Relato: Yo ten�a 9 a�os y deseaba ser penetrada por un perro
Yo era una nena de 9 a�os y deseaba que me la metiera un perro.
Cuando ten�a 7 a�os mis padres se separaron y quiz�s para compensar la p�rdida me compraron una computadora que desde entonces tuve en mi cuarto.
Muy pronto aprend� todo sobre computaci�n y mi mayor entretenimiento fue mirar videos pornos y masturbarme pensando en ellos.
Todas las noches frotaba mi conchita contra el colch�n o la almohada hasta quedar aliviada o agotada por el ejercicio.
Cuando ocurri� lo del perro yo ten�a 9 a�os mi mam� 27, mi abuelo 60 y Lete, el perro,2 a�os. Estos son los protagonistas de mi relato.
Yo miraba muchos videos pornos, todos me gustaban pero uno se volvi� mi obsesi�n. Era uno que mostraba a un perro lamiendo y montando a una chica muy linda con cara de buena. Desde entonces comenc� a mirar zoofilia y a desear que un perro me cogiera.
Despu�s buscaba una raza que tuviera un pene parecido al de un hombre para pedirle a mi mam� que me comprara uno como ese.
D e todos los que vi el que m�s me gust� fue un boxer atigrado y le ped� a mi mam� que me comprara uno como regalo cuando cumpliera 9 a�os.
Ella me dijo que s� y dej� en mi abuelo, es decir su padre, la tarea de conseguirlo.
Un d�a mi abuelo me dijo:
-Maia, te voy a llevar a un criadero de perros para que elijas uno.
All� fuimos, el criador nos mostr� muchos y entre todos vi al boxer atigrado de mis sue�os, ten�a algo m�s de 2 a�os, lo que me gust� de �l fue su pene grande como el de un hombre.
El hombre le dijo a mi abuelo:
-El que le gusta a la nena es ideal para ustedes que no lo van a hacer competir, es de raza pura y tiene papeles pero no podr�a ganar ning�n premio ni servir como reproductor porque es demasiado grande para lo que se busca de esta raza, adem�s es un perro muy manso, le aseguro que jam�s la va a morder.
Cuando el hombre dijo que era demasiado grande yo pens� que su pija tambi�n era grande y lo eleg�.
Alguno dir� que la verga de un perro boxer no es como la de un hombre, pero bueno a los 9 a�os yo pensaba que s�.
-�Qu� nombre le pondr�s?- me pregunt� mi abuelo.
-Lete.
Lo primero que not� de Lete fue que le gustaba lamer mis pies y tambi�n descubr� que eso me provocaba mucho placer.
Estaba decidida a ponerme desnuda y en cuatro patas delante de Lete para que me la metiera como hab�a visto en los videos que los perros se la met�an a las mujeres. Pero primero quer�a saber si �l era bueno y adem�s esperaba quedarme sola en la casa por temor a ser descubierta por mi mam�, digo que esperaba que ella saliese por varias horas. Pasaban los d�as y mi mam� solo me dejaba sola cuando iba hasta la panader�a o la verduler�a o alg�n otro lugar cercano. Esos momentos yo los aprovechaba para hacer que el perro me lamiera la concha hasta que escuchaba que mi mam� abr�a la puerta del patio, entonces corr�a hacia el ba�o, cerraba la puerta dejando a Lete afuera y caliente.
Una tarde se lo hice a mi perro con la mano, quer�a ver cuanto le crec�a y como le sal�a la leche. Mientras se la hac�a me calent� tanto que tuve un impulso irrefrenable, le bese la verga y se la lam� pero solo unos segundos porque su olor no me gust�. Esa fue la primera vez que vi como y cuanta leche sale del pene de un perro.
Una tarde lleg� a oportunidad que esperaba, cuando regresara de la escuela no estar�a mi mam� y me quedar�a sola 4 horas.
A llegar me asegur� que no hab�a nadie en casa, entr� al perro que estaba en el patio cerr� puertas y ventanas y me desnud� casi con desesperaci�n dejando toda mi ropa esparcida por mi cuarto.
Note que estaba nerviosa, intent� tranquilizarme respirando hondo y soltando en aire lentamente. Apenas lo logr� en parte, ansiosa fui al encuentro del perro, Lete me recibi� con alegr�a y entusiasmo.
Camin� por el pasillo hasta el comedor seguida por �l, yo estaba disfrutando del placer que me daba andar por la casa completamente desnuda.
Me detuve, Lete parado frente a mi me miraba a los ojos, cuando comenc� a acariciar su cabeza el perro empez� a lamerme la concha.
Abr� m�s m�s las piernas mientras que lo acariciaba para hacerle entender que estaba todo bien que me gustaba y que pod�a continuar.
Quer�a sentir su lengua m�s adentro de mi vagina. Acerque una silla y puse un pie sobre ella, la empuj� con el mismo pie para alejarla y que quedaran mis piernas m�s abiertas. Ahora Lete me daba m�s placer y no se cansaba de lamer, empec� a sentir el comienzo de un orgasmo que me hizo estremecer, en ese mismo momento la pierna que ten�a sobre el piso me tembl� despu�s todo mi cuerpo tembl� cuando acab� mi orgasmo, cuando acab� y bajando la pierna de la silla intent� alejar al perro que segu�a lamiendo mi vagina.
Lete dej� de lamerme y me agarr� una pierna pero yo me sent� y lo apart� de mi con un empuj�n y un grito. No estaba enojada con �l sino que quer�a ser penetrada y desvirgada por el perro, por eso no lo dej�
que se satisficiera con mi pierna.
Luego me levant� de la silla para ir a orinar, entr� al ba�o dejando a
Lete afuera.
