Relato: Elisa, Mi Amor (4)
Elisa, Mi Amor
Se como Elisa aprendi� de la vida y del sexo de la manera mas infortunada,
para luego tornarse en algo placentero en las manos de su familia�
4ta Parte
"La visita del abuelo Sebasti�n�"
Pasaron los d�as y las semanas, mi vida al lado de Guillermo
era lo mas parecido al para�so, si es que acaso exist�a; no puedo quejarme, pues
con su paciencia alcanz� varios logros. En primer lugar, quit� de mi cabeza que
yo hab�a sido la culpable de lo sucedido; en segundo lugar: borr� todos los
malos recuerdos; en tercer lugar: me mostr� lo placentero y cachondo que es el
sexo� a parte de muchas mas cosas.
Por las tardes-noches, me hac�a el amor de todas las formas
imaginadas, siempre ideando cosas nuevas, acicateando mi libido y ense��ndome a
ser su perrita. Las cosas hab�an cambiado, para mejor, seg�n mis ojos. Aunque
�ramos hermanos, el era mi macho y as� deseaba que fuera siempre.
Cuando Guillermo me miraba, yo me sent�a feliz y si me
acariciaba o besaba � cosa que hacia todo el tiempo sin importar el lugar � yo
llegaba hasta el cielo, con mi conchita hecha un mar. �ramos felices.
Nuestro padre se cas� y march� a vivir con su mujer, no sin
antes dejar todos los asuntos arreglados, es decir todas las propiedades y dem�s
cosas, a nombre de Memo y m�as, as� que Guillermo siendo tan trabajador,
acrecentaba lo que pap� nos hab�a dado. El abuelo hizo su vida en el pueblo
vecino y venia muy pocas veces, ya las cosas no eran iguales, ni yo quer�a que
fueran de otra manera.
Cuando ya estaba en mi 7� mes de embarazo, alguna maquinaria
sufri� aver�as y Guillermo deber�a ir a la capital, a comprar los repuestos. No
quer�a que me quedara sola, as� que le dijo al abuelo que viniera a hacerme
compa��a, pues me dijo que en mi estado avanzado, el camino ser�a largo y
cansado y prefer�a que me quedara en casa. El partir�a el martes para regresar
el viernes temprano, yo asent�, resignada.
La gente del campo tiene a los hijos a temprana edad y el
abuelo no hab�a sido la excepci�n, era un hombre joven aun y bien conservado,
bronceado y con el cuerpo el�stico por el trabajo que hab�a realizado toda la
vida. Tenia el cabello blanco, siempre bien peinado y una bonita sonrisa, aunque
no sabia si los dientes que me sonre�an, eran de �l.
El abuelo lleg� y Guillermo se march�, aquella primera tarde
fue terrible para mi; en todas partes estaba la presencia de Guillermo, sus
cosas incluso su olor flotaba en la casa. Esos detalles me hac�an suspirar y el
abuelo, me miraba frunciendo el ce�o, pero sin decir nada. Al llegar la noche y
luego de haber cenado algo ligero, le dije:
Abuelo, me voy a acostar
Ya, Eli? Es temprano
Si, abuelo, lo se, pero�
Pero le hace falta el Memo � dijo �l
�A que se refiere?
Ah! Eli, no disimule conmigo, que no hace alta
Es que no se de que me habla, abuelo
Eli, ni�a� mire usted las cosas de Guillermo ya no
est�n en su habitaci�n, ahora est�n en la suya, eso quiere decir que
ustedes est�n viviendo como pareja
Abuelo� yo� nosotros�
No se preocupe, siempre he pensado que esas cosas es
mejor que queden en familia
Me mir� de una manera diferente y se me acerco. Yo no
imaginaba aun por donde ven�a el vejete, pero cuando con su gran mano, me
acarici� una de mis tetas, ya no tuve ninguna duda.
Abuelo �Qu� hace?
Pues no es obvio
No... no� usted no
Si, Eli, �Por qu� Memo si y yo no?
Es que a Memo lo quiero, Abuelo
�Y a mi no? � me pregunt� mir�ndome con cara "triste"
Si, tambi�n lo quiero, pero�
Y entonces �Qu� tendr�a de malo?
Se me acerc� mas aun y casi sin que me diera cuenta, ya lo
tenia meti�ndome su lengua en mi boca. La mano baj� levantando la falda de mi
vestido y meti� la mano entre los calzones para acariciar mis nalgas, peg�ndome
a �l, para que sintiera su verga que ya estaba bien parada.
La verdad es que yo no quer�a, pero el abuelo me estaba
calentando de una manera que no me daba tregua para que yo pudiera protestar. Ya
su de do se hab�a metido entre el canal de mis nalgas y acariciaba mi agujerito,
me hab�a ido empujando poco a poco hacia el sof� y cuando estuvo detr�s de mi,
me empujo para que cayera, suavemente sobre el�
Eli� estas rica, mi ni�a�
Abuelo� no�
Si, d�jeme, mire que va a estar solita tres d�as, deje
que yo me encargue para que no le haga falta nada. Es mas, esto quedar�
entre nosotros y nadie mas lo sabr�
�Ni Memo, abuelo?
