Relato: ENTRE EMCINAS Y ROBLES
Relato:( ENTRE ENCINAS Y ROBLES)
En aquella �poca de tantas estrecheces y falta de conocimientos tenia por el contrario mucha malicia y picaresca. Yo despert� al mundo en esa edad que una persona desea aprender y saber cosas. Y Como dada la situaci�n donde estaba casi aislados del mundo no iba a la escuela, nuestra escuela, era la escuela de la vida, una vida casi mon�tona si no hubiera sido por el hecho de que dentro de aquella comunidad peque�a eso s� pero con muchos hechos y cosas quiz� sorprendentes no tanto, si, los deseos que tenemos los humanos no nos llevaran acometer o hacer actos no impropios de los mismos humanos.
Volviendo al relato he de decir que. El hombre de este relato trabajaba en esta finca desde hac�a dos a�os m�s o menos llego procedente de otra finca y le contrataron porque los amos hab�an decidido criar cerdos de cara al verano para tener provisiones para las personas que se contrataban y darles la manutenci�n.
Adem�s era un hombre muy vers�til y hacia muchas cosas entre otras reparar alg�n apero o maquina, como hacer de matarife y de destazador, le dieron una vivienda al lado de las marraneras, el solo se las apa�aba para lavarse la ropa y hacerse la comida.
Como la finca era muy extensa en terreno y adem�s del reba�o ovino pod�an comer los pastos m�s animales, decidieron que los cerdos lo hicieran tambi�n. Y como hab�a que tener otra persona para sacar a los cerdos a pastar el elegido fui yo. De esta manera pase a tener contacto con Zacar�as, que era nombre que tenia. A pesar de ser una persona de un car�cter serio no era as� cuando se le conoc�a bien a fondo.
Mi primer d�a fui muy normal, a los pocos d�as fui como alas tres, o un poco m�s hacia las porquerizas y me encontr� que estaba todo cerrado aguce el o�do a la puerta y o�a como gemidos y unos siseos dentro de la casa de Zacar�as espere a la puerta sentado esperando que saliera Zacar�as. Como a la hora la puerta se abri� y sali� Zacar�as y al verme all� �Pero qu� haces t� aqu�, me pregunto? Esper�ndole, vale, vete hacia el corral que ahora voy yo, as� lo hice, pero me volv� hacia la puerta y vi salir a una joven que tenia novio.
Cuando me encontr� de nuevo con �l, me dijo chico me has pillado en lo mejor ya te contare m�s cosas, ya sabes que los hombres tenemos algunas necesidades y debilidades y las m�as son las mujeres y si son como esta mejor imposible. No digas nada a nadie de esto, que ya te contare m�s cosas.
Otros dos d�as m�s le encontr� en el ajo a esa hora con la misma chica, pero volviendo otro d�a de pastar con los cerdos del campo sal�a una mujer de casa de Zacar�as, tendr�a la se�ora como unos cuarenta a�os y un buen trasero y sal�a mirando hacia ambos lados y con el pelo algo revueltos.
Ahora ya no cab�an explicaciones Zacar�as se estaba tirando a la joven soltera y a una mujer casada, eso, que yo supiera.
Pasados d�as no recuerdo cuantos, me llamo Zacar�as y me dijo mira Jandro ahora que tenemos poco que hacer te explicare algo de c�mo es la vida aunque t� ya sepas muchas cosas de ella, ya te dije que tenemos nuestras necesidades y la vida pasa muy de prisa, hay que ir directo al grano yo soy muy directo voy siempre por derecho y al grano y aprovecho las ocasiones que a lo mejor, ya no se vuelven a presentar mas, luego hay que tener un olfato especial para lograr conseguir aquello que muchos lo tienen pero son incapaces lograr por no tener ese olfato y luego adem�s hay que reunir unas condiciones de facilidad de palabra y otras que ami por suerte me ha dado la vida y tengo aparte de un c�mo te dir�a de yo, un sexto sentido, para descubrir las debilidades del ser humano.
Yo nunca estuve casado pero nunca me falto donde meterla en caliente y se lo debo a una mujer que fue quien me ense�o todo lo que a lo largo de mi vida he conseguido.
