Por primera vez en toda la semana, hoy domingo me despierto
antes que Alfredo. A�n est� �l roncando que yo ya estoy vestida y metiendo mis
cosas en la maleta, un poco taciturna. Hoy es mi �ltimo d�a aqu� y me cuesta
aceptarlo. Estaba programado quedarme tan solo una semana en el balneario, pero
despu�s de esta, me quedar�a un mes m�s, y un a�o, y �toda la vida! Pero lo
pienso un poco y no. Si me quedara aqu� toda la vida desaparecer�a ese nervio
psic�pata que me caracteriza y acabar�a convirti�ndome en algo parecido a todas
esas viejas con las que he compartido la semana. Definitivamente este es mi
�ltimo d�a pero quiero hacerlo �sonado!
Durante toda la semana lo he hecho con Alfredo en un mont�n de sitios. En la
piscina, la sauna, el jard�n, la cueva, nuestra habitaci�n, y querr�a hoy
hacerlo en otro sitio especial tambi�n �pero donde? Dentro la piscina de nuevo
pero sumergidos y respirando por un par de tubos que lleguen afuera el agua?
�oh, por dios! qu� chorradas que se me ocurren. �En la que supongo tiene el
balneario terraza? Mmm esto pinta m�s bien, pero no. Hay algo mucho m�s original
dentro de mi cabeza. Solo tengo que descubrir donde est� escondido y "cazarlo".
Me he quedado sentada en una silla comi�ndome la olla en esto, cuando oigo los
silenciosos pasos de Alfredo que se ha levantado y se acerca.
-Alfredo: buenos d�as Katy, hoy has madrugado m�s que yo.
-Katy: hola, buenos d�as.
Alfredo se fija que estoy haciendo mis maletas y le agradezco que no haga ning�n
comentario al respecto. Al verme tristona se pone detr�s de mi y me posa las
manos en los hombros, para empezar a masajearlos con suavidad.
-Katy: oh Alfredo, hoy es mi �ltimo d�a.
-Alfredo: lo s� cari�o, lo s�.
-Katy: estoy decidida, me voy a ir, pero antes quiero hacerlo de nuevo en un
sitio especial.
-Alfredo: �donde?
-Katy: ese es el problema �no lo s�!
-Alfredo: tranquila princesa, no se va a caer el mundo por no hacer el amor un
d�a de tu vida.
-Katy: un d�a de mi vida no, el �ltimo d�a de mi vida, por lo menos contigo.
-Alfredo: ah bueno, no te amargues, �qu� te parece si te olvidas de todo y nos
vamos a pasear por el balneario?
-Katy: venga vamos.
Salimos de la habitaci�n cogidos del brazo y mientras estamos saliendo de la
zona residencial nos topamos con Cecilia.
-Katy: hola Ceci, �hoy es mi �ltimo d�a!
-Cecilia: uy se�orita, espero que se lo haya pasado usted bien, y vuelva a
visitarnos.
-Katy: estoy segura de ello, Alfredo y yo vamos a dar nuestro �ltimo paseo,
hasta luego!
Seguimos paseando cogidos del brazo y nos topamos con diversa m�s gente conocida
con la que tambi�n entablamos alguna otra ligera conversaci�n. Acabamos llegando
al jard�n y nos sentamos en una mesa con un par de tazas de t�.
-Katy: mira esa planta �te acuerdas? cuando cogimos ah� dentro no s� si el
martes o el mi�rcoles.
-Alfredo: claro mi ni�a, seguro que ella tambi�n se acuerda de nosotros.
-Katy: ja ja, me gustar�a volver a comenzar la semana. Volver a conocerte en la
piscina, volverlo a hacer por primera vez en mil sitios, y volver a pelearme
contigo, y volver a hacer las pazes.
Digo esta �ltima frase mir�ndole fijamente a los ojos y esperando que estos me
respondan.
-Alfredo: este �ltimo detalle creo que mejor suprimirlo.
-Katy: ja ja, no creas, me lo pas� tan mal enoj�ndome contigo como bien despu�s
perdon�ndote.
Diciendo esto le gui�o el ojo picaramente.
-Alfredo: ja ja ja, est�s hecha una diablilla.
-Katy: y... con Cecilia, despu�s de que me haya marchado �volver�s a hacerlo con
ella?
