Relato: LA MAQUINA Relato ficticio
Escrito por Daniel
LA MAQUINA
Desde peque�o me sent� diferente, aunque trataba de no serlo. Nunca me atrajeron los juegos rudos de los varones y me encantaba sentarme con mam� a ver esas novelas rom�nticas y me enternec�a verla llorar.
Pap� era muy f�rreo con nosotros, me esforzaba mucho para ser un correcto caballero, pero me comparaba con mi hermano y las diferencias eran notables.
Y no era f�cil para m�, porque viv�a en una lucha interna permanente entre lo que quer�a y lo que deb�a ser.
Algo que nunca olvidar� fue el d�a que con mis compa�eros y compa�eras de secundaria fuimos una fiesta de disfraces, era el �nico varoncito disfrazado de mujer, no llamaba mucho la atenci�n ya que estaba disfrazado de hermana superiora, con un vestido que me llegaba a los pies, pero lo que nadie supo jam�s fue que debajo ten�a una peque�a tanga que le hab�a hurtado a mi madre, as� que bajo esa t�nica me sent�a mujer.
Pero la vida sigui� su curso, luego de la secundaria ingres� a la facultad, me encantaba inventar cosas, me gustaba la industria as� que segu� ingenier�a mec�nica.
Y segu� pasando mis d�as tratando ser var�n, sintiendo ser mujer. Me excitaban demasiado los videos porno entre chicos, sol�a verlos a escondidas y me masturbaba terriblemente, con m�s de veinte a�os a�n era virgen.
Entonces comet� el primer error de mi vida, ten�a que demostrar al mundo y a mi padre en especial lo hombre que era, luego de un corto noviazgo me cas� con Magali, la �nica mujer en mi vida. Ella era una compa�era de curso, muy dulce, muy buena y su enamoramiento a hacia mi persona era m�s que notorio.
Siempre me port� como un caballero con ella, en verdad la quer�a, pero no la amaba, disfrutaba de su compa��a y de su sexo, pero no era feliz.
Paralelamente me recib�a, siempre estuve entre los mejorcitos de las clases y r�pidamente comenc� a forjar mi profesi�n que ya hab�a iniciado tibiamente mientras cursaba mi tercer a�o.
Me especialic� en asesor�a industrial y poco a poco a recorrer el pa�s, era un desaf�o para m� hacer mejoras en las m�quinas y lograr mejores eficiencias.
Tuve incre�bles experiencias y conoc� los rincones m�s escondidos de mi pa�s, gracias a mi profesi�n. Mi peque�a empresa personal se fue haciendo conocida en el ambiente, hac�a una mejora ac� y al mes siguiente viajaba mil kil�metros a replicar esa mejora en otra empresa. Fui conociendo mucha gente y digamos que me sent�a un tipo importante.
Para los ojos de todo el mundo era el t�pico hombre perfecto, con un t�tulo bajo el brazo, con una carrera en expansi�n, buen esposo, buen hijo, mis padres estaban orgullosos de mi, que mas me pod�an pedir?
Pero algo faltaba, cometer�a mi segundo error, Magali quer�a ser madre, mis padres quer�an ser abuelos, nuevamente sucumb� ante la presi�n y por mostrar esa imagen de hombre perfecto, es que yo no pod�a defraudarlos. Mi esposa estaba en el octavo mes de embarazo cuando tuve que viajar a Chile, a una f�brica a realizar unas mejoras.
Como era un extra�o en el lugar me pusieron por esos d�as a un muchacho mexicano para que estuviera a mi disposici�n por la semana que durar�a mi estad�a, el tipo era mi chofer, mi gu�a y hasta me acompa�aba a cenar en el hotel. De piel morena y ojos vivaces, con unos gruesos bigotes que sobresal�an de su rostro.
Creo que fue cosa del destino, que nada fue planificado, tal vez fue mi forma de hablar, tal vez dije algo inapropiado, tal vez instinto, no s�, lo cierto es que este hombre vi� en mi lo que nadie ve�a, el �ltimo d�a est�bamos en la empresa y fuimos al ba�o a orinar, sobre los mingitorios, el estaba a mi derecha y sin darme cuenta mi vista se iba a su pene sin notar que �l me miraba.
Al levantar la vista me sorprendi� su mirada, trat� de disimular pero el hizo una mueca levantando su bigote.
Fui a los cubicles donde est�n los inodoros y �l se col� tras de mi cerrando la puerta, tom� mis manos extendi�ndolas contra los cer�micos dejando mi cola para su lado, baj� mis pantalones y mi calzoncillos, a esa altura ten�a una erecci�n terrible, sus dedos ensalivados jugaron un tiempo en mi esf�nter, luego me penetr� en el m�s absoluto silencio, lo sent� entrar y salir una y otra vez, quer�a gemir de placer pero deb�a mantener mi postura, me encantaba, me qued� inm�vil gozando de su pija hasta sentir que explotaba en mi interior dejando en el toda su leche caliente.
