Relato: Relato retro ver�dico, me sucedi� con un cura

Me llamo Irma tengo 59 a�os mido 1.75 m soy blanca de pelo casta�o claro y ojos verdes. He visto como en este sitio la gente cuenta sus experiencias sin tab�es ni prejuicios y yo despu�s de muchos a�os de guardar silencio quiero atreverme a contarles lo que me sucedi� hace ya mucho tiempo (en 1971) cuando ten�a 19 a�os. En ese tiempo viv�a en Patzcuaro, Michoac�n con mi mam� y mis dos hermanas mayores, mi padre muri� cuando yo ten�a 10 a�os. Bueno en ese entonces las mujeres eramos pretenciosas, nos gustaba vestirnos bien, oler bien, en fin eramos muy femeninas y vanidosas, no como las mujeres de ahora que se la pasan todo el tiempo pretendiendo ser machos, adem�s ten�amos muy s�lidos los valores morales, entre ellos la virginidad hasta el matrimonio, no como ahora que las muchachitas de secundaria llegan a su fiestecita medieval rid�cula de los 15 a�os todas cogidas, venidas y batidas. En fin, en aquella �poca los novios nos bes�bamos y acarici�bamos en lo obscurito y a mi en una ocasi�n un viernes por la noche mi mam� me sorprendi� con mi novio pegado a mi bes�ndome el cuello y con sus manos metidas debajo de mi falda y agarr�ndome las nalgas, de inmediato nos separ�, corri� a mi novio y a mi me meti� a la casa d�ndome una rega�ada de antolog�a. El domingo siguiente mi mam� en la iglesia me oblig� a confesar y a comulgar, en el momento de la confesi�n yo me arrodill� frente al cura (que era un hombre como de 63 � 65 a�os, chaparro, gordo, pans�n y prieto) pues los confesionarios laterales no serv�an, me confes� y el cura que me barr�a con la mirada de arriba a abajo me dijo que mis pecados eran muy graves y que necesitaban adem�s de la penitencia que me daba en ese momento, una soluci�n de ra�z para evitar que mi alma se condenara, me orden� me presentara ese mismo domingo a las 4 de la tarde en la sacrist�a tal y como iba vestida en ese momento, s�lo que sin las medias y es que para ir a misa yo siempre me vest�a con un vestido blanco, rosa o azul cielo (ese d�a llevaba el azul cielo) de cuello redondo sin mangas y cortito a medio muslo, unas sandalias azul cielo de tac�n alto de aguja de 10 cm y medias transparentes. Le dije a mi mam� lo que me hab�a ordenado el cura y ella que era tan religiosa me indic� que obedeciera sin chistar al sacerdote e hiciera todo lo que �l me ordenara ya que mi falta hab�a sido muy grave. A las 4 de la tarde llegu� a la sacrist�a y el cura me recibi�, llevaba una sotana que parec�a un vestido pues le daba a las rodillas y unos huaraches, no tra�a calcetines, en cuanto me vi� me recorri� con la mirada de arriba a abajo y me pidi� me diera una vuelta despacio para verme bien, luego me orden� lo siguiera al s�tano ubicado abajo de la sacrist�a, cerr� la puerta con llave y le puso una aldaba y se apoy� en su escritorio, me pidi� me parara adelante de �l, as� lo hice, sent� como recargaba su verga entre mis nalgas y como sus manos se met�an por debajo de mi vestido acariciando mis piernas y levantando mi falda hasta sobarme mi concha, �l cura me dijo que era su deber purificarme primero por fuera y luego por dentro, as� es que yo deb�a permitir que �l recorriera mi cuerpo completamente, yo obedec� y me dej�, sent�a como sus manos sub�an y apretaban mis senos, luego me sob� de nuevo mi concha excit�ndome, despu�s me di� media vuelta y me recarg� su verga en mi vientre mientras me besaba en la boca metiendo su lengua hasta mi garganta y luego besaba mi cuello lami�ndolo, sent�a como sus manos entraban por debajo de mi vestido y acariciaban mis piernas por detr�s subi�ndome la falda hasta agarrarme las nalgas, su verga se restregaba en mi vientre y eso me produc�a placer. �l me dijo que era natural que sintiera rico pues era su verga y sus manos santas las que me estaban librando del mal, despu�s se tendi� en el piso boca arriba y me pidi� que me parara arriba de �l con las piernas abiertas, obedec� y vi como su cara quedaba exactamente en medio de mis