Haley est� en Nueva York, siguiendo su carrera de cantante.
Pero una chica no est� completa si no...
Haley estaba en su habitaci�n de hotel, echada en la cama,
sobe su espalda. Estaba cansada, hab�a sido un largo d�a grabando en el estudio.
El sol no demorar�a mucho en descender, y Haley quer�a dedicarse algo de tiempo
a s� misma. Con todo su arduo trabajo, lo ten�a m�s que merecido.
Verific� que la puerta estuviera trancada y tom� unos tragos
de agua, y luego se premi� con algo de helado.
Se quit� el buzo que ten�a y se cambi� de ropa, poni�ndose
algo bastante m�s c�modo. Cambi� su camiseta por una larga camisa holgada (como
esas de basketball, casi un camis�n en verdad), y en lugar del pantal�n y los
zapatos simplemente se qued� en ropa interior. �Para qu� m�s, si estaba sola en
su habitaci�n?
Se desplom� en la cama y prendi� la televisi�n. Se entretuvo
viendo algunas cosas en ella: deportes poco populares (t�pica basura de relleno
de ESPN), algunas novelas rom�nticas cursis, pel�culas de bajo presupuesto...
nada que valiera la pena, ni remotamente. Nada le llamaba la atenci�n, as� que,
despu�s de revisar todos los canales un par de veces, la apag�.
Todav�a estaba algo tensa, se llev� la mano al cuello y lo
masaje� un poco, aliviando bastante la molestia. Se sinti� muy bien, pero, por
m�s placentero que fuera el masaje, no era suficiente.
Una idea le dio vueltas por la mente, hasta que se dijo a s�
misma sonriendo "�Qu� demonios! �Por qu� no?... No ser�a la primera vez..."
Solt� una risita y se llev� las manos a la boca, como si lo
que hubiera pensado le diera verg�enza, y m�s aun el haberlo confirmado en voz
alta. Estaba segura que si alguien la hubiera estado viendo le dir�a que se
hab�a sonrojado.
Se qued� un momento mirando el techo, sonriendo, jugando con
sus dedos, pensando.
"Haley James, �quien lo hubiera dicho? Siempre pareciste la
chica calmada, t�mida, nunca nadie esperar�a una conducta as� de ti... y lo
peor: te gusta. Sabes que es extra�o que t�, tan calmada... que es un tab�... y
te gusta. Jaja, que bien se siente ser la chica mala de vez en cuando."
Pens� y sac� una bolsa de su mesa de luz, dej�ndola en el suelo para despu�s,
luego sonriendo se acomod� en la cama.
Se quit� la camiseta y la tir� lejos, al suelo, todav�a con
esa sonrisita, producida por la seguridad de estar haciendo algo que algunos
considerar�an reprobable, sucio, censurable. Se mordi� un labio y se volvi� a
recostar en la cama.
Se pas� las manos por el cuello, y se toc� los hombros,
enseguida sigui� bajando.
Pas� sus manos por encima del sujetador una y otra vez,
sintiendo sus pechos. Pudo sentir sus pezones pidiendo para salir de esa c�rcel
de tela que los conten�a. El s�lo hecho de estar haciendo esto la hab�a
estimulado. Abri� la boca al sentir sus manos hacer contacto con sus pechos, y
emiti� unos gemidos sin sonido, simplemente unas exhalaciones placenteras.
Decidi� entonces hacer caso a su cuerpo y avanzar otro paso,
y se quit� el sujetador, tir�ndolo lejos tambi�n. Sus hermosos pechos quedaron
entonces liberados, expuestos al mundo, con los excitados pezones apuntando al
cielo. Grandes y firmes, especialmente para alguien de la estatura de Haley,
ahora eran m�s f�ciles de manipular.
Se llev� los dedos a la boca y nuevamente a los pechos,
jugando con sus pezones, emitiendo otra vez gemidos de gusto. Luego se los
manose� con toda la palma de las manos, estimul�ndolos en su totalidad. Con sus
manos palpaba, acariciaba y daba suaves apretoncitos al cuerpo de sus pechos.