Fue mi primera vez con otro hombre ten�a ya casi treinta a�os, treinta a�os de ser quien no deseaba ser�
Nunca m�s lo vi ni supe de �l, pero a mi regreso las cosas con mi esposa comenzar�an a cambiar.
Las cosas no terminar�an bien, la paternidad me encant� y hoy le doy a mi hija todo el amor que puedo y trato que no le falte nada, pero la situaci�n con mi esposa fue cuesta abajo, sencillamente se me hizo imposible convivir con una mujer y no solo me hac�a da�o a m�, tambi�n le hac�a da�o a ella que era una santa y no se merec�a vivir lo que estaba viviendo.
La versi�n oficial que todos conocen es que nos divorciamos porque se hab�a terminado el amor, nunca dije a nadie lo que realmente pasaba.
Liberado de la opresi�n de mi matrimonio, con el sue�o de mis padres cumplidos, con un trabajo excelente y con una hija por la que hubiera entregado la vida, solo me quedaba buscar mi felicidad y ser quien quer�a ser�
As� fue que aprovechando los viajes laborales fuera de la �rbita familiar, me dedicaba a conocer distintos hombres en distintos lugares, siempre manteniendo mi imagen heterosexual, ocultando lo que en verdad soy.
Y puedo jactarme de haber probado de todas las formas y tama�os, generalmente adoptaba una postura pasiva, desfrutando que me hagan bien la cola, me gusta sentir un pene en el culo y obtengo orgasmos impresionantes masturb�ndome al tiempo que me rompen el culo.
Solo conocer�a alguien que roper�a este molde�
Creo que �ngelo fue la �nica persona de la que realmente me enamor�, con la cual viv� cinco a�os m�s en la clandestinidad. Lo conoc� estando en C�rdoba, estando aburrido por la noche, ya que a la empresa de turno iba hasta que ca�a la tarde, fui al teatro a matar el tiempo, el era el core�grafo y lo cruc� a la salida casi por casualidad, el hablaba con demasiada gente, como dando una conferencia, de repente nuestras miradas se cruzaron y la mantuvimos con rudeza, como viendo qui�n era m�s fuerte.
Esper� hasta que todos se hubieran ido, charlamos, nos gustamos y ese fue nuestro primer encuentro, horas m�s tarde est�bamos haciendo el amor�
�ngelo ten�a mucho dinero, ven�a de una familia acaudalada y viv�a solo en una gran casa en las afueras de la ciudad, esa se transformar�a en nuestra morada y el lugar que me recibir�a cada vez que pudiera visitarlo, y esos d�as no mat�bamos haciendo el amor.
Por primera vez en mis encuentros homosexuales era yo quien ten�a preferentemente la postura activa, a �l le gustaba ponerse histeriquita cosa que me molestaba un poco, siempre deb�a hacer las cosas a su manera, pero ten�a una cola terriblemente golosa que siempre me derret�a y hac�a que lo envidiara, no entend�a como soportaba semejantes ultrajes�
Y como era �l? Un dulce, muy buena persona, caritativa, de gran coraz�n, un luchador por los derechos igualitarios, f�sicamente de lo mejor, alto, musculoso, el ten�a casi una obsesi�n con la perfecci�n de su f�sico y se pasaba muchas horas ejercitando sus m�sculos y en especial su cola, era un Dios griego ca�do del Olimpo, de grandes pectorales y gruesos b�ceps, su espalda era un tri�ngulo perfecto con la base en sus hombros y el v�rtice en su cintura. El se hab�a hecho depilaci�n definitiva en todo su cuerpo, del cuello hacia abajo, todo, absolutamente todo, pecho, axilas, piernas, abdomen, cola y hasta en su sexo, y hablando de su sexo... ten�a la pija m�s gruesa y larga que pudieran imaginar, que hermosa verga! pura carne, dura y deliciosa�
Contrario a lo que puedan pensar el no me penetraba, no se�or, mi perdici�n era estar demasiado tiempo jugando con �l, se lo acariciaba, se lo besaba, se lo admiraba, era mi fetiche, el solo reposaba tranquilamente mientras yo lam�a sus test�culos, su glande desnudo, masturbarlo serenamente, como juega un ni�o en con la arena, solo jugando�
Tan lento como pod�a, como lamiendo un dulce, sabiendo que tarde � temprano se va a terminar, disfrutando en cada leng�etazo, embriag�ndome con su aroma, hasta finalmente sentir brotar en mi interior, su l�quido caliente, espeso, hacerlo correr por mi boca de un lado a otro, sentir en mis papilas su bendito sabor, relamerme con �l, beber hasta la �ltima gota, mmm� les juro que escribo y tengo la pija dura bajo el escritorio�
Pero bueno, �ngelo ten�a la obsesi�n que dise�ara una m�quina para �l, para una obra que ten�a pensada estrenar, el solo me tir� ideas y yo deb�a poner el cerebro, me dio un lugar en su casa suficientemente amplio, ser�a mi refugio y ni siquiera �l tendr�a acceso por los siguientes dos meses. El correr�a con todos los gastos.
