas, y as� lo hice, me met� a ba�ar pensando que tal
ves su hija la acompa�ar�a, me met�a a mi cama completamente desnudo y me puse a
beber mi copa de vino y a ver la programaci�n de la t.v.. en eso estaba cuando
de repente entro Miriam a mi habitaci�n, camino de una forma muy seductora, se
acerco y se sent� junto a mi, tomo la copa de vino y me dijo � me invitas
"papito"- sin dejar que yo dijera nada bebi� todo el vino de un sorbo, - no
sabia que tomaras vino � le dije, - vaya de verdad que crees que soy una ni�a
todav�a �verdad?- se levanto con la copa y dirigi�ndose a la puerta, moviendo
las caderas m�s de lo normal, volteo y dijo � voy a la cocina a servirte m�s, no
tardo mucho- no tardo mas de un minuto, y entro con la copa vac�a y la botella
de vino blanco en la otra, sirvi� mas misma que volvio a beber de un solo trago,
sirvio nuevamente y me la dio, luego me dijo, - puedo recostarme contigo un
ratito, me hice a un lado y se recost� me abrazo poniendo su cabeza en mi pecho
desnudo, aun y que estaba algo nervioso comenc� a acariciar su pelo, pasaron
unos minutos en los que alcance a relajarme, pero decid� tomar al toro por los
cuernos, as� que le dije,- mira nena yo amo mucho a tu madre, es el amor se mi
vida y lo que menos quiero es que ella sufra alguna desilusion, se que has visto
cosas que te puedan sorprender, pero quiero que entiendas que el matrimonio es
as�, a ti te estoy queriendo como una hija, sin querer sustituir la imagen de tu
padre,
volteo a verme y con una sonrisa me dijo, - vi lo que
hicieron el otro d�a en mi recamara, te confieso que al principio me asuste
mucho, y hasta coraje me dio, por que al entrar en la casa escuche a mi mama
que gritaba que no le pegaras, as� que sub� r�pido a la recamara de ustedes y
escuche que en realidad estaban en la m�a, me acerque a la puerta, y al
escuchar que mi mama estaba fingiendo algo, abr� muy despacio la puerta y me
asome para ver que pasaba, fue cuando vi a mi madre con mi uniforme y tu la
tenias en tus rodillas, pero mas que pegarle la estabas acariciando, me quede
ah� todo el tiempo, lo vi todo, mas lo que yo sent�a lo desconoc�a, pero entre
otras una emoci�n indescriptible,- interrumpi� lo anterior y me pregunto, -
�de quien de los dos fue la idea de lo que hicieron?- vi en ella un gran
inter�s en lo que yo pudiera responde, as� que le dije, - de ambos,- -y a ti
te gusto hacerlo con una supuesta ni�a,- trague saliva, y le dije, - son
juegos de adultos, y eso solo fue una fantas�a, - �te gusto?, - dijo ella, -
�a que te refieres?- asent�, - �a que si cuando lo hac�as con mama, vestida
as�, realmente pensabas en mi? � si, lo hice- dije yo, tome el �ltimo sorbo de
mi copa y deje esta sobre el bur�, se avalazo a mi d�ndome un beso en la boca,
me tom� por sorpresa, y mientras lo hacia sent� como mi verga se pon�a dura,
la separe y le dije, - un beso no es solo un contacto este debe ser una
caricia, la tome de la nuca y la atraje hacia mi, bese su boca con una serie
de caricias alrededor de sus labios, acaricie su lengua inexperta con la m�a,
sin dejar de besarla recorr� suavemente con una mano la espalda y el costado
derecho desde su cintura hasta su axila, con la otra met�a mis dedos entre su
pelo de la nuca, pod�a percibir su creciente excitaci�n, as� que la voltee, a
modo de que quedara yo enzima de ella, baje lentamente mi mano con una lenta
caricia, desde la nuca, pasando por su espalda, cintura, cadera, y cuando
toque sus muslos, ella doblo su rodilla, contin�e acariciando sus piernas
desde el tobillo hasta sus nalgas, al mismo tiempo comenc� a besar su mejilla
izquierda, me dirig� al l�bulo de su oreja, y de ah� a su cuello, poco a poco
fui bajando a su pecho, con un tir�n suave baje su blusa, no tra�a sost�n, as�
que tome uno de sus pechos y me dedique a el, recorri�ndolo totalmente, con mi
lengua recorr� su pez�n peque�o y duro, con mi mano derecha acaricie la otra
pierna, ahora ella doblo esta rodilla, permitiendo que mi mano pudiera
recorrerla toda, luego segu� con mi lengua bajando hasta su ombligo mismo que
