SEPARADOS POR LARGO TIEMPO
Mi ni�ita mejicana. Casada o no, me sientes y te me das y a
mi lado vendr�s, una vez y otra m�s� Me siento revivir, con tu mano toc�ndome
entre las piernas, subiendo por mis costados y acariciando el pelo de mi pecho.
Y yo tambi�n, agradecido y feliz te acaricio por entero a ti�
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Llevamos separados demasiado tiempo, pero en estas estancias
de hoteles y hostales, nos hemos puesto al d�a. Se que me miras y a mi "polla"
tambi�n; los dos sabemos que deseas verla, tocarla y sacudirla. Noto esa
expresi�n mitad ansiedad y mitad contenci�n, hablas con ese ligero temblor y
siento esas peque�as muecas en tu rostro. Noto como se te quedan tus labios
entreabiertos y te los has de humedecer, pensando en verlo ya mi pene lamer.
Cuando quedamos, cada cierto tiempo noto como relames tus
labios y me besas con ganas. Te levantas y te empinas, te alzas sobre las
puntitas de tus zapatos y te rozas con tus "pechitos" sobre mi torso. Ya no
disimulas, y si te dejo, lo cual suelo hacer, me desabrochas mi cintur�n y tus
manos juegan toc�ndome m� bulto dentro de mis pantalones, primero por fuera
acaricias mi "pene" sobre el slip, luego tu mano entra dentro.
Del deseo mis ganas, se reafirman y mi deseo se endurece
entre tus dedos. Te viene un mareo y yo siento como tus dedos, sobre mi
superficie de carne y sobre los redondos "huevos" me haces sentir de tus yemitas
el paseo por mi pielcita y tambi�n unos tiernos apretones. Mi lechecita, se
prepara para salir y en tu palma verterse. Hay traj�n ah� dentro de mis cojones,
con la efectividad de tus sensuales acciones amatorias.
Tu sexualidad se ha encendido, se levantan tus "tetitas", se
te mojan las braguitas y ans�as el contacto. Me muestro casto, pero no es tal,
sino que me demoro y siente que me dices "mudamente" t�came y m�teme mano "mi
amor" soy toda tuya y todo eso te imploro.
Se acelera tu respiraci�n y se mezcla con la m�a Mi mango,
entre tu mano se ha agruesado, se ha levantado m�ximamente. Tu mano me lo ha
sacado y mientras mir�ndome fijamente, lentamente te agachas y tu cuerpo se roza
pues "estas mimosa". Siento los roces de tus pezones, como si no quisieras la
cosa y me aprietas y pones tu cara ante m�. Noto como lo ves, lo miras y lo
escrutas. Te sientes una gran puta, pero te da igual. No te importa, que la
pasi�n te haga empezar presurosa la succi�n de mi "polla".
En tus pezones, se tensan las dos argollas, que al levantarse
tus pezones han dejado de reposar. Sientes las anillas en su alzar y te mojas
m�s y m�s. He descalzado mi pie, notas los dedos entre tus muslos y te retiras
el vestido. Al poco tienes mis dedos metidos y notas la gozosa actividad: de
chuparme y mamarme. Mientras sientes tu "co�o" llenarse, y sientes que te
palpitan tus carnes y me mojas los dedos y pie vienes a ba�arme.
Te embebes fan�ticamente, a practicarme el sexo oral. Sientes
que los momentos son furtivos, has plantado con una excusa a tu marido y vienes
a acudir, aqu� para solazarte y con mi cuerpo enlazarte entre estas cuatro
paredes. Me has tocado, descarada. Ahora tan encendida no te importaba nada que
por la calle juntos nos pudieran ver. Recuerdo tus primeros miedos, el momento
en que dejaste de fingir ser toda una "dama respetable".
Bailando te apretaste a mi sable, roc� tu espalda y contigo
me apoy�. Enloqueciste y sentiste mis ganas desear entrarte. Te acaricie el
cuello, lam� tus orejitas y tu nuca. Y sentiste, que un m�stil deseabas entrarte
en tu "cuca ranurita". Te mojaste, te me diste enterita. Tomamos tu carro, para
irnos y sentirnos un par deseos "guarros" o amantes. Que al mes de trabajar
juntos te venciste y mi presencia buscaste.
Fantaseabas conmigo, buscabas mi compa��a. Y nuevamente
recordaste el pasado, cuando aun eras soltera. Te enteraste de mi retorno a tu
empresa y camelaste al Sr. Alonzo, para volver a ser de mis trabos colaboradora
y compa�era. Te comportaste como una mujer f�cil, sin disimulos, note tu mano
bajo la mesa, lo cual me excitaba.