Yo cambi� los planes, la m�quina que el solvent� y que yo invent� tuvo otro fin, solo para darle placer, primero compr� el dildo m�s grande que consegu�, de unos diez cent�metros de di�metro y m�s de treinta de largo, en forma de pene, con unos grandes resaltes para provocar el placer de su esf�nter. Luego la estructura donde mi v�ctima iba a arrodillarse en cuatro patas y quedar�a prisionero, por detr�s, la base donde acoplaba un motor que mov�a un pist�n, en cuya punta ir�a el consolador que hab�a comprado, adem�s con un potenci�metro podr�a regular la velocidad a mi gusto, este es un breve resumen de la m�quina que violar�a a mi pareja.
Cuando todo estuvo listo le dije que se preparara para la sorpresa, pero �l jam�s imagin� de que se trataba, fuimos a la piscina, nos refrescamos un rato, esto era un pr�ctica habitual para nosotros, el siempre se desnudaba y se acostaba al borde a tomar sol y yo como un perrito faldero solo le empezaba a chupar la pija, simplemente no pod�a evitarlo, as� estuve largos minutos divirti�ndome como comentara m�s arriba, observando sus m�sculos bronceados de reojo, hasta culminar bebiendo su rico semen.
El sol ya hab�a hecho su trabajo, nuestras pieles estaban secas y decid� que hab�a llegado el momento, le vend� los ojos y le dije que pasara lo que pasara confiara en m� y que no hiciera trampas�
Lo llev� a la habitaci�n secreta, el esperaba una m�quina de luces y humo, nada que ver� lo hice arrodillar en el lugar donde estaba todo preparado y calculado, ajust� un cors� en su cintura con dos gruesas cadenas a los lados que a su vez se fijaban a la parte posterior de la estructura, de esta forma, si hubiera querido separarse no hubiera podido, habr�a una distancia a la que no podr�a escapar, el se re�a y me preguntaba que estaba haciendo, por eso mientras llenaba su culo con lubricante le dije parte de la verdad.
Al fin lo puse en marcha, el enorme juguete fue avanzando mil�metro a mil�metro hasta que la punta topo en su culo, se acomod� bien y empez� a empujar, su esf�nter su fue dilatando poco a poco, sus gemidos se transformaron es suaves gritos agudos y luego, a medida que se dilataba m�s y m�s en graves y estridentes. �ngelo trataba de escapar de la penetraci�n pero las gruesas cadenas lo manten�an en su lugar, los gritos se hac�an m�s fuertes, m�s estridentes, puse m�sica por si los vecinos escucharan algo, comenc� a masturbarme mientras el enorme vibrador penetraba a mi pareja, �ngelo ten�a la boca abierta, gritaba de placer, sus manos se aferraban con fuerza a la m�quina, sus venas se hinchaban marcando sus m�sculos, se puso colorado�
No me pregunten como lo hizo, pero su culo se comi� por completo ese juguete, entonces si aceler� el ritmo, metiendo y sacando, metiendo y sacando, yo solo gozaba mirando y masturb�ndome sobre �l, �ngelo me gritaba:
- Puto! Sos un puto! Ayyy! ayyy!
A�n conservaba la venda sobre los ojos cuando fui sobre su rostro y lo ba�� con semen caliente, fue incre�ble.
Cuando apagu� la m�quina y solt� las cadenas el culo de mi amante estaba destrozado, hinchado, como nunca lo hab�a visto, el solo se acerc� y me bes� profundamente, lo c�mico era que ten�a sabor a m�.
Nuestra relaci�n no durar�a mucho, �ngelo con el tiempo se fue poniendo posesivo, celoso, asfixiante, insoportable, solo ten�amos buen sexo, pero despu�s era discutir por todo, pro si llegaba tarde, por si me iba antes, cuestionaba mis amistades, espiaba mis redes sociales, se met�a en mi trabajo, llegamos a un punto sin retorno, hoy no es parte de mi vida, solo un lindo recuerdo.
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Relato: LA MAQUINA
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