Hola otra vez. He aqu� otro cap�tulo de mi vida. Quiero daros
las gracias a todos por vuestro apoyo y por vuestras cartas.
Para los que no recuerdan el anterior relato les pondr� un
poco al corriente. Despu�s de cortar con Santi, mi amante, decid� dar una vuelta
y finalmente mi hermano me llev� a casa.
Recib� llamadas de Santi toda la semana en mi m�vil y para
evitarlo lo apagu� y decid� dejarlo as�. Un acto cobarde, s�, pero en esos
momentos no ten�a ganas de hacerme el fuerte. Principalmente porque si �l me
ped�a que volviera lo har�a. El amor es as�, supongo.
Mi hermano intent� animarme, incluso quer�a que le contara
porqu� estaba as� pero no pod�a.
�C�mo pod�a explicarle que el que ahora era su mejor amigo me
hab�a desvirgado? �C�mo explicarle que �ramos amantes? �C�mo explicarle que era
gay y que quer�a a Santi? No, era imposible.
Dos semanas despu�s a eso del mediod�a llam� Santi a casa,
supongo que se hab�a dado cuenta de que el m�vil estaba apagado a causa de sus
llamadas.
Mi madre cogi� el tel�fono y grit�:
- Es Santi, pregunta por ti Dani.
Yo estaba cerca de mi madre, con la cabeza agachada, con los
ojos llorosos y con ganas de gritar a pleno pulm�n. Era Santi, mi Santi.
Mi madre se fue a la cocina con mi padre, ellos com�an antes
que nosotros.
Yo me qued� ah�, hipnotizado, mirando al suelo, so�ando con
sus labios carnosos, con sus manos suaves y firmes, con su tersa piel. So�aba
con cada caricia que Santi me hab�a hecho. �C�mo le quer�a!
Apenas escuch� la conversaci�n de Dani con su mejor amigo,
estaba demasiado ocupado pensando en �l.
Todo transcurri� como en anteriores d�as. Yo segu�a en las
nubes con los recuerdos de Santi y el resto del mundo no me importaba.
�
� Me acompa�as a hacer un recado? � Mi hermano sonri�.
Acept�, me levant� del sof� y pens� que no me vendr�a mal
salir de casa a airearme un poco.
No recuerdo cuanto condujo, pero cuando baj� de mi nube me di
cuenta de que aquel recado no era un recado normal. No �bamos a ninguna tienda
pues en esa direcci�n solo hab�a casas. La casa de Santi entre ellas.
�Ad�nde vamos? � Exclam� nervioso, en mi mente solo
resonaba el nombre del que hab�a sido mi primer amante.
Santi me ha pedido que fuera y que si pod�a te trajera a ti
conmigo. �Me puse nervioso y le dije, mas bien le grit�, que parara. �No s�
por qu� est�is as�, pero quiero que se arregle, estoy harto de hacer de
intermediario. T� me dices que le diga que no estas y �l me dice que te
pongas. Si hay problemas los arregl�is entre vosotros y no me met�is a m� en
medio.
�No! �Es que mi hermano no entend�a que no pod�a verle ahora?
Yo no quer�a volver a sufrir y si lo ve�a sufrir�a.
Dani me arrastr� literalmente hacia la casa, por mucho que yo
me resistiera. Aunque, supongo que en el fondo quer�a ir. Y all� en el marco de
la puerta, apoyado, estaba Santi.
Nuestra mirada se cruz� y me entraron ganas de correr hac�a
�l y abrazarnos. Apart� la mirada y por unos instantes todo permaneci� en
silencio.
Hola Dani, hola Johnny � dijo sin ni siquiera mirarme �
Venga, no os qued�is ah�, pasar.
Nos sentamos en el sof� del sal�n. Un escalofr�o recorri� mi
espalda, mientras recordaba las veces en las que nos hab�amos amado en ese mismo
sof�.
Levant� la mirada y vi sus ojos, ese fulgor ladino que sol�a
tener hab�a desaparecido; ahora ten�a un extra�o brillo melanc�lico.
Estuvimos hablando de todo lo que se suele hablar cuando no
sabes que decir. Hab�a mucha tensi�n en el ambiente y aunque Dani intentaba dar
conversaci�n, no tuvo demasiado �xito. Finalmente se dio por vencido.
Estoy harto de esto, ten�is que arreglar lo que quiera que
pase. Me voy a ir a por tabaco, cuando vuelva quiero que os est�is hablando.
Me llevo tus llaves.
El coraz�n me lat�a con fuerza y no era capaz de saber si
Santi me miraba tan directamente por que lo o�a o porque pensaba en m�.
La puerta se cerr� detr�s de mi hermano, pero apenas lo
escuch�. Solo pensaba en c�mo salir de est�.
Yo... He estado pensando en ti.
Es un comienzo. � Murmur�.
No quiero perderte.
No Santi, ya me has perdido.
Suspir�, me levant� y camin� hasta la ventana. Me apoy� en
ella y me asom� por ella para notar el aire.
Yo... No eres uno m�s y lo sabes.
No, no lo s�. Dime que soy para ti. �El efebo de los
s�bados?
Vale, cuando empezamos me ve�a con otros, pero dej� de
hacerlo.
Se levant�, se acerc� a m� por la espalda. Mi respiraci�n se
agit�. Una parte de m� lo deseaba, pero otra me gritaba que basta. Me dio la
vuelta, dej�ndome frente a �l. Su mano alz� mi cara hasta que sus ojos y los
m�os se miraron. Acerc� sus labios a los m�os. Mi cuerpo se estremeci�. Apart�
la cabeza.
Te necesito.
No digas eso.
Es la verdad.
Me har�s da�o. No quiero sufrir, Santi.
Te quiero, Johnny. No quiero perderte, no quiero estar sin
ti. Supongo que eso de "no sabes lo que tienes hasta que no lo pierdes" es
cierto.
Me qued� acongojado.
�� Que le qu�?! ��Que le quieres c�mo?! � Salt� Dani.
Santi se dio la vuelta.
�Dani! No es lo que parece.
�A no? � Pregunt� yo.
Vale, lo es. Pero... Yo... yo no quiero hacerle nada malo.
No pude evitar sonreir ante ese nada malo, si Dani supiera la
de veces que hab�amos hecho "cosas malas" en esa casa...
- Espero una explicaci�n, Johnny. � Dijo Dani en tono mas
bien asombrado, mas que enojado.