Volvi� a mojarse los dedos y se volvi� a concentrar en los
pezones, a esta altura muy r�gidos y excitados.
Sinti� su entrepierna humedecerse a un ritmo constante y
bastante intenso, y se sonri� entre caricias y delicados gemidos.
Llev� su mano izquierda sobre su entrepierna, mientras que
con la otra continu� estimulando su pecho.
Pas� suavemente su mano por los bordes de la ropa interior,
por dentro de sus muslos y por su vientre.
Se llev� los dedos a la boca y baj� a su entrepierna, donde
estimul� por encima de la tela sus genitales. Suavemente acarici� sus labios
vaginales, y luego su cl�toris. Se mordi� el labio y gimi� ante el contacto.
La sensaci�n era muy placentera, sent�a como su cuerpo le
ped�a m�s, le ped�a que siguiera.
Sigui� as� un poco, complaciendo su zona p�bica, sintiendo
como la humedad de su cuerpo empezaba a pasar por la ropa, como atra�da por sus
dedos.
Decidi� entonces quitarse la �nica prenda que le quedaba y
quedar como dios la trajo al mundo. R�pidamente se la quit�, y la �ltima pieza
de ropa que le quedaba fue a parar al suelo junto a la dem�s.
Haley qued� ahora totalmente desnuda, su hermoso cuerpo no
ten�a ahora nada m�s cubri�ndolo.
Estaba excitada y disfrutando su ritual, se toc� de vuelta
los pechos con ambas manos, especialmente disfrutando de los pezones totalmente
erectos y sensibles. Explor� todas las sensaciones de su busto y volvi� a su
entrepierna.
Ahora sin molestias, se acarici� suavemente sus labios
vaginales arriba y abajo, lentamente. Con sus dedos humedecidos se dedic� un
poco a su cl�toris, y se acomod� un poco para poder darse placer con ambas manos
al mismo tiempo. Se continu� estimulando el cl�toris con una mano, mientras que
con la otra estimulaba sus labios y de vez en cuando met�a dentro suyo uno o dos
dedos; no pudo evitar gemir ante este placer que tanto estaba disfrutando.
Continu� masturb�ndose de este modo un rato, disfrutando las
sensaciones que sus manos le causaban, hasta que se decidi� a avanzar otro paso.
Estir� su mano derecha y la meti� en la bolsa que hab�a
dejado en el suelo, al lado de la cama. De ella sac� un brillante consolador de
vidrio, transparente y grande, listo para ser usado.
Lo bes� y lo introdujo en su boca, moj�ndolo con su lengua
como si fuera un pene de verdad. Lo pas� por entre sus pechos y se toc� los
pezones con el.
Lo baj� a su entrepierna y lo us� para acariciarse un poco,
tanto el exterior de su vagina y los labios de la misma como tambi�n su
cl�toris.
"Aqu� vamos, Hales" se dijo a s� misma, como prepar�ndose
para empezar a gozar de un modo superior.
Se acomod� en la cama abri�ndose de piernas, y lentamente
introdujo el aparato dentro de su vagina, lo cual fue f�cil considerando que a
esta altura ya estaba excitad�sima y sus secreciones la hab�an dejado bien
lubricada.
Con su mano libre se estimul� un pecho, mientras que con la
otra se masturbaba lentamente, introduciendo y sacando el artefacto de su
humedecida vagina.
Por cada movimiento que realizaba sent�a un mont�n de nuevas
sensaciones, inevitablemente acompa�ando cada uno de esos movimientos con
gemidos de placer, ahora mas sonoros.
Continu� de este modo, acelerando lentamente, explorando con
el consolador todo el interior de su vagina, introduci�ndolo cada vez un poco
m�s profundo. Cada vez quer�a m�s, sentir un poco m�s de placer, ir un poco m�s
all�, as� que sigui� acelerando sus movimientos, e introduci�ndolo cada vez un
poco m�s profundo.