-Alfredo: pues... es una chica muy mona, si se presenta oportunidad y los dos
queremos... �y porqu� no?
-Katy: mmm interesante, creo que ya s� cuala va a ser nuestra �ltima
experiencia. Ven �vamos!
Lo tomo de la mano y dejando las tazas a medio beber, regresamos de nuevo a la
zona residencial. Al llegar a nuestra habitaci�n tropiezo con Cecilia que ya
sal�a de ella, arreglada esta.
-Katy: ceci, ven, entra que Alfredo y yo te queremos contar una cosa.
-Cecilia: oh se�ora, disculpe pero tengo mucho trabajo.
Estiro Alfredo hacia dentro y cierro la puerta impidiendo toda huida.
-Katy: no te asustes, no te quiero rega�ar. Ven, sent�monos en la mesa que te
quiero explicar una cosa.
A�n con Cecilia temblando nos sentamos los tres en la mesa y yo empiezo mi
discurso.
-Katy: el viernes lo vi todo, o practicamente todo, creo.
-Cecilia: �oh disculpe se�ora! pero es que fue, no s�, no ten�a intenci�n de
hacer lo que hize, pero sali�.
-Katy: tranquilaaa, lo s� que a veces nuestro entrepierna se apodera de
nosotras, te repito que no quiero rega�arte. El tema es que yo hoy me voy. Y me
gustar�a hacer el amor con Alfredo de una manera especial. T� eres esa manera
especial ceci.
-Cecilia: pero �yo? como puedo yo? lesbianismo? Oh disculpe se�ora pero yo
quiero lo mejor para usted, pero no podr�a, me veo incapaz de besar a una mujer.
-Katy: no, no quiero lesbianismo, quiero hacer un tr�o, t�, Alfredo y yo.
-Cecilia: ups.
Cecilia duda unos instantes en que me mira, mira Alfredo, y me vuelve a mirar.
-Cecilia: estoy dispuesta, lo que usted me pida para perdonar mi agravio, lo
har�.
-Katy: vale pues �qu� te parece esta tarde?
-Cecilia: pues s�, hoy tengo la tarde libre y no tendr� problema en disponer de
ella.
-Katy: pues as� quedamos, a las 17:00 aqu�.
-Cecilia: de acuerdo, �si me disculpa voy a acabar las habitaciones que se me ha
atrasado todo.
Cecilia se larga a su tarea y nos quedamos Alfredo y yo solos.
-Alfredo: la �ltima sorpresa que me has dado y es la m�s grande.
-Katy: claro, ya te dije que hab�a que hacerlo sonado.
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Nos pasamos el resto de la ma�ana en chucher�as, y cuando llegan las 5 esperamos
impacientes en nuestra habitaci�n.
-toc-toc-
-Katy: hola ceci �vienes preparada?
-Cecilia: esto pues, supongo que s�, bueno, creo que tengo todo lo necesario, ja
ja ja.
-Katy: venga pues.
Cuelgo un cartelito de "no molesten" en la puerta y cierro bien con llave y
pestillo. Alfredo y Cecilia se saludan con un casto beso en la mejilla y yo
anuncio programa.
-Katy: para comenzar; ropas fuera.
Los tres nos desnudamos, Alfredo y yo directos pero a Cecilia le hace falta un
poco m�s de seguridad y es la �ltima en dejar caer sus bragas al suelo.
Tumbo a �l en la cama y engullo su ya erecta polla de un bocado. Mientras se la
mamo veo que ceci est� cortad�sima y la insto a unirse a nosotros.
-Katy: se te ve un co�ito precioso, �porque no te sientas encima de la cara de
Alfredo?
-Cecilia: bueno va.
Ceci hace lo dicho y nos pasamos un rato en la posici�n esta de la cual no s� el
nombre, en que yo le como la polla y ella se deja meter la lengua en la almeja
por Alfredo.
Se la ve excitad�sima pues deja ir los mismos gemidos que le o� echar el viernes
escondida tras el marco. Cuando creo que ya tengo suficiente polla comida, me
pongo de rodillas encima de Alfredo y me autopenetro.
-Katy: mmmmmmm, oh....oh....oh....oh.
