Por si no lo sab�is, yo soy "Un Artista", quiz�s no de esos
con fama, que salen en los programas de televisi�n, pero si se, que cada noche,
cuando el show empieza, cientos de ojos se clavan en mi y me miran con
admiraci�n, o con deseo, aunque no se atrevan a confesarlo, no es de extra�ar,
que todos esos hombres que se las dan de "heteros", as� como en tono de broma,
terminan diciendo� �oye, no pienses mal!, que a mi no me van los t�os, pero� si
quieres tomamos unas copas y charlamos, yo ya se que hay detr�s de ese "tomamos
unas copas", un deseo oculto de hacerlo con otro hombre, el sacar a flote el
punto homosexual que todos llevamos dentro, �bueno! unos mas que otros claro.

A�adir� a esta historia, que a pesar de mis 45 a�os, conservo
un f�sico y una imagen envidiable, soy alto, 180 cm. de facciones definidas y
atractivas, pelo corto y una esmerada educaci�n que me proporcionaron mis
padres, hace que en conjunto, sea una de esos "maricones" con clase, que
normalmente se encuentran por la vida nocturna de cualquier ciudad cosmopolita,
por eso como cada noche al terminar el espect�culo, igual que un depredador
experto, me dispongo a salir a la caza del mas bello de los animales, el hombre.

Era una de esas noches en las que el calor te hace sentir una
extra�a humedad por todo tu cuerpo que te mantiene en un estado de pseudo
asfixia pr�ximo al �xtasis, mi piel estaba erizada por un extra�o deseo y mi
sexo, con deseo incontrolado.

Nunca me gustaron ni los locales gays ni los hombres gays,
claro esta que si un hombre se va conmigo, algo de deseo debe tener, pero me
gusta buscar mis presas por lugares fuera del ambiente, y a veces un poco
peligrosos, esta vez mis pasos me llevaron a los alrededores de la estaci�n,
donde como cada noche un cierto numero de j�venes pasean con aire distra�do
pendientes de quien les haga una buena paja o una mamada.

El parque que rodea la estaciona si como la extra�a glorieta
que sirve de rampa para salvar el desnivel son zonas de ligue pero yo, me
aventure en el parque, aun sabiendo que el peligro podria estar presente, el
crujir de las hojas al ser pisadas, el brillo de un cigarrillo al ser aspirado
en la oscuridad, eran pruebas claras de que no estaba solo, aun y as� segu�
intern�ndome en el mismo, pase cerca de un muchacho de aspecto desali�ado pero
robusto, camiseta de tirantes dejando ver un cuerpo desarrollado por el gimnasio
o el ejercicio f�sico, el pelo alborotado y un tono dorado de piel quiz�s por
las horas pasadas bajo el sol, apenas hice un gesto para mirarlo, pero nuestros
ojos se cruzaron un instante, segu� caminando, pero sintiendo sus ojos en mi
nuca, lo que hizo que mi cuerpo se contonease levemente como pidiendo a gritos
un hombre capaz de calmar tanto fuego guardado.

No hab�an pasado 10 segundos, que un suave ruido, me indicaba
que mi presa caminaba detr�s de mi, �Uff!, la noche promet�a, me dirig� hacia la
zona mas oscura me interne entre unos arbustos y me detuve, esperando a ver si
el pez hab�a mordido el anzuelo, agudice el o�do pero nada, mire a mi alrededor
y tampoco, �D�nde estaba?... al momento, una mano alrededor de mi cuello y el
fri� metal de una hoja de navaja en mi cuello me hicieron volver a la realidad.

.- Dame todo el dinero que lleves, as� como tarjetas de
cr�dito y objetos de valor.

Normalmente, y como precauci�n suelo dejarme la cartera,
reloj, pulsera o cadena de oro, y tel�fono m�vil en el coche, solo llevo encima
un dispositivo para abrir el mismo, por lo que no pod�a decir otra cosa�

.- No llevo encima nada de valor, ni dinero ni oro, ni nada,
lo siento

.- Calla! d�melo todo�

.- De verdad, te lo juro, no llevo nada, compru�balo tu mismo

La situaci�n era peligrosa, pero aun y as�, aquella voz en mi
o�do susurrando amenazas, el brazo fuerte sujet�ndome y la dureza de aquel
cuerpo tan pr�ximo al m�o, me ten�an extra�amente excitado, un paquete de tama�o
mas que considerable, golpeaba por instantes por mi culo, no llevaba ni slip ni
b�xer, aquella polla colgaba libre dentro de unos pantalones sueltos y holgados,
no creo que el muchacho pensara en nada er�tico en aquel momento pero yo si

Meti� las manos torpemente por mis bolsillos, y no pudo menos
que notar una incipiente dureza en mi polla, causada por el morbo del momento,
como si no hubiese notado nada sigui� buscando, su mano fue de adelante a atr�s,
imperceptiblemente me agarro el culo, y regreso adelante, no me toco, pero si me
dijo..

