Relato: Masturbate conmigo
Hola cielo, soy yo, y ya sabes c�mo soy.
Hoy he venido a contarte c�mo me toco, c�mo intento correrme yo solita cada vez que no hay nadie en casa, y quiero que lo hagas conmigo.
As� que, vete quitando los pantalones, mete la mano entre tus piernas, y acariciate, as�, arriba y abajo entre tus piernas, mientras yo empiezo mi relato.
Solo de imaginar c�mo te tocas por mi culpa, c�mo me dedicas esta paja, ya noto mi co�ito h�medo, voy a tumbarme. Solo llevo unas braguitas azules, muy transparentes, y as� tumbada se puede ver c�mo se va formando una mancha de humedad en ellas con la forma de m� rajita, si sigues mirando puedes ver mi clitoris, hinchado y rosa, y una suave y corta capa de vello sobre mi monte de Venus. Estoy muy cachonda, cielo, y me encanta notar c�mo me pongo m�s y m�s h�meda, mi rajita cada vez est� m�s mojada, y el aire que viene de la ventana hace que sienta fr�o en mi co�ito mojado, lo que hace que a�n gotee m�s y que mis muslos ya comienzen a brillar.
Me chupo dos dedos, e imaginar que es tu polla me hace succionarlos con intensidad y met�rmelos hasta la garganta. Con esos dedos mojados, toco mis tetitas, ya desnudas, hasta encontrar los pezones, los humedezco suavemente con mis dedos, escupo en mis manos para esparcir la saliva sobre los pezones que cada vez est�n m�s erizados. Mis pechos quedan mojados, como si los hubieras estado lamiendo t�, ohh, ojal� lo hubieras hecho.
Poco a poco deslizo una mano hacia mi co�ito, apenas rozo el clitoris, pero est� tan hinchado, estoy tan cachonda, que gimoteo. Sigo bajando, y meto un dedito en la rajita que gotea, estoy tan caliente que siento el dedo fr�o y busco calentarlo introduci�ndolo hasta el fondo en mi vagina. Mientras, la otra mano retuerce un pez�n, lo giro hasta que noto que duele, mmmmmmmm, est�n tan levantados que sobresalen de mis tetitas como si quisieran salir de ellas, uuuf, suspiro, y el aire los roza, est�n tan sensibles que hacen que encorve la espalda, ooh.
Saco poco a poco el dedo de mi co�o, est� mojado hasta casi la palma, lo llev� a mi boca y lamo hasta que sustituyo toda mi humedad por saliva. Me encanta mi sabor, me gusta a�n m�s cuando pruebo mis fluidos de tu boca, de tus manos, y sobre todo, cuando lamo mi sabor de t� polla, es un flujo dulce y denso, oh cielo no puedo m�s!
Bajo mi mano hasta mi vulva, mientras la otra sigue llevando mis pezones hasta el borde del dolor, estoy tan, tan mojada que mi dedo no puede quedarse fijo en mi clitoris para poder hacerme un dedo y correrme en tu honor.
As� que cojo la almohada, me la pongo entre las piernas y la galopo, frot�ndome fuerte para sentir placer y secarme un poco. Toda mi humedad pasa a la almohada, donde forma una mancha oscura que huele a hembra que te desea, mmmmm, ooooh. La entrada de mi vagina sigue chorreando, pero mi rajita ya est� algo m�s seca. Me tumbo hacia atr�s a�n con la almohada absorbiendo mis fluidos, y comienzo a tocarme en c�rculos, como t� me ense�aste.
Oooooohhh!!! Al final consigo correrme, dejando la almohada empapada, intent� volver a cabalgarla en busca de m�s placer, pero es in�til, lo que necesito ahora es un hombre con una buena polla que rellene mi co�ito h�medo y desesperado, pero no est�s aqu�.
Me giro, buscando por la habitaci�n algo que pueda satisfacer mis ansias de mujer. Por un momento pienso en volver a recurrir al calabac�n de la cocina, t� no me dejas tener consoladores, porque dices que una mujer solo puede recurrir a un hombre para correrse hasta desmayarse, pero no est�s, �ves lo injusto que eres?. Lo �nico que veo cerca de mi, es un bote de desodorante en spray, tendr� que valer, estoy demasiado cachonda para pensar nada m�s.
Cojo el bote, est� fr�o, y lo paso por mis estirados pezoncitos oooh, espero que a estas alturas ya te est�s corriendo pensando en mi. Me meto el bote en la boca, e intento chuparlo como si fuera tu verga, es demasiado grande, pero lo intento, tiene que estar bien h�medo y caliente para poder satisfacerme como necesito. Vuelvo a tumbarme, y abro bien las piernas, este cacharro es muy grande, pero me da igual si me hace da�o, necesito algo dentro de m� ya!.
En otras ocasiones hubiera necesitado meterme primero algunos deditos dentro del co�o para dilatarlo y que pudiera acoger todo eso, pero hoy no, hoy estoy tan cachonda que siento que puedo met�rmelo de un golpe y el �nico peligro es perderlo en mi interior. As� que lo acerc� al borde de mi vagina, es grande, oh, es muy grande, comienzo a girarlo sobre la entrada, c�mo t� me dijiste que deb�a hacerlo para que entrara cualquier cosa. Poquito a poco se va introduciendo, y yo noto como las paredes de mi co�o se estiran del todo para acoger esa gran masa, oooooohhhh no puedo parar de gemir, las cosas que me haces hacer para que t� puedas correrte ah� donde est�s. Ooooohhhh ooooooooooh OOOOOOH!!! Ha entrado todo lo que mi co�o es capaz de acoger, la tensi�n en las paredes de mi vagina es deliciosa! Empiezo a meterlo y sacarlo, cada vez m�s fuerte, necesito las dos manos para manejarlo y mis pezones han quedado abandonados a su suerte, OOOOOOOH DIOS M�O! no puedo m�s !!!! Me corro pensando en ti, cojo parte de mis fluidos y los extiendo por mi boquita, como si fueras t� quien hubiese acabado sobre ella, no quiero quietarme el bote de las piernas, quiero sentir esta deliciosa presi�n mientras me duermo, como si fuera tu dura polla que me da lo que necesito.
Espero que te hayas corrido en mi honor cielo.
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Y vota si quieres que siga subiendo relatos, mi sue�o es convertirme en escritora erotica.
Un besito, Lucia