Desde entonces el ha llamado varias veces buscando la fecha
para la pr�xima cogida. Linda y yo pensamos que ser�a bueno platicar con el
antes de proseguir con nuestras relaciones para no complicar lo del parentesco y
echar a perder algo que nos ha resultado muy atractivo e interesante pero solo
como aventura o experiencia extramatrimonial. Mientras tanto, nos hemos reunido
en dos ocasiones con los compadres Antonio y Mary para estrechar los lazos entre
los cuatro y ver si se puede avanzar en el plan que tenemos algo avanzado pero
solo con Antonio. Es cierto que me agrada observar a mi esposa cuando est�
siendo cogida pero tambi�n siento mucha atracci�n sexual por Mary y he tenido
fantas�as acerca de los cuatro al mismo tiempo. Por el momento, todo va muy
bien, siento gran aceptaci�n por parte de ella y Antonio esta haciendo lo suyo
tambi�n para conseguirlo porque la verdad es que est� encantado con mi esposa ya
que ella est� muy apetecible y es buen�sima en la cama.

Con mi hermano nos reunimos un s�bado en la ma�ana para
almorzar y platicar de acuerdo a lo planeado por Linda y yo. Abordamos el tema
sin dificultades y pudimos refrendar junto con Juan la idea de que nuestra
relaci�n no debe pasar de lo sexual, por supuesto incluyendo el rico sabor del
parentesco que le da un toque muy especial.

Hechos los ajustes que hab�amos considerado necesarios, nos
reunimos por la tarde nuevamente en nuestra casa, Juan lleg� con algunas
cervezas de importaci�n que hab�a conseguido y tambi�n con una bolsa de pl�stico
conteniendo varios tubos de ung�entos lubricantes con aroma, enemas y algunos
condones. Abrimos las cervezas y mientras platic�bamos haciendo bromas acerca de
su equipaje, comenzamos a desvestirnos poco a poco ayud�ndonos unos a otros
aprovechando para el cachondeo sobre todo con Linda, a quien yo not� muy
excitada, ya que empez� con una sesi�n de besos ardientes con uno y con otro
como si estuviera probando o comparando entre los dos. La calentura era evidente
entre los tres, las vergas estaban duras y destilaban l�quidos lubricantes en
gran cantidad, Juan indic� que era oportuno aplicarnos los enemas, as� que lo
hicimos y luego nos turnamos los tres en el WC de la habitaci�n. El trato hab�a
sido que si ella se prestaba para que la hici�ramos "s�ndwich", mi hermano y yo
le dar�amos funci�n privada a ella.

Comenzamos por lubricar y ablandar el esf�nter del culito de
mi esposa con los ung�entos que trajo Juan, acci�n en la que participamos juntos
como buenos hermanos. Acariciando y besando mucho a mi esposa, met�amos nuestros
dedos en su culito, uno, luego dos y hasta tres. Cuando ya se sent�a relajada y
con el ano aflojadito, mi hermano que llevaba la voz de mando, indic� que uno de
los dos entrar�a por el culo, a lo cual yo decid� que fuera el debido a que
hab�a notado mucho inter�s por su parte, ya que hab�a preparado todo lo
necesario y se le notaba su insistencia desde la �ltima reuni�n que tuvimos. Me
indic� que me acostara de espaldas en la cama para que Linda me montara, Linda
con algo de nerviosismo en su cara, subi� encima de m�, yo la bes� y la trat�
con mucha ternura y le dije: Si no quieres hacerlo, podemos parar ahora mismo,
pero ella sonriendo, me aclar� que despu�s de probarlo me dir�a si segu�amos o
no. Una vez clavada en mi verga, se volte� para sonre�r con mi hermano como
dando su visto bueno.

Juan se acomod� hincado detr�s de ella y confieso que yo
estaba un poco nervioso pero era mas mi calentura y curiosidad por observar las
im�genes reflejadas en los espejos de las paredes, la verga de mi hermano, se
ve�a dura y grande, amenazando con perderse entre las ricas nalgas de mi esposa,
las miradas de los tres se encontraron en el espejo lateral, solo pudimos
esbozar alguna sonrisa de nervios pues lo que estaba por consumarse era una
novedosa aventura.

Mi hermano se aferr� a las caderas de mi esposa, apuntando
con una mano su gruesa verga hacia su culito, comenz� a empujar y sent� que mi
esposa se estremec�a con la entrada de la cabeza, se detuvo todo el movimiento
por un momento, para reanudarse luego con mucha suavidad. En pocos segundos
comenc� a notar la cara de satisfacci�n en mi esposa y casi al mismo tiempo pude
sentir las bolas de mi hermano chocando con las m�as, aquellos momentos son algo
indescriptible, solo estando all� se pueden conocer las sensaciones exactas. Al
ver a trav�s del espejo, pude observar la cara de mi esposa y de mi hermano que
denotaban un goce extremo, claro que yo tambi�n estaba gozando el momento y en
que forma, ya que sent�a cada uno de los empujones que mi hermano le daba a las
nalgas de mi esposa clav�ndose hasta las bolas, luego se retiraba completamente
para ver el culito abierto totalmente, para volver a meter su verga en el antes
de que se cerrara.