.- Ser�s maric�n, puedo rajarte ahora mismo y estas
empalmado, vamos, sin nada yo no me voy, quilate la ropa, se ve que es toda de
marca, seguro que me dan una buena pasta.

vamos, que no tengo toda la noche, he dicho que empieces a
desnudarte maric�n.

El, me hab�a ido empujando hacia la zona mas alejada del
parque, donde una medio alambrada abierta por un extremo, conduc�a hacia un
solar donde una antigua fabrica medio en ruinas, servia como cobijo a
drogadictos y mendigos , mientras esperaba a ser derruida .

Empec� a quitarme la ropa, primero la camisa, el cintur�n,
los zapatos y el pantal�n, estaba solo con un slip negro CK.

.- Los gayumbos tambi�n, que son muy guapos

.- Por favor, no me dejes desnudo, mira seguro que mi ropa te
va bien, porque no te la pones t�, al menos d�jame la que llevas puesta, pero no
me dejes aqu� desnudo.

.- Mira la muy marimo�a, que quieres que me despelote aqu�
delante de ti, as� te escapas no!!.

.- O asi te veo desnudo, m�ralo de otra manera, que pasa, que
tienes miedo que te vea, o te da miedo que sepa que tienes algo muy peque�ito
ah� en medio.

No se que paso en ese momento, pod�a haberme jugado un
disgusto, pero la situaci�n dio un giro inesperado, me miro fijamente a los
ojos, era un ejemplar realmente hermoso, la mand�bula cuadrada, los labios
carnosos, rojos y jugosos, una barba mal afeitada, y unos ojos grises con largas
pesta�as.

Un vello dorado asomaba por el pecho justo por el limite de
su camiseta y perlado brillo de sudor resaltaba su cuelo y brazos de una manera
verdaderamente atractiva.

En un gesto medio en broma, se situ� detr�s de mi, me sujeto
la mano derecha por detr�s de mi espalda , y, voluntaria o involuntariamente, su
paquete quedo a la altura de mi mano, no usaba ropa interior y su polla gruesa y
poderosa colgaba con esplendor sobre dos huevos grandes y duros, note el roce
tan solo unos instantes, y a el no le paso ni desapercibido ni indiferente, tomo
mi otra mano, y me las sujeto con una ligera cuerda de nylon que llevaba en un
bolsillo, aun y as�, volvi� a acercar su paquete, esta vez a ambas manos, y
aunque sonri� note como su polla hab�a, no solo crecido, sino que denotaba una
leve erecci�n.

.- Que!! , te gusta maric�n, pues olv�date,

.- No ser� que tienes miedo a que te guste, tendr�as que
saber que nadie come mejor una polla que otro hombre, si lo piensas es tu
oportunidad para saberlo.

Hab�a utilizado uno de esos argumentos que todo mari�n sabe
que no fallan con un machito, el, sonre�a maliciosamente mientras se iba
desnudando delante m�o, se quito la camiseta lentamente, casi convirtiendo aquel
hecho en una ceremonia para excitarme, se detuvo unos instantes, y aflojo el
cord�n con el que se ce��an los finos pantalones de tela india que llevaba
puestos, a esas alturas, el bulto entre sus piernas, sin ser una erecci�n, era
mas que evidente, y de un golpe los dejo caer.

Su cuerpo, era como una escultura griega, el pectoral marcado
sin ser exagerado, el abdomen como una tableta de chocolate con los abdominales
marcados, los brazos y piernas fuertes y esbeltos , y una capa de vello dorado
cubriendo levemente su t�rax y piernas, en su vientre, nac�a una l�nea de vellos
ensortijados, entre oro y casta�o que crec�a hacia abajo, se hacia un poco mas
espesa, y rodeaba una polla gruesa y larga sin circuncidar, bajo cuyo prepucio
asomaba una cabeza rosada por la que asomaban unas gotas brillantes, un par de
huevos grandes colgaban bajo su polla, que se balanceaban con fuerza ante los
gestos de mi agresor.

La luz de un farol queque a lo lejos dejaba un rastro de luz
hacia la zona en la que est�bamos, hacia que su imagen fuera excitante.

El estaba completamente desnudo, yo conservaba todav�a mis
CK, que siendo blancos, destacaban todav�a mas la erecci�n que ni me molestaba
en ocultar, eso me divert�a much�simo m�s, la situaci�n era peligrosa, lo se ,
pero algo me dec�a que aquello iba a dar un giro inesperado.