Esta mujer se quedo viuda muy joven y para salir adelante tuvo que pasar por carros y carretas esta mujer era amiga de mi madre la cual perd� muy pronto y ella fue la que me acogi� y me ense�o a conocer el cuerpo del hombre como de la mujer y me ense�o de todo. Mira Jandro voy a empezar por el principio aunque sea algo reiterativo. Cuando muri� mi madre yo contaba quince a�os, entonces la amiga de m� madre se hizo cargo de m�. La s�ra Eudosia Era la due�a de la posada del pueblo, era una mujer de carnes prietas y rollizas, hasta entonces hab�a tenido sus rollos y sus aventuras, pero ocurri� algo sorprendente que me hizo ba�ar, como siempre en un balde y cuando vio mi rabo dijo este para m�. En el pueblo hab�a un herrero con el que ten�a mucha amistad la s�ra Eudosia y all� me coloco de pinch�, en la herrer�a que de todo se arreglaban, arados, alg�n tractor a parte de herrar �claro�. All� transcurri� un tiempo hasta que muri� la buena s�ra. Ten�a un hermano que se hizo cargo de la posada que ella regentaba y como yo no era de su confianza me largo con caras destempladas. Tuve suerte, porque de una finca llamada El Plant�o me dijeron que hac�a falta un medio mec�nico para la temporada del verano y all� me fui.
Me aloje en casa de la S�ra Encarna la mujer m�s buena que he conocido hasta ahora adem�s, hacia unas tortillas de patata buen�simas era muy cari�osa conmigo porque le recordaba a sus dos hijos que perdi� en la guerra, dorm�a en cuarto apartado de la casa. Pronto me puse al corriente del trabajo, los primeros d�as hasta que lo puse en marcha estaba todo el tiempo ocupado luego ya ten�a m�s tiempo libre. Te voy a explicar un hecho que aconteci� un domingo por la tarde en la balsa.
LA BALSA
Ese a�o hab�a llovido mucho y los arroyos ven�an muy crecidos por esta finca pasaba un arroyo en la cual hab�a una hondonada en la que se formaba una gran balsa era costumbre irse a ba�arse all� y mira por donde yo un domingo por la tarde me acerque a la balsa hab�a un grupo de chicos y chicas se ba�aban algunos otros miraban entonces no hab�a ba�adores y el que no lo hac�a en pelotas se ba�aba con el calz�n que estaba abierto en el medio, a lo que vamos, cuando yo llegue all� hab�a un joven valiente de unos trece a�os que se tiro de cabeza, pero, no sal�a yo ni corto ni perezoso me quite el buzo y me tire a rescatarlo, aquello estaba lleno de pecina y �l hab�a metido la cabeza en ella por lo cual no pod�a salir. Lo que yo no me pod�a imaginar era, que en el grupo de chicas estaba su hermana. La que no sab�a que hacerse conmigo por haber sacado a su hermano de la pecina y haberle salvado de una muerte segura.
He decirte Jandro, dos cosas, para que las tengas en cuenta. Primera mujer bigotuda mujer cu�ada ardiente y cojonuda. La otra es que creo que la �nica vez que me enamorado ha sido esa.
Esa muchacha Elvira de nombre me llevo a su casa para cumplir con un deber humano seg�n ella que es de ser humanos ser agradecido. Luego me cont� que era la hija del que llevaba el tractor y que ella apenas sal�a de la casa, que su padre era viudo y su otro hermano mayor estaba casado, con todos estos detalles que medio me sent� un poco avergonzado de lo que yo pensaba hacerla a ella y quedamos en vernos al anochecer en la fuente donde se iba a por agua. As� estuvimos durante muchos d�as vi�ndonos en la fuente y acompa��ndole hasta la casa donde viv�an. Le hab�a preguntado que si ten�a o hab�a tenido novio, me respondi� que nunca hab�a estado con ning�n hombre y entonces le bese, me lo confirmo el que no sab�a besar le bese esa y muchas veces m�s. La s�ra Encarna se puso muy contenta .Pero mis ideas no iban por ah� era muy joven y adem�s, que pod�a yo ofrecerla a ella yo un don nadie sin tener donde caerme muerto.