Cuando al fin lo empez� a meter casi entero y la velocidad
con que se masturbaba era notoriamente mayor, sus gemidos pasaron de ser suaves
y t�midos a ser m�s fuertes y seguros.
Se decidi� a llevar su placer al m�ximo posible y dej� el
consolador a un lado, estaba segura de que lo iba a volver a usar m�s tarde.
Baj� su mano izquierda a su entrepierna, para no dejar de
tocarse, y volvi� a meter su otra mano en la bolsa del suelo.
Esta vez sac� un vibrador, tambi�n brillante y grande.
Sin m�s demoras lo encendi� y se lo llev� un poco a los
pechos, disfrutando como hac�a vibrar sus pechos y como estimulaba sus pezones.
No quiso demorar ni un segundo m�s y se lo llev� a su
entrepierna, introduci�ndolo dentro suyo sin m�s pre�mbulos.
La sensaci�n del aparato apenas lo introdujo dentro suyo la
sorprendi�, era la primera vez que lo usaba y la verdad es que le gustaba.
Sinti� con enorme gusto como el aparato vibraba dentro suyo,
estimulando el interior de su vagina de un modo que nunca hubiera podido hacer
ella sola. Vibraba a un ritmo constante, d�ndole placer a cada rinc�n de su
vagina sin excepci�n.
Haley no pudo evitar empezar a gemir fuertemente, con ganas.
Quer�a m�s, aun m�s placer, todo el placer que pudiera tener.
Estir� su mano y agarr� el consolador otra vez. Se acomod�
hacia un costado y lo introdujo dentro de su ano.
No le doli� en lo m�s m�nimo, a esta altura estaba tan
excitada que lo �nico que pod�a sentir era placer. Penetrarse analmente con el
consolador s�lo le produjo aun m�s sensaciones placenteras, llevando su gozo a
otro nivel.
Haley estaba extasiada de placer, no pod�a imaginar que
hubiera algo mejor en el mundo que las sensaciones que estaba sintiendo en ese
momento.
"�Aah, s�! �As�, as�!" gimi�, habl�ndose a s� misma, d�ndose
�nimos "�Esa es mi chica, Hales! �Ooh!" se dijo, mientras gozaba del vibrador en
su vagina, y del consolador, que ahora introduc�a casi por completo dentro de su
ano.
"�Dios, Haley!" pens� "�Qui�n hubiera imaginado este
secreto tuyo? Eres una perra, una PUTA... y te encanta. Los que piensan que eres
una chica pura no te conocen en lo m�s m�nimo. Realmente adoras el sexo, zorra."
Por m�s que Nathan hab�a sido su primera vez, era cierto que le gustaba el
sexo. "Gracias a Dios Nathan te mostr� que no sab�as de lo que te estabas
perdiendo. Aunque es cierto que hace a�os que te tocas en secreto... �Y por el
culo, Haley? Es incre�ble, �quien lo hubiera pensado? La dulce Haley James, �con
un consolador hasta el fondo del CULO!"
A Haley se le empezaron a venir distintas im�genes a la
mente, todas referidas a su vida sexual y sus fantas�as.
"S�, lo est�s disfrutando, putita. Pero lo que t� realmente
disfrutar�as ser�a un pene de verdad. Una grande y dura pija dentro tuyo, o
mejor, dos. S�, tu secreto, tu fantas�a, jam�s la confesaste. Pero lo que tu
hubieras querido realmente hubiera sido encargarte de los dos hermanos Scott al
mismo tiempo. S�, Haley, pi�nsalo. LOS DOS. Ambos, cogi�ndote al mismo tiempo.
Uno poni�ndotela en la concha, y el otro meti�ndotela hasta el fondo del culo,
no importa cual. �O mejor aun, uno cogi�ndote, mientras tu se la chupas al otro!
Recuerda Haley, antes eras tan t�mida... Pero cuando te
animaste adoraste el sabor de la pija de Nate, adorabas chup�rsela una y otra
vez, verlo gozar mientras t� te devorabas su miembro. Recuerda cuando se vino en
tu boca por primera vez, como al instante te enamoraste del sabor del semen.
