Relato: fausto II Hola amigos, para los que leyeron el primer texto, voy a continuar con mis historias de zoofilia, como les conte practicaba el sexo oral y penetracion con la hembras caprinas que debia cuidar, mi vida era muy sencilla dormia en la casa de mis abuelos en las ma�anas concurria a la escuela almorzaba y me iva a ver el reba�o usaba una yegua que me trasladaba ya que la distancia era bastante, con la yegua nunca pude hacer mucho ya ue esta cuando la tocaba lebantaba su pata trasera en forma amenazante solo lograba introducirlelos dedos cuando estaba montado lo hacia mientras me trasladaba al lugar donde estaba lo animales, por eso llegaba muy caliente y lo primero que hacia era coger a una cabra, durante el dia lo hacia unas tres o cuatro veses era un lugar que sin el sexo abria sido muy aburrido, me gustaba tanto las cabras que las tomaba y poni en el suelo y les chupaba sus tetitas para tomarles la leche lo que meexitaba en eso les introducia mis dedos en su co�o luego laspenetraba hasta aburrirme por mi corta edad aun no eyaculaba, el co�o de las cabras era bastante firme apretado y muy caliente yo siempre tenia mi pene muy inchado aun cuando no estubiera erecto, cuando no estaba follando tenia a las cabritas mas peque�as sucionandolo ellas creerian que les saldria leche, despues empese a hacer lo mismo a las ovejas a quienes no tomba mucho en cuenta solo por gusto, descubri que era mejor el co�o de las ovejas, pero creo que a diferencia de las cabras estas no disfrutaban, las cabras solian hacercarse a mi lo que yo entendia que ellas querian ser folladas ademas a las que utilizaba frecuentemente no intentaban escaparse.
Asi transcurria el tiempo y mi rutina en las tardes cuando ya caia el sol encerraba a los animales y regresaba a casa, para volver al dia siguiente sin faltar ningun dia, para solucionar la rutina empese a desvirgar ovejas y cabras que aun no habian sido montadas por el macho, fue una tarea dificil devido a que mi pene ya habia alanzado buen tama�o
me consentraba en dilatarlas introduciendo mis dedos y luego me acomodaba detras de ella buscaba un angula y se la acomodaba, ellas se movian tratando de escapar esperaba con el mienbro bien erecto a que se quedaran quietas y luego las clababa la cabecita, les dolia por lo que nuevamente intentaban soltarse pero yo las sujetaba firme, luego seguia empujando con fuerza, se introducia lento por un conducto firme hasta llegar a su virgo, ahi encontraba resistencia, me acomodaba bien y lo hacia con mucha energia tal ves algo brusco pero el macho cabrio lo hacia deuna vez y su mienbro era mucho mas grande que el mio, las cabritas gritaban un poco, peo luego se acostumbraban y les empesaba a gustar.
En tiempo de celo las hembras entran todas al mismo tiempo por lo que se producia todo un alvoroto el macho se convertia en una maquina se las pisaba a todas y similar pasaba con las ovejas, yo le ayudaba para dejarselas calentitatas y haci les era mas facil.
Un dia mi abuelo, fue al lugar de pastoreo a retirar corderos y cabritos para su venta ya que solo se conservan embras para evitar dos machos y que estos se enfrenten y me dijo que queria cruzar a la yegua para tener mas crias equinas, para que al dia siguiente la dejara en el corral, y asi fue al dia siguiente no tenia clases a si que me desperte y empece a prepararme, cuando escuche ruido en el corral habia varios tipos entre ellos mi abuelo y estaban cruzando a la yegua con un enorme potro el que mostraba un imponente miembro la yegua no se dejaba y lo pateaba yo recordaba y me decia menosmal que no lo intente, finalmente la yegua fue penetrada varias veces por el potro, en eso mi abuelo me dice que mejor valla a pastorear en la burrita, asi que acomode mis cosas y me fui en la burrita muy molesto porque este animal se queria devolber a cada instante y tampoco me acostumbraba su ritmo, era una burrita nueva y tenia muy poca monta, al llegar amarre a la burra, solte a los animales, tome a una oveja y comence a follarla con muchas ganas recordando la cruza de la yegua mientras imaginaba el enorme pollon de ese potro, le di un buen rato a la oveja luego me fui a tomar agua y tambien le di agua a la burrita, ella se puso a beber y quedo de espaldas a mi, empece a ver su vagina que al mover la colita se dejaba ver de color negro muy brilloso, me hacerue a la burar y comence a acariciarla para ganarme su confianza, lo que paso se los contare pronto.
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Relato: fausto II
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