Hola queridos lectores.
�ste es mi primer relato, y como tal, espero que sea de su
completo agrado.
Mi nombre es Ar�stides (NO es mi nombre real), tengo 16 a�os
y vivo en alguna ciudad de la rep�blica Mexicana, soy alto, de aproximadamente
1.78 o 79 metros, piel blanca, cabello casta�o claro, ojos verdes, por lo que me
han dicho, soy guapo, pero eso ya es a la opini�n de cada quien.
Mi pene, mide aproximadamente siete cent�metros en su estado
fl�cido, y en su estado erecto, mide 17 cm.
Me masturbo desde muy peque�o, no recuerdo exactamente la
edad, pero calculo que en segundo de primaria ya lo hac�a. A la mayor�a de los
autores, seg�n leo en sus relatos, los ense�a o instruye alguien mayor que
ellos, pero mi caso es diferente. Comenc� a hacerlo por instinto, pero era muy
torpe, hasta que un d�a, un primo me dijo como lo hac�a �l, y as� empec� a
convertirme en un erudito de la masturbaci�n.
Pero vallamos al grano: Recuerdo haber tenido unos 11 o 12
a�os, cuando la zoofilia pas� por mi mente:
Una peque�a prima ten�a una linda d�lmata, y todos los primos
nos encontr�bamos jugando con ella, en eso ella subi� sus patas delanteras a mi
pecho y me tumb�, yo qued� boca arriba, y la perra fue a sentarse sobre mi cara,
pero lo que se me hizo muy extra�o fue que empez� a restregarme su vagina en la
boca.
Mi primer reacci�n fue de asco, as� que me par� r�pidamente,
y ella tambi�n. Cuando volte� a ver que era lo que yo sent�a en mi cara
restregarse, observ� que su vagina estaba hinchada y un poco roja. Tiempo
despu�s supe que era porque estaba en celo.
Todo ese d�a estuve inquieto, no se porque, pero el olor de
la vagina de la perra me hab�a encantado, solo quer�a que mis primos se fueran y
me dejaran solo con ella, pero eso, desgraciadamente no ocurri�.
Esper� a que fuera de noche, y cuando todos se hubieron ido,
y nosotros est�bamos por hacerlo, les ped� permiso a mis padres de quedarme a
dormir ah�. Mis t�os no tuvieron objeci�n, as� que mis padres aceptaron. Aguard�
a que todos se durmieran en la casa; para mi �favorecimiento- (palabra patentada
por m�), esa casa era muy grande, y si hac�a ruidos, la gente no podr�a
escucharme, ya que el patio quedaba lejos de los dormitorios.
Con el coraz�n latiendo a 1000 por hora, baj� las escaleras
que conducen la planta media hacia la planta baja, abr� con mucho cuidado la
puerta del patio, y Yareli (ese era el nombre de la perrita), me recibi�
moviendo mucho la cola.
Un extra�o instinto se apoder� de m�, y la perra volvi� a
subir sus patas a mi pecho, esta vez no me ca�, y lo que hice fue abrazar a la
Yareli, ella se qued� muy quieta. La baj� y le di un piquito en su hocico, y
ella correspondi� lamiendo mis labios, esa sensaci�n me encant�, e hizo que mi
miembro empezara a tomar dimensiones considerables.
Baj� el pantal�n de mi pijama, y le mostr� mi babeante verga
a la perra, ella lo olisque� y comenz� a lamerlo, primero t�midamente, pero
despu�s con empe�o, eso me encant�. Era hermosa la sensaci�n de su �spera lengua
recorriendo mi glande.
Ella se detuvo, a lo que yo protest�: -Noo! Yare, por favor,
contin�a, sigue, sigue perrita linda-.
Pero ella solo levant� su cola y me dio la espalda. En ese
momento lleg� a mi mente el atractivo olor que hab�a sentido en la tarde;
acerqu� mi nariz, y ese olor inund� mis sentidos. Instintivamente comenc� a
acarici�rsela con mi mano entera, y en una de esas, mi dedo medio entr� en ella
sin dificultad, a lo que ella correspondi�, haciendo hacia atr�s sus caderas.
Se me ocurri� la idea de penetrarla, y sent� much�simos
nervios. Estuve pensando como cinco minutos mientras continuaba penetr�ndola con
mi dedo, y llegu� a la conclusi�n de que deb�a llevarla al cuarto de las
visitas, que era donde yo estaba durmiendo, y hacerle el amor ah�, ya que en el
patio hacia mucho fr�o.