Por otra parte tendr�a que hacer la mili .Nos seguimos viendo y besando, besos que fueron a mas.(Besos y abrazos no hacen chiquillos, pero tocan a v�speras) Y as� es como romp� mi primer virgo. Como ya te he dicho de la mujer bigotuda pues esta lo era.
Estando un d�a en la panera nos pusimos muy a tono y cuando la besaba le solt� alg�n bot�n de la blusa y le acaricie los pechos luego se los bese y volv� a besar en la boca note que ella estaba entregada le volv� a besar las pechos y le met� la mano por debajo de la falda y le estuve acariciando el co�o por encima de la braga sin ella oponer resistencia sub� mi mano m�s hacia la parte de la cintura y le baje la braga hasta medio muslo y la recost� en unos sacos y le empec� a lamer el co�o lleno de bellos hasta que saboree su co�o y cuando este ten�a un sabor a saladillo me incorpore me baje el buzo y mi polla tiesa y dura como una piedra tal como la tenia se la puse entre sus muslos, no quer�a pero a poco se la fui pasando por raja h�meda una y otra vez hasta que la di el primer golpe y la retire pero volv� de nuevo y abierta como esteba le di otros tres embestidas mas y la empec� a penetrar muy suave al principio y volv� a sacarla y cuando la ten�a casi fuera se la volv� a meter y solo opuso un poco de resistencia y dio un peque�o grito que paso a unos gemidos y susurros y un abrazo muy fuerte cuando le vino el orgasmo, yo aguante y saque la polla de su co�o y llene el suelo con mi leche.
Una vez catado el melonar, melones todos los d�as Le ense�e a tener y dar placer de varias maneras, pero cuando mas gozo seg�n ella fue el d�a que me la chupo y yo se la chupe a ella.
Como no faltaba trabajo en la finca me quede al terminar el verano y ese mismo final del verano el padre de Elvira ten�a otro trabajo en un pueblo y quer�a que el hijo peque�o fuera a la escuela. Yo lo pase muy mal y me ofrecieron para conducir el tractor, y all� estuve hasta que me llamaron a filas. No volv� a saber nada de Elvira ni de su familia.
He decir que Zacar�as poco amigo de que le hiciera preguntas le dejaba que se explicara y sin m�s. Me dijo que a lo largo de vida hab�a muchas mujeres no sab�a cu�ntas eso si algunas hab�an dejado mucha huella en �l, la s�ra Eudosia, Elvira y la s�ra Encarna aunque con esta no hab�a tenido ning�n roce de nada. Qu� cosa m�s curiosa dijo las tres empezaban con la letra E
Zacar�as dijo, tambi�n, o al menos eso yo le entend�. Que estuvo con dos viudas cuatro o cinco casadas con chicas que ten�an novio con tres j�venes menores de quince a�os, dos, de las cuales, ya no eran v�rgenes y con una casada que cuando m�s apasionados estaban les pillo la madre de ella, que llamo de todo. Una de las j�venes que tuvo entre sus piernas, llamada Mari le conto como la hab�an desvirgado. No ten�an otra diversi�n y entretenimiento que el de estar todo el d�a en la finca holgando de un lado para otro, pero despu�s de comer se reun�an los j�venes de la misma edad en una caba�a que hab�a en la entrada del monte, que fue refugio de los que hac�an el carb�n, con la encina que podaban y adem�s de estar abandonada, era buen refugio para miradas indiscretas y estar tranquilos en ella y all� se iban y estando dentro de ella jugaban a varias cosas, normalmente iban tres chicos uno de ellos el ayudante del alba�il que contaba con quince a�os y que estaba muy desarrollado y otro de doce, mas, el hermano del mayor que no llegar�a a los diez, Mari sol�a ir con su hermana, tambi�n de diez o una prima que a pesar de ser joven estaba muy desarrollada y contaba con unas tetillas como peque�os limones. Estando jugando, a, Mari, creo se le ocurri�, hablar de lo que o�a a veces a sus padres, cuando estaban en la cama, pues ella dorm�a en el mismo cuarto que ellos. Entonces los dem�s, tambi�n dieron su opini�n. Y alguno pregunto que como seria aquello y que sensaciones tendr�an. Entonces el