bese y chupe, para este momento su respiraci�n ya era mas agitada, ella
arqueaba su cuerpo, finalmente le quite sus calzones que ya estaban h�medos,
fui directamente a sus piernas, le baje una a una las medias, despu�s recorr�
cada cent�metro de sus muslos con mi lengua, ella, que hasta entonces no hacia
nada con sus manos me tomo con ambas de la cabeza y me la dirigi� a su monte
de Venus, su olor era muy rico y suave, busque con mi lengua el cl�toris ah�
estaba hinchado lo lam� durante varios minutos, mi mano izquierda tocaba sus
senos, y con la otra acariciaba todo su trasero; para prepararla, y que no
sufriera dolor cuando la penetrara, fui metiendo uno de mis dedos en el
interior de su panochita, estaba muy caliente ah� adentro, estaba muy
estrecha, as� que comenc� a hacer presi�n sobre los costados de su vagina a
modo de que despu�s pudiera meter un segundo dedo, contin�e con este conjunto
de caricias, para este entonces ella ya estaba emitiendo sonidos guturales y
dec�a algo que no alcance a entender, despu�s de que pude meter dos dedos en
su panocha, empec� a hacer presi�n separando mis dedos en su interior, ahora
si ya casi estaba lista para poder ser penetrada, lo �nico que requer�a era
que su vagina se lubricara por si sola, no quise buscar su punto G que deber�a
estar en la parte superior de su pared vaginal; por que cuando una mujer no ha
experimentado con este peque�o punto sensitivo llega a sentir tremendas ganas
de orinar, as� que sin dejar de acariciar su cl�toris y con mi mano izquierda
pasaba de un seno a otro, pellizcando suavemente sus pezones, pase el dedo
�ndice recorriendo sus labios vaginales y despu�s baj�ndolo hasta su peque�o
ano, le met� un poco el dedo me�ique y arqueo su cuerpo, lo acaricie con
c�rculos alrededor de su esf�nter, ella tenia la misma sensibilidad o m�s que
su madre en este punto, ya que cuando lo hice solt� otro gemido de placer,
finalmente su vagina estaba empapada de sus l�quidos, as� que me deslice a su
boca para despu�s colocarla en posici�n fetal d�ndome la espalda, abr� sus
piernas para introducir mi verga, la abrace por la espalda sin dejar de
besarla, coloque con mi mano mi verga a la entrada de su panocha y con
movimientos lentos me permiti� la entrada, ella jadeaba ya muy fuerte,
humedec� mi dedo �ndice con su liquido vaginal que segu�a saliendo de esta, y
con el mismo busque nuevamente su cl�toris para acariciarlo y mantener la
lubricaci�n natural, la verdad es que no creo que haya tenido ning�n dolor por
que durante todo este tiempo estuvo diciendo:
� m�s papito, m�s papi lindo, esto es rico, �aaaah!,-
despu�s de varios minutos de un r�tmico vaiv�n ella comenz� a temblar dando un
largo suspiro, - esto es riquisimo papito m�s papito, m�s papi lindo, esto es
rico, �aaaah! � dijo ella, contin�e y despu�s Miriam ya realizaba algunos
movimientos de sus caderas adelante y atras, aumente el ritmo, y unos minutos
despues nuevamente ese temblor con el suspiro a continuaci�n, por la estreches
de Miriam no pod�a contenerme m�s, un tremendo chorro de semen inundo su
riquisima cavidad vaginal, ella se volteo me tomo de las mejillas y me dio un
beso largo y me dijo �gracias papito, me gusto mucho, no te preocupes esto no
lo voy a comentar a nadie, y ahora se por que le encanta tanto a mi mama,
prom�teme que lo volveremos a repetir papito- nos quedamos bes�ndonos un rato
m�s, yo no dejaba de acariciar sus piernas y trasero que me ten�an fascinado,
despu�s se levanto y se fue a su recamara, me apresure a quitar la colcha de
mi cama y lavarla ya que s� hab�a bastante sangre mezclada con semen.
Creo que mi hijastra no ha comprendido que esto no fue mas
que una simple aventura, y que la persona a la que realmente amo es a mi mujer,
esto lo digo por que ella busca la manera de encontrarme solo para besarme y
pedir que vuelva a hacerle el amor, mi esposa y yo seguimos nuestros juegos sin
variaci�n.
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Relato: La fantasia de julieta
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