Por mi parte, me alocabas con esas sensaciones, como muy
pocas mujeres saben hacer. Era apenas nuestro Segundo encuentro y ah� estaba yo
con su pene frente a mi boca. Hab�as mejorado tu experiencia, desde mi pasada
ausencia y me regalabas todo un repertorio de sensaciones. Todo eso siento
ahora, lati�ndome en el pecho y en mis "cojones".
Por eso te aprieto tu cabecita, siento como frotas tu cara y
abres tu boca. Me lames, me "enlenguas" sin parar. Me haces sentir las presiones
de tus labios. Empleas como una cuchara tu lengua y siento el roce de tus
dientes rasp�ndome con deseo.
Te siento ronronear como una mujer/gata, me estremezco y a ti
me entrego. Siento mis sacudidas dejas que te salpiquen "mis leches" en tu cara.
Te quieres sentir marcada y mojada. Me hueles, y las ultimas gotas chupas, Te
pasas la mano y te restriegas mi "blanca mucosidad seminal". Chupas tus dedos, y
te exhibes caliente. Te levantas, te desnudas y sientes que te ha salpicado el
vestido alguna gota, la tomas con un dedo y la tomas, para sentirla dentro.
Te tumbas en la cama con el vestido levantado. Te masturbas,
te masturbas con tu procacidad, Eres m�s gata que perra, pero eres m�a y te
siento como mi amante. Me acerco y paseo mi miembro enflaquecido sobre tu braga.
Te desesperas y te sacas el vestido. Me recreo y me paseo por ti. Mientras te
sacas, apresurada tu sujetado. Te siento, como la mesa de un comedor y sobre ti
como: tu cara, tus labios, tu cuello y tus gemelos montes, y te succiono tus
pezones.
Me masajeas los "huevos", la pasi�n me espolea y se endurece
mi miembro cual semental encelado -deseo en ti entrar-. Te sacas tus bragas, de
cualquier manera. Estas caliente y pones saliva en la punta de tus dedos, y me
ensalivas mi miembro. Repites la operaci�n y bajas la saliva a un y a otro
coj�n. Me lames el pecho, me muerdes el costado. Me hundo dentro de ti. Te
colocas, te mueves acompa��ndome. T� sientes la presi�n, de m� enloqueciendo
glande, que dentro de ti se expande.
Te turbo con caricias, amas�ndote tus tetas. Te me aprietas y
me pides m�s. Con tus pezones me ensa�o. T� te tocas fuerte los lados de tu
cresta. Se te sale tu botoncito, tu cl�toris te late. La h�meda rugosidad, de
esa parte sensible de tu vagina (esa que llaman punto G) se siente presiona. El
placer te hace sentir impulsa y te lanzas hacia mi. Te pones encima y te siento
como una valquiria en su tarima de amor.
Me posees, te me sacudes. Te estiro de las anillas, chillas
te ensoberbeces de placer. Te alocas y me sientes correrme dentro. Te me quedas
mirando, aun dentro de tu excitaci�n. Y presurosa, te vienes sobre m�. Te haces
coincidir, vini�ndome tu orgasmo con los finales de mi placer. Pero eres
incansable, te dejas ahondar m�s y m�s.
Tras hacerte gozar as�, mi mano reemplaza a mi polla. Te
masturbo, tras dejarte apenas descansar, siento tu agitaci�n y tu descontrolada
respiraci�n viene a decirme que nuevamente vienes a venirte. No vamos a salir
esta vez, aprovecharemos todas las horas en este pa�s de ensue�o y de
maravillas. Mi virilidad te hace amorosas cosquilla y tu feminidad me alienta.
Te recorro toda a tienta y t� me recorres a m�. Me lames toda
mi "pija" y mis cojones tambi�n. Mezclas tu saliva y la vuelves a sorber. Pare
que mi sabor te es m�s preciado que la miel. Descansamos y hablamos, nos
tocamos, nos queremos. Uno sobre el otro, nos sentimos y nos estiramos.
Sentimos nuestro olor. Te siento que estas a mi lado: eres
una flor y nuevamente te volver� a abrir. Y tu me sentir�s, poliniz�ndote a ti,
vuelvo a sentir lo que sent�, la primera vez que te conoc� Francisquita,
Paquita� Mi ni�ita mejicana. Casada o no, me sientes y te me das y a mi lado
vendr�s, una vez y otra m�s� Me siento revivir, con tu mano toc�ndome entre las
piernas, subiendo por mis costados y acariciando el pelo de mi pecho. Y yo
tambi�n, agradecido y feliz te acaricio por entero a ti