Hoy tengo 24 a�os y me siento feliz de la profesi�n que
eleg�, la m�s antigua de este mundo, la de ser puta. Pero bueno, a mis 14 a�itos
a�n so�aba con ser otra cosa, modelo, bailarina, maestra, o quien sabe qu�,
menos puta.
Pero esto se lo debo a mi t�o Enrique, hermano gemelo de mi
padre.
Mi t�o viv�a en Europa, se fue del pa�s cuando ten�a 18 a�os
a trotar por el mundo. En esa �poca yo a�n no hab�a nacido. Mi padre se cas� a
los 20 a�os pues mi mam� hab�a quedado embarazada.
Luego de 16 a�os, mi t�o regresa al pa�s a pasar una
temporada aqu�, ten�a ya 34 a�os y era muy guapo, igual a mi padre, lo cual me
sorprendi� much�simo; pues los gemelos no todos son tan id�nticos.
Cuando Enrique vino, est�bamos en la casa de la playa, ya que
era verano.
Al verme se sorprendi� lo grande y desarrollada que yo
estaba, ya que solo me conoc�a por fotos.
Ya a los 14 era alta y delgada con buenos pechos y linda
cola, pues hac�a mucho ejercicio, dado que siempre me gustaron los deportes.
Una noche mi t�o se fue a una fiesta, hac�a mucho calor y
recuerdo que me acost� a mirar la televisi�n pues hab�a comenzado a llover
torrencialmente.
Al rato siento que abren la puerta del dormitorio, yo estaba
solo con mi ropa interior pues como dije antes, el calor era agobiante y en mi
cuarto no hab�a aire acondicionado.
Entra mi t�o y me ve en tetas y mi tanguita min�scula.
Intent� cubrirme pero ni s�banas cerca ten�a para poder hacerlo.
Pasa al cuarto y me dice: - parece que estas fresquita
sobrinita, y re-guapa tambi�n.
Gracias le respond�, tap�ndome los senos con las manos.
Se sent� en mi cama a ver la televisi�n conmigo. Llevaba
puesto un short y una remera, y pod�a ver que ten�a un buen paquete.
A esa edad, las hormonas est�n a mil y yo ya hac�a tiempo que
hab�a comenzado a pajearme, sola y con algunas amigas. Pero nunca antes hab�a
estado con un hombre.
De pronto mi t�o comenz� a acariciarme el pelo y luego fue
bajando por los hombros hasta llegar a mis pechos.
Yo pegu� un grito, pues era mi t�o, no que no me agradara la
sensaci�n. El me tap� la boca y dijo: shhh si no quieres pasar las vacaciones
encerrada, le dir� a tu pap� que te vi viendo una peli porno y paje�ndote,
peque�a y no creo que le guste la idea que su nenita sea tan putita.
Mi padre era un hombre muy estructurado (aparentemente),
chapado a la antigua, el rev�s de mi t�o y me dio terror pensar que le contar�a.
As� que dej� que tocara mis senos, pero solo que no se
conform� con eso, sigui� por mi panza hasta llegar a mi conchita. Baj� mis
bragas y empez� a acariciar mi cl�toris.
Se me eriz� la piel y una sensaci�n deliciosa me embarg�. No
solo quer�a su dedo, necesitaba m�s.
Su verga se trasluc�a enorme tras el short y a m� me daba
curiosidad saber como era.
Parecer�a que adivin� mis pensamientos y saco su tranca. Para
m� era enorme, gruesa, venosa, y con la cabeza grande y mojada.
Meti� su verga en mi boca y me dijo, mama putita que te va a
encantar.
Yo trate de meterme todo ese pedazo en mi boca, pero apenas
entraba la cabeza y un poco m�s. Al tiempo que lo hac�a el me met�a los dedos en
mi conchita virgen, que estaba tan mojada que yo supuse que me hab�a orinado.
�l fue ense��ndome a mam�rsela, a pasarle la lengua alrededor
de la verga, a acariciarla con las manos paje�ndosela hasta el punto que empez�
a largar la leche y yo a tragarme lo que pod�a.
El sabor no era muy rico, m�s bien agrio, pero me gusto y m�s
a�n sus dedos en mi conchita.