Como te gustaba trag�rtelo todo, cumpliendo con la fantas�a de cualquier hombre.
A cualquiera le gusta una mujer que chupa, y m�s una que traga."
Haley dej� entonces el vibrador de lado y se introdujo el
consolador en la vagina otra vez, masturb�ndose ahora con ambas manos.
"As�, Haley. �As� te gusta, perra! Piensa en Nathan, en su
hermoso miembro erecto penetr�ndote con ganas. Recuerda cuando te cog�a en
m�ltiples posiciones, meti�ndote ese hermoso miembro dentro tuyo de diversas
formas. O piensa en Lucas, siempre fue tu amigo desde peque�os, pero lo que
siempre quisiste fue que �l se fijara en ti. �Y ahora gustosa separar�as las
piernas para dejarlo entrar en ti!
Recuerda tu primer cogida, tu primera chupada, �tu primera
vez por el culo! Eres toda una perra Hales, amas los penes y no puedes negarlo.
�Ahora, haste explotar de placer, no te guardes nada dentro! �Hazte la paja de
tu vida!"
Haley tom� fuertemente y con ambas manos el consolador, ahora
empapado en sus secreciones, y lo empez� a mover con gran velocidad,
profundamente y con ganas.
Dej� su mano izquierda libre y se empez� a masturbar el
cl�toris, mientras con la otra segu�a atacando sin piedad su vagina.
Empez� a gemir como pose�da, ahora lo �nico que deseaba era
llegar al final, sentir el placer m�ximo.
Concentr� todas sus fuerzas en lo que estaba haciendo. Movi�
sus manos lo m�s r�pido que pudo, sin darle tregua a su cl�toris ni a su vagina.
Apret� los dientes entre gemidos y se esforz� al m�ximo,
moviendo sus manos a la m�xima velocidad que pod�a hacerlo, y se prepar� para
sentirlo, ya llegaba...
"�Ooh! �S�! �As�, Hales! �Vamos, puta! �T� puedes! �Ooh!"
Faltaba poco... Sinti� un escalofr�o recorrerle la espalda y
supo que ya estaba lista.
Dio los �ltimos movimientos con sus manos y sinti� su cuerpo
sacudirse, explotando de placer. Se desplom� en la cama y sinti� como su cuerpo
se sacud�a en espasmos de placer y se dej� llenar de esa sensaci�n.
Cerr� los ojos y disfrut� como los �ltimos espasmos de placer
recorr�an su cuerpo.
Sonri� ampliamente, totalmente satisfecha, y se ri�.
"�Wow! �Eso fue incre�ble!" Se dijo, sinti�ndose totalmente
relajada ahora.
Hab�a aprendido que no hab�a nada mejor para aliviar las
tensiones que un buen orgasmo. Pero por m�s que estuviera a muchos kil�metros
lejos de su casa, no planeaba enga�ar a su esposo, a pesar de sus fantas�as. As�
que lo mejor que pod�a hacer era regalarse a s� misma una buena paja de vez en
cuando.
Los aparatos que hab�a usado ahora eran adquisiciones nuevas.
Las hab�a comprado en Nueva York, porque en su ciudad le daba mucha verg�enza,
no quer�a que nadie supiera, y en un pueblo peque�o, bueno, eso era dif�cil.
Se qued� dormida en la cama, sonriente y satisfecha ahora.
No hab�a nada de que preocuparse, si no pod�a disfrutar de su
esposo am�ndola, aunque sea se amar�a ella misma. Porque eso era lo que ella
hac�a, amarse a s� misma. No hab�a nada de malo en eso, por m�s que algunos lo
pudieran considerar as�.
Porque, �c�mo algo que la hac�a sentir tan bien pod�a ser
malo?
No fue la primera vez, pero mucho menos la �ltima. Y Haley
James se durmi� complacida y feliz esa noche.
Porque una chica no est� completa si no goza aunque sea un
poco.