.-Bueno1 (le dije), como puedes ver, mis manos est�n atadas,
tu estas totalmente desnudo, y yo aun conservo mi slip, si tambi�n lo quieres,
tendr�s que quit�rmelo tu mismo, y si vas a pon�rtelo, estate tranquilo que esta
limpio, pero no me hago responsable si eso te llega a excitar, se te puede
levantar como a mi.

Por un momento pens� que me los bajar�a desde adelante, pero
no, se situ� detr�s m�o, y colocando sus dedos con una extra�a delicadeza en las
gomas de la cintura, empez� a deslizar lentamente mi slip hacia abajo, la dureza
de mi polla era un obst�culo, su respiraci�n, agitada y caliente en mi nuca, me
estaba poniendo a mil, la dureza, ya mas que evidente de su polla en mi culo, y
sus manos en mi cintura jugando con la goma de mi slip me estaban llevando al
�xtasis.

Cambio la posici�n de mi polla con su mano por encima del
slip, liberando este, y los deslizo de golpe hacia abajo.

Aquello era incre�ble, yo maniatado, mi agresor, con una
polla dura como un m�stil entre mis manos, y su lengua h�meda y nerviosa jugando
en mi cuello.

En un r�pido gesto, coloco su polla entre mis piernas y acto
seguido me las cerro con las suyas, aprision�ndola entre mis muslos, su capullo
golpeaba mis huevos al mismo tiempo que los humedec�a, as� como mi entrepierna,
por la gran cantidad de liquido preseminal que desprend�a, su mano derecha
pellizcaba con energ�a mi pez�n derecho mientras su mano izquierda acariciaba
con fuerza mi vientre.

Mientras la situaci�n entre mi agresor y yo estaba dando un
giro inesperado, y descargas el�ctricas de placer hac�an temblar mi cuerpo,
descubr� que no est�bamos solos, al parecer, dos muchachos de no mas de 20 a�os,
inmigrantes, hab�an elegido ese mismo lugar para pasar la noche, uno de ellos,
totalmente despierto, nos observaba mientras se manoseaba la entrepierna y con
su mano libre, estaba despertando a su compa�ero, mientras tanto, mi agresor
cada vez mas caliente, estaba de rodillas y empezaba a follarme el culo con su
h�meda y larga lengua, yo estaba en la gloria, los dos muchachos, ya casi sin
ropa, se pajeaban al mismo tiempo que se iban aproximando, pero uno de ellos, el
mas alto, casi llegando a mi altura, y mientras me pon�a su gruesa polla ante mi
boca, abri� una navaja, por un momento, me imagine lo peor, pero no, con un
r�pido gesto corto la cuerda que as�a mis mu�ecas, dej�ndome las manos libres.

A partir de ese momento, todo fue como una erupci�n
volc�nica, no puedo precisar ni que polla me follaba, ni que polla mamaba, ni
quien me la mamaba a mi, ni que culo se me ofrec�a, �ramos un amasijo de carne,
un solo cuerpo, una maquina de dar y recibir placer, nuestros cuerpos h�medos
por una mezcla de sudor y esperma se pegaban unos a otros sin control, mi
agresor, que de nuevo segu�a follando con fuerza mi culo ardiente, empez� a
bramar como una bestia en celo, los otros dos muchachos reaccionaron como una
sola carne ante la situaci�n y empec� a sentir trallazos de esperma por mi
espalda pecho y cara, mientras las convulsiones invad�an los cuerpos de los tres
chicos, empec� a sentir, como una descarga el�ctrica que recorri� todo mi
cuerpo, era como si una fuerza sublime hiciera confluir los siete placeres en mi
polla, que empez� a disparar leche como jam�s antes lo hab�a hecho, un alarido
de placer puso cenit a mi orgasmo, instantes antes de que me desvaneciese
cayendo al suelo como una marioneta sin hilos.

No se cuanto tiempo permanec� sin sentido, solo se que,
cuando recupere la conciencia, estaba solo, mi ropa estaba esparcida a mi
alrededor pero no faltaba nada.

Me vest� con lentitud, y lentamente, de dirig� a la salida
del parque, casi estaba llegando a la reja de entrada, cuando por detr�s m�o,
una voz a medio tono y con un acento extranjero me dijo�

Adi�s amigo, espero que nos encontremos otro d�a.

Me detuve, volv� mi rostro, pero no hab�a nadie, era como si
la brisa de una noche de verano me hubiese hablado..

Volv� varias noches despu�s por si encontraba a alguno de los
tres muchachos, no estaban, pero tuve otras aventuras, claro que, esa es otra
historia.