piernas y debajo de mi falda, me dijo que ve�a claramente mis pantaletas y que iba a acariciarme las piernas para purificar el camino hacia mi pepa, sent� como sus manos recorr�an mis piernas en toda su longitud, luego me orden� me diera media vuelta, obedec� y sent� sus manos acarici�ndome las piernas por detr�s a todo lo largo hasta llegar a mis nalgas. El cura se puso de pie y me llevo a un div�n junto a la pared, ah� me tendi� boca arriba y me levant� la falda de mi vestido hasta arriba, me baj� las pantaletas y se arremang� su sotana, debajo no tra�a nada, vi como su verga parada apuntaba hacia mi concha, �l enseguida se acomod� entre mis piernas y me dijo que la purificaci�n exterior estaba conclu�da pues ya hab�a acariciado todo mi cuerpo y besado mi boca y mi cuello, ahora me iba a purificar por dentro para lo cual iba a emplear su verga santa como hombre de dios que era, me orden� que abriera las piernas completamente, obedec� y abr� por completo el comp�s de mis piernas y sent� como el cura se acomodaba entre mis piernas y hac�a contacto la cabeza de su verga con la entrada de mi concha, me dijo "eres virgen y te va a doler al principio, es natural porque satan�s est� dentro de ti, pero yo con mi verga santa te lo voy a expulsar, despu�s de un rato vas a sentir mucho placer pues mi verga santa es un instrumento de dios" y me enterr� toda su verga en mi concha, yo grit� al sentir como su �rgano largo, duro y grueso se abr�a paso a trav�s de mi carne, rompi� mi himen sangr�ndome y caus�ndome mucho dolor, algunas l�grimas salieron de mis ojos y el cura una vez que me meti� toda su verga empez� a frotarse fren�ticamente dentro de mi sin compasi�n, el dolor dur� un rato, pero debo admitir que poco a poco aquella verga empez� a gustarme y comenc� a sentir placer, me gustaba sentir como se frotaba dentro de mi, como se retra�a hasta dejar s�lo la cabeza dentro y luego como arremet�a con tremenda fuerza hundi�ndose totalmente en mi concha, as� duramos largo rato hasta que el cura me dijo, "vas a sentir como arrojo mis mocos blancos espesos y calientes dentro de tu pepa, son el equivalente a la ostia que te metes en la boca cuando comulgas, mi verga santa te va a llenar tu pepa de mocos purificadores a modo de comulgaci�n, as� es que disfr�talos mucho porque hay te van" y dicho esto se puso r�gido y comenz� a arrojarme varios chorros de su l�quido viscoso espeso y muy caliente que me quemaba por dentro. Cuando termin� de venirse me bes� en la boca y me dijo "mamacita que buenota y que sabrosa est�s, va a ser necesario repetir esta sesi�n varias veces m�s para asegurarnos que tu alma ha quedado bien purificada y libre de pecado". Sac� su verga de mi concha y se incorpor�, me ayud� a subirme las pantaletas y a acomodarme el vestido. Y yo lo obedec� en la orden que me dio de repetir esa sesi�n varias veces m�s. Despu�s de esa primera vez, durante 1 a�o estuve acudiendo a la sacrist�a a sentir su verga, sus caricias, sus besos, sus cogidas y sus venidas dentro de mi. Afortunadamente aquel cura era est�ril, pod�a meterme la verga pero no pod�a embarazarme. Al tercer mes comprend� que todo era una charada del cura para cogerme a su antojo, pero yo le segu� el juego porque la verdad ese viejo chaparro, gordo, pans�n y prieto no solo me desflor� sino que me ense�� a ser mujer y para ser sincera debo reconocer que su verga me dio un placer tan grande que a la fecha no he encontrado un solo hombre que me coja tan rico y tan deliciosamente como lo hac�a aquel cura. En la actualidad tengo 59 a�os, pero me conservo bien, sigo teniendo nalgas anchas y piernas largas, robustas y parejitas, por eso me sigo vistiendo con minifalda a medio muslo, sandalias de tac�n alto de aguja de 10 cm y medias transparentes, en fines de semana siempre ando sin medias y ahora soy yo qui�n ense�a a los muchachitos pubertos de 14 a 17 a�os como deben meterle su verga a una mujer para hacerla gritar de placer.

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