Ni Memo, Elisa...
Me empujo acost�ndome en el sof� y levanto mi falda, dejando
al descubierto mis calzones, que ya estaban h�medos, el abuelo toco la humedad y
luego acerco su cara y pas� la lengua, sobre la tela, saboreando mis jugos. Yo
gem� y me dej� hacer, total era mi abuelo y era como el dec�a, en familia todo
es mejor.
Levant� un poco mi cadera y me sac� los calzoncitos y
acariciando mis muslos, me dijo:
Eli� abra las piernas
Si, abuelito� �as�? � le pregunt� separ�ndolas lo mas
que pod�a para que mi conchita quedara expuesta
Si, mija, as� mismo
El abuelo se inclin� y comenz� a lamerme la cuquita, pasando
su lengua gorda a todo lo largo, apenas me lam�a los labios sin intentar nada
m�s, pero llegaba hasta mi culito y lo rozaba con su lengua, para regresar de
nuevo al comienzo. Con sus manos separ� los labios de mi co�ito que ya chorreaba
sus jugos y empez� a succionarlos para beb�rselos, mientras hacia eso, jadeaba y
se tocaba el bulto de su entrepierna, masturb�ndose. Los pelitos de su barba me
raspaban pero eso me pon�a mas caliente, en aquel momento, encontr� mi cl�toris
y lo empez� a chupar� lo succionaba con deleite, mientras sus dedos entraban y
sal�an de mis huequitos, yo suspiraba y acariciaba los cabellos del viejito, que
me estaba dando tanto placer.
Se levant� y atray�ndome, me quit� el vestido, dej�ndome
desnuda ante �l, me miro el vientre y las tetas y riendo dijo:
Mija, Eli... se lo echaron todo adentro�
Ay abuelo, no diga esas cosas
Ah mija es la verdad, mire ya como esta.
Si� ya estoy el m� 7� mes�
Si y se ve tan linda y provocativa� me la voy a coger,
mijita
Si, abuelito c�jame bien rico
Pero ya vengo, esp�reme aqu�
�A d�nde va abuelo?
A ba�arme, ni�a� estoy todo sudado
�Para que se va a ba�ar, es que acaso ya no va a sudar
m�s?
Ah, picarona� entonces no me voy y sigamos
Si, abuelito, siga�
El abuelo volvi� al lugar entre mis piernas y sigui� con la
mamada fenomenal que me estaba dando, estiraba mi cl�toris con sus labios y
luego lo soplaba y eso me produc�a escalofr�os y mi cuquita palpitaba,
contrayendo los m�sculos; el abuelo meti� dos dedos adentro y volvi� a hacer
aquello y luego me dijo:
Ah, mijita, tiene la cuquita tan rica como la de una
burra
�C�mo la de una burra, abuelo?
Si, cuando uno se coje a una burra, ellas le chupan la
verga a uno cuando contraen los m�sculos, as� igualito que hace usted
�le gusta abuelo?
Me encanta, mija
Me meti� la lengua en mi conchita mojada y la movi� como un
loco, sorbiendo todos mis juguitos, que ya le ba�aban la cara. Yo me revolv�a,
pues sent�a que me iba a correr y el abuelo aceler� los chupeteos a mi cl�toris,
hasta que me corr� como una perrita, grit� y de mi co�ito brotaron los juguitos
de orgasmo, mientras el abuelo los recog�a con la lengua y me met�a un dedo en
el culito, para sentir como se lo oprim�a.
Eli, ya el Memo no te dej� hueco virgen, �verdad?
No, abuelo� ya Memo me cogi� por mi culito tambi�n
�Y te gust�?
Ahhhh, me encant�
Bueno, entonces yo tambi�n te coger� as�, para que
goces mucho, mijita
Si, abuelito, cojame toda� hagamos todo lo que quiera
El abuelo se quit� la ropa y cuando lo vi desnudo, abr� los
ojos al verle el cipote. Guillermo ten�a una polla maravillosa, grande y gorda,
pero la del abuelo, era descomunal. La agarr� con mi mano y mis dedos no
alcanzaban a cerrarse entorno a ella, adem�s, tambi�n un poco mas larga. De
inmediato mi concha se volvi� a encharcar y ya me saboreaba, pensando en todas
las veces que el abuelo me meter�a su tremenda cosota. Me levant� del sof� y me
dijo que me arrodillara - apoy�ndome el respaldar del sof�- levantando mi colita
y abriendo las piernas, as� lo hice y el abuelo se puso atr�s de mi y me apunt�
la polla a mi co�ito, en donde la empez� a meter, despacio. Yo jadeaba como una
perra y me hacia atr�s para que me la metiera toda.
Mija, tenga paciencia, �no ve que tengo la verga muy
grande y la puedo lastimar?
Si, abuelito... si eso es lo que me gusta, que usted la
tiene bien grande� m�tamela toda
Si, Eli, todita se la voy a meter, pero con cuidado,
usted esta embarazada
Si, abuelo� como usted diga, pero c�jame.