Estuvimos los tres observ�ndonos a trav�s del espejo y
disfrut�ndonos unos a los otros, mi esposa estaba conectada con nosotros, por su
panochita y por su culito, yo la besaba repetidamente mientras mi hermano que
era quien llevaba el ritmo, lo hac�a muy acompasado, muy lento, disfrutando cada
movimiento, por mi parte yo sub�a mi pelvis penetrando a mi esposa y procurando
seguir el comp�s marcado por las embestidas de Juan. De pronto, comenz� a
cambiar el ritmo haci�ndose mas duro, m�s fren�tico, como buscando llegar a las
eyaculaciones y al orgasmo, sent� que Linda se adelant�, ten�a un orgasmo, yo la
apretaba con mis brazos y mi hermano la juntaba hacia el metiendo su verga con
firmeza. El orgasmo de Linda fue muy intenso muy prolongado, m�ltiple, tanto que
expresaba frases como: c�janme cabrones, �quer�an hacerlo entre los dos? Pues
ahora es cuando cabrones, ll�nenme de su leche, m�tanme sus vergotas, soy su
puta, c�janme. Yo no daba cr�dito alo que estaba escuchando pero disfrutaba cada
frase que escuchaba, me excitaba �y en que forma!

En pocos segundos comenc� a descargar mi leche dici�ndole a
mi esposa: Ah� est� lo que quer�as, te estoy aventando mi leche lo m�s profundo
que se puede, t�mala mi amor t�mala. Casi enseguida comenc� a sentir el cambio
de ritmo en las embestidas de mi hermano y luego se qued� inm�vil por unos
instantes, estaba descargando su leche dentro del culito de mi esposa quien se
juntaba hacia el para recibirlo lo mas profundo que se pod�a, mi hermano solo
gem�a y levantaba su cara con los ojos a medio cerrar disfrutando aqu�l momento
tan esperado. Terminadas las penetraciones, nos acostamos uno a cada lado de mi
esposa, incorpor�ndonos alternadamente para cesarla y besar y mamar sus pechos
que apuntaban hacia arriba con los pezones todav�a erguidos, mi hermano se
levant� y nos trajo toallitas para asearnos un poco, se par� junto a la cama por
mi lado y pude ver su verga medio dura muy cerca de mi, alargu� mi mano para
tocarla y Juan se qued� ah� parado esperando que yo lo hiciera, lo comenc� a
masturbar suavemente y al instante se le puso dura, como roca, volte� a ver a mi
esposa y me dijo: Adelante, siguen ustedes, luego v� a mi hermano y dijo: Un
trato es un trato y hay que cumplir. Not� a mi hermano muy interesado en hacerlo
y a mi esposa en presenciarlo, as� que no los hice esperar, me levant� de la
cama, fui al ba�o a orinar y abr� cervezas para los tres, Juan tambi�n fue a
orinar y cando volvi�, ven�a acariciando su verga dura, yo fui a su encuentro,
le di su cerveza y nos pasamos un brazo cada uno por la espalda para tomarnos de
la cintura, dejamos las cervezas de lado y me acerqu� para dar un beso a mi
hermano en su boca. (lo cierto es que la vez anterior que lo hicimos, fue muy
fugazmente pero me hab�a gustado hacerlo)

Juan respondi� mi beso de forma muy especial, me abraz�
completamente y pas� sus manos por mi espalda para luego bajarlas hasta mis
nalgas amas�ndolas con suavidad y firmeza, seguimos bes�ndonos mientras yo
observaba la cara de mi esposa que estaba complacida y se masturbaba
introduciendo su dedo medio en su vagina. Parados en medio de la rec�mara, mi
hermano y yo nos bes�bamos mientras nos acarici�bamos las nalgas, sent�a la
verga de mi hermano clav�ndose en mi abdomen, estaba dura y muy mojada, la m�a
estaba igual, s�lo que como tiene algo de curvatura, se desviaba hacia un lado.