Vi que un hilo de baba de perro corr�a por mi pierna ten�a la concha muy mojada pero era m�s por los lamidos del perro que por mis fluidos
vaginales, me sent� sucia y sentirme sucia hizo que otra vez comenzara a calentarme.
Tom� la decisi�n de perder la virginidad en el ba�o.
Pens� que mi madre podr�a llegar antes de lo previsto y no quer�a que me encontrara abotonada con el perro adem�s estaba segura de que iba a sangrar y ya hab�a visto que de la verga de un perro sale mucha leche,
esto ensuciar�a entonces el ba�o era el lugar m�s f�cil de limpiar.
Descans� un momento, me mir� en el espejo, tome agua, me lav� las manos y la cara pero la concha la dej� tan llena de baba de perro como estaba al entrar y abr� la puerta pero Lete no entr�. Me qued� quieta un instante porque cruz� por mi mente la idea del dolor.
Pronto sentir�a un dolor nuevo y no sab�a que tan fuerte ser�a adem�s
mi vagina no estaba madura y podr�a lastimarme. Tuve estos pensamientos a los que siguieron otros que entonces eran nuevos para mi, los masoquistas: desee sentir mucho dolor y que el perro destrozara mi vagina cogi�ndome hasta matarme.
Sal� y lo encontr� en el comedor lami�ndose el pene.
-Pajero, vamos a coger.- le dije, llam�ndolo con un par de aplausos como sol�a hacerlo.
En mis primeras relaciones sexuales con ese perro me puse en cuatro patas frente a �l como una perra. En esa posici�n el perro tiene todo el control despu�s practiqu� otras en las que la mujer puede evitar quedar abotonada y que las hubiese elegido para la primera vez pero
entonces no sab�a tanto de perros como ahora.
Lete entr� y yo cerr� la puerta con llave, estaba decidida y ya no habr�a retorno.
Me sent� sobre los talones y lo abrac�, �l lami� mi cara yo acarici� su lomo, su cabeza, toque su sexo y me puse de pie.
Apenas oli� mi concha me puse en cuatro patas frente a �l con las piernas abiertas. El perro me lam�a la vagina y el ano yo ya estaba caliente y dispuesta para ser penetrada. Me mont� pero muy alto y se mov�a frotando su pene casi sobre me espalda. Me adelant� alzando mi culo intentando que me cogiera por donde deb�a pero el perro se baj� de mi y comenz� a lamerse la verga.
Lo mir� con desaliento pensando que quiz�s esa tambi�n era su primera vez con una mujer o con una perra.
Lo llam� golpe�ndome el culo.
El perro vino, me oli�, me lami� y me mont�.
Sent� su pene en el ano, quise tomarlo con mi mano para ponerlo donde yo quer�a pero antes de que yo lo hiciera la verga del perro ya golpeaba la puerta de mi vagina. Ya entraba y sacaba su puntita a veces cuando me la sacaba se desviaba pero ya conoc�a cual era el camino y regresaba a �l.
Yo todav�a pod�a considerarme una virgen porque muy poco era lo que me hab�a entrado.
Otra vez ten�a la punta adentro despu�s un poco m�s, ya casi estaba.
El golpeteo de su verga en la entrada de mi vagina hacia que comenzara a sentir el enorme placer de un orgasmo cuando el perro empujando con fuerza, a lo bestia, como la bestia que era me rompi� el himen y yo con un grito de dolor anunci� que mi vagina ya hab�a sido penetrada.
Lo que sigui� fue muy doloroso. El perro estaba sobre mi tom�ndome de la cintura con las patas delanteras la ten�a adentro me hacia doler porque se mov�a con rapidez y porque mi vagina era muy estrecha.
Trate de tocarme y toque esa parte del pene de los perros que es como una bola y que es lo que hace que al entrar queden abotonados, todav�a
no me la hab�a metido pero era lo que en el mete y saca golpeaba con fuerza y yo pens� que me faltaba sentir aun m�s dolor del que estaba sintiendo cuando esa parte me entrase.
Mis ojos estaban llenos de l�grimas por el dolor, pensaba que el dolor ser�a mayor pero ni siquiera por un instante desee que aquello concluyera antes de que el perro soltara todo su semen adentro de mi vagina y perdiera su erecci�n despu�s de quedar satisfecho por haberme cogido.
El perro estaba acabando adentro.
En medio de tanto dolor sent� que mi vagina estaba inundada de semen de perro tambi�n me pareci� que por ser tanto un poco sal�a de ella.
Faltaba algo: me meti� esa parte m�s gruesa con forma de bola que hace que los perros queden abotonados.
Quedamos abotonados.
Nos quedamos quietos.
Despu�s el perro desmont� de mi. Sent� que tiraba para sac�rmela pero no pudo, su verga segu�a adentro de mi vagina.
Segu�amos abotonados.
Yo estaba como atontada esperando si decidir ni pensar.
Lete hizo lo que hacen todos los perros que intentan sacarla, es decir girar y quedar culo contra culo.
Cuando lo hizo sent� el �ltimo dolor fuerte. Despu�s me puse a esperar.
Me dol�a la vagina y por la posici�n en que estaba comenzaron a dolerme la espalda, los brazos y las piernas.
La naturaleza es sabia, despu�s de que el perro asegura que su semen entr� bien adentro de la vagina de la perra la erecci�n cesa y se desabotonan.
Semen de perro mezclado con sangre de ni�a sal�an de mi vagina yo ya hab�a perdido la virginidad.
Me mir� en el espejo. Me vi linda y con cara de buena.
Lete fue mi primer perro poco despu�s fui penetrada por un hombre.
Luego hubo otros hombres y otros perros.
Quiz�s otro d�a les cuente algo de algunos de ellos.