El abuelo me dej� ir aquella pollota hasta el fondo y sent�
como topo con la pared de mi matriz, se qued� quieto un momento y luego comenz�
el mete y saca, mientras con una de sus manos pellizcaba mi cl�toris y con la
otra me sobaba las teticas. Yo me sent� en la glor�a, semejante vergota, dentro
de mi y el abuelo paje�ndome, mientras el bramaba como toro� aceler� el
movimiento y me hizo correr, que ni tiempo de decir nada tuve, solo sentir como
los espasmos le envolv�an la polla y esta se clavaba mas adentro aun, las manos
del abuelo se movieron mas r�pido pellizcando tetas y masturb�ndome mi cl�toris,
hasta que me hizo gritar� despu�s lo hizo mas lentamente dejando que me
recuperara.
Mija, que rico se corri�
Siiii, abuelito� es que usted esta bien bueno
No, yo no, Eli� mi polla
Bueno si, pero usted tambi�n, abuelo
Voltee mi cabeza y le busque la boca y le di un beso largo,
meti�ndole mi lengua y movi�ndola sobre la de �l, me hundi� la polla mas fuerte
y eso me gust�. El me sac� la verga despacio y la puso en la entrada de mi
culito, de inmediato me empuj� contra ella y la cabeza se hizo lugar,
penetr�ndome el culito, el abuelo me sostuvo, pues no quer�a que me lastimara,
pero yo solo quer�a sentir aquella polla grande, rompi�ndome mi hoyito:
Mija, tenga cuidado
Ah� abuelo que cuidado ni que nada, usted d�me por el
culo, que yo aguanto
Pero es que tengo la verga muy grande�
M�temela ya, viejito, m�tamela todita
Bueno mija, pero despacio
No abuelito, de una� cojame� disfrute� yo soy su
perrita, su burrita, usted d�me
Ah mija, me la voy a coger como nunca
Si, cojame bien rico
Se agarr� de mis caderas y me empuj� la polla, meti�ndomela
hasta la empu�adura, vi estrellas, sent� que culito se me desgarraba y que el
dolor era terrible, sin poder evitarlo, algunas l�grimas cayeron por mis
mejillas; el abuelo esper� un poco y luego comenz� a meterla y sacarla,
provoc�ndome unos espasmos deliciosos que el sent�a, pues mi culito se cerraba
apret�ndole la verga y eso le encantaba:
Ah mija, que rico tiene el culito
Si, abuelito y es suyo por ahora, aproveche y c�jaselo
Si, Eli, me lo voy a coger bien rico, ya va a ver que
le va a gustar mucho.
Bombeo dentro de mi culito como 15 minutos y luego se sali�
despacio. Me carg� en sus brazos y nos fuimos a su cuarto. All� me puso en la
cama de costado y levant�ndome la pierna, me meti� la verga por el culito de
nuevo, haci�ndome ver estrellas otra vez. En aquella posici�n, el abuelo se
inclin� sobre mi y me meti� la lengua en la boca, sin dejar de moverse dentro de
mi culito, yo sent�a su verga hinchada, que me llenaba todo. Luego bajo a mi
tetica y comenz� a chuparme el pez�n, de una manera tan deliciosa, que no pude
evitar decirle:
Abuelito, me voy a correr otra vez
C�rrase mijita, que yo tambi�n quiero
Si, abuelito, cojame mas duro, m�tamela mas fuerte
Ay mija, la puedo lastimar
No, abuelito usted m�tamela y corr�monos los dos juntos
El viejito no se hizo esperar y mordi�ndome el pez�n y
estir�ndolo, comenz� a darme polla como un poseso; yo gritaba de placer, pues me
hacia sentir muchas cosas y el bramaba como si se fuera a morir, me la meti�
todita de una sola estocada, me mordi� el pez�n, succion�ndolo con fuerza y
sent� como su leche me llen� las tripitas. Me dio una palmadita con sus dedos en
el cl�toris y lo froto con fuerza, mientras su boca hacia su trabajo en mis
tetas, eso acab� con mis defensas y gritando empec� a correrme de una manera
brutal� el abuelo me solt�, pues la manera en que mi culito le succionaba la
polla, hab�a hecho que le doliera, se cerr� en torno a ella de tal manera que
quedamos pegados, como perros, yo jadeaba y gem�a, sintiendo los espasmos del
orgasmos maravilloso, mientras el abuelo segu�a masturb�ndome y d�ndome
golpecitos en el cl�toris� la intensidad baj�, poco a poco, el abuelo segu�a
chup�ndome, mam�ndome y mordi�ndome hasta que me escucho suspirar y le sonre�.
Nos acostamos juntos, el pegado a mi espalda con la verga dentro de mi agujerito
todav�a:
Ahhhh, Eli� que rica, mijita� me la he cogido con un
gusto!!!
Y a mi me ha dado un gusto que me haya cogido, abuelito
Descanse, mija, que aun queda mucho tiempo
Si abuelito, mucho tiempo�
Continuar�
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Relato: Elisa, Mi Amor (4)
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