Tom� la correa de castigo que estaba colgada a un lado de la
puerta del patio y se la puse, y para hacerlo tuve que agacharme, y mi cara
qued� casi a la altura de la suya. Ella me dio lametazos en la boca, y yo le
correspond�, d�ndole un profundo y muy h�medo beso de lengua, al que ella
correspondi� gustosa. Sent�a que me estaba enamorando de esa hermosa perra.
Me levant� y jal� un poco de la correa para llevarla a mi
habitaci�n, ella me sigui� d�cilmente. Cuando iba por la parte en donde est� la
cocina y el comedor, escuch� el ruido que hace el porta-garrafones, me escond�
en el comedor, y al asomarme a la cocina, ah� estaba mi t�a tomando agua.
Lo que observ�, me calent� a�n m�s de lo que ya estaba, mi
t�a iba completamente desnuda. Pude observar sus firmes, grandes y blancos
pechos, coronados con un par de grandes y casi negros pezones, rodeados por una
grande y hermosa aureola, su plano vientre, su estrecha cintura, su genial culo,
firme y brillante por un sudor que me indic� que antes deb�a haber estado
masturb�ndose o cogiendo con mi t�o, tambi�n vi sus piernas, que si bien no eran
gordas, no eran nada flacas, ten�a unos muslos que hicieron que se me hiciera
agua la boca. Ten�a su concha completamente depilada, parec�a de bebe, no ten�a
absolutamente nada de vello, y se alcanzaba a ver su linda y apetecible rajadita
que separa sus labios mayores.
Termin� de tomar agua y dej� el vaso en el fregadero, al
pasar por el comedor, la Yareli, quiso correr detr�s de ella, pero yo jal�
fuertemente la cadena de castigo, y solt� un fuerte chillido, mi t�a volte�, y
empez� a caminar cubri�ndose con su brazo derecho los senos y su mano izquierda
su vagina. Cuando pens� que todo estaba perdido, mi t�o apareci� en las
escaleras y le dijo: -�Que pasa mi putita?- Mi t�a le contest�: -Nada, me
pareci� escuchar que alguien arrastr� un mueble- _ - No seas tontita, y ven, es
tu mente cachonda que ni te deja tomar agua en paz, ven, que escucho a tu
panochita aclamar otra mamada-. �Bien- Le contest� mi t�a, y se subi�.
Yo respir� profundamente, y aguard� cinco minutos hasta que
dejara de escuchar a mis t�os, la cual, gracias a dios, queda como a seis
habitaciones del cuarto de las visitas.
Sub� las escaleras, y met� a la Yareli en la habitaci�n. Me
despoj� de mi pijama, y me lanc� sobre ella, empec� a acariciarle todo su canino
y bien formado cuerpo, lam� sus patas, lam� su cara, su espalda, su vientre, sus
muy peque�as tetillas, la bes� mucho en la boca mientras los dos respir�bamos
agitados. Ella permaneci� con su cola levantada todo el rato.
Despu�s de un buen rato de manoseo, le dije: -Ahora si mi
amor, tu eres mi novia, te amo, ya somos novios, y me voy a casar a escondidas
contigo-.
Me situ� detr�s de ella, y empec� a comerle la panocha con
fruici�n, ella hacia un movimiento extra�o con su cadera, y cuando le met� la
lengua de un solo golpe, de nueva cuenta se hizo para atr�s.
La sub� con dificultad a al cama, para que su vagina quedara
a la altura de mi miembro, y poder penetrarla con mayor facilidad y comodidad.
Le dirig� mi erecta verga a la entrada de su vagina, mientras
abr�a su hinchadita vulva y se la met� lentamente. Cuando iba a la mitad, ella
se movi� hacia atr�s, haciendo que mi verga quedara completamente dentro de
ella. Sent� como si me succionara, y apretara, era muy c�lida su vagina, y
despu�s de salir de mi impresi�n, empec� a hacer un mete y saca. Me vine como en
cinco minutos, y al sac�rsela, se escuch� un "flapsh".
Le salieron unas cuantas gotas de mi semen, se volte� y
empez� a limpiarme la verga con su lengua.
La abrac� y la acost� de costado en la cama, y yo junto a
ella. Nos besamos mucho y yo acariciaba su vagina, nos amamos otras cuatro veces
esa noche.
En otro relato les contar� que pas� cuando mis t�os vieron al
dia siguiente que ella estaba dormida en mi cuarto, y les hablar� sobre mis
experiencias con perros machos, con gatas y algunas otras perras. Comentarios,
sugerencias y compartimiento de fotos y experiencias (de preferencia mujeres) al
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