mayor Mario, dijo, saber, que era aquello y lo que se sent�a. Entonces los dem�s dijeron que les explicara algo mas y Mario dijo que �l a veces se la mov�a y a veces adem�s de darle gusto le sal�a una gran cantidad de leche y sent�a un gran placer cuando empezaba a expulsar por la punta de l nabo, que a �l quien le hab�a ense�ado era su hermano el mayor y que a este si le sal�a mucha leche y que en una ocasi�n le dijo que estaba liado con una mujer casada, no me quiso decir qui�n era, pero, que se la hab�a metido varias veces en el co�o, la polla y en una de ellas se lo dejo dentro del co�o y en otra casi les pilla su marido. Todos se animaron con la informaci�n y le pidieron a Mario que si sab�a algo m�s se lo contara.La Mari y Mario se citaron para verse a solas los dos, pero no, en la caba�a, y se quedaron en ver en un caset�n, lejos de las miradas indiscretas, pero la prima de Mari se entero dijo, que ella quer�a acompa�arles y si no, los dem�s lo sabr�an todo, entonces quedaron ir al anochecido, pero no en el caset�n si no en una de las casas vac�as que en el verano ocupaban los agosteros y all� adem�s hab�a colchonetas de paja y alguna manta vieja. Como pudieron se escabullaron de los dem�s y una vez all� dentro, las dos chicas quer�an verle la polla a Mario y no solo eso quer�an toc�rsela, Mario se la ense�o y hubo alguna exclamaci�n de asombro al ver la polla que se gastaba el joven la primera que dijo que se la pusiera entre los muslos fue la prima de Mari y esta fue m�s all� y dijo que a ella se la pusiera tambi�n de esa manera pero que ella se quitar�a la braga para ver lo que se sent�a cuando le rozara el co�o, primero se la puso a la prima de Mari en los muslos y despu�s de rozarle con ella se la puso a Mari pero a esta al estar sin braga la rozo cerca del co�o y no solo esto sino que empez� a darle ligeras embestidas y la joven se dejaba hacer y as� pronto le estaba entrando la polla en su co�o y al final le llego a lo m�s profundo de su co�o, Mario al sentir que se ven�a le embest�a con m�s fuerza y entre jadeos y ayees se corri� ech�ndole toda su descarga dentro del co�o de Mari, su prima, dijo, que ella tambi�n quer�a probarlo, nada m�s terminar y aun gote�ndole la prima de Mari se tumbo en una saca de paja que ten�a una manta vieja encima se tumbo encima de ella se bajo la braga y Mario se puso encima de ella y le empez� a pasarle su polla una y otra vez por el co�o y en una de esas pasadas le dio una ligera embestida y luego otra mas y as� se la fue introduciendo toda en el co�o y tambi�n a ella se lo dejo todo dentro. La prima de Mari viv�a en una finca cercana, pero pasaba largas temporadas con sus primos, ya que all� solo viv�an el mulero su padre el tractorista y el pastor y al estar casi sola se aburr�a mucho.
Cuando volvi� de nuevo, le conto a su prima Mari, que hab�a vivido una experiencia, nunca imaginable. Ella, viv�a en una casa, que daba a un corral en la que a cada lado hab�a un aprisco, donde se encerraba a las ovejas por la noche estando asomada a la ventana de su cuarto quedaba al corral vio como el moro un can que era del pastor intentaba cogerse a una perra, que era del mulero, el moro se sub�a a lomos de la perra y le daba grandes embestidas pero no atinaba a introducirla su pijo en el co�o de la perra y en uno de aquellos intentos el perro se bajo, de la perra y lo que vio la hizo, ponerse algo desconcertada y alterada, el can ten�a una pija tan larga y gorda coma la de Mario. El perro lo volvi� a intentar dos veces m�s y al final lo consigui�, qued�ndose un buen rato embisti�ndole a la perra, hasta que se dio la vuelta qued�ndose enganchados un largo rato , no sabr�a decir cu�nto. Aquello la sobresalto y la hizo llevar su mano a su entrepierna y darse un ligero tocamiento en el co�o primero por encima de la braga y luego en su co�o por el que asomaban unos ligeros bellos.