Con la ayuda de su cadera que tambi�n empuja, lo boto con calma pues hay que
vigilar en todo momento la original posici�n para no romperla. Veo justo ante mi
la cara de Cecilia que con los ojos cerrados siente en su interior una lengua
que se mueve invasora. Sin dejar de botarme la tomo de una teta y le mamo el
pez�n. Ella tiene al principio una entre sorpresa y alarma, pero se deja ir al
casual lesbianismo y acaba acarici�ndome la cabeza mientras la chupo. Mi lamida
nota que ya ha ganado confianza y voy desplaz�ndome por toda la teta, el cuello,
la barbilla, hasta que finalmente le beso en la boca. Ya sin ni sorpresa ni
alarma, Cecilia recibe mi lengua respondi�ndome con la suya.
Mientras nos besamos nos cogemos de las manos para suprimir la inestabilidad del
contacto mientras Alfredo me monta. Con la seguridad que me dan ese par de
sustentos, me hundo en Alfredo con fuerza, a la vez que �l tira su pene hacia
arriba, logrando que este entre en mi hasta los mism�simos huevos. La triple
relaci�n se convierte en una verdadera locura en que los tres nos convertimos en
un mismo ser. Yo me parece notar a trav�s de la lengua de Cecilia, la lengua de
Alfredo en su panocha. Y supongo que ella notara tambi�n el pene de �l a cada
uno de los gemidos que se me escapan de mi boca para meterse en la que supongo
envidiosa boca suya.
Al cabo de un rato siento que le ha llegado el turno a Cecilia. Me desmonto y le
digo;
-Katy: toda tuya.
Lo primero que hace es catarla. Le da un par o tres de chupadas pero hay un
sitio que le pide m�s guerra. Se situa en la misma posici�n en que estaba yo, y
a�n est� asegurando sus rodillas a ambos lados de la cama, cuando Alfredo con un
entre sorpresa y broma, se la mete de improviso.
-Cecilia: �oooooooooh!
Yo me separo un poco para dejar que Alf y Ceci puedan disfrutar al m�ximo de sus
cuerpos. Mirando la relaci�n me parece estar viendo lo mismo que vi al viernes
pasado, ceci lo bota con una gran energ�a que se quiere dar a si misma, y a
juzgar por su cara y su voz, lo consigue.
Un flash asalta mi entrepierna y corriendo busco la misma silla con que me
masturbe el pasado d�a. La pongo justo al lado de la cama y hago equilibrios
montada en ella para rozarme la raja con el respaldo. Hago lo mismo que hize el
pasado viernes y me masturbo con el recio coj�n. Mi raja recorre la linea del
firme pl�stico mientras admiro la pasi�n con que Cecilia bota Alfredo, aullando
de placer a cada una de las vigorosas sentadas.
A�n sin estar en contacto estamos haciendo el amor los tres juntos. �l siente
como los m�sculos vaginales de ceci le masajean el pene, y ella siente como la
verga se entromete ardiendo en su m�s �ntimo interior. Pero yo mir�ndolos siento
las dos cosas a la vez, y si me dan a escojer prefiero estar donde estoy,
follada por un respaldo de silla.
El polvo se est� haciendo cada vez m�s salvaje, ceci bota a Alfredo con
desesperaci�n. Su voz podr�a ser confundida facilmente por la de una v�ctima que
est� siendo torturada, pero yo s� que sus aullidos no significan otra cosa que
orgasmo continuo, quiz� incluso m�s fuerte que los que tuve ayer mismo con
Rodolfo. Tengo la suerte de poder contemplar, cuando este llega, el mutuo
orgasmo que tienen los dos. Los gemidos de ambos se unen en la peque�a
habitaci�n, como se deben estar uniendo los fluidos vaginales de Ceci y los
seminales de Alf, dentro de ambos. Cuando este termina y los dos sueltan sus
cuerpos para caer rendidos en la cama, yo me doy cuenta que tambi�n me he unido
a su mutuo orgasmo pues un quedo suspiro sigue amarrado a mi garganta.
Al cabo de un ratito soy la primera en vestirme y de echo la �nica, pues ellos
parecen dormidos abrazados el uno al otro. Silenciosa como una gata cargo mi
maleta y abandono la habitaci�n en tenues pasitos. Llego al coche que est�
dormido desde hace una semana en el parking y meto la maleta dentro. Me meto yo
tambi�n dentro pero antes de arrancarlo y marcharme para siempre del balneario,
tomo un pa�uelo y me seco las l�grimas.
---FIN---