Pasamos a la cama mientras mi esposa parada a un lado nos
observaba con un alto grado de excitaci�n. Juan se tendi� de espaldas y me
indic� que me acomodara en posici�n sesenta y nueve, iniciamos una mamada
rec�proca, tratando ambos, de tragarnos la verga completa, no se si para que mi
esposa lo viera o por puro gusto de nosotros, ya que por mi parte, lo estaba
disfrutando al m�ximo. Mi hermano alargando su mano, pidi� a mi esposa que le
diera uno de los tubos con lubricante y otro a mi. El me comenz� a meter un dedo
en el culo y me aplicaba la crema, yo comenc� a sentir sabrosito e hice lo mismo
con el, en unos instantes nos met�amos tres dedos.

Me dio una nalgada para indicarme que era el momento, se
acomod� en cuatro para que lo penetrara, dici�ndome: Ahora, como te ense��. Yo
notaba un brillo muy especial en sus ojos, me arrodill� detr�s de el y apunt� la
verga hacia su ano dilatado, el se acomod� para facilitarme todo y empec� a
penetrarlo, estaba metiendo mi verga en el culo de mi hermano y mi esposa estaba
observ�ndolo todo y acarici�ndose su panochita, logr� meterle toda la verga sin
que hubiera ni una muestra de dolor de su parte, me indic� que lo masturbara
mientras lo penetraba y as� lo hice, me agradaba sentir su verga en mi mano
mientras me lo estaba cogiendo, no tard� mucho y le dije: Me voy a venir, te voy
a echar la leche adentro. El me dijo: �chamela toda , ll�name de tu leche. As�
lo hice, tom�ndolo por su cadera, junt� mi pelvis a sus nalgas y descargu� mi
leche dentro de su culo, as� me qued� por un momento hasta que sent� que ya no
quedaba nada de leche en mi verga, cuando se la saqu�, pude ver su culo abierto
as� como el lo hac�a con mi esposa, se levant� con su verga gruesa bien parada y
me dijo: Acu�state de espaldas, obedec� mientras el, se hincaba entre mis
piernas y me las levantaba con sus brazos.

En esa posici�n, me acomod� su verga en el ano y comenz� a
empujar. Mi esposa estaba muy atenta viendo como su marido era penetrado por su
cu�ado, segu�a acariciando su panochita muy mojada y sus pellizcando sus pezones
suavemente con la yema de sus dedos. Sent� como me entraba la verga, me estaba
gustando pero de pronto sent� un dolor punzante que me hizo cerrar los ojos con
fuerza y apretar las mand�bulas, mi hermano se detuvo, se dio cuenta de que su
verga era muy gruesa para mi culito, esper� un poco y arremeti� nuevamente, el
dolor se convirti� en placer y comenc� a disfrutar mi cogida, mi hermano tom� mi
verga y me masturbaba, en esa posici�n yo pod�a verle su cara, su cuerpo encima
de m� y su mano masturb�ndome, tambi�n a mi esposa que se hab�a acercado para
ver de cerca mientras con una mano me tomaba d la mano sin dejar de acariciarse
ella misma con la otra, sent�a la masturbada mas rica de parte de mi hermano,
mientras me met�a su verga por el culo.

Aquellos momentos son imborrables de mi memoria, no hab�a
imaginado aquellas sensaciones nunca, mi hermano me cog�a suavemente, creo que
con mas suavidad que cuando se cogi� a mi esposa por su culito. As�, con ese
ritmo suave, comenz� a levantar su cara hacia arriba como se�al de que estaba
pr�ximo a eyacular dentro de m�, yo tom� mi verga y me masturb� con cierta
rapidez para eyacular, ya que he sabido que cuando el pasivo lo hace, aprieta su
culo tan fuerte, que las sensaciones en el activo son indescriptibles y yo
quer�a regalarle eso a mi hermanito.

Termin� encima de mi vientre, mientras lo hac�a, pude sentir
como le apretaba la verga a mi hermano con mi culo y al mismo tiempo lo mir� a
la cara, estaba descargando sus chorros de leche en mi interior, se inclin�
sobre mi y me bes� intensamente en la boca, yo le respond� mientras mi esposa me
apretaba mi mano con fuerza, se retir� mi hermano, no sin antes echar un vistazo
a mi culito desflorado bien abierto a causa de la gruesa verga que acababa de
salir. Me levant� con mi culito algo adolorido pero contento, mi esposa me
abraz� y me dijo: De aqu� en adelante espero que no me dejen de lado ustedes
dos. Mi hermano le contest�: Aqu� tu eres la principal, la que nos une, lo dem�s
es diversi�n, �no es as� H�ctor? �Claro! Respond�.

En seguida despu�s de un descanso, mi hermano se acost� con
mi esposa mientras yo los observ� y esper� mi turno para poderla satisfacer, por
lo pronto, ella se llev� cuatro descargas de leche en su panochita y otra en su
culito, con esa dotaci�n de leche qued� satisfecha; por el momento. Hasta la
pr�xima.