Hab�an pasado 2 semanas desde que Jorge, mi primer novio me dejara por una mujer mayor. Estaba bastante deprimida y no quer�a salir de la casa. Estefan�a una vecina de mi edad (19 a�os) me visitaba frecuentemente y trataba de consolarme. Ese s�bado insisti� que la acompa�ara a una fiesta, a la cual finalmente acced� a ir. Al principio no me sent� bien pero al conocer a Gustavo un joven alto de ojos claros que se esforzaba al m�ximo con sus atenciones, comenc� a relajarme un poco; bail� con �l y tom� unos tragos, Sin embargo decid� irme temprano. Gustavo me acompa�� gentilmente a mi casa y me pidi� mi n�mero telef�nico. Al siguiente d�a me llam� y me invit� a tomar un helado; acept� y conversamos un largo rato. El siempre se comport� educadamente y me agrad� bastante. Pasaron unos d�as y Gustavo me llamaba frecuentemente; en esta oportunidad me coment� que su t�a cumplir�a a�os y lo pensaba festejar en su casa de playa. Me invit� a pasar el fin de semana con su familia, idea que me pareci� excelente. El viernes en la tarde prepar� un bolso con ropa de playa, bronceador, aceite y otros art�culos personales. Como ir�amos directo a la playa me coloqu� un bikini color fucsia y encima un vestido corto de lycra blanco y unas sandalias del mismo color. Hac�a bastante tiempo que no iba a la playa y mi piel lucha muy blanca. Para que tengan una idea de mi aspecto mido 1,65, tengo contextura media tendiendo a delgada excepto por mis piernas y mi busto 38, cabello claro hasta la mitad de la espalda.
Gustavo me busc� en su camioneta y comenzamos el viaje hacia la costa, yo no hab�a preguntado el sitio pero el viaje se hizo algo largo y en especial al tomar un camino de tierra bastante irregular. Al llegar al sitio me encontr� con una casa muy modesta y afuera estaban sentados cuatro hombres de piel muy oscura jugando domin� y tomando cervezas. No me pareci� extra�o ya que los habitantes de esa zona son generalmente negros pero sus miradas me incomodaron un poco. Al entrar a la casa me encontr� con un se�or bastante gordo sin camisa como los dem�s viendo televisi�n mientras que en la cocina que era parte de la sala otros dos hombres sacaban cervezas de la nevera. No hab�a ninguna mujer y la t�a de Gustavo no aparec�a. Me dijo que estaba en el pueblo haciendo unas compras. Yo estaba algo preocupada y nerviosa ante las miradas de todos los hombres. Pronto comprend� que me hab�a enga�ado y que no exist�a ninguna t�a cuando el hombre mayor le dijo a Gustavo: �Es exactamente lo que quer�amos, ahora ya no nos debes nada�� Le pregunt� a Gustavo que pasaba y me contest�: �Lo siento Irene pero no ten�a opci�n o les consegu�a una chica blanca de poca experiencia o me iban a cobrar por las malas, cuando te vi sab�a que podr�a liberarme de la deuda contigo�� Estaba algo mareada, no entend�a la situaci�n. En ese momento entraron los hombres que jugaban afuera y trancaron la puerta, otros trajeron arrastrando un viejo colch�n. Trat� de escapar pero me sujetaron; el gordo se acerc� a mi mostr�ndome un cuchillo que paso levemente por mi rostro. �ahora nos vas a complacer a todos y lo vas a hacer muy bien si no quieres que comience a cortarte� dijo. Mis piernas flaquearon pero reacion� cuando comenzaron a manosearme y a apretar mis senos; grit� pidiendo auxilio y recib� un gran golpe en la cara. �Aqu� nadie te va a escuchar, perra� dijo otro de los hombres. El gordo volvi� a acercar el cuchillo y me amenaz� con desfigurar mi cara. �Comienza a bailar y quitarte la ropa antes que me enoje��sin opciones comenc� a moverme lentamente y�
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Relato: Violada y pre�ada (parte 1)
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