Suspiro y dijo, ahora te toca a ti sobrinita, no vas a pensar
que te dejar� as� mojadita y sin tu premio.
Me abri� las piernas y comenz� a meterme su lengua,
ahhhhhhhhhhhh que delicia, cre�a que morir�a de placer, ya cuando sent� que no
aguantaba m�s me dijo "ya estas prontita para recibirme", y meti� su verga
entera.
Mi grito fue ahogado por su boca y su lengua, no pod�a creer
que doler�a tanto, pero poco a poco, a medida que se fue moviendo el dolor ces�
y el placer comenz� nuevamente, hasta que sent� millones de hormigas recorriendo
mi cuerpo y su leche derram�ndose en mi interior.
Me dio un beso profundo en la boca y se fue a dormir.
Al otro d�a estaba adolorida pero feliz. Nos encontramos en
el desayuno, me gui�o un ojo en complicidad y no dijimos nada.
Yo deseaba volver a estar con mi t�o otra vez, no pod�a creer
todo el placer que me hab�a brindado y tambi�n de lo putita que me sent�a.
Esa tarde fuimos juntos a la playa con mis padres y unos
amigos. Yo me puse un microbikini para que se viera bien mi cola y mis senos que
no eran tan peque�os.
Estaba yo tendida en la arena, haci�ndome la dormida, cuando
escucho que mi t�o le coment� a mi padre; se desarroll� bien mi sobrina, tiene
un culo y unas tetas que son una delicia.
Para mi sorpresa pap� se ri� y dijo, tienes raz�n, est� mejor
que su madre, ni quiero saber cuando comience a coger. Y ambos se rieron a la
par.
Mi padre diciendo eso de m�, con lo exigente y cuida que era
conmigo, no lo pod�a creer.
Cada vez que pod�a mi t�o entraba a mi habitaci�n y cog�amos.
Me fue ense�ando todas las posiciones que al le gustaban y por lo que me dijo,
era una excelente alumna.
Un d�a mis padres se fueron a la ciudad, y pap� le dijo a mi
t�o que me cuidase como si fuera su hija.
Yo estaba en la gloria pues sab�a que tendr�a todo el d�a a
mi t�o Enrique para mi sola, pero me dijo que iba a aprovechar para ver a unos
amigos y que volver�a en la noche.
Decid� quedarme en la piscina de la casa, ya que la playa
sola no me gustaba ir.
Ya estaba atardeciendo cuando lo veo regresar. Subi� al
dormitorio sin saludarme y luego bajo al jard�n. Yo estaba tendida en la
reposera, tomando sol de espalda y empieza a besarme las nalgas. Esa lengua
erizaba mi piel e instintivamente me abr� de piernas, sac� mi malla y meti� toda
su lengua en mi hoyito. Luego un dedo y despu�s otro. Eso hasta ahora no lo
hab�a hecho, pero era una delicia.
Levant� mi cola para que pudiera met�rmelos m�s adentro y le
dec�a: tiito lindo haceme el culito.
El se re�a y me dijo, tus pedidos son �rdenes princesa.
De pronto siento un ardor descomunal y era su verga que
entraba en mi hoyo. Mord� la toalla para no gritar y dej� que me penetrara, fue
entrando y saliendo, al principio despacio hasta que luego sus movimientos eran
cada vez m�s r�pidos.
Me dijo que me pusiera en cuatro, me tom� de las caderas y
arremeti� con todas sus fuerzas. Cre� que me desgarraba, pero el goce era
inmenso. Cerr� los ojos y deje que el placer me inundara. Siento algo h�medo
sobre mi boca, miro y era una verga que se apoyaba en mis labios. Levanto la
vista y un hombre igual a mi t�o me ped�a que se la mamara. Dije, � pero pap�
que haces?, no sab�a si me daba verg�enza, ten�a miedo que me pegase o que
hacer. Y me dice, yo soy Enrique, el que te esta rompiendo el culito es tu
padre.
Me doy vuelta y mi padre llen�ndome el orto con su leche le
dice a mi t�o: "gracias por prepararme a la nena".
Paulapoison