Por la tarde se bajo al corral, estando las ovejas encerradas en el aprisco, el moro estaba all�, consigui� entrar la puerta de la trasera estaba siempre abierta, solo por la noche la cerraban, estando dentro el perro al conocerla no la ladro, si se le acerco y ella le atuso el lomo y le acaricio la cabeza, all� hab�a una peque�a cuadra donde sol�a el pastor encerrar el burro que tenia para ayudarle en la �poca que las ovejas pari�n, llevo al can hacia la cuadra y le sigui� acariciando y muy suavemente le llevo la mano hacia la polla del animal el can a lo primero la hizo alg�n extra�o pero luego se dejo hacer y solo se puso algo en tensi�n cuando ella empez� a mene�rsela, ella, cuando, a el can le empez� a salir el pijo de la funda se emociono tanto que sigui� movi�ndosela, hasta que le sali� la bola, y entonces el perro empez� a expulsar una gran cantidad de liquido durante un buen rato, cuando acabo, que aun lo ten�a tieso y duro se lo acerco a su entrepierna y se lo empez� a restregar por encima de la braga y luego se la bajo y se daba ligeros toques en la entrada del co�o, entonces el can reacciono y la empez� a dar grandes embestidas en el co�o hasta conseguir meter un poco la polla en el co�o de ella se retiro y volvi� de nuevo a la carga y en uno de esos intentos consigui� met�rsela un buen trozo dentro del co�o y sigui�, sigui�, hasta que ella aparte del dolor que sent�a al tener aquel pedazo de polla metida en su co�o empez� a sentir un placer para ella desconocido y m�s cuando el can la empez� a llenar el co�o con su descarga que fue larga y muy abundante. Ella hab�a descubierto el placer y como hab�a disfrutado mucho, con �l, volvi� m�s veces hacerlo, y en esas estaba cuando sinti� que la puerta de la cuadra se abr�a, era el pastor que llevaba un rato vi�ndola y venia con la polla fuera de la bragueta, ten�a una buena polla aparte de llevarla tiesa como un garrote, se la puso en los labios y la dijo chupa y no le dir� nada a tus padres, ella que no sab�a c�mo hacerlo se acord� de c�mo el perro se lo lamia a la perra antes de subirse encima de la perra y poco tardo el pastor en echarle su descarga en la garganta de ella, ma�ana, le dijo, vendr�s a la misma hora y de esto nada de saberlo nadie. De esta manera la prima de Mari empez� a tener dos pollas a su disposici�n aunque lo que m�s le gustaba era cuando estaba con el morito a solas, el pastor era m�s bruto y sol�a met�rsela de una fuerte embestida aunque tambi�n las descargas eran muy abundantes, llego hasta mam�rsela al can cuando el pastor se la ten�a metida a ella en el co�o y a veces era al rev�s el perro se la met�a y al pastor se la chupaba.
En cuanto a Mari, solo puedo decir que ten�a un gran secreto, secreto que nunca quiso decirme, Mario sigui� cogiendo con Mari y su hermano al enterarse de que se estaba tirando a la moza. Le dijo ten cuidado, Mario, entonces, un buen d�a, que el hermano estaba un poco bebido, le explico quien era la casada que el se estaba beneficiando y que no era otra, que la madre del joven amigo de Mario, cuyo padre muy mayor y envejecido por el trabajo del campo pocas veces la jodia y ella al ser joven y de estar de buen ver, era muy fogosa y pronto conquisto al joven, al que le dijo, que el hijo no era de su marido, sino, del amo para el que trabajaba su marido, que un buen d�a le dijo lo hermosa y bella que era y que si ella quer�a le pod�a dar cuanto quisiera, tan solo ten�a que ceder a tener alg�n encuentro a solas con �l y dejarse hacer alguna caricia, un buen d�a, en el que ella iba a por le�a para la lumbre a una le�era en una nave aislada la acorralo y de un beso al aire pasaron a un ligero toque, se la fue arrinconando y como ella parece que tambi�n quer�a, se dejo hacer y pronto tuvo la polla de �l en sus manos y m�s tarde en su co�o, despu�s hubo m�s encuentros y al final quedo pre�ada del amo.