Relato: Mi amante argentino Hola esta es la primera vez que escribo, soy peruana, tengo 52 a�os, casada, un hijo casado, me llamo Ela, trabajo haciendo limpiezas y mi marido es conductor. En una pagina de contactos estaba buscando un amigo con quien conversar, ya que paso muchas horas sola, termino mi trabajo a las once del medio d�a, y hasta la noche en que regresa mi esposo, estoy sola, mi hijo y su familia viven lejos. Fue as� que conoc� a Eduardo, un chico argentino de 54 a�os, que vive en Espa�a hace 9 a�os, mi familia y yo vivimos en Espa�a hace 12, nos ponemos a conversar, y realmente es muy simp�tico este chico, bueno, le dije que soy casada, y que solo buscaba amistad, al principio �bamos muy bien, nos dimos nuestros n�meros de tel�fono, habl�bamos de vez en cuando, pero Eduardo es un seductor, que aunque sin proponercelo, seduce, es simp�tico, muy atento, me hace re�r mucho, me siento muy bien con �l, hasta que me dijo de conocernos, yo quer�a conocerlo, me atra�a, pero tambi�n estaba el problema que soy casada y eso me parec�a que le estaba faltando a mi marido. Quedamos una tarde de s�bado, que es donde mi marido regresa a casa mas tarde, ya que todos los s�bados va a �ltima hora a hacer un reparto a unos 150 kil�metros de casa, nos encontramos, realmente Eduardo es muy atractivo, me gustaba o mejor dicho me gusta, ya que todav�a somos amantes, esa tarde estuvimos conversando mucho, pase muy bien con �l, y quedamos para el s�bado que viene a ir a su casa ya que se me hab�a echo tarde. En la semana hablamos, me segu�a seduciendo y yo me dejaba seducir, yo estaba nerviosa, sab�a lo que iba a pasar cuando estuvi�ramos en su casa, sab�a que me iba a cachar(follar, como se dice en Espa�a), pero me gusta Eduardo, y con mi marido ya las relaciones despu�s de 30 a�os de matrimonio, es como que se enfriaron, nos encontramos y nos fuimos a su casa, estuvimos bebiendo cerveza y paso lo que sab�a, me cacho, yo disfrute como hac�a mucho que no lo hac�a, disfrute mucho cachando con Eduardo, pero el me ped�a cosas que hiciera que jamas hice con mi marido, ya que �l fue mi primer y �nico hombre, hasta que apareci� Eduardo, me ped�a que se la chupe, me pido dos veces que me deje cachar por el culo y yo se lo negu� siempre, ya que nunca lo hab�a echo, y Eduardo no es que tenga una pija de esas que dicen que hay que son enormes, pero si era bastante gruesa, me daba miedo la verdad. Quedamos para el s�bado siguiente, volvimos a cachar y me segu�a pidiendo el culo y que se la chupe, yo estaba sintiendo algo especial por Eduardo, sab�a que era mi amante, pero yo quer�a estar mas tiempo con �l y mi error fue hab�rselo dicho, me llama un mi�rcoles y cuando sal� del trabajo me fui a cachar con �l, "dale Ela, dej�me que la meta por el culo", me dec�a acariciando mis nalgas, "hay que no, deja mi culo en paz", le dec�a sin dejarme acariciar, "bueno, chup�la por lo menos", me insist�a ofreci�ndome su pija para que se la chupe, "hay como voy a hacer esas cochinadas", le dec�a empuj�ndolo para que me deje tranquila, "bueno, Ela, dejemos esto que a mi me aburre siempre lo mismo, vos abajo y yo arriba cogiendo, ya esta, ni siquiera quer�s cambiar de pose", me dijo, yo me levant�, me vest� y cuando me iba le fui a dar un beso en la boca como siempre y el solo me lo dio en la mejilla, eso me sorprendi�, "ya se le pasara", pens� y me fui. Paso una semana y casi no me llamo y cuando habl�bamos estaba fr�o, distante, le pregunte que cuando pod�a ir por su casa y siempre eran evasivas, yo me preocupe, quiero a Eduardo, y no lo quer�a perder, "cari�o, puedo ir a tu casa, quiero hablar con vos", le dije por tel�fono, el s�bado al medio d�a estaba en su casa, el completamente fr�o, casi no me saludo, "cari�o, que ocurre que me tratas tan fr�o?", le dije sent�ndome en una silla del sal�n de su casa, "mira Ela, esto es aburrido, ya est�, ya te cog� la concha varias veces, pero no me la chupas, no me dejas que te la meta por el culo, y estoy aburrido de siempre lo mismo, vos desnuda en la cama de piernas abiertas esperando que te la meta y te llena la concha de leche y despu�s te vas y ac� termino todo, siento como que me hago una paja en tu concha", me dec�a, "pero cari�o, eso nunca lo hice con mi esposo, nunca me lo pidi�", le dec�a intentando justificarme y que no me deje, "mira Ela, lo que hayas echo o no con tu marido, a mi no me importa, yo soy yo, y si quer�s seguir cogiendo conmigo hac�lo bajo mis condiciones o sino adi�s", me dijo bajando su pantal�n y sacando su pija, hacerc�ndola a mi boca, yo lo mire, y abr� la boca empezando a hacer la primer chupada de pija de mi vida, chupando la primer pija, "ahora nos vamos a mi dormitorio y te voy a romper el culo", me dijo agarrando mi cabeza y haciendo que su pija entre y salga de mi boca, yo temblaba de emoci�n, de nervios, estaba excitada, el que me iba a romper el culo no era mi marido, es mi amante, la pija que estaba chupando no era la de mi marido, es la pija de mi amante, nos fuimos a su dormitorio, me desnudo completamente, me hizo poner en cuatro patas en el borde de su cama abriendo mis nalgas dejando que una persona que no es mi marido, el padre de mi hijo, me esta viendo el ojete, me lo este lubricando para cogerlo por primera vez, que una persona que hac�a solo menos de un mes que la conoc�a, me iba a romper el ojete, y yo ah�, esperando de nalgas abiertas, siento como mi amante se ubica detr�s, siento como pasa la cabeza de su pija de arriba a abajo contra mi ojete, como la apoya, y siento como me empieza a romper el agujero de mi culo, como mi ojete se va abriendo para que su pija entre toda, siento el olor, casi grito, pero sab�a que si no hac�a esto, Eduardo me dejaba, sent�a su pija entrar, como me estaba rompiendo toda por dentro, estaba haciendo lo que no hizo mi marido en 30 a�os, �l lo hizo en menos de un mes, me estaba cachando el culo, era su mujer, no se que era, pero ah� estaba, de nalgas abiertas permitiendo que ese hombre meta toda su pija por agujero de mi culo para cach�rlo, el suspiro que dio Eduardo cuando despu�s de unos interminables minutos, me la meti� toda, fue incre�ble, sentir como me cachaba el ojete, como disfrutaba haci�ndolo hizo que me olvide que no era mi marido, que era mi amante, que se me baya el dolor y sepa que ahora si Eduardo no me iba a dejar, ya que le chupaba la pija y me dejaba cachar el ojete como a �l le gusta.
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Relato: Mi amante argentino
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